ASTURIAS OPINA
¿Existe
en Asturias una actitud racista
y xenófoba hacia los
inmigrantes?
¿Podría
producirse en nuestra región algo similar a lo ocurrido en El
Ejido?
¿En qué
condiciones
vive la población inmigrante?
¿Qué puertas abre la nueva Ley
de Extranjería?
Éstas
son algunas de las cuestiones que hemos planteado a diferentes
personalidades de nuestra comunidad con el fin de conocer la problemática
que vive la población inmigrante en Asturias.
Carlos
Madera González
Director
General de Servicios Sociales Comunitarios y Prestaciones.
Recientemente hemos asistido a un fuerte debate sobre la nueva Ley de
Extranjería. ¿Cuál es su apreciación sobre esta ley?
Es una ley que tiene connotaciones progresistas. El problema
es que el partido de gobierno no cree en ella. Mucho me temo que ahora mismo
en la situación política que se abre habrá una revisión hacia atrás de
esa ley. No contaban con que saliera adelante, pensaban que no les iba a dar
tiempo, pero finalmente se aprobó gracias a la postura que adoptó Coalición
Canaria. Esta ley posibilita la legalización de personas que llevan unos años
en España, y el acceso a las prestaciones sanitarias y sociales, y yo creo
que eso está bien. España no es un país que tenga tantos inmigrantes como
para cerrar sus puertas. Podemos actuar de dos maneras: o cerrando los ojos
y dejando que sean mafias y redes ilegales las que tomen las riendas de la
organización o que sean los poderes públicos legitimados por los
ciudadanos los que hagan una política un poco sensata en ese sentido, que
integren a la gente poco a poco y mantengan el equilibrio.
Desde el Principado ¿qué
pasos se van a dar para conseguir esa mayor integración?
Nosotros estamos trabajando ahora mismo en varios frentes. En
primer lugar, aplicaremos la ley de extranjería y permitiremos el acceso a
las prestaciones sociales, como marca la ley, a toda aquella gente que
cumpla los requisitos. Por otra parte nuestra prioridad en estos momentos es
desarrollar dos dispositivos:por un lado, viviendas transitorias para
agrupamientos familiares, que acojan a la gente durante cuatro o seis meses
mientras buscan una vivienda normalizada o acceden al mercado de trabajo; y
por otra parte, financiaremos oficinas de información al inmigrante. Estas
son nuestras prioridades para este año, aparte de nuestros contactos con
otras consejerías como educación, cultura y sanidad para garantizar que
las cosas vayan por donde tienen que ir.
El Principado prepara
un futuro plan de atención al inmigrante. ¿En qué consiste?
Vamos a hacer un plan de integración del inmigrante en
coordinación con la Plataforma por la Integración de los Inmigrantes en
Asturias. Este plan contempla aspectos de vivienda, de información, de
cultura y educación, de acceso al sistema sanitario, etc. Esa es nuestra
idea. También queremos establecer convenios con las organizaciones
sindicales, con las secciones de inmigración de CCOO y UGT para propiciar
oficinas de información al inmigrante dentro de los sindicatos.
“España
no es un país que tenga tantos inmigrantes como para cerrar sus puertas”
Alejandro
Riera
Abogado
especializado en inmigración
Cómo
valoras la nueva ley de extranjería?
La valoración, en líneas
generales, podría ser positiva si se adoptaran medidas para su desarrollo.
De momento se ha dictado el famoso Real Decreto que regulariza a todos los
inmigrantes. En líneas generales es un logro, se ha conseguido bastante en
el campo de derechos como educación o sanidad. También es un logro de cara
a evitar que existan las famosas mafias de traída y llevada de trabajadores
extranjeros. Entre los derechos que se reconocen, está el derecho a la
igualdad, el derecho a la libertad de circulación, al derecho a reunión y
manifestación, el derecho de asociación, el derecho de libertad sindical,
el derecho a la huelga y la igualdad fiscal. Todos estos derechos no
existían en la antigua normativa, con lo cual es un logro bastante
importante en materia de política social. Hay un avance también en cuanto
al reagrupamiento familiar, que afecta a aquellas personas que están
trabajando en España y quieren reagruparse con otros miembros de su familia
que se encuentran en el extranjero. Normalmente se les pedía un visado de
reagrupamiento familiar y ahora se flexibiliza en determinados casos por
razones humanitarias. El derecho al voto todavía no se les otorga, pero sí
se les otorga un derecho a la participación política a través de la
elección de una serie de representantes que encaucen las pretensiones y las
peticiones de esta gente. Lo que se pretende es que los propios extranjeros
puedan agruparse y puedan hacer llegar a la administración sus
preocupaciones, si existen actitudes xenófobas o racistas y en qué campos
se producen.
Toda esta serie de medidas tienen muchísima importancia pero
todavía no hay una regulación específica, ni hay una normativa a nivel
local que prevea cómo se va a realizar esa declaración de intenciones que
realiza la ley. Ahora estamos un poquitín a la espera.
De todas formas eso será una cuestión de tiempo.
Sí, pero el inmigrante tiene la
preocupación de estar en una
situación ilegal y quiere regularizarse. Parece ser que el Ministerio del
Interior y el Ministerio de Trabajo van a poner una campaña de información,
pero todavía no ha empezado, es decir no hay folletos explicativos, como se
hizo el año pasado. Todo eso se realizó y siempre se realiza muy a última
hora, es decir, a punto de abrirse el plazo.
Desde que se aprobó la nueva ley, ¿cómo podría calificarse la gestión?
Realmente es un desastre porque no
contaban con que la ley se aprobara. El Real Decreto tiene seis hojas,
quiero decir que hay muchas cuestiones que no se tocan y que se van a tener
que tocar. En un principio la ley contempla la colaboración con los
colegios profesionales, con ayuntamientos, con el fin de que se creen
precisamente esas oficinas de información que permitan asesorar a esta
gente. La cuestión con los sindicatos es que tienes que afiliarte, si lo
haces no tienes ningún problema porque puedes disponer de asistencia de
todo tipo, jurídica, recursos sociales, económicos, etc. Lo que se
pretende ahora es que las propias administraciones den esas facilidades al
inmigrante y conseguir un procedimiento de regularización y no un
enriquecimiento por parte de colectivos profesionales.
Esta ley no es todo lo que se pretendía ni todo lo que se
esperaba: facultades para ampliar y desarrollar esa ley son muy limitadas
ahora mismo; los medios económicos, escasos; las campañas de información,
nulas. Se puede decir que esto se ha hecho todo deprisa y corriendo. Les ha
cogido el toro por todos los lados.
“Todavía
no hay una regulación específica que prevea cómo se va a llevar a cabo
esa declaración de intenciones que realiza la ley”
Fernando
Menéndez
Asturias
Acoge
En
qué condiciones viven los inmigrantes en nuestra región?
No se puede hacer de la vida de los
inmigrantes una especie de tabla rasa, porque las condiciones dependen de
cuestiones tan diferentes como la procedencia y los hábitos de vida. Sin
embargo hay algunos aspectos que se puede extender a todo el colectivo. En
muchos casos es una vida que está muy cerca de la precariedad, con
dificultades para acceder a unos derechos y a unas condiciones que son las
que dan un nivel de vida mínimo y digno. El primer derecho es el acceso a
un trabajo que reúna las suficientes condiciones. También se encuentran
con dificultades a la hora de buscar vivienda, por eso en ocasiones viven
demasiados inmigrantes en un piso. Yo creo que la calidad de vida de estas
personas depende totalmente de que una serie de derechos básicos sean, no sólo
reconocidos, sino puestos en práctica. Llevamos bastante tiempo trabajando
y parece que ahora puede ser posible que se concreten más cosas.
¿Crees que podría producirse en Asturias un caso similar al ocurrido en
El Ejido?
Nunca pondría la mano en el fuego
diciendo que esto no puede pasar. Yo creo que el racismo es una actitud que
siempre está latente y que puede saltar en cualquier momento. Lo que sí
creo es que hay una serie de condiciones sociales, económicas e históricas
en El Ejido que aquí en Asturias no se dan. Hay que tener en cuenta que es
una población que en pocos años sufrió un pelotazo económico increíble.
Muchas personas se enriquecieron casi sin tiempo para asimilarlo, sin
pararse a pensar que esa riqueza o parte de ella la generaron esas personas
que ahora rechazan. Lo que no podemos hacer es reclamar a los inmigrantes
para trabajos basura y luego en cuanto cumplen su trabajo olvidarnos de
ellos, utilizarlos como si fuesen cualquier objeto más de una oficina.
“El
racismo es una actitud que siempre está latente y que puede saltar en
cualquier momento”
Elahdji
Gaye
Miembro
de la Asociación de Inmigrantes Senegaleses
Cómo
os trata la comunidad asturiana?
Bien, tiene sus cosas, pero comparado con lo que sucede en
otros lugares como Cataluña y Almería, donde hay casos de agresiones, aquí
se está mejor. Los problemas que hay son sobre la vivienda y el trabajo,
son temas de burocracia. Yo el primer permiso de trabajo que conseguí fue
en Cartagena, pero no fue posible utilizarlo porque la burocracia va muy
lenta. Los papeles tardaron en llegar tres meses y la empresa que me quería
contratar tuvo que dejarlo porque no podía esperar tanto tiempo. Hasta el año
96 no volví a conseguir otra vez un permiso de trabajo.
¿Detectáis actitudes
racistas a vuestro alrededor?
Hombre, sí que hay. Hace poco no dejaron entrar a una
mejicana en un bar de Oviedo. Nosotros el problema que tenemos con la
vivienda es que la gente no nos quiere alquilar los pisos porque somos
africanos. Suceden cosas así pero no hay actos de agresiones, Asturias es
uno de los sitios más tranquilos de España en ese sentido. Con la policía
tampoco hay problemas porque nosotros tampoco los creamos, probablemente si
nosotros no fuéramos gente tranquila también se meterían con nosotros.
Además, aquí no hay inmigrantes que trafiquen con droga.
¿Qué problemas estáis
encontrando para regularizar vuestra situación según la nueva ley?
Sobre la nueva ley el primer problema es que piden el
empadronamiento. Hay gente que está viviendo aquí desde el año 92, pero
no está empadronada porque tiene miedo a dar sus datos. El problema surge
porque tienen que justificar que estaban viviendo en España antes de esa
fecha.
¿Hay suficiente
información de los pasos que tenéis que dar ahora?
En Asturias tenemos la suerte de que en CC.OO., en Asturias
Acoge o en UGT trabajan mucho con los inmigrantes y ahí es donde nos
dirigimos para hacer las preguntas, sobre tipos de contratos y papeles. Aquí
no se produjo lo que hubo en Madrid, donde se formaron grandes colas. Aquí
fue más cómodo, también porque tampoco hay muchos inmigrantes y hay pocos
ilegales. Como hay mucha crisis en Asturias, se marchó mucha gente. Yo
llevo aquí ocho años y la mayoría de mis compañeros se marcharon a
trabajar al sur o a Tenerife porque hace mejor tiempo y se vende
mejor.
“Asturias
es uno de los sitios más tranquilos de España”
Juan
José Palacios
Responsable
de inmigración en CC.OO.
Podría producirse una avalancha de inmigrantes en Asturias?
En principio en Asturias no va a haber ninguna avalancha,
porque la situación socioeconómica no permite que la gente se pueda buscar
la vida aquí. De hecho Asturias está perdiendo población porque la gente
tiene que ir a buscar trabajo a otro lado. Según las estadísticas somos
una de las comunidades que menos inmigrantes reciben.
¿Qué dificultades
encuentran aquí los inmigrantes?
La principal dificultad que se ha encontrado un inmigrante,
tanto en Asturias como en el resto del estado, es la de regularizar los
papeles, la documentación. La ley de extranjería establece que para tener
un permiso de residencia en la inmensa mayoría de los casos se necesita el
permiso de trabajo.
Antes de conceder un
permiso de trabajo hay que tener en cuenta la situación de empleo nacional.
En el caso de Asturias, como hay tanto porcentaje de paro y tan poca oferta
de trabajo, casi exclusivamente hay dos actividades por las que se aprueben
los permisos: empleadas de hogar y el cuidado de ancianos.
¿Cómo es el panorama
laboral para un inmigrante que quiera encontrar trabajo en Asturias?
Complicado. La mayoría de los trabajos
que suelen obtener son relativos al cuidado de ancianos o servicio doméstico.
Lo encuentran fácilmente, pero el problema son las condiciones de trabajo,
los salarios que se están pagando. En muchos casos hay una interrelación
directa entre el trabajador y el empleador, que en muchas ocasiones vive en
la casa. Normalmente quien lleva la peor parte claramente es el inmigrante,
que cobra poco porque está en una situación documental mala, tiene que
regularizar su situación, está pendiente de los papeles, y no puede
abandonar el trabajo aunque le paguen poco.
“En
Asturias no va a haber ninguna avalancha”
Isabel
González
MPDL
(Movimiento por la Paz,el Desarme y la Libertad)
Existe en Asturias una actitud racista y xenófoba ante los inmigrantes?
En los institutos, que es donde nosotros trabajamos, en
educaciones medias, de vez en cuando encuentras algún chaval que tiene
actitudes racistas y xenófobas muy claras y está en contra de que venga a
trabajar gente de fuera, porque creen que es una forma de quitar empleo.
Estas actitudes sí se encuentran en los institutos, no digo en todos, pero
en alguno sí.
¿Cómo
es posible educar para la tolerancia?
Esa debe de ser la pregunta del millón. Es muy difícil.
Nosotros con los cursos que impartimos no llegamos a educar, simplemente
sensibilizamos, porque para educar estamos hablando de procesos a muy largo
plazo. Uno no es racista o no es xenófobo hasta que no tiene a nadie
diferente a su lado. El problema surge cuando llega alguien que es
diferente. Nunca se sabe la actitud que vamos a tomar y podemos descubrir
que sí somos racistas. Yo creo que al final es un problema de actitudes,
cada cual toma actitudes diferentes dependiendo del momento y las
circunstancias.
¿Está Asturias
preparada para ser de diferentes colores?
Yo diría ¿estamos los asturianos preparados para convivir
con otros diferentes? No lo sé, habrá quien esté preparado y habrá quien
no lo esté. Para mí la solución está en tratar a la gente como personas,
sin hacer diferencias ni positivas ni negativas. Un trato igual para todos.
“Uno
no es racista o xenófobo hasta que no tiene a nadie diferente a su lado”
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