OCTUBRE
2007
VERDAD E ILUSION
"Sólo
la verdad os hará libres", dijo el
Gran Maestro del Amor. El sabía que la máxima aspiración del ser humano
es la Libertad, porque él, como Hijo del Padre, sabía que todos los
hombres llevaban en su interior la semilla de su Padre, la Libertad.
Por eso El unió ambos conceptos en una sola frase, en un consejo, que
era a la vez un mandato y también una sentencia. Verdad y Libertad.
Camino y meta. Método y objetivo.
El también sabía que la necesidad de Libertad era tan fuerte en el ser
humano que buscaría siempre la forma de conseguirla, no importando el
precio, no importando las consecuencias para los demás.
Por eso dejó claro que sólo había un camino, el de la Verdad. Todos los
demás formaban parte de la ilusión, de lo que engaña ofreciendo una
"libertad" ficticia que en el fondo es una prisión aún mayor.
Pero...¿dónde está la Verdad? ¿Qué es la Verdad? ¿Cómo podemos
identificarla?
Tal vez, por lógica, resulte más sencillo identificar la mentira y,
sobre todo, empezar por las mentiras que uno mismo se consiente, que
tapa, que justifica, que defiende.
Cualquier ser humano que posea unas condiciones mentales consideradas
como normales, debe saber perfectamente cuándo miente y cuándo no. El
resto es jugar, jugar un juego muy peligroso.
Ir mirando de frente esas "pequeñas", pero muy importantes mentiras, y
eliminándolas, es ir dando pasos hacia la Verdad, y a la vez es ir
rompiendo cadenas y siendo, por tanto, un poco más libres.
La Verdad Absoluta está más allá de la Verdad de cada uno.
Y de la misma forma la Libertad Absoluta está más allá de las pequeñas
conquistas individuales que componen o dan paso a la libertad personal.
Sería interminable la lista de las mentiras que el ser humano se inventa
para justificar conductas, comportamientos, actitudes, decisiones e,
incluso, delitos más o menos graves.
Pero todas ellas forman parte de la misma "ilusión", de los engranajes
de la misma mentira, y también del miedo y la cobardía que existen
detrás del empeño en tapar o justificar aquello que sabemos que es
mentira.
La gran paradoja del ser humano es que sueña con la Libertad, persigue
la Libertad, y se pasa su existencia construyendo "trampas", "mentiras",
en las cuales se encierra y convierte en fortalezas inexpugnables.
La búsqueda de la Verdad debe ser la razón suprema en la vida de todo
aquel que aspire a la Libertad. Pero para buscar la Verdad hay que estar
dispuesto a asumirla, a aceptarla, cuando llegue, y también a
transformar todo aquello que suponga, en uno mismo, un impedimento para
su realización.
No es difícil ver, percibir, la Verdad. Lo difícil es asumir el precio
que exige vivir en ella.
Por eso, son muy pocos los que se atreven a reconocer que conocen la
verdad, y no es necesario que sea la Verdad Absoluta, sino simplemente
la más inmediata, la cotidiana, la que afecta a cada uno en su día a
día, en su vivir diario.
Es más fácil echar mano de la hipocresía y argumentar que se desconoce
la verdad, por eso se actuó mal. Pero cuando se utiliza semejante
excusa, sólo se está reforzando la cárcel de la mentira, la fuerza de la
ilusión, lo opuesto a la Libertad.
Caminamos hacia un futuro próximo en el que la humanidad como un todo y
el hombre como individuo, tendrá que tomar la gran decisión de definirse
y optar por el camino de la Verdad o el de la ilusión.
Ambos son conocidos, ambos fueron ya mostrados y demostrados para el ser
humano. Nadie puede decir que no conoce. Ahora sólo queda definirse. Y
tampoco nadie podrá escapar a esa definición.
El camino recto es el de la Verdad, cueste lo que cueste.
El otro es, aparentemente, más sencillo, pero no conduce a ningún sitio.
"Sólo la verdad os hará libres"... ¿No va implícito también en la frase
del Maestro el hecho de que la Humanidad, el hombre, está prisionero?
Pero...¿De qué o de quién?
La verdadera respuesta también forma parte de la Verdad Absoluta.
Hay otras respuestas, pero éstas fueron elaboradas expresamente para
reforzar la prisión de la Humanidad, para reforzar la Gran Ilusión. § |