ABRIL 2007
La
Inercia y la Fuerza de Voluntad
Sólo
existe algo que es más poderoso que la Inercia, y es la Voluntad.
Sólo existe un "remedio" contra la fuerza de la Inercia, y es la Fuerza
de la Voluntad.
La Inercia es la consecuencia del movimiento en círculo de lo que
denominamos "mal".
El "mal" como energía original no existe. Surge por la incorrecta
utilización de las Energías de la Creación, de las Energías que dieron
lugar a la Vida.
Dichas Energías originales se mueven en espiral, siempre evolucionando
en el Espacio, siempre creando y renovando.
El uso incorrecto y egoísta de ellas, o de una parte de ellas, las
encerró en un movimiento circular repetitivo, lo que da lugar al
nacimiento del tiempo, y con ello a la creación de la "prisión" en la
que vive el ser humano.
Este movimiento en "círculo vicioso" de la vida, da lugar a la Inercia,
y su fuerza es la fuerza de las Energías desviadas, una fuerza muy
poderosa que sólo se puede vencer conectando con la Energía Origen de la
Vida, la Energía de la Voluntad, que todas las criaturas vivas llevan en
su interior.
La Inercia es la otra cara de la evolución, del progreso, del caminar
firme y decidido hacia el fin de la Creación.
La Inercia enquista los valores, las ideas, los pensamientos,
convirtiéndolos en poderosas razones para justificar el enfrentamiento,
la separatividad, las guerras entre los seres humanos.
La Inercia convierte al individuo en algo sólido como una piedra cuando
debería ser flexible como el Agua. La mente capturada por el remolino de
la Inercia es rígida, cerrada, anclada en el pasado y obsesionada con
todo aquello, contra todo aquello, que pueda renovar, transformar, ese
pasado.
Mientras que a nuestro alrededor, en la naturaleza, en el planeta, la
vida continúa su movimiento, su constante renovación, en las mentes
dominadas por la Inercia no existe la renovación. Es más, sufren un
proceso progresivo de "solidificación" de las ideas, de los valores, y
como consecuencia los individuos se vuelven más agresivos, más
enfrentados a todo aquello que ponga en peligro sus "principios".
Todo esto lo podemos ver en la actual situación mundial, pero no es nada
nuevo, es lo que ha ocurrido en este planeta durante toda su existencia,
en esta humanidad que todavía no ha encontrado el camino para salir del
círculo vicioso de la Inercia, a pesar de que éste ha sido y sigue
siendo mostrado en numerosas ocasiones.
Pero dentro de cada uno, en lo más profundo del Ser, se encuentra la
solución, y ésta es la Fuerza de la Voluntad.
Si la Inercia es el veneno del progreso, la Voluntad es el antídoto
perfecto que devolverá la "salud" a la mente y la ilusión y la confianza
en el futuro.
Pero el uso de la Voluntad exige una condición previa. Para poder
manejar correctamente esa Fuerza, es imprescindible vivir usando,
manejando, la Energía del Amor. Si no es así, la poderosa Fuerza de la
Voluntad acabará destruyendo a quien la utilice.
Y todo esto, todo lo que aquí se dice, es fácilmente comprobable por
quien así lo desee. Sólo hay que repasar la historia de esta humanidad.
El nacimiento de poderosas civilizaciones, imperios, que acaban
destruidos por el remolino de la Inercia. Cautivos de su propia Inercia.
Sólo hay que observar la vida cotidiana de cada uno. Si se hace con
atención veremos que todos los días repetimos actos, palabras,
comportamientos, costumbres, exactamente iguales, sin pararnos a pensar
en renovarlos.
Y no digamos con las ideas políticas, religiosas, con los "gustos"
deportivos, con las modas, con la música, etc. etc.
Somos "animales" nacidos de la Inercia, y el día en que decidamos romper
esas cadenas, renovar nuestra mente y nuestro cuerpo, empezaremos a
construir el Hombre Nuevo que se espera que nazca de esta Humanidad.
Cada día, cada hora, cada instante, puede ser el principio de una nueva
vida. Más libre, más auténtica, más unida a todo y a todos.
Sólo se necesita valor y usar lo más preciado que tenemos, la Fuerza de
Voluntad. ∆ |