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ABRIL
2008 |
Foto
cedida por Next Limit
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Next Limit
¿Qué tienen en común la lava de ‘El Señor de los Anillos’, el
chocolate de ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’ o el agua
derretida de ‘La Edad de Hielo 2’? Que todos se han realizado
con un programa informático creado por una empresa española:
Next Limit. Su labor acaba de recibir un Oscar técnico de la
Academia de Cine de Hollywood. Víctor González, uno de sus
fundadores, nos habla de efectos especiales.
Texto: Marta Iglesias |
Efectos
especiales de Oscar |
V íctor González e Ignacio Vargas eran
dos amigos, estudiantes de Ingeniería y apasionados por los efectos
especiales. Al terminar la carrera, mientras trabajaban se animaron a
montar una empresa que crease efectos de simulación. Era 1998 y nacía
Next Limit de la mano de dos innovadores, en un país que no hace cine
con efectos especiales. Hoy trabajan en su empresa veintinueve personas
entre matemáticos, diseñadores, físicos e ingenieros.
-¿Cómo se
les ocurrió crear este programa visionario?
-Empezamos cuando éramos dos chicos que habíamos acabado la carrera
de Ingeniería y nos gustaba todo el tema de los efectos especiales. No
hubo un gran plan inicial, pero cuando estábamos ya metidos en ese
sector de los programas de 3D vimos que no había nada referente a la
simulación de fluidos en la industria de los efectos especiales. Todo se
hacía con maquetas o mediante algún tipo de animación hecha a mano para
que pareciera líquido, aunque los animadores encontraban en esto
dificultades. Al principio sacamos a la venta en Internet un producto
muy rudimentario, que cada dos años fuimos perfeccionando hasta la
versión actual.
-¿Quiénes
son sus mejores clientes?
-Tenemos como clientes desde Dreamworks a productoras que hacen
efectos especiales como Bluesky, a las que el público no conoce tanto
por su nombre sino por películas que han hecho: El Señor de los Anillos,
300, The Guardian, Charlie y la Fábrica de Chocolate... En las películas
los efectos especiales se reparten en productoras de diferente tamaño y
ellas son las que usan nuestro producto. Luego el programa también lo
emplean empresas para hacer muchos efectos publicitarios, como
detergente, yogurt, leche, un coche que salpica agua. Y luego tenemos
otro programa más técnico que se emplea en sectores industriales como la
Nasa, BMW o Ford para hacer algún tipo de simulación visual de fluidos.
-Además del
cine, ¿qué otras aplicaciones tiene este complejo programa matemático?
-Nuestra empresa no está centrada en efectos visuales. Es una
empresa de investigación y desarrollo que crea productos de simulación.
El programa Real Flow es el de los efectos especiales para que parezcan
fluidos, pero no tiene el grado de exactitud necesario para que un
ingeniero pueda saber cómo se va a comportar exactamente un líquido.
Para ello tenemos X-Flow, un producto que está diseñado para calcular
cómo se mueve el aire alrededor de un coche o cómo un barco se mueve en
el agua. Nos interesa mucho esta sección porque aquí somos ingenieros y
nuestro mundo es el de la investigación.
"Los efectos digitales suponen un ahorro de
costes y permiten simulaciones
que no se pueden hacer con maquetas"
-Ambos son
aficionados a la ciencia ficción, ¿qué piensan cuando ven su programa
creando efectos en grandes superproducciones de Hollywood?
-Como llevamos diez años en esto pues ya nos vamos acostumbrando.
Aunque como no sabemos quién compra el programa y para qué lo usa, si
los efectos están muy bien hechos casi no nos damos cuenta que proceden
de Real Flow. A veces incluso nos ha sorprendido un efecto que nosotros
creíamos que era real, que se había grabado con agua de verdad y estaba
hecho con nuestro propio producto. Otras veces nosotros estamos detrás
de los efectos, porque en las producciones importantes los equipos
técnicos se ponen en contacto con nosotros porque necesitan soporte o
que les modifiquemos el producto.
-Supongo
que lo mejor de ganar un Technical Achievement Award u Oscar técnico fue
el encuentro con otros creadores de efectos especiales... ¿Ha habido un
intercambio de ideas productivo?
-Realmente nuestro intercambio de ideas sobre todo viene de los
clientes. Cuando vamos a Los Ángeles hablamos con ellos, llevamos papel
y boli, y apuntamos todas sus sugerencias a fin de mejorar el producto.
En la propia ceremonia hemos visto a gente de otros sectores diferentes,
pero nos gustó conocer a quienes habían trabajado en los efectos
especiales de la primera parte de la Guerra de las Galaxias hace ya
treinta años. No tienen nada que ver con lo que se hace hoy en día pero
son los gurús de aquella época y nos hizo ilusión conocerlos.
-Debido a
programas como el vuestro, pronto se acabarán los escenarios naturales y
las maquetas. ¿Los efectos especiales aportan credibilidad o hacen
desaparecer la realidad?
-Efectivamente los efectos digitales suponen un ahorro de costes,
pero también te permiten hacer cosas que ni siquiera una maqueta
permitiría. Además las maquetas hay que romperlas y la toma tiene que
salir bien a la primera, así que tienden a desaparecer. De todas
maneras, el uso de los efectos especiales siempre tiene que ser
proporcionado, ellos son una herramienta, no un fin en sí mismos. Una
película sin un guión trabajado, basada sólo en los efectos especiales,
no es una buena película. Al final todo depende de la habilidad del
artista, de que la historia sea buena y de que la película capture la
atención del público. § |
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