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Tenemos 143 lectores conectadosEl final de la guerra de los sexos |
El final de la guerra de los sexos
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![]() Pero de eso hace mucho tiempo, unos 300 millones de años más o menos, cuando los dinosaurios todavía paseaban por la tierra. Los homínidos aún no habían hecho acto de aparición, pero sí un antepasado mamífero común, cuya especie estaba formada exclusivamente por hembras. Entonces sucedió, no se sabe bien porqué, que en el ADN de una de estas hembras hizo su aparición un gen, un solo gen que fue el responsable de la divergencia entre el cromosoma X y el Y, entre hembras y machos. Ese gen, que se conoce como el predecesor del actual gen SRY, cambió de lugar en su cromosoma y le dio una forma similar al de Y, que es como actualmente lo conocemos. Así que todos los descendientes de aquel primitivo mamífero que nacieran con ese recién creado cromosoma Y serían machos, algo que tuvo que ser una rareza increíble para aquella especie de hembras. Según Bryan Sykes -profesor de genética humana en el Instituto de Medicina Molecular de la Universidad de Oxford y autor de “La maldición de Adán”-, la divergencia de sexos en la evolución se puede considerar como “un gigantesco experimento de modificación genética que lleva mucho tiempo en marcha”. Los hombres son esencialmente, mujeres modificadas.Así pues, el cromosoma Y se empezó a especializar en acumular genes que beneficiaran a los machos: genes que aumentaban la masa muscular, la densidad ósea, la agresividad… Además, todos estos genes empezaron a actuar -y lo siguen haciendo en la actualidad- en contra de los genes presentes en el cromosoma femenino X. Por su parte, dentro del cromosoma femenino X también hizo su aparición el gen DAX, responsable de feminizar el cuerpo. Ambos genes, SRY y DAX, iniciaron en aquel entonces una guerra a muerte que todavía dura hasta nuestros días. Cuando está presente SRY, gana la partida a DAX, puesto que su sola existencia hace que un individuo sea masculino. DAX por su parte, agrede con una mayor virulencia a SRY. Para el investigador Skyes esto queda patente en hechos como la existencia de linajes de mujeres que sólo procrean hijas, debido a que sus cromosomas sexuales X han sabido defenderse de la agresividad del Y. También esta guerra genética hombre-mujer se manifiesta en determinadas infertilidades masculinas debidas a espermatozoides con mitocondrias defectuosas -los orgánulos encargados de generar energía- y que sorprendentemente, sólo son fabricados por las mujeres. Y como último ejemplo Skyes cita a la homosexualidad masculina y se pregunta si no será otra argucia del cromosoma X para eliminar al macho de la tierra. Aunque ciertos estudios condenan al cromosoma Y a la desaparición, otros afirman que tiene “un as bajo la manga”.Muchos investigadores ven en esta lucha que sucede en nuestro cuerpo a nivel molecular, el origen de los conflictos que han marcado la evolución de hombres y mujeres. Y razones no les faltan, ya que estos genes condicionan que mujeres y hombres sean de una manera determinada no sólo físicamente, sino también en su personalidad, su comportamiento y, en definitiva, su mente. Esa diferencia es la que en última instancia produce la separación y el conflicto. Ahora, tras milenios de enfrentamiento, parece ser que el cromosoma Y esta muy deteriorado, lleno de desperfectos y errores que le podrían conducir a su extinción. La razón se encuentra en que a diferencia del cromosoma X, el cromosoma Y no intercambia material genético con nadie. Eso trae consigo que cualquier mutación degenerativa en Y, no puede ser reparada porque no existe un Y homólogo con la información correcta. Así las cosas, los errores degenerativos que el solitario cromosoma Y ha ido acumulando a lo largo de millones de años, empiezan a pasarle factura. Muchos investigadores creen que el cromosoma Y terminará extinguiéndose como ya ocurrió con otros mamíferos en los que ya no existe ni el cromosoma, ni ninguno de sus genes. Eso querría decir que desaparecerían los hombres, pero no tendría por qué suceder lo mismo con las mujeres, que podrían seguir con el linaje de la especie humana. La divergencia de sexos en la evolución se puede considerar como “un gigantesco experimento de modificación genética que lleva mucho tiempo en marcha”.Sin embargo, últimos estudios -como el que publicó a finales de 2009 David Page, investigador del Instituto Whitehead de Investigaciones Biomédicas en Cambridge, Massachusetts- defienden la supervivencia de Y. "El cromosoma Y realmente tiene un as bajo la manga" afirma Page, en referencia a un mecanismo ideado por este cromosoma para sobrevivir. En síntesis se trata de que Y ha conseguido utilizar sistemáticamente un mecanismo de reparación de genes que hasta ahora se creía que sólo funcionaba ocasionalmente para reparar zonas de ADN dañado. Ello le salvaría de la extinción que le auguran muchos. Sólo el futuro nos dirá cómo termina esta batalla, aunque para eso todavía queda mucho, mucho tiempo. Un tiempo más que suficiente para que, mientras dura la guerra entre X e Y, entre SRY y DAX, hombres y mujeres puedan llegar a encontrar su propio equilibrio, a la paz. Porque aunque nuestros genes nos condicionan, no nos delimitan ni controlan nuestra voluntad. Δ ![]()
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Comentarios
¿Una especie primitiva de mamífero sólo de hembras?
¿Son serias estas afirmaciones?
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