ABRIL 2007

¿Por qué alguien se decide a ser abrazador?
-Hay varios motivos diferentes, pero todos coinciden en lo básico: dar felicidad a otra persona, a un desconocido, para mejorar el mundo. En mi caso fue porque hice un documental llamado 'Con Ánimo de Lucro' que hablaba sobre la pobreza en el tercer y primer mundo, y pedía un cambio de actitud. Si cambias la actitud cambiarás el mundo. Cualquier cambio, por pequeño que sea, puede ser como un huracán. El mío fue salir a abrazar para mostrar una actitud positiva ante la vida. Los mails que recibimos certifican que hay personas a las que un abrazo les ha cambiado y ven que tienen el poder para hacer de este mundo un lugar mejor.

-¿Qué motivo impulsa a una persona a dejarse abrazar por un desconocido en la calle?
-Hay dos maneras de abrazar: una es ofrecer el abrazo, con lo cual nunca lo das sino que te lo dan; otros abrazadores dicen 'dame un abrazo', lo provocan. Yo soy partidario de la primera opción. Pero nunca pregunto el motivo por el que me abrazan, supongo que desean alegrarse el día con un abrazo. Al fin y al cabo es algo natural, ya que lo primero que hace la madre cuando nace su hijo es abrazarlo.

-¿La sociedad española es afectiva o todos necesitamos un abrazo?
-Fuera de cualquier sociedad, creo que todo el mundo necesita un abrazo. Científicamente se dice que un niño que no recibe abrazos de mayor no será muy sociable y tendrá problemas. Pero la mayoría de las sociedades del primer mundo dicen que están globalizadas y en realidad buscan una independencia en una nacionalidad, un idioma, tienen miedo del vecino... Estamos en un mundo muy estresante y no nos paramos a pensar qué es lo esencial de la vida, quién es la persona que tenemos al lado y qué hace, olvidamos el cariño y el amor.