Cada año
que pasa, el municipio de San Andrés configura más su identidad. Con
cada obra realizada determina el camino que quiere seguir en tiempos
venideros. Todos los indicadores apuntan a que desea subirse a las
nuevas tecnologías sin dejar de lado el carácter rural que mantienen
parte de sus pueblos. Así, mientras se levantan nuevas y modernas
infraestructuras, crece la necesidad de redescubrir el entorno verde. Se
habilitan rutas para recorrer a pie o en bicicleta, se amplían los
parques, se crean nuevas áreas recreativas. Se vuelve la vista al río
Bernesga que recorre parte de esta tierra formada por las localidades de
San Andrés del Rabanedo, Trobajo del Camino, Villabalter y Ferral del
Bernesga. A ellas se unen los barrios de Paraíso Cantinas, La Sal y
Pinilla para dar lugar a un municipio plural, con variadas
características.
Villabalter y Ferral son pueblos que conservan un importante componente
rural, lo cual les convierte en una zona muy tranquila para vivir y un
pulmón verde donde desconectar del urbanismo creciente. Permanece parte
de su tradición agrícola y ganadera, las casas típicas e incluso
construcciones tradicionales, como los antiguos palomares que asoman
entre las eras de Villabalter.
El crecimiento demográfico de San Andrés lo ha
situado ya en 30.000 habitantes,
pero las infraestructuras se preparan
para muchos más
Los barrios antes indicados se debaten entre
su cercanía a León y su pertenencia a San Andrés; su carácter urbano y
comercial es su seña de identidad más característica. Por su parte,
Trobajo combina su crecimiento comercial y sus amplios servicios con su
pertenencia al Camino de Santiago. Los peregrinos recorren seis
kilómetros de su ruta en Trobajo, donde tienen tiempo de admirar la
ermita de Santiago y el monumento al peregrino, réplica de un antiguo
crucero que presidía antiguamente el Mirador de la Cruz. Su paso por las
amplias calles les permite hacer las compras que necesitan y fijarse en
la cantidad de instalaciones deportivas y culturales que jalonan el
lugar. Por último, San Andrés alberga las dependencias institucionales
más destacadas, sin perder el entorno que le caracteriza. Así, el
edificio del Ayuntamiento está rodeado de zona verde y pequeñas casitas
que dan fe de la tranquilidad que aquí se respira. Pero una cosa es lo
que el visitante observador ve desde fuera y otra muy diferente lo que
percibe quien vive aquí su día a día. Los vecinos de antes se mezclan
con los nuevos y con inmigrantes que han encontrado en el municipio un
hogar, y ven cubiertas sus expectativas ampliamente. El crecimiento
demográfico les ha situado ya en 30.000 habitantes, pero las
infraestructuras se preparan para muchos más. Servicios médicos,
policiales, sociales, educativos, culturales y de ocio crecen de año en
año para dar respuesta a las necesidades de todos los grupos sociales.
Pero lo más reseñable no es el movimiento existente desde la
administración local sino el asociacionismo de todo tipo, que no deja de
incrementarse. La implicación ciudadana es la que está haciendo crecer a
las instituciones y viceversa, en un movimiento que no cesa. Los
habitantes son el verdadero motor del cambio de San Andrés del Rabanedo.
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