ABRIL 2008
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La Braña
Naturaleza y paisaje son las dos bazas que embellecen la zona de La
Braña, en plena Montaña Palentina. Una imagen vale más que mil
palabras: un tapiz de prados, tupidos bosques de robles y hayas,
valles abiertos y las aguas del Rubagón, el río rojo como algunos lo
llaman. No hay un sólo detalle que deba perderse el viajero que
quiera conocer estas tierras y las dos poblaciones cabeceras,
Brañosera y Barruelo de Santullán. |
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Foto: Valvanera
En
julio y agosto tiene lugar "Barruelo Suena", que incluye actividades
musicales y feria de artesanía. |
Barruelo
de Santullán
De la
minería al turismo
Se
puede realizar una visita guiada al interior de una mina y asistir
en directo a algunos procesos de la extracción del carbón
El negro carbón escondido en las entrañas de su tierra, dio a
Barruelo gran prosperidad económica el siglo pasado. Ahora toma el
relevo el turismo que busca rincones vírgenes, lugares donde la
naturaleza devuelve al hombre a sus orígenes.
Sin duda Barruelo le debe mucho a la minería. Esa industria fue la
que convirtió lo que entonces era un pequeño barrio en punto central
de la comarca. Bajo sus auspicios fue creciendo el casco urbano, con
sus cuarteles mineros, sus comercios y bares, y su enrejado de
calles y barriadas como Mercedes, Petrita, Helechar o el Boladero.
El primer pozo minero que aquí hubo fue el pozo maestro de
"Bárbara", al que le siguieron muchos otros. A todo este pasado hoy
rinde homenaje el Museo de la Minería, que incluye un Centro de
Interpretación -que próximamente contará con una Oficina de
Información Turística-, y una mina visitable. Conocer ambas zonas en
profundidad nos llevará unas tres horas, durante las cuales nos
haremos una buena idea de la forma de vida que caracterizaba a esta
dura profesión. En concreto, la visita a la mina es un recorrido
guiado y con sonido ambiente que nos permitirá conocer cómo es el
interior de una mina y asistir en directo a algunos procesos de la
extracción del carbón. Puesto que ese pasado minero es el que da
carácter único a Barruelo, hay un proyecto para recuperar las
instalaciones mineras de esta localidad, y con ello rehabilitar las
antiguas viviendas de estos trabajadores, que aquí se conocen como
casas cuartel. Por cada pozo minero se construía un bloque de estas
casas, algunas de las cuales datan de mitad del siglo XIX.
En Barruelo, la modernidad toma ahora el relevo a través de nuevos
locales donde comer, dormir o tomar algo; comercios de todo tipo y
también servicios administrativos que nos facilitan el siempre
engorroso papeleo. Las instalaciones municipales le siguen a la
zaga, junto a los actos festivos y culturales que se organizan. Como
ejemplo tenemos el Auditorio Nicolás Torre y la Casa del Pueblo,
sede de Barruelo Suena, un programa que se desarrolla en julio y
agosto y que incluye un curso de geología, exposiciones, seminario
de Historia, actuaciones musicales y feria de artesanía.
Por último, y como no podía ser de otra manera, no hay que olvidar
las tradiciones. Una gastronomía basada en la caza, las truchas y
las setas, acompañada de pan de pueblo y rematada con miel
autóctona. Unas fiestas donde la relación entre los pueblos vecinos
toma la palabra, como las dedicadas al Carmen y a Santa Bárbara. Y
para cerrar, una visita al Museo Herminio Revilla. Este escultor
ofrece al curioso visitante una colección de más de doscientas obras
de madera, entre tallas, esculturas y maquetas móviles que nos
enseñarán oficios y actividades que tenían lugar en la zona y ya han
quedado en el olvido.
Relevo natural
Los
oscuros brillos del carbón hoy se convierten en el verde luminoso de
la naturaleza. Los alrededores de Barruelo ofrecen en cualquier
estación del año alternativas para practicar senderismo. Para ir por
los caminos tradicionales mejor debemos preguntar a alguien del
pueblo que nos oriente; si deseamos una ruta señalizada podemos
comenzar con la Senda La Pedrosa, que une este pueblo con su vecino
Brañosera. El camino atraviesa el Parque Natural La Pedrosa, donde
nos saldrán al paso arroyos y cascadas, así como hayas y robles de
gran edad. La banda sonora la ponen los trinos de multitud de
pájaros. Esta ruta tiene tres kilómetros y medio y una dificultad
media-baja, lo que la convierte en una buena actividad para hacer en
familia.
Otra alternativa puede ser recorrer la ruta conocida como
Estratotipo Barrueliense-El Calero, senda minero-geológica que
discurre dentro y por los aledaños de la localidad. Para seguirla,
salimos del área deportiva de La Pedrosa, atravesamos el puente
sobre el río Rubagón y nos acercamos hasta la torreta del Calero,
que es el pozo minero más típico de esta cuenca. Dirigimos ahora
nuestros pasos al yacimiento Estratotipo Barrueliense, donde
apreciaremos fósiles que determinan una época geológica y es único
en su tipo. Para finalizar pasamos por la zona industrial minera de
Barruelo y subimos por el Caserío, hasta volver al centro de la
localidad. Esta es una senda muy sencilla y amena, por lo que pueden
realizarla personas de cualquier edad.
Si queremos unir senderismo y escultura, esta vez elegiremos la Ruta
de Ursi, que se ha diseñado en honor a este importante escultor de
la Montaña Palentina. Para ello partimos del pueblo del Villabellaco,
el lugar de nacimiento de Ursi, y subimos hasta los Castillos de
Valle, donde se va a establecer un mirador desde donde apreciar todo
el valle de Santullán. Bajamos ahora hasta el Santuario del Carmen,
centro religioso y de romería de toda la comarca, vamos hasta Santa
María de Nava y regresamos a Villabellaco. A lo largo de esta senda
que tiene unos cuatro kilómetros de recorrido se van a ubicar trece
esculturas monumentales realizadas por otros tantos artistas
españoles, como homenaje a su compañero Ursi.
Otros paseos diferentes pueden ser acercarnos a conocer parte de la
calzada romana que se encuentra en los alrededores; descubrir el
puente romano Arrojadillo, situado en un entorno paradisíaco; o
visitar el poblado medieval Zorita. Como hemos visto, las
manifestaciones artísticas y escultóricas rodean los alrededores de
Barruelo.
Objetivo turístico
Por
lo hablado hasta ahora, se puede deducir fácilmente que Barruelo es
un buen destino para el turista que busca un lugar tranquilo sin
renunciar a las comodidades, ya que el municipio cuenta con un total
de doscientas plazas de alojamiento de todo tipo. Incluso hay
viviendas destinadas a quien viene de paso y quiere quedarse unos
días. Pero para los que ya han decidido que éste es un lugar donde
pasar mucho más tiempo, se están construyendo nuevas viviendas. Una
segunda residencia es la mejor opción para disfrutar como en casa
las vacaciones, puentes o fines de semana. Las comunicaciones por
carretera y las posibilidades de ocio son muy variadas y se amplían
año a año. Actualmente se está construyendo un carril bici que unirá
Aguilar de Campoo y Brañosera, que se convertirá en el más largo de
Castilla y León. Aunque si lo que nos gusta es conocer los pueblos
del entorno a ritmo tranquilo, próximamente podremos subirnos al
Tren Turístico Montaña Palentina, que nos llevará durante trece
kilómetros por una vía férrea recientemente recuperada. Con una
máquina de vapor al frente, viajaremos de Quintanilla de las Torres
a Barruelo de Santullán, deteniéndonos ante las antiguas estaciones
de Barruelo y Cillamayor, mientras el verde paisaje discurre
lentamente ante nuestros ojos. §
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Foto: Valvanera
En
Brañosera están orgullosos de su naturaleza virgen y de ser el
primer Ayuntamiento de España, gracias al Fuero emitido por Nuño
Núñez. |
Brañosera
Primer
Municipio
Hay
dos cosas de las que están muy orgullosos en Brañosera: de su
naturaleza virgen y de ser el primer Ayuntamiento de España
declarado como tal. Este hecho sucedió en el 824, cuando Nuño Núñez
emitió un documento que puede considerarse el inicio del
municipalismo. El manuscrito se conoce como "El Fuero" y recoge el
nombre de las primeras familias que aquí llegaron para repoblar
Brañosera, en una época donde los musulmanes dominaban la mayor
parte de la Península. Mediante el documento se les otorgaba tierras
de labor, bosques y cauces de agua a título general, es decir, una
zona a utilizar por todo el que fuese llegando. En su contexto
histórico esta iniciativa fue una revolución, puesto que con ella
desaparece aquí el régimen feudal y se sustituye por un régimen
administrativo del que más tarde surgirá lo que hoy conocemos como
municipio. Esta carta puebla libera a los colonos de ciertas
obligaciones y les otorga privilegios hasta aquel momento
desconocidos. Debido a la importancia de este hecho, cada año la
población celebra una fiesta en agosto a la que están invitados a
reunirse los pueblos de España que así lo deseen.
El segundo motivo de satisfacción para los habitantes de Brañosera
es su naturaleza "de brañas y osos", como bien se deduce de su
nombre. La pureza se mantiene en el bosque de la Pedrosa -que le
comunica con Barruelo-, los altos de Monte Mayor, Pamporquero y Peña
Rubia. El bosque de Salcedillo puede ser un paseo divertido si nos
proponemos encontrar en su interior el puente medieval de Rojadillo
que se camufla entre avellanos, hayas y brezos. Y a la orilla del
río Rubagón podemos organizar un picnic inolvidable. Entre los
árboles y las praderas encuentran asiento los cinco pueblos que
conforman el municipio: Brañosera, Salcedillo, Valberzoso, Orbó y
Vallejo de Orbó. Este último surgió en 1909 como colonia minera,
llegando a albergar a dos mil personas en un poblado que contaba con
teatro, cine, fonda, farmacia y un sanatorio con los mejores
adelantos clínicos de la época. De todo ello queda como recuerdo una
obra de ingeniería minera única en España denominada Canal de
Vallejo. El invento consistió en embalsar agua en galerías que
comunicaban con el exterior, y de este modo se trasladaba el carbón
en barcazas hasta fuera de la mina. Una vez allí, se descargaba en
los muelles, simulando lo que entonces parecía una especie de negra
Venecia subterránea e industrial. Hoy queda de todo este pasado
minero el reconocimiento a unos hombres que ayudaron al crecimiento
de esta zona con mucho esfuerzo y sacrificio. § |