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AGOSTO 2007

 

Río Cares a su paso por Caín
Foto: Valvanera

 

Picos de Europa

Montaña Oriental Leonesa

 

   

 

 

   Capricho de la naturaleza

 

Las montañas nos acercan a la inmensidad, nos invitan a subir paso a paso hasta las nubes, nos retan con su altura, nos llenan de paz. Este es el camino infinito que lleva al viajero a un reino coronado por altas cumbres, un capricho geológico natural que se extiende en la Montaña Oriental Leonesa. Hasta ocho valles pertenecen total o parcialmente al Parque Regional de Picos de Europa, y dos de ellos -Valdeón y Sajambre- están dentro también del Parque Nacional. El trayecto al paraíso está señalado en estas páginas, donde se detallan municipios, pueblos y gentes, rutas de senderismo y visitas turísticas. Este es un paseo virtual. El real se lleva dentro, en las experiencias vividas, en las imágenes captadas en la cámara fotográfica y en la retina. Participa de él siguiendo la estela verde de la naturaleza. Textos: Eli Cañadó.

 

Embalse del Porma
Foto: Nan

 

Valle del Alto Porma

Regala naturaleza

A este valle enclavado entre montañas no le faltan elementos naturales para la práctica de los deportes al aire libre, el senderismo o las visitas turísticas. Son los atractivos que encierran los tres municipios -Boñar, Reyero y Puebla de Lillo- que se extienden a lo largo y ancho de este vasto territorio, coronado de cumbres y bañado por las aguas del río y el embalse del Porma.

 

   Boñar

El Valle del Alto Porma encierra infinitas posibilidades para el turismo en cualquier época del año. Cuando se acerca el invierno todas las miradas están puestas en la Estación de Esquí y de Montaña San Isidro, paraíso de los deportes blancos. Sin embargo el verano abre la puerta a un paisaje distinto, relajante, frondoso, salvaje, acuático, rebosante de vegetación. Las aguas del pantano son ideales para los aficionados a los deportes náuticos, aunque algunos prefieren quedarse en la orilla y pescar, o darse un baño cuando el calor aprieta. A mayor altura se alzan las montañas que invitan a realizar rutas de senderismo y observar la flora y la fauna. Pero cuando el cuerpo pide descanso es el momento de hacer parada y fonda en alguno de los pueblos que se encuentran en el camino. La carretera que atraviesa todo el Valle del Alto Porma desde la capital leonesa recorre en primer lugar el municipio y la población de Boñar. Como destino turístico sin duda cuenta con los requisitos necesarios para convertirse en un centro de atracción para el visitante, que desea relajarse en contacto con la naturaleza. Hay quien decide quedarse a vivir, mientras otros instalan aquí su segunda residencia para disfrutar siempre que puedan del ambiente rural. Lo que se aprecia es esa tranquilidad que tienen las villas montañesas como ésta, en la que no faltan locales y establecimientos para tomar algo y realizar algunas compras. Por los alrededores hay la posibilidad de trazar alguna ruta o excursión, con el aliciente de encontrarse con otros pueblos y apreciar la arquitectura popular. No deja de ser una sorpresa llegar a Las Bodas y encontrar antiguos hórreos o un lavadero público rehabilitado. O pasar por Llama de Colle, donde se puede ver una talla románica del siglo XIII en una pequeña iglesia. Y continuar después hasta el pueblo de Vozmediano que se sitúa cerca del Bosque de Pardomino, famoso por ser una reserva natural que posee antiquísimos robles. De vuelta a Boñar y a tan sólo unos kilómetros se llega al pantano, un magnífico recurso turístico de la zona todavía sin explotar. La vela, el windsurf o el piragüismo son algunos de los deportes acuáticos que se pueden practicar en este lago artificial donde sopla el viento de las montañas sobre unas aguas que son, por otra parte, un remanso de tranquilidad. Entre los proyectos que el Ayuntamiento de Boñar tiene previsto incentivar en este entorno, está la creación de un club náutico. La oferta se completaría a otras ya existentes en el municipio a orillas del embalse como es el Museo de la Fauna Salvaje en Valdehuesa. Una de las medidas para promocionar el turismo y que está encima de la mesa es la posibilidad de mantener abierto todo el año el camping que hay en la zona. Por otra parte sería muy positivo dar los pasos necesarios para la construcción de un complejo de turismo termal. Las propiedades curativas de las aguas de Boñar se conocen desde tiempos de los romanos. Posteriormente, las altas clases sociales venían a tomar los baños en un balneario que funcionó a pleno rendimiento a principios del siglo XX.  

Todas estas propuestas podrían traer riqueza y turismo a un valle que tiene muchas opciones de ocio, pero no están todas dirigidas a la naturaleza. Porque los que vengan a Boñar este mes tendrán que reservar un tiempo de sus vacaciones para participar en las fiestas de San Roque, que se celebrarán del 14 al 19 de agosto. En esos días habrá competiciones deportivas, actividades infantiles y actuación de orquestas que animarán el ambiente con música y baile.

 


Escuela de Escalada en Valdehuesa

Paredes de vértigo

Junto a la carretera que va a Valdehuesa se puede ver una zona de roca que sirve de entrenamiento a los escaladores. Unos ya son expertos en esto de trepar desafiando la gravedad. Otros están aprendiendo bajo las instrucciones de monitores como Miguel Ángel García, al que todos llaman “Michel”. Es profesor de escalada de la Escuela Española de Alta Montaña, y nos cuenta desde su dilatada experiencia por qué estas paredes de piedra resultan tan atractivas a los aficionados. Texto: Mª José Bayo

-Qué niveles, en cuanto a iniciación y dificultad, se enseñan y practican en esta escuela de escalada?

-Para empezar hay que aclarar que una zona de roca donde hay vías abiertas, se denomina escuela. Entonces podemos decir que las paredes de Valdehuesa son un lugar donde se puede practicar la escalada, y también se imparten conocimientos para que la gente se inicie en este deporte. Allí hay unas doscientas cincuenta rutas abiertas de todos los niveles, desde los bajos -dificultad 4- hasta el 8b+ que ya roza el grado máximo que hay en el mundo. Lo que más hay en esta zona son las rutas difíciles.

-¿Cuál es la primera impresión que tiene que vencer un debutante en este deporte?

-A veces no se imaginan por dónde pueden subir, pero al acercarse debajo de los muros se dan cuenta de que hay multitud de agarres. En otra medida un poco menor  también impresiona la sensación de altura al ir ganando metros a la pared.

-¿Existe una buena cantera de escaladores que utilicen las paredes de Valdehuesa como entrenamiento?

-Sí. En estos momentos es una de las zonas de referencia en el noroeste de la Península y por eso los escaladores intentamos promocionarla. Aquí viene gente de todos los puntos de España e incluso del extranjero, y en Castilla y León se podría decir que es uno de los enclaves más importantes para practicar la escalada. En revistas especializadas han salido varios artículos hablando de ello, y en Internet también hay mucha información.

-¿En qué influye la calidad de la roca para escalar? ¿Qué ventajas tienen las paredes de Valdehuesa?

-Tiene una roca caliza de muy buena calidad con gran variedad de agarre. No tiene zonas demasiado desplomadas que echen al escalador hacia atrás, pero por contrapartida este lugar de entrenamiento exige un tipo de escalada bastante técnica.

-¿Ha habido muchos accidentes en estas paredes? ¿A qué ha sido debido?

-La escalada que se practica en Valdehuesa es una modalidad que se llama escalada deportiva en la que los anclajes están fijos en la pared y a pocos metros unos de otros. Es normal que haya caídas, pero no pasan de ser un susto, y siempre que se cumplan las medidas de seguridad no va a haber ningún problema. De hecho todo está pensado para que cada uno pueda forzarse al límite y se vaya superando. Ha habido muy pocos accidentes, consecuencia de fallos humanos por no seguir unas pautas, más que por la dificultad o el riesgo que pueda entrañar la escalada. §


 

 

   Reyero

Por la carretera que rodea el pantano del Porma en dirección a Puebla de Lillo hay un desvío a mano derecha que nos conduce hasta el pequeño Ayuntamiento de Reyero. Es hora de tomar un respiro de aire puro, de bajar el equipaje del maletero y elegir uno de los alojamientos disponibles. Este municipio nos lo pone fácil porque cuenta con dos casas de turismo rural y también apartamentos donde podremos descansar con la ventaja de estar en plena naturaleza. Es evidente que está creciendo la oferta hotelera en la zona ante la posibilidad de explotar los recursos turísticos que tiene esta parte de la montaña. Por hallarse enclavado en pleno Valle del Alto Porma, Reyero permite al viajero estar a un paso del embalse, cerca del Museo de la Fauna Salvaje y del paraíso invernal que supone la Estación de Esquí y de Montaña San Isidro.

Tan sólo unos cuantos kilómetros le separan de estas opciones de ocio. Pero si quiere dejar el vehículo aparcado y dar una vuelta por los alrededores tendrá varias sendas para elegir y llegar a lugares desde donde se contemplan hermosas vistas. Los prados y pastizales se extienden a lo lejos en este paisaje donde cualquier excursión resulta de lo más agradable. Además existe la alternativa de pedir el servicio de Taxi de Montaña que hay en este Ayuntamiento, que recorre todo tipo de rutas. Los senderistas podrán ponerse las botas y     realizar alguno de los itinerarios que tiene señalizados este municipio, incluido dentro del Parque Regional de Picos de Europa. Los pueblos que lo componen -Reyero, Primajas, Viego y Pallide- son puntos de encuentro, desde donde parten y pasan muchos de los trayectos trazados.

Potenciar los atractivos naturales y el turismo sostenible son medidas que trata de fomentar este Ayuntamiento, donde la ganadería es fuente de riqueza y actividad económica. Entre los objetivos se contempla llevar a cabo las obras de infraestructura previstas en los núcleos urbanos, ayudar a fijar población en la zona y crear puestos de trabajo. Una buena solución sería dotar a los pueblos de instalaciones deportivas, contar con un Centro de Día lo más cercano posible y mejorar las comunicaciones por carretera y vías alternativas. Los proyectos están sobre la mesa en este municipio, que puede presumir de un entorno natural con gran poder de seducción. §

 

   Puebla de Lillo

En este recorrido por el Valle del Alto Porma nos queda por conocer Puebla de Lillo, un municipio enclavado entre montañas y el Puerto de San Isidro. El turismo rural en esta zona se decanta por el color blanco de la nieve en invierno, y por el verde de la naturaleza en verano. En pleno agosto la oportunidad de realizar actividades al aire libre está en el pantano, en los bellos paisajes donde aparecen marcadas numerosas rutas de senderismo, y a orillas del río donde la trucha es la reina de las corrientes fluviales. Está claro que las ofertas deportivas que ofrece el entorno es uno de los mayores reclamos que tiene Puebla de Lillo durante todo el año. Lo que las hace aún más atrayentes es el marco natural que encuentran los visitantes en esta zona. Hay montañas que son emblemáticas, como el Pico Torres o la Peña Susarón que permite divisar desde la cumbre unas vistas espectaculares del pantano. Los que han estado allí pueden asegurar que es cierto, y que el esfuerzo de la subida vale la pena para luego contemplar la bellísima panorámica que se extiende ante sus pies. Las leyendas están en las rutas que llevan a los lagos Ausente o Isoba, que relatan la curiosa historia de su formación, extraída de la memoria popular. Quedan por señalar paraísos naturales como el Macizo de Mampodre, y otros botánicos como el Pinar de Lillo, un bosque autóctono formado por pinos silvestres, robles, abedules y hayas. Un recorrido turístico por todo el municipio implica también acercarse a sus núcleos urbanos y observar detalles interesantes de su patrimonio. En el centro de Puebla de Lillo se alza el Torreón, un edificio cilíndrico del siglo XIII que fue restaurado para acoger un Centro de Interpretación, con información detallada sobre el Parque Regional de los Picos de Europa. Otro monumento muy querido por la gente de aquí es la ermita de la Virgen de las Nieves, un templo del siglo XVIII situado a la entrada del pueblo que muestra su cuidada estructura en una combinación de estilos barroco y neoclásico. En otras poblaciones también se pueden ver pequeñas iglesias, que contribuyen a mantener el aspecto rural, pese a que empiezan a despuntar las nuevas construcciones y zonas residenciales. El crecimiento urbanístico es una buena noticia en lugares como Cofiñal, Redipollos y San Isidro, este último con la ventaja de estar a pie de las pistas de esquí y rodeado de una gran belleza paisajística. Las aguas del río guían a los viajeros corriente arriba hasta este último rincón del Valle del  Alto Porma, donde la naturaleza es el orgullo de sus habitantes. §

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Cistierna
Foto: Nan

 

Valle del  Alto Esla

Verano activo

La carretera que entra en el Valle del Alto Esla abre la puerta y una vía directa para introducirse en el Parque Regional de Picos de Europa. Pero no conviene llegar tan rápido, porque en este tramo del viaje hay que hacer un paréntesis y disfrutar del río, del paisaje y la naturaleza. Una parada en cada municipio será la oportunidad para conocer la zona y participar de las fiestas, algunas con reminiscencias medievales.

 

   Cistierna

La cumbre de Peñacorada marca el territorio, como si fuera una montaña guardiana de estos pueblos y sus habitantes. Sus 1.820 metros de altura sirven de atalaya a los montañeros que suben a ver parte de la provincia de León a vista de pájaro. Desde allí se aprecia la diferencia de paisaje: al sur la extensa ribera, al norte las fuertes elevaciones de Picos de Europa. Abajo en el valle, y siguiendo el curso del río Esla, se extiende en primer lugar el municipio que encabeza la población de Cistierna. Este núcleo urbano es referencia para vecinos y viajeros, que encuentran en sus calles un destacado movimiento comercial y social. Las concentraciones feriales y la gastronomía ocupan un puesto importante entre los señuelos turísticos. En este mes -los días 11 y 12 de agosto- se celebrará la Feria Multisectorial, en la que podremos degustar y comprar a buen precio quesos, embutidos típicos y la repostería artesana que las empresas locales elaboran en la zona. Tampoco faltarán a la cita expositores de otras provincias que vendrán a Cistierna para dar a conocer sus productos. Toda una mezcla de sabores que a buen seguro apreciará el paladar. 

Otra fecha muy popular en el calendario festivo tiene lugar en mayo, durante las Fiestas Patronales de San Guillermo, momento en que los ferroviarios de Cistierna aprovechan para festejar a su patrón San Fernando. Y lo hacen con un encuentro que recuerda a otros tiempos, en los que viajaban en las cabinas abiertas de los vagones del antiguo tren. Expuestos al frío del invierno, la nieve y el agua, cuidaban de los frenos manuales mientras preparaban un cocido de legumbres en una olla ferroviaria, que les servía de alimento y a la vez de estufa. Aquella costumbre hizo historia en esta villa, y los que saben bien de ella sacan sus ollas a la calle -algunas tienen solera-  y cada cual prepara su propia receta para ganar el concurso. La Asociación de Ferroviarios San Fernando cuenta con una amplia colección de material diverso relativo al viejo Tren de la Robla, que a lo largo de los años sus socios han ido recopilando. Además de maquinaria única también han restaurado algunos vagones de mercancías y la locomotora que hace varios años les cedió la empresa de ferrocarriles Feve. Con todo ello pretenden crear el futuro Museo del Ferroviario, aunque todavía habrá que esperar para visitarlo, porque las obras del edificio ya están casi listas pero aún queda acondicionar el interior. Sin duda será una exposición de lo más interesante.

Hasta hace sólo unos quince años Cistierna basaba su economía en la industria minera del carbón y en los transportes ferroviarios. Así fue hasta que se cerraron las Hulleras de Sabero y Anexas, S.A. Entonces empezó una nueva etapa para este municipio que vio en sus recursos naturales, en la agricultura y la ganadería su próxima fuente de ingresos. La naturaleza y las posibilidades de visitarla a través de rutas y sendas es tal vez la forma más sencilla y cercana de conocer esta zona u otras de la montaña leonesa. Unos prismáticos colgados al cuello harán más emocionante cualquier paseo por los alrededores. Los bosques de pinares envuelven a esta villa y son un balón de oxígeno por su gran extensión. Sabinas, abedules, acebos, encinas y algún que otro tejo, se apiñan en las laderas de las montañas. El Esla también riega en su ribera sauces, fresnos, frondosas choperas, y arbustos de frutos silvestres como las zarzamoras o los endrinos. Si se presta un poco de atención y silencio, se podrán distinguir entre las ramas de los árboles a los gorriones, vencejos y mirlos que pululan por estos valles. Perdices y codornices son comunes de ver entre la vegetación, que sirve de refugio a otros animales de la fauna como los jabalíes o los rebecos. Las águilas y los buitres en el cielo..., las truchas, el barbo o la boga en los ríos... ¿quién puede decir que este no es un paraje con cualidades propias? Cistierna es la antesala al Parque Regional de Picos de Europa. Para que no te lo tengan que contar ven a verlo con tus propios ojos. §

 


Club Deportivo Piragüismo Cistierna

El río, una inyección de adrenalina

 

Las aguas bravas son el mayor incentivo para esta nueva agrupación deportiva, que encuentra en el Esla su mejor campo de entrenamiento. El río pone a prueba la destreza de los palistas, que realizan descensos y practican las técnicas aprendidas. Bárbara Peñaranda -secretaria del club- nos habla de los inicios de un colectivo que se ha formado recientemente en Cistierna gracias a la afición de sus socios. Texto: Mª José Bayo

 

-¿A qué se debe la creación de este club en Cistierna?

-En verano de 2006 se realizó un curso de piragüismo aquí en Cistierna, a través de la Federación de Castilla y León. Nos enviaron a un monitor y nos apuntamos unas quince personas.  Así fue como se nos despertó el gusanillo por el piragüismo. Primero aprendimos la técnica en piscina y luego en el río, donde empezamos a hacer bajadas. Había personas a la que nos gustaba el tema y surgió la idea de formar este club deportivo que funciona desde enero de 2007.

-¿Qué tradición tiene este deporte en la zona y desde cuándo se practica?

-Pues aquí en el río se celebró durante muchos años el Descenso Internacional del Esla. Tras un parón se retomó aquel encuentro con la colaboración de los ayuntamientos de Sabero y Cistierna. Siempre ha habido gente que ha practicado el rafting en estas aguas. Sin embargo el piragüismo está siendo un deporte bastante nuevo, que ha surgido con la idea de crear un Estadio de Aguas Bravas.

-Ese futuro estadio quizás haya espoleado a los jóvenes a iniciarse en el deporte. ¿Qué supondrá para la zona una iniciativa como esa?

-Es un proyecto muy, muy interesante y de gran envergadura. Porque se realizaría una zona de descenso y otra con un slalom que serviría de entrenamiento a equipos, a nivel profesional, y también como lugar de competiciones. Con ello además se pretende crear una escuela municipal de piragüismo, para trabajar con los chavales y entrenarlos desde muy pequeños. De ese modo podría surgir gente preparada a nivel deportivo, y de competición.

-¿Cuáles son los lugares de entrenamiento de esta escuela? ¿Qué otros deportes se pueden practicar en el Esla?

-Nosotros utilizamos dos zonas de prácticas. Una es la de Tagarro en Cistierna -donde se construirá el campo de slalom- y la otra es la playa de Sabero, que es un lugar que está muy bien acondicionado porque han limpiado los accesos y márgenes del río. Una cosa es entrenar técnica, que solemos hacerlo en una zona más o menos estanca, y otra es realizar descensos de aguas bravas. Y eso es lo que nosotros hacemos en el Esla con recorridos de unos cuantos kilómetros, por ejemplo desde Crémenes hasta la playa de Sabero. En este río se practica básicamente rafting y piragua. Nuestro club en la modalidad K1, pero también se realiza K2 que es más relajado.

-Estos cursillos están pensados para el verano, pero... ¿cómo se entrenan los palistas el resto del año?

-El piragüismo, aunque parezca mentira, es un deporte que se puede practicar todo el año. Quizás a nivel turístico tenga más afluencia en verano, pero a lo largo del invierno puedes seguir entrenando con el mejor equipo que tengas, prendas de neopreno y chubasqueros. §


 

 

   Sabero

Hay que dejar atrás la localidad de Cistierna y a pocos kilómetros por la carretera comarcal 625 desviarse en un cruce para acceder a Sabero. En este municipio el viajero podrá tomar contacto con la naturaleza de mil y una formas. Para los que les gusta ir a pescar o embarcarse en una aventura acuática es una suerte estar tan cerca del río. La novedad en este valle son los vuelos en parapente que convocan a los entusiastas de este deporte en el Alto La Camperona. Llegar no es problema porque hay un buen acceso y la altura que alcanza el lugar es muy apropiada para salir y lanzarse al vuelo libre. El pasado mes de junio se celebró allí una concentración de parapentes, y debido a la acogida que tiene ya se ha pensado asentar en la zona una escuela municipal para iniciarse en esta actividad deportiva. En Sabero también se puede practicar la escalada en la Peña del Castillo, donde el cuerpo especializado de la Guardia Civil GREIM ha habilitado nueve vías en las paredes rocosas. Estas son frecuentadas por aficionados y experimentados en el tema, que vienen hasta aquí desde otras zonas del país. Las profundidades de las montañas están horadadas de cavidades, algunas con espectaculares formaciones calizas, de estalactitas y estalagmitas, como es el caso de la Cueva de Valdelajo en Sahelices de Sabero. En este municipio se encuentran también varias rutas de montaña, senderismo y caminos para recorrer en bicicleta. El Hayedo de Olleros y el que hay en Sabero, son dos lugares que se agradece visitar en verano bajo la sombra. Además los dos cuentan con manantial de agua. Si queda tiempo, hay que reservar una tarde libre para ir hasta la Fuente de La Muela. El lugar fue habilitado en 1978 en medio de un paraje arbolado, por eso no es de extrañar que la gente del lugar se acerque hasta allí para tomar un descanso y merendar. Cabe añadir las caminatas que se pueden   realizar por este municipio. A todas las que hay podemos sumar dos rutas de senderismo a la lista porque ya están prácticamente arregladas, más otra muy larga que todavía está en proceso de ser adecuada.

Hay incluso quien propone realizar turismo ecológico por la zona y detener la marcha en los merenderos, en las tascas y bares de los pueblos para conocer un poco de historia, el paisaje y sus gentes. Con sólo un vistazo uno se da cuenta de que Sabero fue en otros tiempos una importante cuenca minera. Aquí se instalaron los primeros Altos Hornos de nuestro país entre 1847 y 1862 para la producción de cok, un combustible creado a partir del carbón mineral. En aquellos años se construyó la Ferrería de San Blas, siendo el primer complejo siderúrgico moderno de la época. Lo que queda de ella es la nave principal que albergará el futuro Museo Regional de la Siderurgia Minera San Blas de Sa-bero. La inauguración está prevista para finales de este año, entre los meses de octubre y noviembre. Mientras, podemos avanzar que el edificio ha sido rehabilitado y sólo queda rematar las obras de la plaza y la calle adyacente. Incluso ha comenzado la construcción del proyecto “Grupo sucesiva”, lo que permitirá tener una visión completa del proceso del carbón en la siderurgia: desde su extracción y descarga hasta el transporte y la fabricación del cok.

La invitación queda hecha, para ver y disfrutar de todas estas ofertas de recreo y de tantas otras que tiene este municipio. Si la visita coincide en este mes mucho mejor, porque se celebra la fiesta de Sabero Medieval en recuerdo de un episodio histórico que ocurrió en el Castillo de Aquilare. La gente se procura un traje de época para recibir al supuesto Rey Alfonso IX con su séquito. El motivo de la visita es reclamar las llaves de la fortaleza, donde lleva siete años de asedio su Alcaide Marcos Gutiérrez, que se ha rebelado ante la autoridad real. Tras ver morir a todos sus hombres, mujer e hijas ha resistido él solo sin nada más que comer que las ratas, el cuero de las sillas o la hierba del patio. Hoy arrepentido le entrega por fin las llaves a su rey, que le perdona la vida por su valor y le nombra caballero de su guardia personal. Ochocientos años después de esta escena memorable, Sabero lo vuelve a representar en estos días de forma teatral. Para dar más ambiente al acto, habrá mercadillo, corro de lucha leonesa y Justas Medievales en las que participarán valerosos caballeros. A la vista está que este encuentro tiene todos los años un gran éxito, así que no nos lo podemos perder. §

 

   La Ercina

Desde Sotillos de Sabero podremos llegar al municipio de La Ercina y realizar una pequeña visita. El paisaje no presenta demasiados altibajos, en un terreno que se reparte entre las dos riberas de los ríos Esla y Porma. Los montes de roble rodean los campos y los pequeños pueblos que acoge esta parte de la montaña oriental leonesa, donde perdura el silencio y la tranquilidad rural. Las fiestas patronales en verano son la excusa para pasar por allí y charlar con sus vecinos de algunas visitas turísticas curiosas, también de las tradiciones y la romería que son punto de encuentro en los alrededores. §

 

   Crémenes

En este punto del viaje que recorre el Valle del Alto Esla, vamos a concedernos un capricho. Hay que dejar a un lado la carretera que va de Cistierna a Riaño para aparcar el coche en las Ventas de Valdoré y empezar allí la ruta que se conoce como el antiguo Camino Real. La senda asciende poco a poco por el valle cerca de la orilla del río, junto a las poblaciones de Villayandre y Crémenes, para terminar en un área recreativa que hay en Las Salas. Al iniciar el trayecto nos enteramos de su historia. Nuestros pies están pisando las losas de una antigua calzada romana por donde pasaron durante siglos mercaderes arrieros y medievales, soldados romanos, y mucho antes cántabros y vadinienses. Andando, andando uno se da cuenta que tiene muchos otros rincones naturales que vale la pena visitar. El Sabinar de Crémenes o el pueblo de Lois con su Catedral de la Montaña, son sólo algunos de los atractivos que nos esperan en este municipio que se halla en gran parte en el Parque Regional de Picos de Europa. §

 

Indice 

 

Valle de Alto Cea

Paso a la trashumancia

Por el Parque Regional de Picos de Europa pasa la Cañada Real Leonesa Oriental, una de las principales vías pecuarias utilizadas por los rebaños trashumantes. Durante siglos los pastores con sus ovejas llegaron de Extremadura con el objetivo de alcanzar la montaña oriental leonesa, y lo hicieron por el camino que atraviesa el Alto Cea. Si seguimos sus pasos conoceremos los tres municipios que forman este valle y que son Prioro, Valderrueda y Prado de la Guzpeña. Podemos señalar varias rutas de senderismo para explorar el entorno, o lugares interesantes para visitar en los pueblos. En Prioro hay un importante Museo Etnográfico y en la Mata de Monteagudo, en el municipio de Valderrueda, se encuentra el Santuario de la Virgen de la Velilla declarado Monumento Histórico Artístico. La arquitectura popular también se mantiene en estas zonas rurales, y lo vemos en los hórreos y en las casas hechas con madera y piedra, la materia prima que abunda en este paisaje. El río Cea riega una frondosa ribera que cruza de norte a sur todo el territorio. En las zonas más elevadas despuntan Pico la Teja, Pico Loto, Peñas Negras o el alto del Puerto del Pando. Más abajo está el desfiladero de las Conjas, las cascadas del  Gorgolón en Tejerina, y zonas de bosque como el robledal del collado Gidrón, o el hayedo de las Palinas. Propuestas válidas para concederse una tarde tranquila.

 

 

Embalse de Riaño
Foto: J.M.López

 

Valle de Riaño

La llamada del viento

Hace calor, el sol brilla y el cuerpo pide una visita refrescante. Hoy hay que ir a Riaño, dar una vuelta en barco, escuchar el sonido del viento y conocer la localidad más joven de la provincia. Todos los alicientes turísticos están a la vista en este valle, donde las montañas y el agua son como un gran imán de atracción.

 

   Riaño

En el centro geográfico del Parque Regional de Picos de Europa se encuentra el Valle de Riaño, rodeado por un paisaje impresionante. Nos han contado que hay un barco turístico que realiza rutas por el pantano y parte desde un pequeño embarcadero que hay junto al club náutico. A la menor oportunidad nos subimos a bordo y tomamos asiento para emprender un viaje y disfrutar del entorno desde una perspectiva inigualable. El cierzo sopla con fuerza. Es el viento que acaricia nuestros cabellos, que viene de las montañas, que huele a hierba verde y habla entre susurros: “Bajo las aguas oscuras y frías de este pantano duerme el pasado de un valle que fue sumergido para siempre hace ahora veinte años”. Dice bien, porque en julio de 1987 el antiguo pueblo de Riaño fue demolido para construir un enorme embalse que convertiría en regadío miles de hectáreas improductivas de León, Valladolid y Zamora. De aquella gran obra se salvaron los pueblos de Horcadas y Carande, y se construyó de nuevo Riaño en un promontorio aguas arriba. Los vecinos no olvidan aquellos días, tampoco su historia y tradiciones, pero prefieren mirar hacia adelante y explotar todos los recursos turísticos que tiene el valle. El viento sigue murmurando y nos anima a llegar a la otra orilla del pantano, pisar tierra y realizar una ruta de senderismo. “Pico Yordas es una de las montañas más bellas que hay por estas tierras. Los montañeros ansían llegar a su cumbre para contemplar el paisaje que se divisa a 1.963 metros de altura”.  A esta mole caliza se unen otras como Pico Gilbo, Peña Las Pintas o Cueto Cabrón que emergen por encima de las aguas. Los bosques de hayas y robles forman la cubierta vegetal de las laderas, donde se esconden y cobijan animales como el corzo y el rebeco. Unos prismáticos son indispensables en cualquier excursión para no perder la ocasión de ver a estos ejemplares de la fauna salvaje. Una brisa llega de nuevo a nuestros oídos con la sugerencia de descender al valle y cruzar el largo puente para visitar Riaño. “En sus calles se aprecia la arquitectura tradicional de la montaña y los edificios de moderna construcción”. Por un lado se conservan valiosas referencias del patrimonio. El casco urbano cuenta con dos hórreos rescatados de las aguas y un monumento donde cuelgan las campanas de las iglesias de los siete pueblos que anegó el embalse. Otro templo salvado fue el de San Martín, del siglo XVI, trasladado piedra a piedra desde Pedrosa del Rey hasta el actual Riaño para convertirse en la Iglesia Parroquial de Santa Águeda. La Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XIV, también fue traída desde el pueblo de La Puerta y reconstruida. Y al otro lado del embalse está la ermita de Nuestra Señora de Quintanilla, patrona del municipio, que conserva una talla del siglo XII que es la más antigua de la zona.

Por otra parte hay que destacar que aquí encontramos infraestructuras hosteleras variadas y de buena calidad, tanto en alojamientos como en servicios de restaurantes, bares y locales de copas. Los viajeros vienen atraídos por esta tierra que aún mantiene sus tradiciones, donde hay mucha afición al juego autóctono de los bolos y se concentran importantes corros de Lucha Leonesa. Otras posibilidades de ocio son realizar varias rutas por el entorno y practicar deportes acuáticos. Muestra de ello es que a lo largo de este verano hay varias celebraciones de regatas en el pantano. Para ampliar aún más las ofertas lúdicas, el Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa ALSA la explotación del barco de recreo, lo cual podría relanzar mucho más este servicio. Riaño promociona sus potenciales turísticos sin descuidar su mantenimiento urbano, por eso también está contemplado realizar una nueva traída de aguas.

No hay duda de que la riqueza natural y paisajística es el aliciente más apetecible que tiene la zona. Nos lo ha dicho el viento y hemos visto su grandiosidad reflejada en las aguas. Todo un espectáculo. §

 

 


Asociación de Mozos de Riaño

En favor del municipio

 

Han conseguido el aprecio y la simpatía de la gente gracias a su implicación en las Hacenderas y en las Fiestas del Capilote. Son los Mozos de Riaño, que cuenta con noventa socios. Éste y otros detalles nos los explica Manuel Sierra Sáinz. Él es el presidente de una asociación que se creó hace casi siete años con el objetivo de fomentar en este pueblo de montaña un ambiente joven. Texto: Fernando Muñiz

 

-Participáis activamente en la vida social del pueblo, también en las Fiestas de Quintanilla... ¿qué otros festejos realizáis?

-En las Fiestas de Quintanilla nuestra participación en el programa es escasa, ya que nos encargamos de los juegos de los niños. En la que sí nos metemos de lleno es en la Fiesta del Capilote que celebramos el segundo sábado de mayo. Es un homenaje a la flor del narciso, que aquí llamamos comúnmente capilote. Ese día los trabajos o tareas están repartidas. Unos se dedican a preparar una comida popular para los vecinos del pueblo y otros van a recoger los capilotes. Esta es una costumbre muy arraigada en Riaño. El ambiente se anima con música, baile y juegos tradicionales por la tarde. Por otra parte también hacemos la Fiesta del Mayo. El mayo es un árbol. Suele ser un álamo, con una copa de sabina. Primero se trae al pueblo, se acondiciona con los empalmes, y luego se pinta. Esto, que tiene tanta acogida como la Fiesta del Capilote, no se celebra todos los años, sino cuando un sacerdote “canta” o dice su primera misa. La última vez que lo festejamos en Riaño fue en 2005, y se repitió todos los fines de semana durante tres o cuatro meses.

-Entre vuestras actividades están también las Hacenderas. ¿En qué consisten estas labores y qué sentido tienen para la gente?

-Es un trabajo que lleva a cabo la juventud, con el espíritu de sacar el pueblo adelante. Como en una Hacendera se pasa bien y hay un clima divertido, la gente pone mucha voluntad en ello. Se trata de realizar un encargo del Ayuntamiento o la Junta Vecinal que consiste en limpiar calles, arreglar desperfectos, plantar capilotes u otras labores urbanas como podar árboles. Es un trabajo que reporta un dinero a los mozos, una comida o cualquier intercambio que estipule el Ayuntamiento o la Junta Vecinal. Los trabajos los organizamos entre nosotros. Somos unos noventa socios, aunque muchos de ellos vienen a Riaño los fines de semana. Una veintena de estos jóvenes vivimos todo el año en el pueblo y somos los que nos encargamos de todas las actividades.

-¿Qué empleos podrían generarse en un pueblo para que la gente no tuviera que irse fuera?

-Esa pregunta es muy complicada. Aquí los que cuentan con un trabajo son los que tienen ganado y los que están metidos en la construcción. A nivel turístico tampoco es que haya muchas salidas a no ser que tengas un negocio propio o el apoyo de otro trabajo. Si montas una pequeña empresa de ocio de quads o incluso de barcas, es evidente que no te alcanza para subsistir.

-¿Crees que la juventud de Riaño necesita implicarse más en la mejora del municipio?

-Pues sí. Echamos de menos que las administraciones, ya sea Ayuntamiento, Junta Vecinal, Mancomunidad o Leader +, nos pidan opinión y cuenten para ello con nosotros. §


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Puente de piedra en Boca de Huérgano
Foto: Nan

 

Valle de Tierra de la Reina

En estado puro

Sobran las palabras para describir la belleza de Tierra de la Reina. Las cualidades naturales que posee este valle enclavado entre escarpadas montañas motivan las visitas de los viajeros. Rica gastronomía, un agradable ambiente rural y silencio para descansar... ¿Qué más se puede pedir?

 

   Boca de Huérgano

Apellido de realeza tiene este valle que se extiende en el límite de la montaña oriental leonesa. Tierra de la Reina limita al este con la comarca cántabra de La Liébana y la Montaña Palentina, al norte con Valdeón y los Picos de Europa. Al oeste tiene como vecinos a los valles de Riaño y Burón, y al sur toca con el de Prioro. Un único municipio configura este territorio montañoso con nueve pueblos que giran en torno a la población cabecera que es Boca de Huérgano.

Recursos naturales no le faltan tampoco a esta zona. La calidad medioambiental del paisaje y su riqueza en flora y fauna, bien le han valido el hecho de pertenecer al Parque Regional de Picos de Europa. En los valles de Naranco y Lechada se pasean los últimos osos pardos del núcleo oriental de la Cordillera Cantábrica, siendo sus bosques un corredor biológico para estos mamíferos. El paisaje de alta montaña se combina con otros espectaculares como el que ofrece la Hoz de Llánaves, por donde discurre la carretera entre paredes de roca. Justo a la entrada de este paso estrecho hay un manantial de aguas sulfurosas con propiedades curativas. Los bosques de haya y roble se desparraman por las laderas y es en otoño, cuando las hojas se tiñen de ocres, el momento de escuchar a los ciervos machos protagonizar la berrea.

Patrimonio histórico y cultural para visitar abunda en estos pueblos. En Boca de Huérgano destaca el Torreón de los Tovar, la Iglesia de San Vicente con su portada románica y un puente de piedra del siglo XVI. Al llegar a Los Espejos de la Reina impresiona ver la bonita Torre del Reloj, y el cementerio de Siero de la Reina tiene una portada románica que es digna de mención por su diseño. A estos y otros monumentos se une la arquitectura típica de las casas donde están patentes las tradiciones rurales. Las fiestas también forman parte de las costumbres del valle y si queremos participar de ellas aún estamos a tiempo. En este mes, el sábado 11 de agosto, se celebrará la Feria del Pastero en Portilla de la Reina, en la que habrá exposición y venta de terneros junto a otras actividades paralelas.

Proyectos a la vista y otros que están en proceso de ejecución, son algunas de las medidas fijadas por el Ayuntamiento para mejorar los servicios del municipio. Las inversiones más cuantiosas son para construir la Casa del Cazador de la Reserva de Riaño en el Torreón de los Tovar, y el Pabellón Polideportivo cubierto en Boca de Huérgano. En los presupuestos también se contempla la restauración de Los Toriles para el Museo Etnográfico, y rehabilitar la Fábrica de Luz en Barniedo de la Reina. Así mismo se prevé la señalización de recursos turísticos mediante paneles informativos, lo cual facilitará las visitas a los viajeros.

Rutas de senderismo para conocer la zona, es otra de las alternativas que encuentran en este valle los amantes de la naturaleza. Podemos hablar de unas cuantas que están  bien señalizadas y se siguen sin dificultad. Desde Llánaves de la Reina podremos rea-

lizar las del Arroyo de Orpiñas, Puerto de San Glorio y Valle del Naranco-Valle de Lechada. Hay que acercarse al pueblo de Besande para seguir el camino de Arbillos; si se prefiere el de Matapiojos; entonces hay que empezar la senda en Boca de Huérgano. En cualquiera de estos recorridos están garantizadas las buenas panorámicas.  

Sabores y recetas exquisitas es lo que encontramos en la mesa y en la gastronomía de la zona. El cocido montañés se lleva la fama entre los platos típicos así como la chanfaina o el cocido de arvejos. Las carnes criadas en la zona son de alta calidad, también los embutidos, los quesos, la miel y los postres caseros. Además hay que probar la repostería artesana, a base de productos naturales y sin ningún tipo de aditivos.  §

 

Acebedo
Foto: Valvanera

 

Valle de Valdeburón

¡Vive el senderismo!

Ponte las botas y coge un mapa de la zona porque vamos a dar un largo paseo por Valdeburón. Estamos a los pies del Macizo de Mampodre, en una cola del embalse de Riaño, y desde este valle se divisan las más altas cumbres de los Picos de Europa en León. Pon atención a todo lo que podrás visitar en Acebedo, Burón y Maraña, los tres municipios que conforman y se reparten la riqueza natural de este paisaje.

 

   Acebedo

Imagina un recorrido, unas veces a pie y otras sobre ruedas, atravesando bosques y verdes praderas por carreteras y caminos de montaña. Síguenos en este viaje turístico que tiene su primera parada en Acebedo, una población que destaca en el valle por ser capital municipal. La primera imagen que llama la atención es la Torre del Reloj que despunta sobre una colina donde parece ser que existió un antiguo castro astur. Esta curiosa construcción está al lado de la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari, un templo del siglo XIV que guarda en su interior un retablo barroco, tal vez el más antiguo de la provincia. En el mismo centro urbano te encontrarás con la Ermita de la Virgen de la Puente, y si das una vuelta por las calles podrás observar las casas típicas hechas de piedra y dos hórreos que se conservan del patrimonio etnográfico. Si eres uno de esos andarines o aficionados montañeros, entonces coge la mochila y el bastón de monte porque en Acebedo hay varias sendas que se alejan del pueblo. Desde allí se puede llegar hasta el Hayedo del Monte Cotado, o acceder a los Picos de Mampodre y sus cimas más emblemáticas. Otra posibilidad es realizar un trayecto del camino de largo recorrido GR1 a su paso por estas tierras. En su quinta etapa este tramo leonés parte de Acebedo y acaba en el Puerto de Tarna en la frontera con Asturias, después de pasar por Maraña, el collado del Cagüezo y la Ermita de Riosol. El camino es sencillo y se puede hacer a pie, en un tiempo estimado de poco más de tres horas y media, o en bici.

Con un día libre por delante podrás tomártelo con calma. Pero si quieres ver más, apura el paso a la vuelta porque aún te quedan por conocer otros dos pueblos que agrupa este municipio. Uno de ellos es La Uña que por su situación permite el acceso a Peña Ten. Esta preciosa montaña le otorga gran belleza al entorno y llama la atención de los montañeros que ven en su cresta una curiosa forma de cráter volcánico. Los vecinos saben bien que este paisaje es un reclamo para el turismo verde. No sólo por el ambiente rural que se percibe en esta población, donde aún se pueden ver restos de arquitectura tradicional y un molino antiguo. Para muchos la atracción está en plena naturaleza, y también en la Cueva de Los Burros un enclave con mucha historia en la zona, que sirvió de refugio en tiempos de la guerra civil. Otra visita obligada es llegar a Valdosín, un lugar en el valle donde está Fuente Naranco, considerada por muchos el nacimiento del río Esla. Para llegar hasta allí  hay que tomar el camino del Puerto de Ventaniella, que se usaba ya en el medievo para atravesar la Cordillera Cantábrica. Este recorrido, que partía de La Uña, tiene un primer tramo asfaltado hasta la fuente La Turriente, donde actualmente está marcado el inicio de una ruta del Parque Regional de Picos de Europa.

Ya sólo nos queda por visitar Liegos, un pueblo envuelto en antiguas historias y leyendas que antaño contaba la gente junto al hogar en las largas noches de invierno. No se sabe bien si algunas de estas historias son ciertas, sin embargo hay otras que sí podemos constatarlas. Dicen que en el Valle de San Pelayo se han encontrado varias lápidas vadinienses pertenecientes a una antigua tribu cántabra, y que en el mismo lugar hubo una ermita ya desaparecida. De su interior procede una imagen de San Pelayo que se conserva en la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Asunción. Después de conocer y visitar algunos ejemplos del patrimonio, y ya que estamos en este pueblo tenemos la oportunidad de estirar las piernas y realizar la Ruta Liegos-Acebedo. Durante el recorrido pasaremos por el nombrado Valle de San Pelayo, el hermoso Valle de Llorada y el Collado de Lois, para pasar por el Valle de Cosalines y de ahí a Acebedo. Sin darnos cuenta hemos llegado al punto de partida de este viaje turístico, con un montón de experiencias para contar y recordar. Sólo hay que dejarse guiar por los caminos, descubrir cada pueblo y andar por los senderos con espíritu de explorador.

 

   Burón

Las posibilidades de realizar senderismo en Valdeburón se extienden a lo largo y ancho de todo este valle, y esa característica implica también al municipio de Burón, que está formado por siete pueblos. En uno de ellos, Lario, tiene su punto de partida la ruta que lleva al Monte Ranedo. A los caminantes indecisos les animamos a realizarla y llegar hasta una pradera rodeada de árboles donde se ha reconstruido un chozo de pastores como los de antaño, con su corral. Este recorrido, que tiene sentido circular, empieza y termina junto a la Casa del Parque de Valdeburón, uno de los Centros de Interpretación del Parque Regional de los Picos de Europa. Así que de regreso hay que completar el día con una visita a este edificio que está abierto al público todos los días con entrada gratuita. Después de una excursión por la naturaleza será más fácil reconocer las plantas y animales que podremos ver en esta muestra que repasa los distintos hábitats, también las tradiciones y la vida del hombre en estas montañas. A pocos kilómetros de Lario se encuentra la cabecera municipal que es Burón, una población con mucha historia que fue en su día capital de la Merindad de Valdeburón. Esta hermandad, que agrupaba varios concejos, valles y partidos, tenía su origen en el siglo XI y entre otras curiosidades fue la única que existió en el Reino de León. Hoy en día recordamos su pasado al caminar por las calles de su casco urbano donde se distingue claramente la zona antigua y el Burón construido en los últimos años. Parte de la localidad fue sumergida por una de las colas del embalse de Riaño. Pero se salvó de las aguas la Iglesia parroquial del Salvador del siglo XVI que fue trasladada y levantada de nuevo en lugar seguro en 1990.

Las visitas rurales como ésta son más atractivas si se pueden compaginar con un recorrido a pie por los alrededores, y Burón ofrece esta opción para el viajero. A las afueras del pueblo hay un área  recreativa de donde parte la ruta que asciende al valle de Mirva y más adelante cruza el de Rabanal. La mirada se relajará ante los frondosos bosques de hayas y robles que se asientan en las laderas de las montañas, y los pies agradecerán pisar una vega tapizada de hermosas praderías. El cuerpo también pedirá tumbarse sobre la hierba, descansar y escuchar los pájaros con los ojos cerrados, sin pensar en el reloj, sin prisa por regresar a Burón, el punto final de la ruta.

 

   Maraña

Lo dice la palabra misma en su sentido etimológico, que “Maranna” significa lugar cubierto de montañas y con abundantes lagunas. En realidad es así, ya que este municipio está situado entre el Valle de Riosol y el Macizo de Mampodre, a un paso de los puertos de Tarna y de Las Señales. Maraña es el único pueblo que conforma este territorio, donde se aprecia la piedra finamente tallada por los canteros de la zona en la arquitectura tradicional. El paisaje es de gran belleza, con rincones para ver como los Valles de Valverde, los hayedos de Biescas y Maraniella o el robledal de la Pollería. Muchos de los montañeros que vienen hasta aquí se acercan a los picos de Mampodre. También hay viajeros que disfrutan con las celebraciones populares. A estos hay que avisarles de que el 15 de agosto se celebra todos los años una concurrida romería en la Ermita de Riosol en la que se dan cita unos actos festivos de gran éxito y popularidad. §

 

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Ribota
Foto: Valvanera

 

Valle de Sajambre

Parque Nacional Picos de Europa

Entre el cielo y la tierra

Como un enorme cuenco de formas irregulares, el Valle de Sajambre recoge en su interior todas las características de un paraíso natural. Comparte con su vecino Valdeón la pertenencia al Parque Nacional y también al Parque Regional de Picos de Europa.

 

   Oseja de Sajambre

Empezamos por elegir alguno de los muchos caminos que como una telaraña se dibujan sobre el mapa y conducen al viajero a lugares destacados por su belleza o interés histórico. Es el caso de la Senda del Arcediano, un arcaico paso entre montañas que lleva el nombre de su benefactor, un sajambriego que ayudó a adecentar los caminos. Para los que quieran recorrerlo hay que señalar que está dividido en varios tramos que facilitan su andadura. Este valle ofrece además la posibilidad de realizar las rutas guiadas que se organizan desde la Oficina del Parque Nacional en Oseja, donde informan al  excursionista de itinerarios, fechas y horarios. Una de ellas lleva a la Majada de Vegabaño, un lugar recomendable para pasear y sentirnos más cerca del cielo y de las montañas. En este paisaje de extremada riqueza medioambiental se asientan los pueblos que forman este municipio, y estos son Pío, Soto, Vierdes y Ribota, encabezados por Oseja de Sajambre. En cada uno de ellos nos invitan a celebrar las fiestas patronales. El 24 de junio es San Juan en Ribota, el 18 de julio se celebra Santa Marina en Vierdes, el 4 de agosto Santo Domingo en Pío y el 5 de agosto Nuestra Señora de las Nieves en Soto. En Oseja de Sajambre la protagonista es Nuestra Señora de la Asunción el 15 de agosto, y al día siguiente San Roque. Tampoco hay que olvidar que en la capital municipal tendrá lugar la IV Feria Ganadera y de Productos Típicos de Sajambre, el último fin de semana de octubre. Este encuentro es una referencia en el calendario ferial de la provincia y una cita a la que no debemos faltar. Después de seguir con atención los festejos populares, nos hacemos eco de las iniciativas que día a día mejoran la calidad de vida en los pueblos. En el Ayuntamiento nos han hablado acerca de todo ello. Se va a construir un Centro de Recepción de Visitantes en el antiguo edificio de “La Fonseya”, con una zona de aparcamiento, que podría estar listo en 2009. Ya está aprobado el montaje de unas viseras en Soto para prevenir los aludes de nieve, y se ha instalado una empresa en el valle que comercializará el queso de “Los Beyos” que se elabora en la zona. Por otra parte, y a la vista está, las obras de rehabilitación ya han finalizado en el edificio del Ayuntamiento. Además se está terminando una página web que facilitará información a los internautas acerca de este valle.

Tras conocer estas novedades damos un paseo por las calles de Oseja donde nos han contado que podemos conocer una colección etnográfica particular. Su dueño es Juan Manuel González Piñón, un agradable sajambriego que ha recopilado toda una muestra de objetos y utensilios cotidianos que reflejan la vida de antaño en los pueblos.

Con todo lo que hemos visto y como despedida dedicamos una última ojeada al valle desde un lugar privilegiado. A pocos kilómetros de Oseja de Sajambre, en dirección a Riaño, nos detenemos en un mirador desde donde se divisa una hermosa vista. Es el momento de decir adiós a un paisaje protegido, que deja una profunda huella en aquellos que vienen a este lugar para conectar con la paz de las montañas. §

 


Foto: Valvanera

 

Valle de Valdeón

Parque Nacional Picos de Europa

Difícil de olvidar

Un mar de montañas, de crestas calizas que se elevan a gran altura, es la imagen extraordinaria que ofrece este hermoso valle. Dicen de él que es “la morada de los dioses” y también “el divino Valdeón”, y quién se atreve a dudarlo. Hay que venir hasta aquí para verlo. Está en los límites de la provincia de León enclavado en un espacio que es Parque Regional, y a la vez Parque Nacional, de Picos de Europa. Texto: Elisa Velázquez

 

   Posada de Valdeón

La primera vez que visité Valdeón quedé impresionada. No tanto por esa simbiosis que uno experimenta cuando se siente unido a todo cuanto le rodea, sino porque nunca había visto nada igual. Las imágenes vuelven a mí como si todavía estuviera allí. Recuerdo el frescor de la roca en el corazón de las montañas, el sonido del río Cares cruzando el valle, y el olor a madera vieja en los pueblos. Se agolpan en mi memoria aquellas casas de piedra, con corredores y hornos de pan adosados al muro, que como testimonio del pasado y la arquitectura popular aún permanecen en pie. Tampoco he olvidado la sensación que me causó este paisaje, las montañas tan altas y la naturaleza que lo envolvía todo, los paseos y las visitas a los lugares más emblemáticos. Desde entonces ya no pude resistir la tentación de volver.

Ahora de nuevo regreso a este valle donde un día dejé una parte de mí. Llegar hasta  allí resulta más fácil desde que arreglaron el primer tramo de la carretera que va a Caín. Las reformas están a la vista y las márgenes ha sido acondicionadas en perfecta combinación con el entorno. En cuanto al segundo tramo, ya está aprobado, y después del verano comenzarán las obras. Tras años de reclamaciones éste es uno de los propósitos conseguidos por el Ayuntamiento de Valdeón, en su lucha por mejorar las vías de acceso al valle.

La primera parte de mi viaje ha sido una agradable sorpresa. El camino directo y sin problemas. Es el momento de abrir mi agenda donde tengo apuntadas algunas notas de mis objetivos en este valle.

 

Excursiones por la zona

No tengo excusa para no acercarme hasta Caín y realizar la Ruta del Cares, una senda que se adentra en Asturias y fue esculpida a tajo sobre la pared desnuda de la garganta que forma el río. Cada verano vienen numerosos visitantes a este lugar, uno de los más espectaculares que esconde la montaña leonesa. Hay puentes colgantes y túneles excavados en la roca durante un trazado de varios kilómetros que se debe recorrer con precaución y siempre sin separarse mucho de la pared, pues la zona aún mantiene su geografía más salvaje. Después de esta excursión, este verano pienso volver al Mirador del Tombo y quedarme extasiada con la visión de las cumbres. Hago esta reflexión mientras me tomo un café en un bar. Un chaval con botas y mochila me ha contado que éste es el paraíso de los senderistas y montañeros, ya que desde Valdeón se puede ascender a los macizos Central y Occidental de los Picos de Europa. Ahí están cotas tan conocidas como Torre Cerredo, Llambrión, Torre Bermeja o la popular Torre Santa, que superan los 2.500 metros de altitud. Una buena opción para visitar el entorno son las rutas guiadas que se organizan desde la Oficina del Parque Nacional que hay en Posada de Valdeón. Un tríptico me informa sobre este servicio gratuito. Las excursiones que se pueden hacer sin salir del valle son de dificultad media o baja, y se acompañan con las explicaciones de los guías interpretativos del Parque Nacional. Me informo sobre los requisitos y leo que para participar sólo tengo que estar en el punto de partida a la hora indicada. El lunes podré visitar la Fuente Oscura, el martes la Majada Vieja, el miércoles el Monte Piergua, el sábado se realiza la caminata de El Odrón, y el domingo me llevan a conocer el Colladín Redondo. Otra caminata recomendada es el camino viejo de Valdeón, que va desde el Puerto de Panderrueda hasta Posada por un bosque de hayas.

 

Visitar los pueblos

Necesito empaparme del ambiente rural, y para ello nada mejor que conocer a fondo este municipio. Posada de Valdeón es la capital administrativa que aglutina los núcleos urbanos de Caldevilla, Soto, Prada, Santa Marina, Cordiñanes, Los Llanos y Caín. Me gustaría visitarlos todos y cada uno, con algún pretexto. Santa Marina de Valdeón por ser el pueblo más antiguo del valle cuyo origen se remonta a la época medieval, y por guardar magníficas muestras de arquitectura tradicional. Cordiñanes porque desde allí se puede tomar un desvío y visitar la necrópolis medieval “El Barrejo”. De paso podría llegar hasta el Monte Corona y ver el famoso Chorco de los lobos, una ingeniosa trampa construida por los vecinos que se conserva en buen estado. Además me gustaría acercarme a Posada de Valdeón para ver en sus calles la cantidad de hórreos que aún se mantienen en pie. En esta población se construirá en un futuro un Centro de Recepción e Interpretación de Visitantes dado que el proyecto ya ha sido aprobado, así como el de un aparcamiento para vehículos y autobuses. Estas medidas son una atracción para el turismo. También lo son las iniciativas para conservar el patrimonio etnográfico, y prueba de ello es que se pretende recuperar un antiguo molino en Caín.

 

Acudir a las fiestas

Este año no puedo faltar a las fiestas más populares del verano en honor a la Virgen de Corona, patrona del valle. Estoy asombrada. Me han contado que es la tradición lo que ha mantenido hasta nuestros días unos actos festivos que proceden del año 1580. En aquellos días y ante la falta de lluvia los vecinos del pueblo sacaron en procesión su imagen y se produjo el milagro. La gente no olvida que cayó agua del cielo y cada verano se repite la costumbre de celebrar esta fiesta que tiene siglos de historia. El último domingo de agosto se saca a la Virgen de la Ermita de Corona y se conduce en procesión hasta una parroquia, un año a la de San Pedro en Soto de Valdeón, y el siguiente a la de Santa Eulalia en Posada. El día 8 de septiembre su imagen es llevada de nuevo a la ermita donde se conmemora el acto con una gran romería y verbena, muy sonada en todo el valle. Por otra parte tengo que apuntar en la agenda que los días 4, 5 y 6 de octubre tendrá lugar la Feria de los Picos en Posada de Valdeón. Apetecerá ir a ver esta exposición en la que se ponen a la venta productos típicos y artesanía hecha en la comarca. Cuando llegue el invierno también volveré a este valle para participar en alguna de las actividadesPosada de Valdeón de ocio que organiza el Ayuntamiento. En el pasado mes de marzo, el día 10 se realizó una Raquetada Popular desde el Puerto de Panderrueda, y el día 11 hubo una gran competición de nieve que partió de Santa Marina. Debido al éxito y a la afluencia de gente, el próximo año se volverán a repetir estos acontecimientos deportivos.

 

Llevar de recuerdo

En mi maleta me llevo los buenos recuerdos que este valle me regala, algunos objetos artesanos y productos de la tierra que aquí se elaboran de forma artesanal. En un establecimiento me han recomendado comprar miel de la zona, y también el exquisito Queso de Valdeón -cremoso y de intenso sabor- que ha conquistado a los paladares más exigentes. Tanto es así que este año ha vuelto a ganar el primer premio al mejor queso azul, a nivel nacional. Su aroma me transporta de nuevo a este valle de pastos verdes, de tradiciones arraigadas... sensaciones que no puedo olvidar. §

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Última revisión: abril 07, 2011. 
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