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NOVIEMBRE 2006
Los think tanks nacieron en Estados Unidos en los
años treinta y ahora comienzan a tener repercusión en nuestro país.
Estos laboratorios de ideas generan líneas de pensamiento que sirven a
los políticos como guía de trabajo y aspiran a cambiar el modo de pensar
de miles de personas. Los ciudadanos comienzan a plantearse si viven
sometidos a los dictados de unas pocas mentes.
Texto: Marta Iglesias
T odos desconfiamos de una palabra extranjera que no
encuentra una contrapartida en nuestro idioma. Si think es 'pensar' y
tank es 'tanque', en realidad la traducción literal es tanque de ideas o
contenedor de ideas. ¿Demasiado estático? José Manuel Roca, profesor de
Sociología en la UCM, aclara que "la traducción literal sería algo así
como depósitos de pensamiento, pero esta traducción confunde la función
de estas instituciones porque, además de ser silos o almacenes de ideas,
en el sentido pasivo de guardar o conservar, son muy activas en la
elaboración y propagación de ideas y teorías. Son laboratorios antes que
depósitos".
Tan inclasificable como la palabra es también el concepto. ¿Qué son en
realidad los think tanks? Unos los definen como creadores de opinión,
una referencia intelectual o una forma diferente de hacer política. Los
más críticos consideran que son grupos de presión encubiertos. De hecho
las reformas económicas de Margaret Thatcher se basaron en los estudios
realizados y promovidos por el Institute of Economic Affairs, y las de
Ronald Reagan en los de la Heritage Foundation.
Según Roca, "los think tanks, si nos referimos a las entidades
norteamericanas que han puesto de moda esta locución, son centros en
general privados, dedicados a analizar asuntos de relevancia política y
a difundir los resultados de tales estudios. Los temas que tratan van
desde la economía a la cultura, pasando por la defensa, los impuestos o
el gasto social, pero están enfocados desde la perspectiva de los
valores conservadores -libre empresa y mercado sin trabas, Estado
mínimo, libertad individual, política exterior agresiva y defensa de la
hegemonía norteamericana-. Su papel es influir sobre la sociedad, y en
particular sobre quienes deciden y crean opinión: políticos y
periodistas. Son la retaguardia intelectual o la cocina de la actividad
política conservadora".
¿Orígenes norteamericanos?
La palabra y el concepto parecen proceder de Estados Unidos. De hecho,
uno de los think tanks de los que existe más documentación es la
Fundación Heritage. Sus orígenes se remontan a 1973, fecha en la que
Nixon no logra convencer al Congreso para que apoye su proyecto de avión
supersónico. La argumentación que la American Enterprise Institute tenía
preparada llegó a los congresistas días después de la votación. Para que
este fracaso no se repitiese, dos dirigentes del Partido Republicano
decidieron crear una nueva asociación que pudiera influir en las
políticas, cambiar argumentos sobre la marcha y diseñar ideas a largo
plazo. Con el apoyo financiero de un empresario y un banquero se
financió lo que luego se bautizaría como Fundación Heritage. En el 77
logra numerosos donantes entre las transnacionales opuestas a la
política de Carter, así que la Heritage lanza día y noche ideas que
calan en los medios de comunicación y la sociedad. El resultado directo
es la llegada de Reagan a la Casa Blanca, acompañado de diez
colaboradores de la Fundación.
Para el profesor Roca, Estados Unidos en realidad ha recogido una idea
ya existente, le ha dado forma y la ha utilizado conscientemente. Según
sus declaraciones, "puede parecer que hoy es muy notoria la influencia
de ideas de tipo conservador -el llamado pensamiento único- para ordenar
la sociedad, e incluso el mundo. Pero no podemos olvidar que, durante
siglos, el think tank más poderoso del mundo occidental ha sido la
Iglesia católica, quien a través de una extensa red de parroquias,
ermitas y catedrales ha difundido de manera centralizada un mensaje que,
por su carácter de verdad revelada por Dios -la única Verdad-, se
consideraba incuestionable".
"Durante siglos, el
think tank más poderoso del mundo occidental ha sido la
Iglesia católica. A través de una extensa red de parroquias,
ermitas y catedrales ha difundido de manera centralizada un
mensaje que, por su carácter de verdad revelada por Dios, se
consideraba incuestionable" |
Hoy la lista
de think tanks norteamericanos es extensísima, así que entre los más
influyentes señalamos la Rand Corporation que depende del Departamento
de Defensa y tiene casi mil empleados; el American Interprise Institute,
al que algunos llaman el cerebro de Bush; The Center for Strategic and
International Studies, The Center for Security Policy y particularmente
la Fundación Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, de la que han
salido importantes miembros del equipo de Bush, como Rumsfeld, Perle y
Wolfowitz. Al preguntar a José Manuel Roca sobre la relación de Bush con
los think tanks de su país responde que "la relación es estrecha, pero
sin olvidar su relación con las iglesias, en un país en el que el 85% de
sus habitantes dice que la religión ocupa un lugar importante en su vida
y el 72% cree que el presidente debe tener fuertes convicciones
religiosas. Como ocurrió con Reagan, con cuyo mandato empieza la
ofensiva conservadora, Bush ha recibido el apoyo de varias iglesias
reformadas. Él mismo es un cristiano renacido, y en el país el 42% de
sus habitantes se considera así".
Aunque sólo hemos hablado de think tanks conservadores, también los hay
progresistas y democráticos, también llamados alternativos. Su función
es altamente necesaria para equilibrar la lucha de fuerzas, pero carecen
del apoyo político y financiero que tienen los anteriores. Pese a ello,
han encontrado el apoyo perfecto en Internet para expandir sus ideas sin
necesidad de grandes sumas de dinero que limiten sus objetivos.
Los think tanks en nuestro país
Con muchos años de retraso los think tanks han llegado a nuestro país.
No tienen ni de lejos la influencia ni la financiación que poseen sus
colegas norteamericanos, pero la esencia de generar opinión es similar.
En España Cidob, el Real Instituto Elcano y FRIDE son referentes
intelectuales dentro y fuera del país, y no están explícitamente
relacionados con partidos políticos. La Fundación Sistema y la Fundación
Alternativas están vinculadas al PSOE, y la Fundación de Investigaciones
Marxistas la promueve PCE/IU. "Si hablamos del campo político
conservador -apunta Roca-hay que citar en primer lugar, al más poderoso
y antiguo: la Iglesia católica. Es una verdadera potencia ideológica,
política y cultural, que aporta gran parte de las ideas y valores
sociales que hoy defiende la derecha. También FAES, la Fundación para el
Análisis y los Estudios Sociales del PP, la CEOE o el Círculo de
Empresarios. Ciertos grupos de comunicación, tanto conservadores como
progresistas, actúan también como think tanks". Entre todos destacamos a
la FAES por ser el 'refugio' del antiguo presidente Aznar. Se fundó en
1989 imitando los think tanks norteamericanos, al Adam Smith Institute y
al Centre for Policy Studies, que fueron las entidades británicas que
prepararon el triunfo de Margaret Thatcher. Su función es dotar al PP de
un pensamiento homogéneo, unificando las ideas de las corrientes que lo
integran, que van desde liberalistas económicos, antiguos franquistas,
cristiano-demócratas, conservadores, opusdeístas, neofranquistas,
europeístas y atlantistas. "Junto con la moral católica y el management
americano, el franquismo es una de las canteras ideológicas de la
derecha, cuya influencia se percibe en una noción centralista y uniforme
del Estado y en el ejercicio autoritario del poder, del que hacen gala,
donde gobiernan, los dirigentes del Partido Popular", completa Roca.
Las preguntas
ciudadanas
El hermetismo y la oscuridad existentes en torno a los diferentes think
tanks crean desconfianza entre los ciudadanos. Se desconoce quiénes son
esos 'expertos' cualificados para generar opinión, que se cuentan entre
empresarios, políticos, profesores universitarios... ocultos tras unas
siglas. Cuáles son sus objetivos es otra de las preguntas recurrentes y
la respuesta más evidente es que esto depende de quién financie a esa
asociación o fundación. Quien paga, manda. Es una ley de mercado y
también rige para la información generada por los think tanks. Frente a
ellos no debemos olvidar que existen núcleos espontáneos dedicados a
defender los derechos de mujeres, minorías o medio ambiente con pocos
medios pero muchos simpatizantes.
El pensar que
hay grupos que se dedican a crear nuestras opiniones y necesidades
políticas también nos lleva a plantearnos si los políticos que seguimos
por sus ideas son realmente personas que han diseñado su programa y
creen en él, o si su programa sigue los dictados que les traerán más
votos, siguiendo las directrices del think tank contratado.
"El papel de los
think tanks es influir sobre la sociedad, y en particular
sobre quienes deciden y crean opinión: políticos y
periodistas. Son la retaguardia intelectual o la cocina de
la actividad política conservadora" |
Para el ciudadano de a pie resulta antinatural financiar la creación de
ideas, algo que los librepensadores y soñadores generaban como una
necesidad. De sus ideas que iban de mente en mente dando lugar a una
conciencia global, hemos pasado a conceptos preconcebidos que penetran a
fuerza de insistir desde diversos frentes.
Think tank
suena a control de mentes, a gente que se considera con capacidad para
imponer su criterio por encima de sus semejantes, a quien manda y quien
obedece. ¿De la antigua esclavitud física hemos desembocado en una
esclavitud mental, más sutil, más efectiva? "Depende, naturalmente, de
la voluntad de cada persona para aceptar o rechazar las ideas que se le
ofrecen, para convertirse en ciudadano exigente o para aceptar ser sólo
un súbdito obediente -completa Roca-. Depende del espíritu crítico de
cada cual, de su capacidad de resistirse a valores dominantes, que se le
ofrecen como habituales, naturales o más convenientes, y de su esfuerzo
para formarse y para mantenerse informado y activo. Todo esto supone un
esfuerzo, está claro, pero, por el momento, no está prohibido pensar ni
difundir lo pensado". ∆ |
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