un cambio en la visión del mundo
Pensadores, filósofos, sociólogos y desde luego científicos coinciden en
señalar que nos encontramos ante un nuevo ciclo que ayudará a cambiar
nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Las Ciencias del Cerebro
-Neurociencias- han proporcionado en muy pocos años, nuevos
conocimientos acerca de cómo somos en el mundo y cómo cambiamos de forma
permanente y constante. "Al igual que cambia nuestra piel, nuestro pelo
o cara -apunta el Catedrático de Fisiología Humana de la Facultad de
Medicina de la Complutense de Madrid, Francisco Mora,
autor del libro Neocultura (Alianza editorial)-, así cambia nuestro cerebro".
Y estos cambios son los que hacen
evolucionar nuestra conducta, nuestras percepciones y experiencias,
nuestras relaciones con los demás, nuestros procesos mentales y hasta
nuestra conciencia. Todos estos cambios nos llevarán a criticar las
ideas y concepciones de lo que entendemos por humano y relaciones
humanas, y con ellos las reglas y leyes que las gobiernan. Nace una
nueva cultura -neurocultura- que nos ayudará a encontrar una ética
universal que guíe a la humanidad".
-¿Qué es la neurocultura?
-Es una dimensión nueva en la que a partir de los conocimientos de
cómo funciona el cerebro, creemos que podemos dar un nuevo impulso o una
nueva dimensión a lo que hasta ahora han sido las humanidades. Lo que
incluye tanto a la filosofía, como a la ética y por tanto los
parámetros, valores, normas y costumbres que conforman nuestra sociedad
occidental que luego impactará en los conceptos de economía, arte e
incluso, si me apura, en la concepción clásica de la religión.
-¿Por qué se refiere usted al problema
cerebro-mente y no al misterio cerebro-mente?
-Porque ya no lo es. Estamos ante una
revolución cultural que nace a partir de nuestros conocimientos del
cerebro, las revoluciones verdaderas -de un tiempo a esta parte- siempre
han venido desde la ciencia. Galileo, Copérnico, Darwin, Einstein… y
estos descubrimientos nos conducen a pensar que el hombre es uno, uno
biológico y consustancial con sus orígenes evolutivos. Es decir,
producto de esa movida azarosa y determinista que es la evolución.
Descartes ha muerto. Se ha roto el dualismo entre cerebro y mente, entre
mente y espíritu. El espíritu no existe en el hombre en cuanto a una
entidad distinta a la biología.
"Cada día asistimos a nuevas sorpresas. Si lee revistas como
Nature o Science se dará cuenta de que cada día surgen nuevos descubrimientos que
cambian la visión que uno tenía de las cosas. Desconocemos la intimidad
de cómo trabaja ese cerebro y eso es lo que estudia la neurociencia
actual" |
-Entonces, ¿qué es exactamente el cerebro?
-El cerebro es un órgano producto de millones de años de evolución.
Consecuencia de procesos azarosos, de mutaciones de genes y de
determinismo ambiental. En todo ese proceso han ocurrido muchas cosas
que desconocemos pero sobre las que empezamos a tener ligeros atisbos.
Si la historia de los mamíferos data de doscientos millones de años y en
ese tiempo han tenido lugar tímidas evoluciones de su cerebro, ¿qué
ocurrió en sólo tres millones de años para que el hombre haya pasado a
tener un cerebro de medio kilo a un kilo y medio? No lo sabemos. Lo que
sí sabemos es que aquello le condujo a la supervivencia. Es decir, el
objetivo del cerebro no es conocimiento sino la supervivencia de la
especie. En cien mil años el hombre se ha encontrado con un cerebro tan
enorme que ya no le ha servido para la supervivencia sino que se ha dado
cuenta de los mecanismos que le han permitido ver que el conocimiento
era posible. Ese cerebro ya no ha tenido que pensar durante tres días
cómo cazar a la gacela y se ha dado cuenta de que si las mete dentro de
un corral ahorra energía. Es decir, piensa. Maneja la abstracción. Ese
sería el comienzo del conocimiento.
-Dígame, ¿y qué hay detrás del cerebro?
-No hay nada más. Es decir, lo que no sabemos es cómo funciona. Sabemos
muchísimo pero si miramos al futuro no sabemos nada. Cada día asistimos
a nuevas sorpresas. Si lee revistas como Nature o Science se dará cuenta
de que cada día surgen nuevos descubrimientos que cambian la visión que
uno tenía de las cosas. Desconocemos la intimidad de cómo trabaja ese
cerebro y eso es lo que estudia la neurociencia actual. Más allá de eso
no hay nada. No hay espíritu. Incluso le digo una cosa, la realidad
cotidiana, lo que creemos sólido como realidad, está creado por nuestro
cerebro, un órgano que funciona por códigos que hemos adquirido en este
proceso evolutivo. Cuando nosotros vemos un árbol es porque tenemos una
serie de sobreestímulos, en este caso visuales, ondas electromagnéticas,
con las que construimos esa realidad.
-Dice que hace miles de años nuestro
cerebro dio un salto y que ahora nos encontramos en puertas de otro paso
evolutivo. ¿En qué consistiría?
-Los chimpancés y nosotros nacemos con el mismo peso de cerebro, unos
trescientos gramos. ¿Por qué? Porque el canal pélvico de la mujer no
puede alumbrar seres con más volumen cerebral. La diferencia entre el
chimpancé y nosotros es que el cerebro del animal viene determinado en
un 75% de lo que luego será su cerebro, mientras que en nuestro caso
nacemos con un 25% conformado y el resto se conforma en interacción con
el medio ambiente. Es decir, desde que nacemos e interactuamos con el
entorno estamos cambiando continuamente, porque el cerebro es plástico y
absorbe información del entorno. Todos y cada uno de los siete mil
quinientos millones de seres humanos que pueblan la Tierra tienen
cerebros diferentes porque es un órgano cambiante, absorbente. Nadie se
puede conocer a sí mismo, como decía Sócrates porque el sí mismo como
tal no existe. El yo es un proceso en continua evolución: Usted es
diferente a cuando tenía quince años y por supuesto a lo que era ayer.
Eso justifica mi eslogan personal: No puedes conocerte a ti mismo pero
sí puedes hacerte a ti mismo.
"Estamos ante una revolución cultural que
nace a partir de nuestros conocimientos del cerebro. Las revoluciones
verdaderas -de un tiempo a esta parte- siempre han venido desde la
ciencia"
|
-Una curiosidad, ¿qué es lo que más le ha
maravillado de lo investigado hasta ahora?
-Hemos derruido muchos dogmas que creíamos como que las neuronas mueren
con el envejecimiento, lo cual es mentira. Hemos destruido la idea de
que el cerebro es un sistema fijo y que se destruye con el tiempo, lo
cual es mentira. Todo esto ha abierto grandes esperanzas. La ciencia,
contrariamente a lo que creía Cajal, nos demuestra que tenemos neuronas
nuevas en las áreas que tienen que ver con el aprendizaje, con la
memoria y esto tiene mucho que ver con lo que hasta ahora conocíamos
sobre el envejecimiento del cerebro. Posiblemente llegue un día donde
envejecer no signifique tener enfermedades, ya que el proceso de
envejecimiento es algo que no está genéticamente programado. Eso en sí
mismo es toda una revolución que tendrá una dimensión social hasta ahora
desconocida. §
NEUROCIENCIA
Tres
apuntes
▶ Las Neurociencias han avanzado de forma
espectacular en los últimos años. Gobiernos, instituciones y organismos
internacionales denominan a estos años la década del cerebro. El interés
viene producido porque es ahora cuando contamos con la tecnología y
conocimientos necesarios para abordar la complejidad del cerebro humano,
pero sobre todo, por la necesidad creciente del ser humano de conocerse
a sí mismo y a todo lo que le rodea.
▶
El empeño de la Neurociencia actual -apunta Mora- es "añadir piezas a
una ‘hipótesis’ que dé coherencia a la unificación del conocimiento
sobre el hombre y su mundo". Se trataría de estudiar el cerebro humano
desde muchos y diferentes niveles. "Desde los genes a las proteínas,
circuitos neuronales, regiones cerebrales específicas, sistemas
distribuidos a lo largo del cerebro y la propia conducta, pero para
elaborar una teoría que unifique el conocimiento. Las ciencias del
hombre son como una especie de Torre de Babel con mucha gente trabajando
y hablando en distintos lenguajes, sin entenderse unos con otros. Ha
llegado el momento en que las neurociencias intenten una síntesis y
construyan puentes entre niveles de análisis".
▶
En España se considera que aproximadamente el 9% de población padece
algún tipo de trastorno relacionado con la salud mental y que algo más
del 15% lo padecerá a lo largo de su vida. Estas
enfermedades suponen un coste anual de unos tres mil
millones de euros.
|
"Cuando la persona percibe que se le va a
ayudar, es capaz de provocar reacciones curativas en su organismo y
desencadenar procesos bioquímicos de un modo similar al efecto de los
medicamentos"
Jörg Blech
(autor de Medicina Enferma)
|
la mejor farmacia
Las salas de espera de los consultorios
médicos están llenas de pacientes que esperan que su médico les atienda
y les recete algún medicamento que les devuelva la salud. ¿Qué pasaría
si un día descubrimos que la mejor farmacia la tenemos dentro de
nosotros?
Desde la Sociedad Española de Neurociencias se advertía hace algún
tiempo a las autoridades sanitarias de que la mayor parte de los
problemas físicos que luego eran tratados quirúrgicamente o con otro
tipo de intervenciones, eran originados por trastornos emocionales que
podrían abordarse de otra forma. Es decir, la causa de muchas de las
enfermedades que padecemos estaría dentro de nosotros, así como la
curación.
Sobre este tema tiene mucho que decir el cirujano y doctor en medicina,
Ángel Escudero Juan, que lleva más de treinta años practicando con éxito
la noesiterapia: el uso de las capacidades del pensamiento para
programar la computadora biológica del cerebro como terapia para
cualquier tipo de enfermedad. "La medicina moderna está equivocada al
pensar que la enfermedad solamente se puede curar con productos
químicos. Los mecanismos para la curación están en la propia
naturaleza", asegura el doctor Escudero. ¿Cómo influye la actitud mental
en las disfunciones físicas? "Cada pensamiento -continúa- produce en el
ser humano lo que he llamado una Respuesta Biológica Global Armónica,
que es acorde con el contenido de cada pensamiento. Cuando un
pensamiento nos da paz, tranquilidad, bienestar e incluso felicidad, se
producen una serie de reacciones en nuestro cuerpo, que en términos
médicos diríamos que van acompañadas de un ‘predominio vagal
muscarínico’, que identificamos fácilmente porque en la boca se produce
una saliva fluida, agradable -saliva vagal-. Esta situación biológica,
además de facilitar la analgesia psicológica de una forma sencilla,
mejora la circulación, el metabolismo y el estado inmunológico. Esta es
la razón por la que en miles de intervenciones quirúrgicas que he
realizado con anestesia psicológica, no haya registrado ni un solo caso
de infección postoperatoria, sin usar antibióticos. Por el contrario,
todo pensamiento que nos intranquiliza produce una Respuesta Biológica
Negativa". Según sea la calidad de nuestros pensamientos así será
nuestra calidad de vida, nuestra salud.
Todos los médicos saben que nuestra actividad biológica está basada en
corrientes eléctricas -corazón, cerebro-. Según las leyes de la Física,
donde hay corriente eléctrica hay campos electromagnéticos. Nuestro
cuerpo sería algo así como una estructura electromagnética que mantiene
sincronizadas todas las funciones de nuestro organismo. Este campo de
energía que nos envuelve y que es común a todos los seres vivos, está
relacionado con nuestra actividad física pero sobre todo, con nuestra
actividad mental e incluso espiritual, como se puede comprobar. Hoy ya
es posible visualizar por ordenador el campo de energía humano y
detectar las carencias energéticas del organismo. Algunos hospitales
como la clínica norteamericana Mayo utilizan este método en sus
diagnósticos.
¿Qué sería entonces la enfermedad? Una alteración en ese campo
eléctrico. Cada pensamiento produce un determinado estado de ánimo que
influye de alguna forma en la captación de energía vital de nuestro
entorno. Cuando éste es negativo genera un bloqueo energético que afecta
directamente a las glándulas del sistema endocrino. Glándulas que
producen una cantidad excesiva o insuficiente de hormonas que al
distribuirse por el cuerpo provocan la disfunción de algún órgano
concreto. Lo que llamamos enfermedad no surge por tanto con el primer
síntoma sino que se ha generado dentro de nosotros bastante antes.
"El ‘Ingeniero’ que
diseñó al ser humano puso dentro de él los mecanismos para corregir
cualquier desviación de la normalidad; los mecanismos naturales de la
curación, y la herramienta con que activarlos: el pensamiento. Ningún
medicamento tiene, ni de lejos, las posibilidades del pensamiento para
mejorar la salud y la calidad de vida a todos los niveles"
Dr. Ángel Escudero
"Cada pensamiento es una orden -explica el doctor Ángel Escudero-, un
programa en la computadora biológica del cerebro humano, que yo comparo
con el volante de un automóvil: con éste en marcha, cada movimiento al
volante cambia su rumbo. Cada pensamiento mueve el volante de nuestra
vida, que es el cerebro, y para bien o para mal dirige el rumbo de
nuestra vida. Algo tan simple no es asumido en nuestra civilización y
ésa es la razón de todos los males que la afligen. El ‘Ingeniero’ que
diseñó al ser humano puso dentro de él los mecanismos para corregir
cualquier desviación de la normalidad; los mecanismos naturales de la
curación, y la herramienta con que activarlos: el pensamiento. Ningún
medicamento tiene, ni de lejos, las posibilidades del pensamiento para
mejorar la salud y la calidad de vida a todos los niveles". §
EFECTO PLACEBO
▶ El placebo es una sustancia inocua -sin
propiedades terapeúticas- que a pesar de ello produce en algunas
personas mejoras y cambios al creer que sí las tienen. Este efecto que
estaba constatado médicamente no se sabía muy bien cómo operaba. "Cuando
la persona percibe que se le va a ayudar, es capaz de provocar
reacciones curativas en su organismo y desencadenar procesos bioquímicos
de un modo similar al efecto de los medicamentos", explica el periodista
Jörg Blech, autor de Medicina Enferma (Destino). Un estudio del
Instituto Médico Mente-Cuerpo, de la Universidad de Harvard
en EEUU, ha revelado que "el placebo ejerce beneficios
clínicos entre un 60 y 90% de enfermedades, incluyendo la
angina de pecho, el asma bronquial, el herpes simple y la
úlcera duodenal". Por cierto, muchos médicos españoles
utilizan habitualmente el placebo para combatir el dolor, la
depresión o las alergias con un elevado índice de resultados
positivos.
|
Una
nueva forma de aprender
Dicen que nuestro cerebro adquirió su
tamaño actual hace aproximadamente 200.000 años pero no fue hasta hace
40.000 cuando dimos el verdadero salto mental. Los científicos aseguran
que aunque aquel primer cerebro ya disponía de todas las neuronas,
hicieron falta miles de años para que se produjeran las conexiones, las
redes. En este proceso fue clave el papel de las denominadas neuronas
espejo. Un tipo especial de neuronas que se activan cuando un individuo
realiza una acción y también cuando observa una acción similar llevada a
cabo por otro individuo."Las neuronas espejo -asegura Giacomo Rizzolatti,
descubridor de estas células- nos permiten entender la mente de los
demás, no sólo a través de un razonamiento conceptual sino mediante la
simulación directa. Sintiendo, no pensando". Cientos de científicos
están convencidos de que este descubrimiento va a ser clave en los
próximos años. "Las neuronas espejo proporcionarán un marco unificador y
ayudarán a explicar una multitud de capacidades mentales que hasta ahora
han permanecido misteriosas e inaccesibles a los experimentos". Nos
encontramos ante una nueva forma de aprendizaje más rápida y eficaz que
nos permite -utilizando el cerebro como herramienta- no sólo aprender
nuevas tareas sino también modificar las ya aprendidas. Muchos
entrenadores utilizan este método con sus atletas como parte del
entrenamiento, lo denominan visualización previa.
Es la forma natural de aprendizaje que tenemos despierta cuando somos
niños e intentamos imitar acciones y gestos de los mayores. Se ha
comprobado que aprendemos por observación, no porque hayamos memorizado
los movimientos como se creía antes. §
Existe un mundo macroscópico que vemos a
través de nuestros sentidos. Pero también existe el mundo de nuestras
células, nuestros átomos, nuestros núcleos... Todos son mundos distintos
y forman parte de nosotros. Cada uno de ellos tiene un lenguaje, unas
matemáticas, unas leyes. Todos son diferentes pero se complementan. Por
tanto, podemos estudiar la realidad desde distintos niveles pero
partiendo de una ley fundamental: todo está unido desde lo más profundo.
Nada funciona de forma aleatoria.
En estos momentos, la física, la biología, la psicología investigan la
vida y sus misterios pero lo hacen en distintos lenguajes y sin
entenderse. Es necesaria una teoría que unifique esta Torre de Babel. El
cerebro, gran protagonista de esta década, está poniendo de manifiesto
que existen muchos niveles desde donde estudiar las cosas. Análisis,
reflexiones, experimentos se suceden cada día y nos abren nuevas puertas
a lo que parece un universo desconocido. Pero, "no comprendemos el
origen del universo ni por qué nos hallamos aquí, -comentó en una
ocasión Stephen Hawking-. Una teoría unificada completa podría no rendir
muchos beneficios materiales, pero en cambio creo que aclararía ese
milenario interrogante".
¿Es posible encontrar una teoría científica que pueda dar respuesta a
los misterios que hoy se plantea la física, la biología o el mundo que
no vemos? ¿Es posible poner orden en esta Torre de Babel? Einstein se
pasó treinta años de su vida buscando esta fórmula, el Santo Grial. El
científico y filósofo, Ervin Laszlo se ha atrevido a afrontar este reto.
El resultado, una visión desde la Teoría del Todo. Hombre y Universo
forman parte de una misma cosa y ambos están interrelacionados. Desde
esta nueva visión, aportada no desde un punto filosófico sino desde una
demostración científica, se abre un nuevo camino para entender el mundo.
El "ingeniero" que diseñó todo esto, lo hizo -como queda patente en
todas las formas de vida de nuestro planeta- bajo una estructura de
grupos interrelacionados, unidos. Nada está aislado. Y en ello, el ser
humano, a través de su mente, es parte activa del entramado.
Si desde que tuvo lugar el "despertar" de nuestra inteligencia no hemos
parado de evolucionar, y ello ha ocurrido con independencia al
conocimiento que hemos tenido, ahora que empezamos a comprender el
mecanismo de aprendizaje y el funcionamiento de nuestra mente, podríamos
encontrarnos ante las puertas de un nuevo salto evolutivo. Y ello podría
estar enteramente en nuestras manos. ¿Qué pasaría si mis primeros
pensamientos al levantarme tuviesen el poder de afectar a todo lo que
hiciera durante el día? ¿Qué sucedería si esos mismos pensamientos
tuviesen la fuerza de afectar e influir a todo cuanto me rodea? En
realidad yo podría ser el creador de mi vida porque puedo decidir qué
quiero pensar, hacer, mover, transformar, aprender... vivir.
Si como dicen, sólo utilizamos el 10% de nuestra capacidad, aún nos
queda un universo por descubrir. §
Para más información:
"Neurocultura" (Alianza
Editorial), de Francisco Mora. "El Universo reflexivo"
(Almuzara), de David Luján
"La ciencia y el campo akásico" (Nowtilus), de Ervin Laszlo.
"Noesiterapia", de Ángel Escudero.