| |
NOVIEMBRE 2007
|
|
Guerras y mentiras
Estados Unidos promovió la denominada Segunda Guerra
del Golfo para "defendernos" de las "supuestas" armas de
destrucción masiva que Iraq poseía. Luego se quedaron para
"instaurar la democracia". A los ciudadanos del mundo no les
pasó desapercibido que detrás de esas razones se ocultaba alguna
mentira: el petróleo, el agua y la posición estratégica del país
tenían algo que ver. La realidad es que la mayoría de los
conflictos han nacido apoyándose en engaños creados para lograr
el apoyo ciudadano.
Texto: Marta Iglesias |
Foto:
Zoom |
Agosto
de 1964. Los medios de comunicación anuncian que el ataque de lanchas
torpederas norvietnamitas a navíos norteamericanos en el Golfo de Tonkin,
ha propiciado el inicio de la agresión de Estados Unidos contra Vietnam.
La apertura de los archivos del gobierno norteamericano confirmará
muchos años más tarde que ese ataque fue una mentira creada para iniciar
una guerra. No hubo jamás la legítima defensa que se argumentó y que se
saldó con la vida de cinco millones de vietnamitas.
Como dice el escritor Eduardo Galeano: "Las guerras dicen que ocurren
por nobles razones: la seguridad internacional, la dignidad nacional, la
democracia, la libertad, el orden, el mandato de la civilización o la
voluntad de Dios. Ninguna tiene la honestidad de confesar: Yo mato para
robar". Para Higinio Polo, Doctor en Historia Contemporánea, hoy los
objetivos reales se reparten entre apoderarse de fuentes de materias
primas, dominar nuevos mercados, controlar territorios estratégicos
militarmente hablando, y también acosar a los movimientos populares de
izquierda y a los movimientos de liberación nacional en muchas zonas del
planeta.
Grandes
engaños
Engañar no es patrimonio de este siglo ni del pasado. "Esta treta es muy
antigua -confirma Polo-. Las guerras púnicas o las guerras médicas
estaban llenas de mentiras. Roma utilizó la mentira sin recato. Atenas
luchaba contra los persas y, de paso, engañaba a otras ciudades-estado
griegas para aumentar su propio poder. Lo mismo hizo España para
construir su imperio y, más tarde, Gran Bretaña o Francia. Sus guerras
impuestas tiñeron de sangre grandes territorios del planeta. Recordemos
que la Francia de la IV República fue responsable de un millón de
muertos en la Argelia colonial. Y Estados Unidos recurrió a la mentira
en su declaración de guerra a España en 1898, para apoderarse de Cuba y
de Puerto Rico; y después volvió a mentir en Corea, y en el llamado
incidente del golfo de Tonkin para justificar su agresión a Vietnam.
Guerra y mentira van siempre de la mano".
El listado de guerras que se han disfrazado de conflictos
étnicos o religiosos es tan largo que podría escribirse un
ensayo con ellas |
En ocasiones es difícil demostrar con pruebas físicas la relación entre
un conflicto y el engaño que hay detrás, pero las voces más críticas
suenan en los medios alternativos y siembran claras dudas. Porque... qué
pensamos al saber que las mayores reservas de petróleo de Sudán están en
Darfur, donde se libra a diario una guerra sin cuartel en la que la ONU
calcula que hasta 2005 han fallecido 400.000 civiles. Los medios
convencionales dicen que estamos ante un conflicto étnico y religioso,
pero este dato nos hace dudar de si existe algún interés en alimentarlo.
O, por ejemplo, ¿tiene algo que ver la guerra civil que hubo en el Congo
con que ese país sea la mayor reserva del mundo de coltan, raro mineral
con el que funcionan nuestros móviles, ordenadores o misiles? Mientras
lo pensamos, añadamos tres millones de civiles muertos.
Y así una lista larguísima: Chiapas es la zona de mayor producción
eléctrica de México, con gran riqueza agrícola y ganadera; y hay cuencas
petroleras en los municipios fronterizos del norte de Chiapas. Palestina
posee agua; el Kurdistán además de este elemento vital tiene petróleo;
Chechenia cuenta con petróleo y gas, lo que le ha permitido convertirse
en... la china independentista en el zapato de Rusia.
Irán es uno de los países del ‘eje del mal’ de Bush. ¿Será porque tiene
una de las reservas de gas más ricas del mundo?
Lo de algunas guerras africanas y su relación directa con los diamantes
ya está comprobado. La ONU reconoció en 2000 que eran estas piedras
preciosas lo que estaba prolongando guerras brutales en algunas partes
de África, como Angola y Sierra Leona, puesto que su venta llena las
arcas de los grupos rebeldes que luchan contra gobiernos legítimos. En
concreto se calcula que UNITA -grupo rebelde de Angola- obtuvo por la
venta de diamantes 3.700 millones de dólares sólo entre 1992 y 1997. Se
conocen los importadores y procesadores que trabajan con ellos en
Amberes (Bélgica), pero nadie mueve un dedo por temor a perder cifras
millonarias en este negocio sangriento.
Miremos donde miremos, el mapa de las guerras del planeta es un gran
plano de expolio y de mentiras que generan miles de muertos. Los más
ricos desean el oro, los diamantes, el gas y el petróleo, el coltan o
las piedras preciosas; quieren instalar bases militares en países
estratégicos y vender armas; desean abrir nuevos mercados en los que
vender sus productos a costa de generar consumo. Como todo ello no
pueden hacerlo libre e impunemente, inventar mentiras se ha convertido
en una estrategia con muy buenos resultados.
"Al Qaeda no existe como organización, es una suma inconexa
de distintas redes, algunas de las cuales, con toda probabilidad, actúan
por cuenta del gobierno norteamericano" |
Supongo que a partir de ahora dudaremos más a menudo sobre las guerras y
sus orígenes, o sobre los argumentos para comenzar alguna. Si supiéramos
los motivos, quizás encontrásemos muy pocas guerras justas. Es más,
¿existe alguna guerra limpia? Como indica Higinio Polo, "Todas las
guerras son sucias, porque la peor forma de terrorismo es la guerra y
ésta ha sido siempre un instrumento de conquista, de expolio, un recurso
para construir imperios, para reprimir las aspiraciones populares. El
colonialismo y el imperialismo europeos del siglo XIX trajeron una
sucesión de guerras sangrientas, injustificadas, vergonzosas, que, para
mayor escarnio, se vendieron a la población de la época como
instrumentos de civilización, de cultura, casi como operaciones de
filantropía. Es decir, mientras se mantenía la farsa de que las
operaciones militares y las guerras obedecían a propósitos nobles, se
estaba preparando el reparto del botín. En nuestros días, Estados Unidos
sigue utilizando esa treta, declarando que sus constantes agresiones y
las guerras que inicia son operaciones destinadas a extender la libertad
y la democracia. Sólo hay que ver la situación en Afganistán o Iraq:
nada más lejos de la verdad". Porque habría que preguntar a los
ciudadanos cómo se sintieron al saber que Bin Laden, considerado hoy
terrorista, fue anteriormente un agente entrenado por la CIA. O al
conocer que Al Qaeda es una organización terrorista que fue creada por
los servicios secretos norteamericanos. "Y no hay una guerra entre
Estados Unidos y Al Qaeda: es una intoxicación más -apostilla Polo-.
Además no existe como organización, es una suma inconexa de distintas
redes, algunas de las cuales, con toda probabilidad, actúan por cuenta
del gobierno norteamericano. La realidad en ese mundo de mercenarios,
espías y terroristas por encargo, es mucho más oscura de lo que pretende
hacernos creer el gobierno de Bush. A Estados Unidos no le preocupa Al
Qaeda. Le preocupa Rusia y, sobre todo, China".
Vamos
a crear mentiras
Las guerras las diseñan unos pocos, pero hoy ya no pueden llevarse a
cabo si no cuentan con el apoyo de una mayoría. Así pues, se hace
necesario hacerlas asequibles y digeribles para lograr el apoyo popular.
El famoso ‘Vamos a contar mentiras tralará" ha encontrado en las guerras
un refinamiento tal que el ciudadano vive en un mundo de engaños. Uno
pensaría que la verdad siempre sale a relucir y es cierto, pero a costa
de muchos años de silencio, muchas vidas aniquiladas y muchas riquezas
robadas. Para entonces, la verdad ha perdido parte de su valor.
Los más informados se resisten a creer que, como dice Higinio Polo, "los
ciudadanos están sometidos al bombardeo de los modernos medios de
comunicación, que en los países capitalistas son, de hecho, instrumentos
al servicio del poder". Y crear mentiras para una guerra es
relativamente sencillo, si cuentas con el apoyo de los medios de
comunicación o simplemente eres su dueño. Si además tienes cómplices del
engaño y reconocidos intelectuales que elaboren un discurso a tu medida,
tienes un punto a tu favor. Luego, las tretas adoptan diferentes caras.
Una de las maneras de hacerlo es provocar una guerra entre dos países
vecinos y luego acudir en el papel de árbitro para llevarte todo lo que
puedas.
El mapa de las guerras del planeta es un gran plano de
expolio y mentiras que generan miles de muertos |
Si recordamos las guerras del opio que Gran Bretaña impuso a la China
imperial del siglo XIX, veremos cómo Londres planificó que sus empresas
introdujeran las drogas y acostumbrasen a la población china a su
consumo, además de iniciar la penetración económica en el continente,
para la expansión colonial de su economía.
El engaño que más conocemos es el de señalar a un dictador -omitiendo
que lo armaste previamente-, acusándole de ser un peligro.
"Una excusa muy manida para intervenir es el terrorismo -precisa Polo-.
Es muy desconocido, pero Washington, que lanza al mundo tanta inflamada
propaganda para combatir al terrorismo, llegó incluso a infiltrar a
terroristas en la Unión Soviética en los años de la guerra fría, para
que organizasen atentados en el país". Suponemos que sigue siendo una
práctica actual.
Otra treta consiste en acrecentar un conflicto étnico, religioso o
territorial en una región, armar a uno de los bandos, salir mientras se
produce una guerra civil y cuando tengas menos público llevarte el
mineral que deseas, por ejemplo. El listado de guerras que se han
disfrazado de conflictos étnicos o religiosos es tan largo que Higinio
Polo afirma que "podría escribirse un completo ensayo con ellas. Citaré
los enfrentamientos en diversas partes de África, en la pugna entre Gran
Bretaña, Francia y Alemania por el dominio del continente. O la terrible
agresión japonesa contra China en los años treinta del siglo pasado, que
el gobierno japonés planificó con un odio racista contra la población
china que no tiene nada que envidiar a lo que hicieron los nazis en
Europa. Hay muchas otras. La última, utilizando y atizando las
diferencias entre la población serbia y la albanokosovar fue la
intervención de la OTAN en Kosovo, sin respaldo de la ONU, bombardeando
incluso a la población civil y a la televisión de Belgrado, para
conseguir sus propósitos. Ahora mismo, Estados Unidos y la Unión Europea
están preparando en Kosovo la declaración de independencia del
territorio, un hecho de enorme gravedad: es la primera vez que se impone
a un país una partición. Por supuesto, Estados Unidos cuenta ya con
bases militares en el territorio".
El papel de los medios de comunicación
Ya sabemos que la utilización del engaño para el comienzo de una guerra
se viene empleando desde antaño, pero actualmente el efecto se ve
amplificado por la función de los medios de comunicación, que eliminan
cualquier barrera a la noticia.
"La televisión y los más importantes periódicos
del mundo son utilizados por el poder capitalista como
instrumentos de su expansión" |
Michel Collon, periodista de investigación belga y especialista en
guerras y manipulación, afirma que las guerras no se inician con las
bombas sino con mentiras mediáticas. Para Higinio Polo los medios de
comunicación tienen mucha responsabilidad en este engranaje: "La
televisión y los más importantes periódicos del mundo son vistos y
utilizados por el poder capitalista como instrumentos de su expansión.
Son una fuente constante de mentiras y de manipulación. Los grandes
medios de comunicación no ofrecen noticias solventes y análisis de la
realidad del mundo: son fuentes de propaganda y, muchas veces, de sucia
propaganda militarista". No debemos olvidar que los grandes diarios del
planeta están en manos de políticos y de empresarios que apoyan ideas
interesadas que logran amplificar gracias a la globalización. Enfrente,
los diarios alternativos que crecen en Internet se erigen como
contrapeso en busca de la verdad. Como afirma el matemático y presidente
de la Asociación Contra la Tortura, Carlo Frabetti, la lucha mediática
contra la mentira que nos envuelve parece tan asimétrica como sucede en
el plano bélico, " Pero nosotros tenemos una ventaja decisiva: decimos
la verdad, y no es lo mismo repetir mentiras que repetir verdades. La
verdad, a veces, puede ser ocultada, pero nunca vencida. Por eso la
verdad es revolucionaria; por reducido que sea su ámbito inicial, puede
convertirse con extraordinaria rapidez, si las condiciones son propicias
-y podemos ayudar a que lo sean-, en algo colectivo, multitudinario,
popular. La verdad es la chispa capaz de incendiar el bosque, para
decirlo con la metáfora de Mao". §
|
| |
|