Recientemente Birmania fue
la noticia central de los telediarios. Las imágenes nos mostraban a
monjes budistas manifestándose, apoyados por una población pobre que
vive bajo el yugo de una Junta Militar. La represión fue brutal, pero
muchas voces discordantes se comenzaron a preguntar el verdadero motivo
de estos enfrentamientos, qué intereses políticos y económicos hay en la
zona, y quién mueve realmente los hilos.
Pascual Serrano, fundador del diario electrónico Rebelión nos
da unas cuantas pistas.
La televisión nos muestra una Junta
Militar masacrando la revuelta pacífica de monjes budistas y ciudadanos
empobrecidos, y encarcelando a la Nobel de la Paz Suu Kyi. ¿Cuál es el
verdadero motivo de estos enfrentamientos? ¿Qué hay detrás de esta
imagen?
-No puedo dudar de que la loable intención de muchos monjes budistas
sea reivindicar el fin de la dictadura que les oprime, pero las claves
de los conflictos siempre son más complejas de cómo nos las quieren
presentar en muchas ocasiones. Debemos hacernos más preguntas, como ¿por
qué ahora las manifestaciones? ¿por qué ahora cita Bush a Birmania en la
asamblea de la ONU? ¿dónde está la oposición laica? ¿por qué no se dice
nada del Partido Comunista de Birmania, que es quien ha jugado un papel
fundamental en la oposición armada? ¿y las guerrillas independentistas?
-¿Podría decirse que
Birmania es una codiciada pieza para EEUU y China, un rico punto
estratégico del sudeste asiático?
-Birmania tiene unas reservas estimadas de tres billones de metros
cúbicos de gas natural y tres mil millones de barriles de petróleo en su
subsuelo y aguas. Todo ello justo al lado de dos grandes potencias que
lo están explotando, China e India, ésta última en la órbita de Estados
Unidos. Si a ello se suma la amenaza que supone para Estados Unidos la
emergente economía china, podemos comprender que la situación no era
sostenible.
-Mientras Bush condena a
la Junta Militar birmana, tiene relaciones con dictadores de Paquistán,
y ejerce silencio sobre la represión en Bangladesh y en Sri Lanka. ¿Qué
nos quieren decir estas respuestas tan diferentes?
-Birmania ha aumentado su comercio con China un 39’4 % en los
primeros seis meses del año, y una petrolera de ese país -PetroChina- se
adjudicó la compra del gas birmano en perjuicio de la petrolera india
ONGC. En cambio en Pakistán, Bangladesh o Sri Lanka, la economía china
no amenaza el predominio económico occidental. Por supuesto, la pobreza
de Bangladesh o la represión de Pakistán es ignorada por Estados Unidos.
-¿Está de acuerdo con las
voces que afirman que el partido opositor -LND, donde milita Suu Kyi- se
está aprovechando de la revolución ciudadana, explotando las protestas
como moneda de cambio para establecer negociaciones con los generales?
-El papel de la Liga Nacional Democrática (LND) está desconcertando
a muchos. Es evidente que hay diferencias de criterio en su seno. Lo que
no hay duda es que es en ese grupo donde las potencias de occidente
tienen su apuesta, una organización política que promueve el
neoliberalismo, las políticas del FMI y el BM, y la inversión
extranjera. Son el repuesto perfecto a la Junta Militar.
-¿Qué prevé que sucedería
en el país si el LND subiese al poder?
-Sería un fenómeno similar al producido en muchos países que
superaron una cruel dictadura militar para entrar en un modelo de
democracia formal donde sus gobernantes, adecuadamente dirigidos por las
grandes potencias, no podían ni querían mejorar las condiciones de
pobreza de sus ciudadanos. De poco serviría ese cambio para los birmanos
si sus recursos naturales siguen siendo de las multinacionales y toda su
economía, medios de comunicación, instituciones, dependen de los poderes
económicos y financieros. Incluso la austeridad budista para la mano de
obra vendría muy bien a las multinacionales que quieran instalarse en el
país.
-La realidad es que el 90%
de los birmanos vive por debajo del umbral de la pobreza, que han subido
los precios, y el 40% del presupuesto se destina al ejército. ¿Importan
a alguien los ciudadanos birmanos o son las víctimas "colaterales" de
esta guerra económica?
-Como en la mayoría de los conflictos geopolíticos internacionales,
los ciudadanos sólo son el argumento esgrimido por las potencias en
conflicto para intentar sacar adelante sus propuestas ante la opinión
pública internacional. Quien se encuentra mejor posicionado los
atropella, y quien pretende avanzar en el control de la región argumenta
la defensa de los derechos humanos y la democracia. Por eso es bueno
aplicar la máxima de "por sus actos los conoceréis", es decir, comprobar
la democracia que Estados Unidos ha llevado a Afganistán y a Iraq. Y,
por favor, que nadie interprete esto como una defensa del régimen
militar birmano. §