Capricho
de la naturaleza
Las
montañas nos acercan a la inmensidad, nos invitan a subir paso a
paso hasta las nubes, nos retan con su altura, nos llenan de paz.
Este es el camino infinito que lleva al viajero a un reino coronado
por altas cumbres, un capricho geológico natural que se extiende en
la Montaña Oriental Leonesa. Hasta ocho valles pertenecen total o
parcialmente al Parque Regional de Picos de Europa, y dos de ellos
-Valdeón y Sajambre- están dentro también del Parque Nacional. El
trayecto al paraíso está señalado en estas páginas, donde se
detallan municipios, pueblos y gentes, rutas de senderismo y visitas
turísticas. Este es un paseo virtual. El real se lleva dentro, en
las experiencias vividas, en las imágenes captadas en la cámara
fotográfica y en la retina. Participa de él siguiendo la estela
verde de la naturaleza. Textos: Eli Cañadó.
Foto: Nan |
Valle
del Alto Porma
Regala
naturaleza
A este
valle enclavado entre montañas no le faltan elementos naturales para
la práctica de los deportes al aire libre, el senderismo o las
visitas turísticas. Son los atractivos que encierran los tres
municipios -Boñar, Reyero y Puebla de Lillo- que se extienden a lo
largo y ancho de este vasto territorio, coronado de cumbres y bañado
por las aguas del río y el embalse del Porma.
Boñar
El
Valle del Alto Porma encierra infinitas posibilidades para el
turismo en cualquier época del año. Cuando se acerca el invierno
todas las miradas están puestas en la Estación de Esquí y de Montaña
San Isidro, paraíso de los deportes blancos. Sin embargo el verano
abre la puerta a un paisaje distinto, relajante, frondoso, salvaje,
acuático, rebosante de vegetación. Las aguas del pantano son ideales
para los aficionados a los deportes náuticos, aunque algunos
prefieren quedarse en la orilla y pescar, o darse un baño cuando el
calor aprieta. A mayor altura se alzan las montañas que invitan a
realizar rutas de senderismo y observar la flora y la fauna. Pero
cuando el cuerpo pide descanso es el momento de hacer parada y fonda
en alguno de los pueblos que se encuentran en el camino. La
carretera que atraviesa todo el Valle del Alto Porma desde la
capital leonesa recorre en primer lugar el municipio y la población
de Boñar. Como destino turístico sin duda cuenta con los requisitos
necesarios para convertirse en un centro de atracción para el
visitante, que desea relajarse en contacto con la naturaleza. Hay
quien decide quedarse a vivir, mientras otros instalan aquí su
segunda residencia para disfrutar siempre que puedan del ambiente
rural. Lo que se aprecia es esa tranquilidad que tienen las villas
montañesas como ésta, en la que no faltan locales y establecimientos
para tomar algo y realizar algunas compras. Por los alrededores hay
la posibilidad de trazar alguna ruta o excursión, con el aliciente
de encontrarse con otros pueblos y apreciar la arquitectura popular.
No deja de ser una sorpresa llegar a Las Bodas y encontrar antiguos
hórreos o un lavadero público rehabilitado. O pasar por Llama de
Colle, donde se puede ver una talla románica del siglo XIII en una
pequeña iglesia. Y continuar después hasta el pueblo de Vozmediano
que se sitúa cerca del Bosque de Pardomino, famoso por ser una
reserva natural que posee antiquísimos robles. De vuelta a Boñar y a
tan sólo unos kilómetros se llega al pantano, un magnífico recurso
turístico de la zona todavía sin explotar. La vela, el windsurf o el
piragüismo son algunos de los deportes acuáticos que se pueden
practicar en este lago artificial donde sopla el viento de las
montañas sobre unas aguas que son, por otra parte, un remanso de
tranquilidad. Entre los proyectos que el Ayuntamiento de Boñar tiene
previsto incentivar en este entorno, está la creación de un club
náutico. La oferta se completaría a otras ya existentes en el
municipio a orillas del embalse como es el Museo de la Fauna Salvaje
en Valdehuesa. Una de las medidas para promocionar el turismo y que
está encima de la mesa es la posibilidad de mantener abierto todo el
año el camping que hay en la zona. Por otra parte sería muy positivo
dar los pasos necesarios para la construcción de un complejo de
turismo termal. Las propiedades curativas de las aguas de Boñar se
conocen desde tiempos de los romanos. Posteriormente, las altas
clases sociales venían a tomar los baños en un balneario que
funcionó a pleno rendimiento a principios del siglo XX.
Todas
estas propuestas podrían traer riqueza y turismo a un valle que
tiene muchas opciones de ocio, pero no están todas dirigidas a la
naturaleza. Porque los que vengan a Boñar este mes tendrán que
reservar un tiempo de sus vacaciones para participar en las fiestas
de San Roque, que se celebrarán del 14 al 19 de agosto. En esos días
habrá competiciones deportivas, actividades infantiles y actuación
de orquestas que animarán el ambiente con música y baile.
Escuela de Escalada en Valdehuesa
Paredes de vértigo
|
Junto
a la carretera que va a Valdehuesa se puede ver una zona de roca que
sirve de entrenamiento a los escaladores. Unos ya son expertos en
esto de trepar desafiando la gravedad. Otros están aprendiendo bajo
las instrucciones de monitores como Miguel Ángel García, al que
todos llaman “Michel”. Es profesor de escalada de la Escuela
Española de Alta Montaña, y nos cuenta desde su dilatada experiencia
por qué estas paredes de piedra resultan tan atractivas a los
aficionados. Texto: Mª José Bayo
-Qué niveles, en cuanto a iniciación y dificultad, se enseñan y
practican en esta escuela de escalada?
-Para
empezar hay que aclarar que una zona de roca donde hay vías
abiertas, se denomina escuela. Entonces podemos decir que las
paredes de Valdehuesa son un lugar donde se puede practicar la
escalada, y también se imparten conocimientos para que la gente se
inicie en este deporte. Allí hay unas doscientas cincuenta rutas
abiertas de todos los niveles, desde los bajos -dificultad 4- hasta
el 8b+ que ya roza el grado máximo que hay en el mundo. Lo que más
hay en esta zona son las rutas difíciles.
-¿Cuál es la primera impresión que tiene que vencer un debutante en
este deporte?
-A
veces no se imaginan por dónde pueden subir, pero al acercarse
debajo de los muros se dan cuenta de que hay multitud de agarres. En
otra medida un poco menor también impresiona la sensación de altura
al ir ganando metros a la pared.
-¿Existe una buena cantera de escaladores que utilicen las paredes
de Valdehuesa como entrenamiento?
-Sí.
En estos momentos es una de las zonas de referencia en el noroeste
de la Península y por eso los escaladores intentamos promocionarla.
Aquí viene gente de todos los puntos de España e incluso del
extranjero, y en Castilla y León se podría decir que es uno de los
enclaves más importantes para practicar la escalada. En revistas
especializadas han salido varios artículos hablando de ello, y en
Internet también hay mucha información.
-¿En qué influye la calidad de la roca para escalar? ¿Qué ventajas
tienen las paredes de Valdehuesa?
-Tiene
una roca caliza de muy buena calidad con gran variedad de agarre. No
tiene zonas demasiado desplomadas que echen al escalador hacia
atrás, pero por contrapartida este lugar de entrenamiento exige un
tipo de escalada bastante técnica.
-¿Ha habido muchos accidentes en estas paredes? ¿A qué ha sido
debido?
-La
escalada que se practica en Valdehuesa es una modalidad que se llama
escalada deportiva en la que los anclajes están fijos en la pared y
a pocos metros unos de otros. Es normal que haya caídas, pero no
pasan de ser un susto, y siempre que se cumplan las medidas de
seguridad no va a haber ningún problema. De hecho todo está pensado
para que cada uno pueda forzarse al límite y se vaya superando. Ha
habido muy pocos accidentes, consecuencia de fallos humanos por no
seguir unas pautas, más que por la dificultad o el riesgo que pueda
entrañar la escalada. §
Reyero
Por
la carretera que rodea el pantano del Porma en dirección a Puebla de
Lillo hay un desvío a mano derecha que nos conduce hasta el pequeño
Ayuntamiento de Reyero. Es hora de tomar un respiro de aire puro, de
bajar el equipaje del maletero y elegir uno de los alojamientos
disponibles. Este municipio nos lo pone fácil porque cuenta con dos
casas de turismo rural y también apartamentos donde podremos
descansar con la ventaja de estar en plena naturaleza. Es evidente
que está creciendo la oferta hotelera en la zona ante la posibilidad
de explotar los recursos turísticos que tiene esta parte de la
montaña. Por hallarse enclavado en pleno Valle del Alto Porma,
Reyero permite al viajero estar a un paso del embalse, cerca del
Museo de la Fauna Salvaje y del paraíso invernal que supone la
Estación de Esquí y de Montaña San Isidro.
Tan
sólo unos cuantos kilómetros le separan de estas opciones de ocio.
Pero si quiere dejar el vehículo aparcado y dar una vuelta por los
alrededores tendrá varias sendas para elegir y llegar a lugares
desde donde se contemplan hermosas vistas. Los prados y pastizales
se extienden a lo lejos en este paisaje donde cualquier excursión
resulta de lo más agradable. Además existe la alternativa de pedir
el servicio de Taxi de Montaña que hay en este Ayuntamiento, que
recorre todo tipo de rutas. Los senderistas podrán ponerse las botas
y realizar alguno de los itinerarios que tiene señalizados este
municipio, incluido dentro del Parque Regional de Picos de Europa.
Los pueblos que lo componen -Reyero, Primajas, Viego y Pallide- son
puntos de encuentro, desde donde parten y pasan muchos de los
trayectos trazados.
Potenciar los atractivos naturales y el turismo sostenible son
medidas que trata de fomentar este Ayuntamiento, donde la ganadería
es fuente de riqueza y actividad económica. Entre los objetivos se
contempla llevar a cabo las obras de infraestructura previstas en
los núcleos urbanos, ayudar a fijar población en la zona y crear
puestos de trabajo. Una buena solución sería dotar a los pueblos de
instalaciones deportivas, contar con un Centro de Día lo más cercano
posible y mejorar las comunicaciones por carretera y vías
alternativas. Los proyectos están sobre la mesa en este municipio,
que puede presumir de un entorno natural con gran poder de
seducción. §
Puebla de Lillo
En
este recorrido por el Valle del Alto Porma nos queda por conocer
Puebla de Lillo, un municipio enclavado entre montañas y el Puerto
de San Isidro. El turismo rural en esta zona se decanta por el color
blanco de la nieve en invierno, y por el verde de la naturaleza en
verano. En pleno agosto la oportunidad de realizar actividades al
aire libre está en el pantano, en los bellos paisajes donde aparecen
marcadas numerosas rutas de senderismo, y a orillas del río donde la
trucha es la reina de las corrientes fluviales. Está claro que las
ofertas deportivas que ofrece el entorno es uno de los mayores
reclamos que tiene Puebla de Lillo durante todo el año. Lo que las
hace aún más atrayentes es el marco natural que encuentran los
visitantes en esta zona. Hay montañas que son emblemáticas, como el
Pico Torres o la Peña Susarón que permite divisar desde la cumbre
unas vistas espectaculares del pantano. Los que han estado allí
pueden asegurar que es cierto, y que el esfuerzo de la subida vale
la pena para luego contemplar la bellísima panorámica que se
extiende ante sus pies. Las leyendas están en las rutas que llevan a
los lagos Ausente o Isoba, que relatan la curiosa historia de su
formación, extraída de la memoria popular. Quedan por señalar
paraísos naturales como el Macizo de Mampodre, y otros botánicos
como el Pinar de Lillo, un bosque autóctono formado por pinos
silvestres, robles, abedules y hayas. Un recorrido turístico por
todo el municipio implica también acercarse a sus núcleos urbanos y
observar detalles interesantes de su patrimonio. En el centro de
Puebla de Lillo se alza el Torreón, un edificio cilíndrico del siglo
XIII que fue restaurado para acoger un Centro de Interpretación, con
información detallada sobre el Parque Regional de los Picos de
Europa. Otro monumento muy querido por la gente de aquí es la ermita
de la Virgen de las Nieves, un templo del siglo XVIII situado a la
entrada del pueblo que muestra su cuidada estructura en una
combinación de estilos barroco y neoclásico. En otras poblaciones
también se pueden ver pequeñas iglesias, que contribuyen a mantener
el aspecto rural, pese a que empiezan a despuntar las nuevas
construcciones y zonas residenciales. El crecimiento urbanístico es
una buena noticia en lugares como Cofiñal, Redipollos y San Isidro,
este último con la ventaja de estar a pie de las pistas de esquí y
rodeado de una gran belleza paisajística. Las aguas del río guían a
los viajeros corriente arriba hasta este último rincón del Valle del
Alto Porma, donde la naturaleza es el orgullo de sus habitantes. §
Indice
Foto: Nan |
Valle
del Alto Esla
Verano
activo
La
carretera que entra en el Valle del Alto Esla abre la puerta y una
vía directa para introducirse en el Parque Regional de Picos de
Europa. Pero no conviene llegar tan rápido, porque en este tramo del
viaje hay que hacer un paréntesis y disfrutar del río, del paisaje y
la naturaleza. Una parada en cada municipio será la oportunidad para
conocer la zona y participar de las fiestas, algunas con
reminiscencias medievales.
Cistierna
La
cumbre de Peñacorada marca el territorio, como si fuera una montaña
guardiana de estos pueblos y sus habitantes. Sus 1.820 metros de
altura sirven de atalaya a los montañeros que suben a ver parte de
la provincia de León a vista de pájaro. Desde allí se aprecia la
diferencia de paisaje: al sur la extensa ribera, al norte las
fuertes elevaciones de Picos de Europa. Abajo en el valle, y
siguiendo el curso del río Esla, se extiende en primer lugar el
municipio que encabeza la población de Cistierna. Este núcleo urbano
es referencia para vecinos y viajeros, que encuentran en sus calles
un destacado movimiento comercial y social. Las concentraciones
feriales y la gastronomía ocupan un puesto importante entre los
señuelos turísticos. En este mes -los días 11 y 12 de agosto- se
celebrará la Feria Multisectorial, en la que podremos degustar y
comprar a buen precio quesos, embutidos típicos y la repostería
artesana que las empresas locales elaboran en la zona. Tampoco
faltarán a la cita expositores de otras provincias que vendrán a
Cistierna para dar a conocer sus productos. Toda una mezcla de
sabores que a buen seguro apreciará el paladar.
Otra
fecha muy popular en el calendario festivo tiene lugar en mayo,
durante las Fiestas Patronales de San Guillermo, momento en que los
ferroviarios de Cistierna aprovechan para festejar a su patrón San
Fernando. Y lo hacen con un encuentro que recuerda a otros tiempos,
en los que viajaban en las cabinas abiertas de los vagones del
antiguo tren. Expuestos al frío del invierno, la nieve y el agua,
cuidaban de los frenos manuales mientras preparaban un cocido de
legumbres en una olla ferroviaria, que les servía de alimento y a la
vez de estufa. Aquella costumbre hizo historia en esta villa, y los
que saben bien de ella sacan sus ollas a la calle -algunas tienen
solera- y cada cual prepara su propia receta para ganar el
concurso. La Asociación de Ferroviarios San Fernando cuenta con una
amplia colección de material diverso relativo al viejo Tren de la
Robla, que a lo largo de los años sus socios han ido recopilando.
Además de maquinaria única también han restaurado algunos vagones de
mercancías y la locomotora que hace varios años les cedió la empresa
de ferrocarriles Feve. Con todo ello pretenden crear el futuro Museo
del Ferroviario, aunque todavía habrá que esperar para visitarlo,
porque las obras del edificio ya están casi listas pero aún queda
acondicionar el interior. Sin duda será una exposición de lo más
interesante.
Hasta
hace sólo unos quince años Cistierna basaba su economía en la
industria minera del carbón y en los transportes ferroviarios. Así
fue hasta que se cerraron las Hulleras de Sabero y Anexas, S.A.
Entonces empezó una nueva etapa para este municipio que vio en sus
recursos naturales, en la agricultura y la ganadería su próxima
fuente de ingresos. La naturaleza y las posibilidades de visitarla a
través de rutas y sendas es tal vez la forma más sencilla y cercana
de conocer esta zona u otras de la montaña leonesa. Unos prismáticos
colgados al cuello harán más emocionante cualquier paseo por los
alrededores. Los bosques de pinares envuelven a esta villa y son un
balón de oxígeno por su gran extensión. Sabinas, abedules, acebos,
encinas y algún que otro tejo, se apiñan en las laderas de las
montañas. El Esla también riega en su ribera sauces, fresnos,
frondosas choperas, y arbustos de frutos silvestres como las
zarzamoras o los endrinos. Si se presta un poco de atención y
silencio, se podrán distinguir entre las ramas de los árboles a los
gorriones, vencejos y mirlos que pululan por estos valles. Perdices
y codornices son comunes de ver entre la vegetación, que sirve de
refugio a otros animales de la fauna como los jabalíes o los
rebecos. Las águilas y los buitres en el cielo..., las truchas, el
barbo o la boga en los ríos... ¿quién puede decir que este no es un
paraje con cualidades propias? Cistierna es la antesala al Parque
Regional de Picos de Europa. Para que no te lo tengan que contar ven
a verlo con tus propios ojos. §
Club
Deportivo Piragüismo Cistierna
El
río, una inyección de adrenalina
|
Las
aguas bravas son el mayor incentivo para esta nueva agrupación
deportiva, que encuentra en el Esla su mejor campo de entrenamiento.
El río pone a prueba la destreza de los palistas, que realizan
descensos y practican las técnicas aprendidas. Bárbara Peñaranda
-secretaria del club- nos habla de los inicios de un colectivo que
se ha formado recientemente en Cistierna gracias a la afición de sus
socios. Texto: Mª José Bayo
-¿A qué se debe la creación de este club en Cistierna?
-En
verano de 2006 se realizó un curso de piragüismo aquí en Cistierna,
a través de la Federación de Castilla y León. Nos enviaron a un
monitor y nos apuntamos unas quince personas. Así fue como se nos
despertó el gusanillo por el piragüismo. Primero aprendimos la
técnica en piscina y luego en el río, donde empezamos a hacer
bajadas. Había personas a la que nos gustaba el tema y surgió la
idea de formar este club deportivo que funciona desde enero de 2007.
-¿Qué tradición tiene este deporte en la zona y desde cuándo se
practica?
-Pues
aquí en el río se celebró durante muchos años el Descenso
Internacional del Esla. Tras un parón se retomó aquel encuentro con
la colaboración de los ayuntamientos de Sabero y Cistierna. Siempre
ha habido gente que ha practicado el rafting en estas aguas. Sin
embargo el piragüismo está siendo un deporte bastante nuevo, que ha
surgido con la idea de crear un Estadio de Aguas Bravas.
-Ese futuro estadio quizás haya espoleado a los jóvenes a iniciarse
en el deporte. ¿Qué supondrá para la zona una iniciativa como esa?
-Es un
proyecto muy, muy interesante y de gran envergadura. Porque se
realizaría una zona de descenso y otra con un slalom que serviría de
entrenamiento a equipos, a nivel profesional, y también como lugar
de competiciones. Con ello además se pretende crear una escuela
municipal de piragüismo, para trabajar con los chavales y
entrenarlos desde muy pequeños. De ese modo podría surgir gente
preparada a nivel deportivo, y de competición.
-¿Cuáles son los lugares de entrenamiento de esta escuela? ¿Qué
otros deportes se pueden practicar en el Esla?
-Nosotros utilizamos dos zonas de prácticas. Una es la de Tagarro en
Cistierna -donde se construirá el campo de slalom- y la otra es la
playa de Sabero, que es un lugar que está muy bien acondicionado
porque han limpiado los accesos y márgenes del río. Una cosa es
entrenar técnica, que solemos hacerlo en una zona más o menos
estanca, y otra es realizar descensos de aguas bravas. Y eso es lo
que nosotros hacemos en el Esla con recorridos de unos cuantos
kilómetros, por ejemplo desde Crémenes hasta la playa de Sabero. En
este río se practica básicamente rafting y piragua. Nuestro club en
la modalidad K1, pero también se realiza K2 que es más relajado.
-Estos cursillos están pensados para el verano, pero... ¿cómo se
entrenan los palistas el resto del año?
-El
piragüismo, aunque parezca mentira, es un deporte que se puede
practicar todo el año. Quizás a nivel turístico tenga más afluencia
en verano, pero a lo largo del invierno puedes seguir entrenando con
el mejor equipo que tengas, prendas de neopreno y chubasqueros. §
Sabero
Hay
que dejar atrás la localidad de Cistierna y a pocos kilómetros por
la carretera comarcal 625 desviarse en un cruce para acceder a
Sabero. En este municipio el viajero podrá tomar contacto con la
naturaleza de mil y una formas. Para los que les gusta ir a pescar o
embarcarse en una aventura acuática es una suerte estar tan cerca
del río. La novedad en este valle son los vuelos en parapente que
convocan a los entusiastas de este deporte en el Alto La Camperona.
Llegar no es problema porque hay un buen acceso y la altura que
alcanza el lugar es muy apropiada para salir y lanzarse al vuelo
libre. El pasado mes de junio se celebró allí una concentración de
parapentes, y debido a la acogida que tiene ya se ha pensado asentar
en la zona una escuela municipal para iniciarse en esta actividad
deportiva. En Sabero también se puede practicar la escalada en la
Peña del Castillo, donde el cuerpo especializado de la Guardia Civil
GREIM ha habilitado nueve vías en las paredes rocosas. Estas son
frecuentadas por aficionados y experimentados en el tema, que vienen
hasta aquí desde otras zonas del país. Las profundidades de las
montañas están horadadas de cavidades, algunas con espectaculares
formaciones calizas, de estalactitas y estalagmitas, como es el caso
de la Cueva de Valdelajo en Sahelices de Sabero. En este municipio
se encuentran también varias rutas de montaña, senderismo y caminos
para recorrer en bicicleta. El Hayedo de Olleros y el que hay en
Sabero, son dos lugares que se agradece visitar en verano bajo la
sombra. Además los dos cuentan con manantial de agua. Si queda
tiempo, hay que reservar una tarde libre para ir hasta la Fuente de
La Muela. El lugar fue habilitado en 1978 en medio de un paraje
arbolado, por eso no es de extrañar que la gente del lugar se
acerque hasta allí para tomar un descanso y merendar. Cabe añadir
las caminatas que se pueden realizar por este municipio.
A todas las que hay podemos sumar dos rutas de senderismo a la lista
porque ya están prácticamente arregladas, más otra muy larga que
todavía está en proceso de ser adecuada.
Hay
incluso quien propone realizar turismo ecológico por la zona y
detener la marcha en los merenderos, en las tascas y bares de los
pueblos para conocer un poco de historia, el paisaje y sus gentes.
Con sólo un vistazo uno se da cuenta de que Sabero fue en otros
tiempos una importante cuenca minera. Aquí se instalaron los
primeros Altos Hornos de nuestro país entre 1847 y 1862 para la
producción de cok, un combustible creado a partir del carbón
mineral. En aquellos años se construyó la Ferrería de San Blas,
siendo el primer complejo siderúrgico moderno de la época. Lo que
queda de ella es la nave principal que albergará el futuro Museo
Regional de la Siderurgia Minera San Blas de Sa-bero. La
inauguración está prevista para finales de este año, entre los meses
de octubre y noviembre. Mientras, podemos avanzar que el edificio ha
sido rehabilitado y sólo queda rematar las obras de la plaza y la
calle adyacente. Incluso ha comenzado la construcción del proyecto
“Grupo sucesiva”, lo que permitirá tener una visión completa del
proceso del carbón en la siderurgia: desde su extracción y descarga
hasta el transporte y la fabricación del cok.
La
invitación queda hecha, para ver y disfrutar de todas estas ofertas
de recreo y de tantas otras que tiene este municipio. Si la visita
coincide en este mes mucho mejor, porque se celebra la fiesta de
Sabero Medieval en recuerdo de un episodio histórico que ocurrió en
el Castillo de Aquilare. La gente se procura un traje de época para
recibir al supuesto Rey Alfonso IX con su séquito. El motivo de la
visita es reclamar las llaves de la fortaleza, donde lleva siete
años de asedio su Alcaide Marcos Gutiérrez, que se ha rebelado ante
la autoridad real. Tras ver morir a todos sus hombres, mujer e hijas
ha resistido él solo sin nada más que comer que las ratas, el cuero
de las sillas o la hierba del patio. Hoy arrepentido le entrega por
fin las llaves a su rey, que le perdona la vida por su valor y le
nombra caballero de su guardia personal. Ochocientos años después de
esta escena memorable, Sabero lo vuelve a representar en estos días
de forma teatral. Para dar más ambiente al acto, habrá mercadillo,
corro de lucha leonesa y Justas Medievales en las que participarán
valerosos caballeros. A la vista está que este encuentro tiene todos
los años un gran éxito, así que no nos lo podemos perder. §
La
Ercina
Desde
Sotillos de Sabero podremos llegar al municipio de La Ercina y
realizar una pequeña visita. El paisaje no presenta demasiados
altibajos, en un terreno que se reparte entre las dos riberas de los
ríos Esla y Porma. Los montes de roble rodean los campos y los
pequeños pueblos que acoge esta parte de la montaña oriental
leonesa, donde perdura el silencio y la tranquilidad rural. Las
fiestas patronales en verano son la excusa para pasar por allí y
charlar con sus vecinos de algunas visitas turísticas curiosas,
también de las tradiciones y la romería que son punto de encuentro
en los alrededores. §
Crémenes
En
este punto del viaje que recorre el Valle del Alto Esla, vamos a
concedernos un capricho. Hay que dejar a un lado la carretera que va
de Cistierna a Riaño para aparcar el coche en las Ventas de Valdoré
y empezar allí la ruta que se conoce como el antiguo Camino Real. La
senda asciende poco a poco por el valle cerca de la orilla del río,
junto a las poblaciones de Villayandre y Crémenes, para terminar en
un área recreativa que hay en Las Salas. Al iniciar el trayecto nos
enteramos de su historia. Nuestros pies están pisando las losas de
una antigua calzada romana por donde pasaron durante siglos
mercaderes arrieros y medievales, soldados romanos, y mucho antes
cántabros y vadinienses. Andando, andando uno se da cuenta que tiene
muchos otros rincones naturales que vale la pena visitar. El Sabinar
de Crémenes o el pueblo de Lois con su Catedral de la Montaña, son
sólo algunos de los atractivos que nos esperan en este municipio que
se halla en gran parte en el Parque Regional de Picos de Europa. §
Indice
Valle
de Alto Cea
Paso a
la trashumancia
Por
el Parque Regional de Picos de Europa pasa la Cañada Real Leonesa
Oriental, una de las principales vías pecuarias utilizadas por los
rebaños trashumantes. Durante siglos los pastores con sus ovejas
llegaron de Extremadura con el objetivo de alcanzar la montaña
oriental leonesa, y lo hicieron por el camino que atraviesa el Alto
Cea. Si seguimos sus pasos conoceremos los tres municipios que
forman este valle y que son Prioro, Valderrueda y Prado de la
Guzpeña. Podemos señalar varias rutas de senderismo para explorar el
entorno, o lugares interesantes para visitar en los pueblos. En
Prioro hay un importante Museo Etnográfico y en la Mata de
Monteagudo, en el municipio de Valderrueda, se encuentra el
Santuario de la Virgen de la Velilla declarado Monumento Histórico
Artístico. La arquitectura popular también se mantiene en estas
zonas rurales, y lo vemos en los hórreos y en las casas hechas con
madera y piedra, la materia prima que abunda en este paisaje. El río
Cea riega una frondosa ribera que cruza de norte a sur todo el
territorio. En las zonas más elevadas despuntan Pico la Teja, Pico
Loto, Peñas Negras o el alto del Puerto del Pando. Más abajo está el
desfiladero de las Conjas, las cascadas del Gorgolón en
Tejerina, y zonas de bosque como el robledal del collado Gidrón, o
el hayedo de las Palinas. Propuestas válidas para concederse una
tarde tranquila.
Foto: J.M.López |
Valle
de Riaño
La
llamada del viento
Hace
calor, el sol brilla y el cuerpo pide una visita refrescante. Hoy
hay que ir a Riaño, dar una vuelta en barco, escuchar el sonido del
viento y conocer la localidad más joven de la provincia. Todos los
alicientes turísticos están a la vista en este valle, donde las
montañas y el agua son como un gran imán de atracción.
Riaño
En
el centro geográfico del Parque Regional de Picos de Europa se
encuentra el Valle de Riaño, rodeado por un paisaje impresionante.
Nos han contado que hay un barco turístico que realiza rutas por el
pantano y parte desde un pequeño embarcadero que hay junto al club
náutico. A la menor oportunidad nos subimos a bordo y tomamos
asiento para emprender un viaje y disfrutar del entorno desde una
perspectiva inigualable. El cierzo sopla con fuerza. Es el viento
que acaricia nuestros cabellos, que viene de las montañas, que huele
a hierba verde y habla entre susurros: “Bajo las aguas oscuras y
frías de este pantano duerme el pasado de un valle que fue sumergido
para siempre hace ahora veinte años”. Dice bien, porque en julio de
1987 el antiguo pueblo de Riaño fue demolido para construir un
enorme embalse que convertiría en regadío miles de hectáreas
improductivas de León, Valladolid y Zamora. De aquella gran obra se
salvaron los pueblos de Horcadas y Carande, y se construyó de nuevo
Riaño en un promontorio aguas arriba. Los vecinos no olvidan
aquellos días, tampoco su historia y tradiciones, pero prefieren
mirar hacia adelante y explotar todos los recursos turísticos que
tiene el valle. El viento sigue murmurando y nos anima a llegar a la
otra orilla del pantano, pisar tierra y realizar una ruta de
senderismo. “Pico Yordas es una de las montañas más bellas que hay
por estas tierras. Los montañeros ansían llegar a su cumbre para
contemplar el paisaje que se divisa a 1.963 metros de altura”.
A esta mole caliza se unen otras como Pico Gilbo, Peña Las Pintas o
Cueto Cabrón que emergen por encima de las aguas. Los bosques de
hayas y robles forman la cubierta vegetal de las laderas, donde se
esconden y cobijan animales como el corzo y el rebeco. Unos
prismáticos son indispensables en cualquier excursión para no perder
la ocasión de ver a estos ejemplares de la fauna salvaje. Una brisa
llega de nuevo a nuestros oídos con la sugerencia de descender al
valle y cruzar el largo puente para visitar Riaño. “En sus calles se
aprecia la arquitectura tradicional de la montaña y los edificios de
moderna construcción”. Por un lado se conservan valiosas referencias
del patrimonio. El casco urbano cuenta con dos hórreos rescatados de
las aguas y un monumento donde cuelgan las campanas de las iglesias
de los siete pueblos que anegó el embalse. Otro templo salvado fue
el de San Martín, del siglo XVI, trasladado piedra a piedra desde
Pedrosa del Rey hasta el actual Riaño para convertirse en la Iglesia
Parroquial de Santa Águeda. La Iglesia de Nuestra Señora del
Rosario, del siglo XIV, también fue traída desde el pueblo de La
Puerta y reconstruida. Y al otro lado del embalse está la ermita de
Nuestra Señora de Quintanilla, patrona del municipio, que conserva
una talla del siglo XII que es la más antigua de la zona.
Por
otra parte hay que destacar que aquí encontramos infraestructuras
hosteleras variadas y de buena calidad, tanto en alojamientos como
en servicios de restaurantes, bares y locales de copas. Los viajeros
vienen atraídos por esta tierra que aún mantiene sus tradiciones,
donde hay mucha afición al juego autóctono de los bolos y se
concentran importantes corros de Lucha Leonesa. Otras posibilidades
de ocio son realizar varias rutas por el entorno y practicar
deportes acuáticos. Muestra de ello es que a lo largo de este verano
hay varias celebraciones de regatas en el pantano. Para ampliar aún
más las ofertas lúdicas, el Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa
ALSA la explotación del barco de recreo, lo cual podría relanzar
mucho más este servicio. Riaño promociona sus potenciales turísticos
sin descuidar su mantenimiento urbano, por eso también está
contemplado realizar una nueva traída de aguas.
No hay
duda de que la riqueza natural y paisajística es el aliciente más
apetecible que tiene la zona. Nos lo ha dicho el viento y hemos
visto su grandiosidad reflejada en las aguas. Todo un espectáculo. §
Asociación de Mozos de Riaño
En
favor del municipio
|
Han
conseguido el aprecio y la simpatía de la gente gracias a su
implicación en las Hacenderas y en las Fiestas del Capilote. Son los
Mozos de Riaño, que cuenta con noventa socios. Éste y otros detalles
nos los explica Manuel Sierra Sáinz. Él es el presidente de una
asociación que se creó hace casi siete años con el objetivo de
fomentar en este pueblo de montaña un ambiente joven.
Texto:
Fernando Muñiz
-Participáis activamente en la vida social del pueblo, también en
las Fiestas de Quintanilla... ¿qué otros festejos realizáis?
-En
las Fiestas de Quintanilla nuestra participación en el programa es
escasa, ya que nos encargamos de los juegos de los niños. En la que
sí nos metemos de lleno es en la Fiesta del Capilote que celebramos
el segundo sábado de mayo. Es un homenaje a la flor del narciso, que
aquí llamamos comúnmente capilote. Ese día los trabajos o tareas
están repartidas. Unos se dedican a preparar una comida popular para
los vecinos del pueblo y otros van a recoger los capilotes. Esta es
una costumbre muy arraigada en Riaño. El ambiente se anima con
música, baile y juegos tradicionales por la tarde. Por otra parte
también hacemos la Fiesta del Mayo. El mayo es un árbol. Suele ser
un álamo, con una copa de sabina. Primero se trae al pueblo, se
acondiciona con los empalmes, y luego se pinta. Esto, que tiene
tanta acogida como la Fiesta del Capilote, no se celebra todos los
años, sino cuando un sacerdote “canta” o dice su primera misa. La
última vez que lo festejamos en Riaño fue en 2005, y se repitió
todos los fines de semana durante tres o cuatro meses.
-Entre vuestras actividades están también las Hacenderas. ¿En qué
consisten estas labores y qué sentido tienen para la gente?
-Es un
trabajo que lleva a cabo la juventud, con el espíritu de sacar el
pueblo adelante. Como en una Hacendera se pasa bien y hay un clima
divertido, la gente pone mucha voluntad en ello. Se trata de
realizar un encargo del Ayuntamiento o la Junta Vecinal que consiste
en limpiar calles, arreglar desperfectos, plantar capilotes u otras
labores urbanas como podar árboles. Es un trabajo que reporta un
dinero a los mozos, una comida o cualquier intercambio que estipule
el Ayuntamiento o la Junta Vecinal. Los trabajos los organizamos
entre nosotros. Somos unos noventa socios, aunque muchos de ellos
vienen a Riaño los fines de semana. Una veintena de estos jóvenes
vivimos todo el año en el pueblo y somos los que nos encargamos de
todas las actividades.
-¿Qué empleos podrían generarse en un pueblo para que la gente no
tuviera que irse fuera?
-Esa
pregunta es muy complicada. Aquí los que cuentan con un trabajo son
los que tienen ganado y los que están metidos en la construcción. A
nivel turístico tampoco es que haya muchas salidas a no ser que
tengas un negocio propio o el apoyo de otro trabajo. Si montas una
pequeña empresa de ocio de quads o incluso de barcas, es evidente
que no te alcanza para subsistir.
-¿Crees que la juventud de Riaño necesita implicarse más en la
mejora del municipio?
-Pues
sí. Echamos de menos que las administraciones, ya sea Ayuntamiento,
Junta Vecinal, Mancomunidad o Leader +, nos pidan opinión y cuenten
para ello con nosotros. §
Indice
Foto: Nan |
Valle
de Tierra de la Reina
En
estado puro
Sobran
las palabras para describir la belleza de Tierra de la Reina. Las
cualidades naturales que posee este valle enclavado entre escarpadas
montañas motivan las visitas de los viajeros. Rica gastronomía, un
agradable ambiente rural y silencio para descansar... ¿Qué más se
puede pedir?
Boca
de Huérgano
Apellido de realeza tiene este valle que se
extiende en el límite de la montaña oriental leonesa. Tierra de la
Reina limita al este con la comarca cántabra de La Liébana y la
Montaña Palentina, al norte con Valdeón y los Picos de Europa. Al
oeste tiene como vecinos a los valles de Riaño y Burón, y al sur
toca con el de Prioro. Un único municipio configura este territorio
montañoso con nueve pueblos que giran en torno a la población
cabecera que es Boca de Huérgano.
Recursos naturales no le faltan tampoco a esta zona. La calidad
medioambiental del paisaje y su riqueza en flora y fauna, bien le
han valido el hecho de pertenecer al Parque Regional de Picos de
Europa. En los valles de Naranco y Lechada se pasean los últimos
osos pardos del núcleo oriental de la Cordillera Cantábrica, siendo
sus bosques un corredor biológico para estos mamíferos. El paisaje
de alta montaña se combina con otros espectaculares como el que
ofrece la Hoz de Llánaves, por donde discurre la carretera entre
paredes de roca. Justo a la entrada de este paso estrecho hay un
manantial de aguas sulfurosas con propiedades curativas. Los bosques
de haya y roble se desparraman por las laderas y es en otoño, cuando
las hojas se tiñen de ocres, el momento de escuchar a los ciervos
machos protagonizar la berrea.
Patrimonio histórico y cultural para visitar abunda en estos
pueblos. En Boca de Huérgano destaca el Torreón de los Tovar, la
Iglesia de San Vicente con su portada románica y un puente de piedra
del siglo XVI. Al llegar a Los Espejos de la Reina impresiona ver la
bonita Torre del Reloj, y el cementerio de Siero de la Reina tiene
una portada románica que es digna de mención por su diseño. A estos
y otros monumentos se une la arquitectura típica de las casas donde
están patentes las tradiciones rurales. Las fiestas también forman
parte de las costumbres del valle y si queremos participar de ellas
aún estamos a tiempo. En este mes, el sábado 11 de agosto, se
celebrará la Feria del Pastero en Portilla de la Reina, en la que
habrá exposición y venta de terneros junto a otras actividades
paralelas.
Proyectos a la vista y otros que están en proceso de ejecución, son
algunas de las medidas fijadas por el Ayuntamiento para mejorar los
servicios del municipio. Las inversiones más cuantiosas son para
construir la Casa del Cazador de la Reserva de Riaño en el Torreón
de los Tovar, y el Pabellón Polideportivo cubierto en Boca de
Huérgano. En los presupuestos también se contempla la restauración
de Los Toriles para el Museo Etnográfico, y rehabilitar la Fábrica
de Luz en Barniedo de la Reina. Así mismo se prevé la señalización
de recursos turísticos mediante paneles informativos, lo cual
facilitará las visitas a los viajeros.
Rutas
de senderismo para conocer la zona, es otra de las alternativas que
encuentran en este valle los amantes de la naturaleza. Podemos
hablar de unas cuantas que están bien señalizadas y se siguen sin
dificultad. Desde Llánaves de la Reina podremos rea-
lizar
las del Arroyo de Orpiñas, Puerto de San Glorio y Valle del
Naranco-Valle de Lechada. Hay que acercarse al pueblo de Besande
para seguir el camino de Arbillos; si se prefiere el de Matapiojos;
entonces hay que empezar la senda en Boca de Huérgano. En cualquiera
de estos recorridos están garantizadas las buenas panorámicas.
Sabores y recetas exquisitas es lo que encontramos en la mesa y en
la gastronomía de la zona. El cocido montañés se lleva la fama entre
los platos típicos así como la chanfaina o el cocido de arvejos. Las
carnes criadas en la zona son de alta calidad, también los
embutidos, los quesos, la miel y los postres caseros. Además hay que
probar la repostería artesana, a base de productos naturales y sin
ningún tipo de aditivos. §
Foto: Valvanera |
Valle
de Valdeburón
¡Vive
el senderismo!
Ponte
las botas y coge un mapa de la zona porque vamos a dar un largo
paseo por Valdeburón. Estamos a los pies del Macizo de Mampodre, en
una cola del embalse de Riaño, y desde este valle se divisan las más
altas cumbres de los Picos de Europa en León. Pon atención a todo lo
que podrás visitar en Acebedo, Burón y Maraña, los tres municipios
que conforman y se reparten la riqueza natural de este paisaje.
Acebedo
Imagina un recorrido, unas veces a pie y otras
sobre ruedas, atravesando bosques y verdes praderas por carreteras y
caminos de montaña. Síguenos en este viaje turístico que tiene su
primera parada en Acebedo, una población que destaca en el valle por
ser capital municipal. La primera imagen que llama la atención es la
Torre del Reloj que despunta sobre una colina donde parece ser que
existió un antiguo castro astur. Esta curiosa construcción está al
lado de la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, un templo del
siglo XIV que guarda en su interior un retablo barroco, tal vez el
más antiguo de la provincia. En el mismo centro urbano te
encontrarás con la Ermita de la Virgen de la Puente, y si das una
vuelta por las calles podrás observar las casas típicas hechas de
piedra y dos hórreos que se conservan del patrimonio etnográfico. Si
eres uno de esos andarines o aficionados montañeros, entonces coge
la mochila y el bastón de monte porque en Acebedo hay varias sendas
que se alejan del pueblo. Desde allí se puede llegar hasta el Hayedo
del Monte Cotado, o acceder a los Picos de Mampodre y sus cimas más
emblemáticas. Otra posibilidad es realizar un trayecto del camino de
largo recorrido GR1 a su paso por estas tierras. En su quinta etapa
este tramo leonés parte de Acebedo y acaba en el Puerto de Tarna en
la frontera con Asturias, después de pasar por Maraña, el collado
del Cagüezo y la Ermita de Riosol. El camino es sencillo y se puede
hacer a pie, en un tiempo estimado de poco más de tres horas y
media, o en bici.
Con un
día libre por delante podrás tomártelo con calma. Pero si quieres
ver más, apura el paso a la vuelta porque aún te quedan por conocer
otros dos pueblos que agrupa este municipio. Uno de ellos es La Uña
que por su situación permite el acceso a Peña Ten. Esta preciosa
montaña le otorga gran belleza al entorno y llama la atención de los
montañeros que ven en su cresta una curiosa forma de cráter
volcánico. Los vecinos saben bien que este paisaje es un reclamo
para el turismo verde. No sólo por el ambiente rural que se percibe
en esta población, donde aún se pueden ver restos de arquitectura
tradicional y un molino antiguo. Para muchos la atracción está en
plena naturaleza, y también en la Cueva de Los Burros un enclave con
mucha historia en la zona, que sirvió de refugio en tiempos de la
guerra civil. Otra visita obligada es llegar a Valdosín, un lugar en
el valle donde está Fuente Naranco, considerada por muchos el
nacimiento del río Esla. Para llegar hasta allí hay que tomar el
camino del Puerto de Ventaniella, que se usaba ya en el medievo para
atravesar la Cordillera Cantábrica. Este recorrido, que partía de La
Uña, tiene un primer tramo asfaltado hasta la fuente La Turriente,
donde actualmente está marcado el inicio de una ruta del Parque
Regional de Picos de Europa.
Ya
sólo nos queda por visitar Liegos, un pueblo envuelto en antiguas
historias y leyendas que antaño contaba la gente junto al hogar en
las largas noches de invierno. No se sabe bien si algunas de estas
historias son ciertas, sin embargo hay otras que sí podemos
constatarlas. Dicen que en el Valle de San Pelayo se han encontrado
varias lápidas vadinienses pertenecientes a una antigua tribu
cántabra, y que en el mismo lugar hubo una ermita ya desaparecida.
De su interior procede una imagen de San Pelayo que se conserva en
la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Asunción. Después de
conocer y visitar algunos ejemplos del patrimonio, y ya que estamos
en este pueblo tenemos la oportunidad de estirar las piernas y
realizar la Ruta Liegos-Acebedo. Durante el recorrido pasaremos por
el nombrado Valle de San Pelayo, el hermoso Valle de Llorada y el
Collado de Lois, para pasar por el Valle de Cosalines y de ahí a
Acebedo. Sin darnos cuenta hemos llegado al punto de partida de este
viaje turístico, con un montón de experiencias para contar y
recordar. Sólo hay que dejarse guiar por los caminos, descubrir cada
pueblo y andar por los senderos con espíritu de explorador.
Burón
Las
posibilidades de realizar senderismo en Valdeburón se extienden a lo
largo y ancho de todo este valle, y esa característica implica
también al municipio de Burón, que está formado por siete pueblos.
En uno de ellos, Lario, tiene su punto de partida la ruta que lleva
al Monte Ranedo. A los caminantes indecisos les animamos a
realizarla y llegar hasta una pradera rodeada de árboles donde se ha
reconstruido un chozo de pastores como los de antaño, con su corral.
Este recorrido, que tiene sentido circular, empieza y termina junto
a la Casa del Parque de Valdeburón, uno de los Centros de
Interpretación del Parque Regional de los Picos de Europa. Así que
de regreso hay que completar el día con una visita a este edificio
que está abierto al público todos los días con entrada gratuita.
Después de una excursión por la naturaleza será más fácil reconocer
las plantas y animales que podremos ver en esta muestra que repasa
los distintos hábitats, también las tradiciones y la vida del hombre
en estas montañas. A pocos kilómetros de Lario se encuentra la
cabecera municipal que es Burón, una población con mucha historia
que fue en su día capital de la Merindad de Valdeburón. Esta
hermandad, que agrupaba varios concejos, valles y partidos, tenía su
origen en el siglo XI y entre otras curiosidades fue la única que
existió en el Reino de León. Hoy en día recordamos su pasado al
caminar por las calles de su casco urbano donde se distingue
claramente la zona antigua y el Burón construido en los últimos
años. Parte de la localidad fue sumergida por una de las colas del
embalse de Riaño. Pero se salvó de las aguas la Iglesia parroquial
del Salvador del siglo XVI que fue trasladada y levantada de nuevo
en lugar seguro en 1990.
Las
visitas rurales como ésta son más atractivas si se pueden compaginar
con un recorrido a pie por los alrededores, y Burón ofrece esta
opción para el viajero. A las afueras del pueblo hay un área
recreativa de donde parte la ruta que asciende al valle de Mirva y
más adelante cruza el de Rabanal. La mirada se relajará ante los
frondosos bosques de hayas y robles que se asientan en las laderas
de las montañas, y los pies agradecerán pisar una vega tapizada de
hermosas praderías. El cuerpo también pedirá tumbarse sobre la
hierba, descansar y escuchar los pájaros con los ojos cerrados, sin
pensar en el reloj, sin prisa por regresar a Burón, el punto final
de la ruta.
Maraña
Lo
dice la palabra misma en su sentido etimológico, que “Maranna”
significa lugar cubierto de montañas y con abundantes lagunas. En
realidad es así, ya que este municipio está situado entre el Valle
de Riosol y el Macizo de Mampodre, a un paso de los puertos de Tarna
y de Las Señales. Maraña es el único pueblo que conforma este
territorio, donde se aprecia la piedra finamente tallada por los
canteros de la zona en la arquitectura tradicional. El paisaje es de
gran belleza, con rincones para ver como los Valles de Valverde, los
hayedos de Biescas y Maraniella o el robledal de la Pollería. Muchos
de los montañeros que vienen hasta aquí se acercan a los picos de
Mampodre. También hay viajeros que disfrutan con las celebraciones
populares. A estos hay que avisarles de que el 15 de agosto se
celebra todos los años una concurrida romería en la Ermita de Riosol
en la que se dan cita unos actos festivos de gran éxito y
popularidad. §
Indice
Foto: Valvanera |
Valle
de Sajambre
Parque
Nacional Picos de Europa
Entre
el cielo y la tierra
Como
un enorme cuenco de formas irregulares, el Valle de Sajambre recoge
en su interior todas las características de un paraíso natural.
Comparte con su vecino Valdeón la pertenencia al Parque Nacional y
también al Parque Regional de Picos de Europa.
Oseja
de Sajambre
Empezamos por elegir alguno de los muchos
caminos que como una telaraña se dibujan sobre el mapa y conducen al
viajero a lugares destacados por su belleza o interés histórico. Es
el caso de la Senda del Arcediano, un arcaico paso entre montañas
que lleva el nombre de su benefactor, un sajambriego que ayudó a
adecentar los caminos. Para los que quieran recorrerlo hay que
señalar que está dividido en varios tramos que facilitan su
andadura. Este valle ofrece además la posibilidad de realizar las
rutas guiadas que se organizan desde la Oficina del Parque Nacional
en Oseja, donde informan al excursionista de itinerarios,
fechas y horarios. Una de ellas lleva a la Majada de Vegabaño, un
lugar recomendable para pasear y sentirnos más cerca del cielo y de
las montañas. En este paisaje de extremada riqueza medioambiental se
asientan los pueblos que forman este municipio, y estos son Pío,
Soto, Vierdes y Ribota, encabezados por Oseja de Sajambre. En cada
uno de ellos nos invitan a celebrar las fiestas patronales. El 24 de
junio es San Juan en Ribota, el 18 de julio se celebra Santa Marina
en Vierdes, el 4 de agosto Santo Domingo en Pío y el 5 de agosto
Nuestra Señora de las Nieves en Soto. En Oseja de Sajambre la
protagonista es Nuestra Señora de la Asunción el 15 de agosto, y al
día siguiente San Roque. Tampoco hay que olvidar que en la capital
municipal tendrá lugar la IV Feria Ganadera y de Productos Típicos
de Sajambre, el último fin de semana de octubre. Este encuentro es
una referencia en el calendario ferial de la provincia y una cita a
la que no debemos faltar. Después de seguir con atención los
festejos populares, nos hacemos eco de las iniciativas que día a día
mejoran la calidad de vida en los pueblos. En el Ayuntamiento nos
han hablado acerca de todo ello. Se va a construir un Centro de
Recepción de Visitantes en el antiguo edificio de “La Fonseya”, con
una zona de aparcamiento, que podría estar listo en 2009. Ya está
aprobado el montaje de unas viseras en Soto para prevenir los aludes
de nieve, y se ha instalado una empresa en el valle que
comercializará el queso de “Los Beyos” que se elabora en la zona.
Por otra parte, y a la vista está, las obras de rehabilitación ya
han finalizado en el edificio del Ayuntamiento. Además se está
terminando una página web que facilitará información a los
internautas acerca de este valle.
Tras
conocer estas novedades damos un paseo por las calles de Oseja donde
nos han contado que podemos conocer una colección etnográfica
particular. Su dueño es Juan Manuel González Piñón, un agradable
sajambriego que ha recopilado toda una muestra de objetos y
utensilios cotidianos que reflejan la vida de antaño en los pueblos.
Con
todo lo que hemos visto y como despedida dedicamos una última ojeada
al valle desde un lugar privilegiado. A pocos kilómetros de Oseja de
Sajambre, en dirección a Riaño, nos detenemos en un mirador desde
donde se divisa una hermosa vista. Es el momento de decir adiós a un
paisaje protegido, que deja una profunda huella en aquellos que
vienen a este lugar para conectar con la paz de las montañas. §
Foto: Valvanera |
Valle
de Valdeón
Parque
Nacional Picos de Europa
Difícil de olvidar
Un mar
de montañas, de crestas calizas que se elevan a gran altura, es la
imagen extraordinaria que ofrece este hermoso valle. Dicen de él que
es “la morada de los dioses” y también “el divino Valdeón”, y quién
se atreve a dudarlo. Hay que venir hasta aquí para verlo. Está en
los límites de la provincia de León enclavado en un espacio que es
Parque Regional, y a la vez Parque Nacional, de Picos de Europa.
Texto:
Elisa Velázquez
Posada de Valdeón
La
primera vez que visité Valdeón quedé impresionada. No tanto por esa
simbiosis que uno experimenta cuando se siente unido a todo cuanto
le rodea, sino porque nunca había visto nada igual. Las imágenes
vuelven a mí como si todavía estuviera allí. Recuerdo el frescor de
la roca en el corazón de las montañas, el sonido del río Cares
cruzando el valle, y el olor a madera vieja en los pueblos. Se
agolpan en mi memoria aquellas casas de piedra, con corredores y
hornos de pan adosados al muro, que como testimonio del pasado y la
arquitectura popular aún permanecen en pie. Tampoco he olvidado la
sensación que me causó este paisaje, las montañas tan altas y la
naturaleza que lo envolvía todo, los paseos y las visitas a los
lugares más emblemáticos. Desde entonces ya no pude resistir la
tentación de volver.
Ahora
de nuevo regreso a este valle donde un día dejé una parte de mí.
Llegar hasta allí resulta más fácil desde que arreglaron el primer
tramo de la carretera que va a Caín. Las reformas están a la vista y
las márgenes ha sido acondicionadas en perfecta combinación con el
entorno. En cuanto al segundo tramo, ya está aprobado, y después del
verano comenzarán las obras. Tras años de reclamaciones éste es uno
de los propósitos conseguidos por el Ayuntamiento de Valdeón, en su
lucha por mejorar las vías de acceso al valle.
La
primera parte de mi viaje ha sido una agradable sorpresa. El camino
directo y sin problemas. Es el momento de abrir mi agenda donde
tengo apuntadas algunas notas de mis objetivos en este valle.
Excursiones por la zona
No
tengo excusa para no acercarme hasta Caín y realizar la Ruta del
Cares, una senda que se adentra en Asturias y fue esculpida a tajo
sobre la pared desnuda de la garganta que forma el río. Cada verano
vienen numerosos visitantes a este lugar, uno de los más
espectaculares que esconde la montaña leonesa. Hay puentes colgantes
y túneles excavados en la roca durante un trazado de varios
kilómetros que se debe recorrer con precaución y siempre sin
separarse mucho de la pared, pues la zona aún mantiene su geografía
más salvaje. Después de esta excursión, este verano pienso volver al
Mirador del Tombo y quedarme extasiada con la visión de las cumbres.
Hago esta reflexión mientras me tomo un café en un bar. Un chaval
con botas y mochila me ha contado que éste es el paraíso de los
senderistas y montañeros, ya que desde Valdeón se puede ascender a
los macizos Central y Occidental de los Picos de Europa. Ahí están
cotas tan conocidas como Torre Cerredo, Llambrión, Torre Bermeja o
la popular Torre Santa, que superan los 2.500 metros de altitud. Una
buena opción para visitar el entorno son las rutas guiadas que se
organizan desde la Oficina del Parque Nacional que hay en Posada de
Valdeón. Un tríptico me informa sobre este servicio gratuito. Las
excursiones que se pueden hacer sin salir del valle son de
dificultad media o baja, y se acompañan con las explicaciones de los
guías interpretativos del Parque Nacional. Me informo sobre los
requisitos y leo que para participar sólo tengo que estar en el
punto de partida a la hora indicada. El lunes podré visitar la
Fuente Oscura, el martes la Majada Vieja, el miércoles el Monte
Piergua, el sábado se realiza la caminata de El Odrón, y el domingo
me llevan a conocer el Colladín Redondo. Otra caminata recomendada
es el camino viejo de Valdeón, que va desde el Puerto de Panderrueda
hasta Posada por un bosque de hayas.
Visitar los pueblos
Necesito empaparme del ambiente rural, y para ello nada mejor que
conocer a fondo este municipio. Posada de Valdeón es la capital
administrativa que aglutina los núcleos urbanos de Caldevilla, Soto,
Prada, Santa Marina, Cordiñanes, Los Llanos y Caín. Me gustaría
visitarlos todos y cada uno, con algún pretexto. Santa Marina de
Valdeón por ser el pueblo más antiguo del valle cuyo origen se
remonta a la época medieval, y por guardar magníficas muestras de
arquitectura tradicional. Cordiñanes porque desde allí se puede
tomar un desvío y visitar la necrópolis medieval “El Barrejo”. De
paso podría llegar hasta el Monte Corona y ver el famoso Chorco de
los lobos, una ingeniosa trampa construida por los vecinos que se
conserva en buen estado. Además me gustaría acercarme a Posada de
Valdeón para ver en sus calles la cantidad de hórreos que aún se
mantienen en pie. En esta población se construirá en un futuro un
Centro de Recepción e Interpretación de Visitantes dado que el
proyecto ya ha sido aprobado, así como el de un aparcamiento para
vehículos y autobuses. Estas medidas son una atracción para el
turismo. También lo son las iniciativas para conservar el patrimonio
etnográfico, y prueba de ello es que se pretende recuperar un
antiguo molino en Caín.
Acudir
a las fiestas
Este
año no puedo faltar a las fiestas más populares del verano en honor
a la Virgen de Corona, patrona del valle. Estoy asombrada. Me han
contado que es la tradición lo que ha mantenido hasta nuestros días
unos actos festivos que proceden del año 1580. En aquellos días y
ante la falta de lluvia los vecinos del pueblo sacaron en procesión
su imagen y se produjo el milagro. La gente no olvida que cayó agua
del cielo y cada verano se repite la costumbre de celebrar esta
fiesta que tiene siglos de historia. El último domingo de agosto se
saca a la Virgen de la Ermita de Corona y se conduce en procesión
hasta una parroquia, un año a la de San Pedro en Soto de Valdeón, y
el siguiente a la de Santa Eulalia en Posada. El día 8 de septiembre
su imagen es llevada de nuevo a la ermita donde se conmemora el acto
con una gran romería y verbena, muy sonada en todo el valle. Por
otra parte tengo que apuntar en la agenda que los días 4, 5 y 6 de
octubre tendrá lugar la Feria de los Picos en Posada de Valdeón.
Apetecerá ir a ver esta exposición en la que se ponen a la venta
productos típicos y artesanía hecha en la comarca. Cuando llegue el
invierno también volveré a este valle para participar en alguna de
las actividadesPosada de Valdeón de ocio que organiza el
Ayuntamiento. En el pasado mes de marzo, el día 10 se realizó una
Raquetada Popular desde el Puerto de Panderrueda, y el día 11 hubo
una gran competición de nieve que partió de Santa Marina. Debido al
éxito y a la afluencia de gente, el próximo año se volverán a
repetir estos acontecimientos deportivos.
Llevar
de recuerdo
En mi
maleta me llevo los buenos recuerdos que este valle me regala,
algunos objetos artesanos y productos de la tierra que aquí se
elaboran de forma artesanal. En un establecimiento me han
recomendado comprar miel de la zona, y también el exquisito Queso de
Valdeón -cremoso y de intenso sabor- que ha conquistado a los
paladares más exigentes. Tanto es así que este año ha vuelto a ganar
el primer premio al mejor queso azul, a nivel nacional. Su aroma me
transporta de nuevo a este valle de pastos verdes, de tradiciones
arraigadas... sensaciones que no puedo olvidar. §
Indice |