-¿Es la primera vez que asumes un cargo de este tipo?
-En política es mi primera experiencia. Con 16 años me incorporé a la JOC, Juventud Obrera Cristiana en Avilés; posteriormente asumí la responsabilidad de coordinar la organización a nivel de Asturias y Cantabria, hasta que en el 84 me fui a Madrid y estuve de presidenta nacional de la JOC hasta el año 87.

-Tu trayectoria laboral siempre ha estado relacionada con el mundo del empleo y la formación para el empleo.
-Sí. Estando en Madrid me incorporé a una cooperativa de trabajo asociada llamada, Proempleo, formada por 13 profesionales de distintos ámbitos. Nos dedicábamos fundamentalmente a la elaboración de programas que tuviesen que ver con la formación y el empleo para los jóvenes. Ahí fue básicamente donde incorporé una metodología de trabajo, desde el punto de vista de la formación e inserción de los jóvenes en general.
En el año 92 volví a Asturias y me incorporé a Valnalón, en La Felguera. Allí nos ocupamos del desarrollo local y la formación de los recursos humanos para este desarrollo, fundamentalmente en la potenciación de personas emprendedoras y el seguimiento de las ideas empresariales. En esa trayectoria estuve hasta este año.

-¿Qué te supone a nivel personal llevar una concejalía como la de Economía, Desarrollo Local y Empleo?
-Es un poco de lo que yo sé, lo que me gusta hacer. Avilés es una ciudad que está sufriendo un cambio industrial importantísimo. Por eso construir nuevas actividades empresariales, además de potenciar las ya existentes, es un reto muy bonito y atractivo, y al cual pienso dedicar estos cuatro años con todo mi esfuerzo y todas mis ganas.

-Además de la concejalía que vas a coordinar, asumes ser la Primera Teniente Alcalde de Avilés y Portavoz del Grupo Socialista en el ayuntamiento. ¿Cómo se sobrelleva tanta responsabilidad?
-La verdad es que a mí los retos grandes nunca me asustaron. Me acuerdo que cuando mis compañeros de la JOC me propusieron asumir la responsabilidad de ir al equipo nacional, lo que significaba marcharse de Asturias y dejar aquí a los amigos, la familia, tardé un tiempo, pero enseguida me situé.

-¿Qué te impulsó a tomar la decisión?
-Quizás fue más el convencimiento de todos los demás que el mío propio. Cuando ves que el resto de las personas tienen depositada en ti una confianza piensas que a lo mejor es que lo puedes hacer.
La verdad es que a mí nunca me ha gustado ver los toros desde la barrera, siempre preferí participar, tomar decisiones, hacer equipo con otras personas y gestionar la sociedad a la medida de mis posibilidades.

-Como mujer ¿ves a tu alrededor esa actitud emprendedora, en otras mujeres?
-Yo veo que estamos en esa dirección. Creo que la sociedad en su conjunto, hombres y mujeres, se pierde mucho al no incorporar más a las mujeres a todos los ámbitos de las decisiones, tanto en el ámbito privado como en el público. Pienso que cada vez más las mujeres tenemos un nivel de cualificación y de valía que ya no tenemos que demostrar. Simplemente se trata de tener la posibilidad de poder ejercerla. Todavía en algunos ámbitos las mujeres que estamos en primera línea somos una excepción.

-A pesar de haber vivido varios años fuera de Asturias conoces de cerca la realidad avilesina.
-Sí, creo que de alguna manera soy el exponente de una generación de personas que hemos visto que nuestros padres han vivido de la fábrica y que a nosotros nos ha tocado buscarnos la vida de otra manera. Ahora ya no sirve el tejido industrial del que hemos vivido en los últimos 50 años, y se trata de crear nuevas posibilidades y nuevas perspectivas. No tenemos que ver el futuro cerrado a lo que ya fuimos, sino ver el futuro en lo que vamos a ser capaces de construir. El proceso no va a ser fácil, ni corto, será largo, pero pienso que si otras ciudades de Europa de tradición industrial parecida a la nuestra han ido saliendo adelante, nosotros seremos capaces de hacer lo mismo.

-¿Cuáles son las necesidades de Avilés?
-Solucionar la falta de perspectivas para la gente joven, que nuestra gente joven salga fuera cuando quiera, no obligados por una situación; y que salgan con intención de volver. Queremos hacer de Avilés una ciudad en donde haya empleo y posibilidades de crecimiento, y que a la vez sea una ciudad agradable para vivir. Creo que estamos sufriendo las consecuencias de un desarrollo industrial que nos ha dejado unos terrenos muy machacados, una ría sucia, una entrada a la ciudad nada agradable, sin embargo tenemos un casco histórico y un patrimonio histórico-artístico de primer nivel. Tenemos que conservar todo eso, y además buscartodas las posibilidades para que pueda surgir una nueva generación de actividad empresarial.