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SUPLEMENTO ASTURIAS  

RUTAS DE MONTAÑA

Cruces en la Ermita del Alba
Cruces en la Ermita del Alba

Salcedo-Pelitrón

Cualquier excursión que se realice por la Sierra del Aramo es hermosa. Su orografía nos permite elegir el tipo de ruta que deseamos realizar. Por supuesto, adaptando el perfil que vamos a recorrer, a nuestro nivel montañero.

Texto y Fotos: Alberto Polledo Arias


Murallones de piedra, insalvables, -salvo para expertos escaladores-. Empinadas laderas rocosas hacen difícil el ascenso a la cima. Crestas quebradas de piedra caliza suelta e intrincada que dificulta el paso, conviven con vegas de verde y mullido pastizal que da gloria pisar. Con laderas suaves que nos acercan a las cumbres, con picos de fácil acceso que desde su parte alta nos permiten contemplar deliciosas panorámicas. Como vemos, para todos los niveles.
Desde Salcéo, al que nos acercamos por la carretera que asciende desde las cercanías de Arroxo parte una pista de reciente construcción, que asciende sin descanso entre praderías cercadas, hasta un aparcamiento que se encuentra por debajo de la ermita del Alba, el santuario más venerado de todo Quirós.

La pista continúa y llega hasta las cabañas de La Tellera, ya en lo alto de las praderas, pero una señal de prohibido el paso a la salida del aparcamiento nos recuerda que es sólo para servicio de vehículos ganaderos, por lo que debemos de utilizarla solamente a pie.
Al fondo del aparcamiento mencionado se inicia un camino, que pronto se convierte en senda y asciende rápidamente entre piedras, para culminar a la izquierda de la plataforma donde se encuentra la iglesia. En ese lugar hay tres cruces de madera pintadas de negro. Desde allí podemos contemplar una visión incomparable del valle del río y sus pueblos, así como de la sierra de La Sobia y gran parte del macizo de Ubiña.
Otra forma de acercarse a la capilla, -situada en la vertiente sur de la Peña del Alba- es seguir a pie pista arriba, rodear en lo alto los prados cercanos, y ascender cómodamente hasta sus inmediaciones. Un placer, al que no debemos de renunciar, es el de pasear por estas fértiles brañas, vegas y morteras en las que pastan numerosas cabezas de ganado, a las que en ocasiones pilla desprevenidas la visita del lobo, causando alguna víctima entre ellas.

El Pelitrón. 1562 M.

 

 

 

 

 

 

El Pelitrón. 1562 M.

El caso es que, estamos inmersos casi en el corazón del Aramo. Al menos, tenemos a la vista el pico más emblemático de la sierra; El Gamoniteiru (1.791 m.) que junto a Peña Podre (1.617 m.), Picu del Cuervo (1.234 m.), Champaza (1.454 m.), Pelitrón (1.562 m.), Vallongo (1623 m.), y allá en lo más alto, El Barriscalín (1.687 m.), del que sólo asoma la cumbre, cierran y dan forma a estas maravillosas praderas.
Descendemos al fondo de la vega siguiendo la línea de la capilla. A mitad de la falda encontramos la fuente de Los Ojos, construida en 1689, y por tanto una de las más antiguas de la sierra. Cruzamos el arroyo y comenzamos la subida, siguiendo, poco más o menos, la misma dirección. Alcanzamos el canto de la loma y en lugar de comenzar el descenso, nos dirigimos por la izquierda, hacia lo cimero del Cuetu Ferreiru.
Percibimos en todo su esplendor, la cuerda caliza que se cuelga hasta la cima del Pelitrón. Las vegas de Coballos, La Peral y L'Ortigal, se estiran para dar cobijo al ganado. Brañas abandonadas, de las que únicamente se ven los círculos de piedras que dieron vida a las antiguas cabañas, están ancladas a la vera de los arroyos que descienden raudos de las alturas.

Para ascender al Pelitrón podemos aprovechar cualquiera de las numerosas sendas de ganado.

Nos dirigimos desde Cuetu Ferreiru, por la izquierda, a la cresta que se dirige a la cima del Pelitrón. Para ello, bajamos al fondo de la vega, allí encontramos los restos de unos antiguos corros. Comenzamos la subida, entre piedras calizas -a veces, incómodas para caminar, por lo que debemos de aprovechar cualquiera de las numerosas sendas de ganado- hasta encaramarnos a caballo de la sierra.
Vamos venciendo el ascenso por la divisoria hasta llegar a la cerca que impide el paso a un lado y a otro, al ganado de Riosa y Quirós. Ya sabemos que si alguna res traspasa esta línea, puede ser prindada, y el propietario verse obligado a pagar la multa correspondiente.
Una vez traspasada la valla, arrimarse hasta lo alto de la cima, -aunque sean los recuestos más pendientes- es fácil. Sólo hay que seguir el camino más indicado a nuestras piernas y pulmones. Poco más o menos dos horas tardamos desde la capilla, hasta lo alto del Pelitrón.
El regreso lo realizamos por el mismo camino hasta la separación de pastos. Una vez allí, descendemos paralelos a la valla, por un plano bastante inclinado, que pronto nos deja en la vega. La atravesamos por la derecha, y de nuevo nos dirigimos a la loma que se encuentra por debajo de donde iniciamos el ascenso a la cresta citada. La falda de la Peña del Alba nos está esperando. Allí encaminamos nuestros pasos, que en poco tiempo, nos van a trasladar de nuevo al lugar en que dejamos el vehículo.

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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