| |
SEPTIEMBRE 2006
¿Hay freno para el
Sida?
¿Y para qué vale
esta Conferencia Internacional Veraniega? Pues para pedir al
aire más compromisos, más medios, más investigación, más
dinero. Más de todo. |
S in
pena ni gloria. Así ha pasado la XVI Conferencia Internacional sobre el
Sida celebrada en Toronto en pleno agosto, que es cuando se aprovecha
para hacer todas las cosas que, o bien no tienen mayor importancia, o
bien interesa que pasen desapercibidas, mimetizadas entre el fragor
veraniego.
El caso es que mientras muchos se tostaban al sol, un buen número de
expertos mundiales se juntaron para analizar la situación del Sida en el
mundo. Veinte mil personas entre científicos, profesionales sanitarios,
políticos, empresarios, ONG e instituciones de todo el mundo, así como
afectados. En fin, una gran plantilla para plantear problemas y discutir
soluciones.
Conclusiones: pocas y conocidas. Las cifras bajan en los países ricos,
mientras continentes enteros, como Africa se mueren de Sida (sólo en la
zona subsahariana viven 25 de los 40 millones de infectados) y amplias
zonas de América latina o Asia meridional viven una expansión de la
enfermedad. La mayor pandemia de los últimos tiempos avanza sin control,
y aunque dicen que el número de personas que tienen acceso a tratamiento
se ha multiplicado por diez, es un logro poco afortunado, porque la gran
mayoría se muere sin haber tomado ni una aspirina. Las cifras de la OMS
son contundentes: en países de rentas bajas o medias, menos de la cuarta
parte de los enfermos recibe tratamiento. ¿Y para qué vale esta
Conferencia Internacional Veraniega, en la que ha destacado la escasa
participación de líderes mundiales? Pues para pedir al aire más
compromisos, más medios, más investigación, más dinero. Más de todo.
¿Pero por qué, teniendo en cuenta que hace un cuarto de siglo que se
identificó el virus, todavía hablamos del sida como uno de los mayores
azotes de la humanidad? ¿Por qué todavía se sigue entreteniendo a la
gente con asuntos absurdos, como preservativo-sí, preservativo-no,
queriendo meter cuestiones morales donde sólo cabe hablar de salud?
Hay que tener en cuenta que mientras grandes territorios como los antes
nombrados, sigan doblegados por la enfermedad, su despegue social y
económico será completamente imposible. Con menos competidores, el
mercado es más cómodo para los países desarrollados, que siempre tendrán
a los más pobres a merced de ayudas y préstamos.
Por otra parte, ya se ha denunciado la galopante feminización del sida.
Es algo que tiene unas implicaciones desastrosas, ya que se frena el
inminente despegue de las mujeres en todos los campos y además garantiza
la propagación de la enfermedad a las siguientes generaciones,
hipotecando también el futuro.
Y es que ellas llevan sobre sus hombros más de lo que muchos países
están dispuestos a admitir. Son agricultoras, comerciantes,
industriales, obreras, a la vez que madres y esposas. Realizan una gran
parte del trabajo pero obtienen una parte ínfima de los beneficios.
Sostienen las familias, crean cooperativas, asumen pequeños créditos
para levantar microempresas que sacan adelante con muchísima dedicación.
Se ocupan de la educación y de la tierra; de la salud y de la economía
familiar. Sin embargo son ellas las que tienen más difícil el acceso a
los créditos, a la información, al mercado. En muchos países se hallan
en desventaja jurídica. Y para seguir sumando, son víctimas de un alto
grado de violencia, tanto dentro de los hogares, como a raíz de
situaciones externas, como conflictos bélicos, en los que la recompensa
sexual es para algunos ejércitos una especie de botín de guerra. Son
millones las que viven sometidas a los varones, sin ejercer ningún tipo
de control sobre su cuerpo y sobre su sexualidad, Este factor es de tal
importancia, que ya se ha dicho que la libertad sexual de las mujeres es
fundamental para poner freno al sida y permitir el desarrollo de
comunidades enteras.
Así pues, una de las llaves está en las mujeres. La pregunta es ¿están
los hombres-maridos-gobernantes-empresarios dispuestos a quitarles los
grilletes y dejarlas actuar? A lo mejor les va la vida en ello./
C.F. |
| |
|