NOVIEMBRE 2007
AMOR - ODIO
Al
igual que existe la Luz y la Oscuridad, el Bien y el Mal, el Día y la
Noche, también existe la dualidad Amor-Odio, porque todo está sometido a
la dualidad, y será así hasta que ésta sea trascendida y sustituida por
lo que Es, lo que pertenece al Origen más puro, a la Idea inicial que
nació de la Mente del Creador, del UNO, y que inexorablemente se
cumplirá.
Pero es importante que se comprenda que todo lo que está bajo la
dualidad es tan solo un reflejo distorsionado de lo que Es, no lo que
Es.
Así, podemos hablar de la dualidad Amor-Odio, pero con ello estamos
hablando de las dos caras de una misma moneda, de dos Energías que
manifiestan lo mismo pero en direcciones opuestas.
El verdadero AMOR no tiene nada que ver con todo ello, el verdadero AMOR
no es susceptible de convertirse en Odio nunca, sencillamente porque el
verdadero AMOR existe y se manifiesta como Energía del Padre, del
Creador, hacia Su Creación, manteniéndola unida, cohesionada, para que a
través de ella El pueda expresar su Idea.
Es una cuestión de lógica. El Creador, el UNO, no puede odiarse a sí
mismo, ni tampoco puede odiar a Su Creación, porque es a través de ella
como evoluciona.
Siendo así, lo que aquí se entiende como Amor, se manifiesta como Amor y
se reivindica como Amor, es tan solo una mala copia del AMOR original,
porque quien de verdad AMA lo hace libre y desinteresadamente, sin
condiciones, sin contratos, sin pedir nada a cambio.
Y quien de verdad AMA no está "expuesto" a cambios bruscos en su
expresión del Amor, porque el acto de AMAR en sí mismo es suficiente
para dotar a quien lo realice de todo lo necesario, sin necesidad de
esperar compensaciones externas.
Existe una frase dada por el Maestro del AMOR, el Cristo, que dice…"El
que sacrifica AMA y el que AMA sacrifica."
En ella podemos entender como el verdadero AMOR va de la mano del
Sacrificio, porque el acto de sacrificar no implica renunciar, como
normalmente se entiende, sino coger más, abarcar más, dar más.
Por otra parte, el verdadero AMOR no puede estar desligado de la Mente,
de una Mente clara, pura, sin dobleces, abierta, generosa.
El verdadero AMOR se apoya en la comprensión, en el respeto, en el
agradecimiento, en la aceptación de la realidad, en la no manipulación
de las verdades.
Cuando la mente manipula la verdad hasta convertirla en un arma
arrojadiza, o en una justificación de las propias miserias de cada uno,
entonces se vive en las antípodas del AMOR, y cuando eso sucede todo es
posible.
Lo terrible es que vivir fuera del AMOR implica morir lentamente,
engañándose una y otra vez para justificar lo injustificable, para poner
en los demás las carencias o las mentiras que uno mismo se consiente,
para tratar de encontrar paz donde sólo existe conflicto por la
contradicción en la que se vive.
Es entonces cuando el terreno está abonado para que surja el odio, la
otra cara de la misma moneda, lo que antes se creía que era amor y que
no era más que la dependencia de una vida en la que siempre se estaba
recibiendo, en la que siempre había alguien que solucionaba las cosas,
algo que por hábito se llega a convertir en imprescindible y que cuando
se acaba, porque siempre se acaba, queda un vacío que sólo se puede
llenar dando, dando a los demás sin pedir nada a cambio, dando a los
demás lo que durante mucho tiempo se recibió. Sólo así se puede
recuperar el equilibrio perdido.
Y sólo desde el equilibrio interno se puede conectar con el verdadero
AMOR, se puede comprender su dimensión, su alcance y, tal vez lo más
importante, las diferentes formas que tiene de manifestarse.
Porque no siempre el AMOR se manifiesta como a nosotros nos gustaría que
lo hiciera, porque está unido a la Lógica, porque comprende el Todo, la
globalidad, no las circunstancias de la parte, y mucho menos las de la
parte egoísta y separada.
Después de dos mil años aún no se ha comprendido la dimensión y el
mecanismo del AMOR, y lo que se usa, se nombra, se espera e, incluso, se
exige, es una versión descafeinada, interesada, egoísta y muy
partidista, del verdadero AMOR.
Por ello todo gira en torno a la dualidad Amor-Odio, como si de un
absurdo baile se tratara, donde los sentimientos dominan a la razón, y
lo blanco y lo negro se entremezclaran y se confundieran en un gris
opaco y frío que aprisiona a los hombres y los convierte en instrumentos
de la muerte.
Porque en el AMOR está el secreto de la Vida, pero en la dualidad
Amor-Odio está el sendero que conduce inevitablemente a la muerte §
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