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| SUPLEMENTO ASTURIAS RUTAS DE MONTAÑA
Texto y fotos: Alberto Polledo Iniciamos
el recorrido desde Oviedo por la carretera de Galicia hasta Cornellana, en las orillas del
río Narcea, famoso por sus salmones. A la entrada, giramos a la izquierda por la
carretera que va siguiendo el curso del río entre hermosas y fértiles vegas hasta el
Puente San Martín. Aquí, la carretera emprende ruta hacia tierras somedanas siguiendo el
cauce del río Pigüeña. Calzada estrecha y sinuosa que después de atravesar Belmonte,
Agüerina, Agüera y Almurfe nos lleva hasta Aguasmestas, lugar donde se juntan los ríos
Pigüeña y Somiedo, además de celebrarse famosas ferias de ganado. La Braña La Pornacal. El conjunto está formado por unos treinta teitos de escoba. La planta inferior se aprovecha como cuadra para el ganado, y la superior como dormitorio y tenada. Tras cinco kilómetros y aproximadamente una hora de buen caminar por suave pendiente, nos encontramos en La Pornacal. Forman el conjunto de esta braña los barrios del Río, la Prida, El Medio y El Cabo, aproximadamente una treintena de teitos de escoba. Como su nombre indica, la techumbre está hecha con ramas de piornos. De planta rectangular con dos alturas, la inferior aprovechada como cuadra para el ganado y la superior como dormitorio y tenada. Durante los meses de verano se encuentra muy concurrida por vecinos de Villar de Vildas, gente amable y parlanchina presta siempre a comunicarse e informarnos de la ruta.
Abandonamos la braña, prolongando la pista hacia el sur. Esta transcurre por la izquierda del río, que por estos lares riega las fértiles praderas de la Requexada. Un suave ascenso de tres kilómetros contemplando cumbres señeras del Parque; al sur asoma la mole espléndida del Cornón, al oeste, La Muchadina, El Cabril, Fanarrionda, Tchandurrio, al este, la sierra de las Caranganas, la Enfestiella, para llegar a la braña de Los Cuartos, o Braña Viecha, situada en medio de un roquedal desprendido de la peña del Nuncio, a cuyos pies nos encontramos. Aunque el agua no escasea por estos lugares, podemos saciar nuestra sed o aprovisionarnos del líquido elemento en la fuente que aquí mismo encontramos. Los teitos que forman esta braña son más antiguos que los de La Pornacal, de forma circular llamados corros o chozos. Proseguimos el camino hacia el suroeste, por una senda bien marcada,
entre piornos y pastizales contiguos al recién nacido río Pigüeña. En época estival
pasta el ganado de los vecinos de Villar de Vildas. Igualmente, encontraremos rebaños de
ovejas custodiadas contra los lobos por fieros mastines, que con sus ladridos se
acercarán a saludarnos. Por picos y laderas podemos observar, en muchas ocasiones, la
ágil silueta de los rebecos que pastan por estos montes. La bajada es sencilla. En poco tiempo estamos de nuevo en la braña Los Cuartos, desde donde nos dirigimos al punto de partida, después de aproximadamente siete horas de caminar. |
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