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MARZO 2006

Dos años con ZP

Zapatero heredó una España dolorida por las 192 muertes del 11-M, cansada de intrigas, harta de respirar crispación. Y a la vez esperanzada. "No nos falles", le pidieron los jóvenes al presidente la noche electoral.
Foto: Inma Mesa-PSOE

¡Cómo hemos cambiado...!

Después de dos legislaturas con mayoría absoluta del Partido Popular, las urnas giraron el 14 de marzo de 2004 y dieron la victoria a José Luis Rodríguez Zapatero. Hacía falta abrir las ventanas y renovar el aire. Vaciar España de un clima político viciado por las tensiones, la crispación, los ataques, los insultos y llenarlo de diálogo, de apertura y de diversidad de opiniones. En la mitad de la legislatura, es momento de hacer balance. Texto: Carolina Fernández

El 14 de marzo el pueblo español se expresó en las urnas con una contundencia difícil de pronosticar cuatro días antes. Fue la enrevesada respuesta del gobierno de Aznar tras el atentado del 11 de marzo lo que inclinó la balanza. El claro intento de engañar a la opinión pública, atribuyendo interesadamente, con prisas y sin certezas, el atentado a la banda terrorista ETA, desbordó la paciencia de una buena parte de los españoles, que pusieron con sus votos punto final a ocho años de gobierno del Partido Popular.

Conviene recordar que en el escenario de la política nacional se proyectaba, en los últimos meses, un espectáculo bastante desagradable. Decir que el clima era tenso es poco. Podemos añadir que se respiraba un aire denso como el chapapote que bañó las costas gallegas. Las descalificaciones diarias, en un tono cuya agresividad fue creciendo en los últimos meses de la legislatura, hicieron que el Congreso pareciese en ocasiones, más que un órgano de representación pública, una escalera de vecinos con mal carácter y poca educación. No existía el diálogo político. No había contacto con las organizaciones sociales. No se hablaba con los presidentes autonómicos. En general, no se hablaba. Nada.
Aznar pretendió gobernar el país igual que a su propio partido: sin permitir ni una discrepancia, ni un cuestionamiento, ni una duda sobre la conveniencia de sus decisiones. Pero la opinión pública empezó a perder la paciencia. Ya había salido a la calle para dejar claro, en el caso del Prestige, que no admitía engaños ni justificaba la incompetencia de los responsables políticos a la hora de gestionar la catástrofe. Las manifestaciones masivas en muchos puntos de España fueron sin embargo sólo un aperitivo de lo que estaba por llegar. Tras la decisión del gobierno español de apoyar la invasión a Irak, la calle se llenó de ciudadanos indignados que pedían el final de una guerra ilegal, urdida a espaldas de la ONU, en la que España participaba como consecuencia de la obcecación personal de Aznar por figurar mano a mano con Blair y Bush, un triunvirato moderno que quedó inmortalizado en la fatídica foto de las Azores.

En estos dos años las tropas españolas finalmente salieron de Irak. Hemos votado sí a la Constitución Europea y hay una utopía en el horizonte: la Alianza de Civilizaciones. Además tenemos, por fin, un gobierno paritario.

Así las cosas, tras la conmoción que produjeron en la sociedad española los atentados del 11 de marzo de 2004, vino la reacción. Y entonces sí, la cuarta parte de la población española salió a la calle. Sólo se hicieron dos preguntas: quién y por qué. Y no se creyó la versión oficial sobre ETA.
El domingo siguiente las urnas dieron la victoria a José Luís Rodríguez Zapatero, ante la sorpresa de un Partido Popular que todavía hoy no se lo ha creído del todo. Zapatero heredó una España dolorida por las 192 muertes del 11-M, cansada de intrigas, harta de respirar crispación. Y a la vez esperanzada. "No nos falles", le pidieron los jóvenes al presidente la noche electoral.
Aunque toda gestión de un país tiene siempre luces y sombras, sí podemos decir que algo ha cambiado. Una de las primeras promesas fue "renovar la vida pública" y hacer el aire político un poco más respirable. Y lo es, a pesar de la cerrazón del PP en su política de acoso y derribo al gobierno y de sus negativas constantes a participar en cualquier mesa de diálogo.
En estos dos años las tropas españolas finalmente salieron de Irak. Hemos votado sí a la Constitución Europea y hay una utopía en el horizonte: la Alianza de Civilizaciones, propuesta por Zapatero y abrazada por la ONU. Tenemos, por fin, un gobierno paritario con ocho ministras que, además, no piensan que la responsabilidad política esté reñida con la feminidad (Las recordamos posando para Vogue. Llovieron las críticas conservadoras. Lógico. Imposible imaginar una foto similar con las ministras del Partido Popular). Y continuamos: miles de inmigrantes han conseguido sus "papeles" y son ciudadanos de pleno derecho. Los homosexuales se casan, para escándalo de la España más conservadora, y ya no se fuma en el puesto de trabajo. Los presidentes de las Comunidades Autónomas, por fin, viajan a Madrid y pisan La Moncloa. También se ha empezado a trabajar en la necesaria reforma de los estatutos autonómicos, a pesar de la amenaza apocalíptica de que "se rompe España". Estrenamos una ley de Violencia de Género y otra de Educación, la LOE, y pronto esperamos la llegada de la Ley de Dependencia, etc., etc.
Faltan dos años para acabar la legislatura, y naturalmente falta programa electoral por cumplir. Es momento de hacer un pequeño balance, que si bien no es un análisis exhaustivo de cifras y datos, sí pretende ser un espejo que muestre lo que hemos cambiado en los dos últimos años. Y un avance de lo que nos queda por delante.
Como poco, es de agradecer haber dejado atrás el semblante permanentemente contrariado de Aznar, para pasarnos a un presidente que al menos, sonríe sin estrecheces.
A partir de ahí, lo que queda es trabajar. ∆

 

 POLITICA SOCIAL
Cambio de aires

Es sin duda uno de los puntos donde el gobierno ha querido hacer más hincapié. Tienen prioridad los colectivos que estaban más desatendidos, léase mayores, inmigrantes y mujeres maltratadas. En los últimos meses se han desarrollado varias medidas concretas:

Se prepara la Ley de Dependencia. A partir de su aprobación, la asistencia a todos aquellos que lo necesiten será un derecho constitucional, y no solamente una ayuda solidaria. Este paso adelante garantizará la asistencia a 1,3 millones de españoles y sus familias, supondrá un apoyo para muchas mujeres, que son generalmente las que llevan el peso del cuidado de las personas dependientes, y de paso se espera crear 300.000 puestos de trabajo. Un proyecto ambicioso.

Se ha legalizado la situación de 700.000 inmigrantes en situación irregular que poseían un contrato de trabajo. De esta manera gozan de los mismos derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos.

Por fin, una Ley Contra la Violencia de Género. Aunque es un paso en un camino muy largo, era una necesidad acuciante crear un marco legal específico para abordar un problema social tan grave como éste. Quedan todavía por desarrollar muchos puntos, pero el texto recoge el derecho a la protección de la mujer ante los malos tratos por parte de sus parejas, el endurecimiento de las penas a los agresores, y el establecimiento de medidas de prevención. También estrenamos los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, para atender estos casos de forma más especializada. ∆

 LEY DE DEPENDENCIA
"La ayuda se va a garantizar como un derecho"

     Mª Jesús Elizalde          
Directora General de Atención a Mayores, Discapacitados y Personas Dependientes del Principado de Asturias.

-¿Se están cumpliendo las expectativas de este gobierno en el terreno social?
-La evaluación es muy positiva. Yo diría que se están cumpliendo de una manera progresiva todos los compromisos que había en el terreno social. Hay una sensibilidad especial hacia los colectivos en situación de vulnerabilidad y se están tramitando una serie de normativas en ese sentido, como la regulación de la lengua de signos y los sistemas alternativos de comunicación para las personas sordas. Otra iniciativa ha sido reservar un 5% de empleo público para las personas con discapacidad, un tema que en algunas administraciones, como la de Asturias ya se había conseguido, pero que ahora asume la administración central. Pero sin duda, lo más importante es la tramitación de la Ley de Dependencia.

-Un paso muy importante en el terreno social.
-Efectivamente. Como sabéis se aprobó en Consejo de Ministros el anteproyecto de ley, que entrará a debate a lo largo del 2006 y que esperamos que en el 07 empiece a funcionar. Se trata de un salto importantísimo para nuestra sociedad, que se ve reflejada en la medida que atiende a las personas que lo necesitan. Es una ley para todos aquellos que necesiten cuidado y apoyo, no sólo para las personas mayores de 65 años, porque cuando hablamos de una dependencia estamos hablando de cualquier edad.

-De alguna manera, esta ley cambia la idea de lo que era la ayuda social.
-Sí. Esto es muy importante, porque ahora la ayuda no va a ser una cuestión benéfica para las personas que tienen dificultades, sino un derecho de la ciudadanía. En el momento en el que un ciudadano esté en situación de dependencia, realmente tendrá que ser atendido a través de unos servicios determinados, y si no puede ser, por la zona en que se encuentre, habrá un apoyo económico a las familias.

"La Ley de Dependencia es para todos los ciudadanos que necesitan cuidado y apoyo, no sólo para los mayores de 65 años"

-Como un servicio más.
-Exacto, como los servicios sanitarios o educativos. Estará ahí para que el ciudadano que lo necesite pueda utilizarlo. Será una cuestión de derecho. Y de la misma manera que el sistema sanitario ha tardado años en construirse, el sistema de atención a la dependencia tendrá que ser progresivo e ir consolidándose en un plazo que se calcula pueda ser de unos diez años.

-Se habla de garantizar la asistencia a 1,3 millones de españoles. Otro tema son los cuidadores. La mujer tiene en este aspecto un papel fundamental.
-Sí, va a suponer un apoyo a las familias pero sobre todo a las mujeres. Es una ley feminista en un doble sentido, porque va a permitir a las mujeres liberarse de determinadas situaciones, y por otra parte les va a permitir trabajar en el ámbito del cuidado de las personas dependientes. No va a ser un sistema que va a generar solamente gastos, sino que va a generar también ingresos a través del empleo. Se calcula que el sistema de atención a las personas dependientes creará alrededor de 400.000 empleos.

"A partir de ahora la ayuda no va a ser una cuestión benéfica, sino un derecho de la ciudadanía"

-Con estas políticas nos ponemos al nivel de Europa en temas sociales.
-Se aborda un tema muy importante que Europa lleva años afrontando. Por supuesto los países nórdicos nos llevan muchos años de ventaja a la hora de atender a la población cuando está en una situación de necesidad.
Creo que es evidente que hay una sensibilidad especial por los temas sociales. No es algo que esté sujeto a subjetividades, son datos objetivos, por más demagogia que se quiera hacer. Supone un cambio de filosofía, un cambio en los métodos de actuación. ∆

 

     Isabel Menéndez Menéndez          
Periodista

La igualdad en la actual legislatura

Diez años más tarde de las primeras campañas desde el movimiento asociativo, en otoño de 2004, el gobierno socialista aprobaba la Ley Orgánica Integral de Medidas contra la Violencia de Género, una ley que no hubiera visto la luz sin el empuje y la constancia de las organizaciones de mujeres y que había sido rechazada, dos años antes, por el Gobierno del Partido Popular. Con esta acción, el Presidente Rodríguez Zapatero cumplía con la promesa de que esa sería la primera norma que enviaría al Parlamento.
La norma articula un conjunto de medidas entre las que destaca la sensibilización, la protección de las víctimas y el fortalecimiento del marco penal y procesal. Así, desde esta ley se intenta dotar a los poderes públicos de instrumentos educativos, asistenciales, sanitarios y publicitarios, con el objetivo de erradicar una lacra que cada año termina con la vida de un centenar de mujeres en España. Sin embargo, no todo ha sido positivo. Fundamentalmente, se ha criticado que ha entrado en vigor sin medios suficientes y se ha advertido de la debilidad de la ley en cuanto a garantizar la protección de las víctimas, tanto por la indefinición del texto como porque la dotación policial seguiría siendo escasa. No obstante, y pese a sus deficiencias, es una ley positiva. Ha dado, sobre todo, un paso de gigante: el reconocimiento del problema tiene un enorme valor desde el punto de vista simbólico y la incorporación de nuevos instrumentos legales y sociales, desde el punto de vista práctico. Es previsible que el tiempo y la experiencia permitan solucionar los problemas que hasta ahora se han detectado.

Este gobierno ha tomado decisiones que han satisfecho algunas reclamaciones históricas.

No obstante, no es la Ley Integral la única iniciativa del gobierno en materia de igualdad. Desde la elección de un gobierno paritario entre hombres y mujeres, a las reformas de algunos artículos del Código Civil, pasando por la regulación de la esfera del cuidado a personas dependientes, han sido muchos los cambios que se han introducido en esta legislatura. Por ejemplo, no ha sido hasta ahora que las mujeres solteras han podido inscribir a sus criaturas sin nombre del padre o que las personas que, libremente, han decidido contraer matrimonio, de la misma forma pueden disolverlo, sin necesidad de culpables o causas más allá del legítimo deseo de dos personas adultas de cambiar su situación. Por otra parte, la previsible licencia por paternidad, exclusiva de los varones, es un compromiso que promete mejorar la ausencia de equilibrio entre corresponsabilidad y empleo.
Aunque la igualdad entre hombres y mujeres no es todavía una realidad y algunos temas siguen fuera de la agenda política, lo cierto es que este gobierno se ha arriesgado y ha tomado decisiones que han satisfecho algunas reclamaciones históricas. Sería deseable que incorporara las que siguen pendientes. ∆

 

 ECONOMIA
Haciendo cuentas

     Arcadi Oliveres          
Doctor en Ciencias Económicas de la UAB

Recién terminado el año 2005, el gobierno hacía balance de la situación económica del país con una sonrisa de satisfacción en la cara. Según las cuentas oficiales, España se ha convertido en la economía más sólida de Europa, y terminó el ejercicio del año anterior con superávit en las cuentas públicas. Además, la tasa anual de paro se sitúa en el 8,7%, la cifra más baja en los últimos 25 años y se han creado un millón de puestos de trabajo. Conviene recordar que uno de los principales compromisos del gobierno en tema económico era luchar contra la precariedad laboral: crear empleo, sí, pero de calidad.
Sin embargo, para Arcadi Oliveres, Doctor en Ciencias Económicas de la UAB, las cosas no han cambiado mucho desde la legislatura anterior. "Es muy difícil hoy en día para un gobierno hacer políticas propias porque el margen de maniobra es escaso, al estar sometidos a los vaivenes de la economía internacional y condicionados por las decisiones de la Unión Europea". Los cambios más importantes deberían apreciarse en el terreno social, sin embargo, aunque ha habido ciertas mejoras, no son las suficientes para lo que sería esperable en un gobierno de izquierdas", apunta Oliveres, que ha sido fundador y coordinador en España del movimiento ATTAC y actualmente preside la ONG "Justicia i Pau".

-De modo que la transición de un gobierno de derechas a uno de izquierdas, no se ha notado mucho en este terreno.
-Pues no, a nivel económico no hay muchas diferencias. Sí las hay a nivel político, puesto que estamos muchísimo mejor ahora que con la crispación permanente del gobierno de Aznar, eso también hay que reconocerlo, pero a nivel económico no. Y no hay que sorprenderse. Tuvimos una experiencia pésima con la derecha, y la verdad es que ahora tampoco vemos lo que debería ser el eje central de una política de izquierdas, que es la redistribución.

"No se trata sólo de cifras de ocupados y no ocupados, sino de la calidad de este empleo. Las contrataciones ofrecen una calidad laboral escasa."

-Una de las promesas electorales fue elevar progresivamente el salario mínimo interprofesional hasta alcanzar los 600 euros mensuales al final de la legislatura. Después de una subida importante estamos en 541 euros. ¿Se logrará el objetivo?
-No lo sé, la verdad es que parece difícil. Pero la cuestión es que aún suponiendo que se llegara a los 600 euros mensuales, no deja de ser una vergüenza el hecho mismo de que se proponga esa cantidad como salario mínimo. Hablamos de 7.200 euros al año (8.400 contando con dos extras), cuando la renta per cápita española es de 21.000 euros. Esto quiere decir que en el mejor de los casos el salario mínimo supondrá una tercera parte de los ingresos medios de los españoles, cuando la Unión Europea dice que se es pobre cuando no se llega a la mitad de los ingresos medios del país.

-¿Sería realista plantearse una subida mayor?
-Hay que tener en cuenta que el margen de maniobra es pequeño, y también que la política del Partido Popular fue nefasta, por tanto no es fácil superar estas cosas. Sin embargo yo creo que habida cuenta de la vergüenza que representa la publicación de los beneficios empresariales, que suben año tras año, se podría enfocar de otra manera el tema de los salarios mínimos. Antes era un referente que poca gente cumplía, pero ahora hay realmente muchas personas contratadas con este salario mínimo, por lo tanto pienso que habría que inflarlo más.

"Si el gobierno se llama socialista, debería seguir el ejemplo de Francia y reducir la jornada laboral"

-Otro de los puntos fuertes del programa económico es el empleo, no sólo la cantidad, sino también la calidad.
- Estamos en algo más del 8% de paro. Aparente mente es una cifra correcta, teniendo en cuenta que en alguna ocasión llegamos incluso a superar el 20%, sin embargo hay dos advertencias que hacer. Cuando yo estaba en la facultad se decía que cualquier país cuyo índice de paro supere el 3% de la población activa tiene un problema social grave. Y nosotros triplicamos esa cifra. Además, no se trata sólo de cifras de ocupados y no ocupados, sino de la calidad de este empleo. Las contrataciones ofrecen una calidad laboral escasa. Hace dos meses, hubo un accidente en la construcción de una autopista que mató a dos trabajadores, y resultó que eran subcontratados, de subcontratados, de subcontratados, que eran portugueses y que además tenían jornadas laborales de 12 horas. Es un pequeño ejemplo de cuál es la calidad del empleo en nuestro país.

-¿Cómo podría afrontarse esta cuestión?
-Si el gobierno se llama socialista, debería seguir el ejemplo de lo que hizo en Francia el gobierno de Lionel Jospin, también socialista. Fue algo muy lógico enfocado a la redistribución: reducir la jornada laboral. En el caso español, estaríamos hablando en primer lugar de la reducción de las horas extras, porque aunque la jornada es de ocho horas, los promedios son de diez, porque sistemáticamente se practica la política de las horas extra. Evidentemente, si la gente trabaja diez horas y pasa a trabajar ocho, hay un excedente de trabajo que se puede redistribuir. La solución debe ir en esa dirección y no en otras más utópicas, como pensar que mañana llegará una empresa japonesa con 8000 puestos de trabajo. Además, forma parte del recorrido histórico, porque si pensamos en el nacimiento del capitalismo las jornadas eran de 16 horas. Ahora hemos llegado a las ocho, quién nos dice que no podemos pasar a las 5 ó 6. No es la solución que más gusta a los interlocutores sociales -porque los patronos prefieren tener menos trabajadores durante más horas- ni a los trabajadores -porque tienen mayor salario-. Por tanto el intermediario, que es el Estado, se lo piensa antes de entrar en camisas de once varas. Y la situación continúa igual.

"No vemos lo que debería ser el eje central de una política de izquierdas, que es la redistribución"

-¿Y qué decir de las cuentas públicas? Parece que el gobierno ha aprobado con nota.
-En primer lugar, yo encuentro escandalosa esta tendencia implantada por Rodrigo Rato -supongo que practicando sus aspiraciones a director del FMI-, de que las cuentas públicas deben tener superávit. Con el déficit social enorme que tenemos es imposible que un país tenga superávit. El dinero tiene que ser bien gastado, evidentemente, para mejorar el nivel social. Yo la idea del superávit público la rompo, y por aprendizaje histórico me atengo al keynesianismo, que lo que predicaba era un déficit público para poder promover la acción económica y los servicios públicos. Si el Estado o la Seguridad Social tienen excedentes, que se los vayan transfiriendo mutuamente. No admito ninguna política que para quedar bien en cifras macroeconómicas pretenda el superávit fiscal.

-¿Crece nuestra economía satisfactoriamente?
-Yo me apunto a lo que predica una ONG francesa con muy buen criterio, que es el decrecimiento económico. Yo siempre he dicho que felicitaré a aquel ministro de economía o incluso a aquel empresario que me diga que al año siguiente no se va a crecer, sino que se va a decrecer -claro está, descontando la inflación- sencillamente porque el mundo no puede admitir que los países occidentales sigan aumentando su producción y su consumo. Si Occidente continúa con este ritmo al final se necesitarán tres planetas para atender todas las necesidades. Como esto no es posible, porque no los tenemos aunque se descubra uno más lejos de Plutón, los occidentales debemos reducir el consumo, y por lo tanto también la producción. Me parece una aberración la declaración de cualquier gobierno que diga que quiere crecer, evidentemente, repito, quitando la inflación. ∆

 

 VIVIENDA
Lo que vale un techo

     Dacio Alonso          
Portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE)

Dado que el precio de la vivienda se ha convertido en algo absolutamente desproporcionado en los últimos años, el gobierno de Zapatero se propuso implicar al Estado, las Comunidades y hasta los Ayuntamientos para trabajar conjuntamente y relanzar la vivienda protegida, que se encontraba al borde de la extinción. También se brinda apoyo a los colectivos con más dificultades y se crea una Agencia Pública de Alquiler, que ha empezado a dar resultados.

Actualmente, para comprarse un piso, la mayoría de las familias tienen que hacer un esfuerzo económico que sobrepasa sus posibilidades: la mitad del sueldo se lo llevará la hipoteca durante los próximos treinta años. Es fácil concluir que miles de familias viven sobreendeudadas. Dacio Alonso, portavoz de la Unión de Consumidores de España (UCE) lo achaca en primer lugar a la falta de políticas públicas de vivienda en legislaturas anteriores: "El abandono de la vivienda protegida por parte del anterior gobierno, obligó a las familias a comprar la única vivienda ofertada en el mercado, la vivienda "libre", obligando a las familias a adquirir un vehículo con precio de Mercedes cuando su nivel adquisitivo es para un Clío".
La UCE ha denunciado esta situación en innumerables ocasiones. Y es que, dicen, la responsabilidad de cumplir con el artículo 47 de la Constitución se ha dejado casi exclusivamente en manos de "los promotores y constructores, cuya única lógica es la del máximo beneficio". Estos colectivos profesionales actúan con "total impunidad", y aprovechándose de la necesidad de los ciudadanos de acceder a una vivienda "imponen condiciones que conculcan sistemáticamente los derechos reconocidos a los consumidores".

Según la UCE, el nuevo Plan de Vivienda apoya la vivienda protegida, fomenta el alquiler y moviliza la vivienda desocupada.

Para contrarrestar esta tendencia, la ministra María Antonia Trujillo presenta el Plan de Vivienda 2005-2008, que según fuentes gubernamentales ha resultado ser el más consensuado de todos los presentados hasta ahora. Pretende poner a disposición de los ciudadanos, sea en compra o alquiler, 180.000 viviendas al año, y establece que los colectivos más beneficiados sean precisamente aquellos con mayores dificultades: jóvenes, mayores y discapacitados, entre otros. A pesar de que algunas propuestas concretas, como la generada por los pisos de 30m2, han levantado una gran polvareda, Dacio Alonso, portavoz de la UCE, valora positivamente este Plan, ya que "apuesta de forma decidida por la creación de un parque de vivienda protegida, tanto en propiedad como en alquiler". A juicio de esta agrupación, el citado plan favorece el acceso de los ciudadanos a la vivienda, amplía el peso de la vivienda protegida, fomenta el alquiler y moviliza la vivienda desocupada. "Supone una decidida intervención del poder público en una dirección contraria al movimiento del mercado. Mientras la posibilidad de acceder a una vivienda dependiera del mercado libre, las familias de renta media-baja, jóvenes e inmigrantes tendrían las puertas cerradas, puesto que no hay un solo promotor-constructor que pudiendo vender a un precio mayor, venda más barato si tiene mercado libre".
Se echa de menos, no obstante, una campaña informativa que haga llegar a los consumidores este cambio de política, de manera que sepan con qué posibilidades cuentan, a qué ayudas pueden tener acceso y cómo mejorar su posibilidades tanto de compra como de alquiler de su nueva vivienda. ∆

En números ROJOS
A pesar de que se promueven más de 500.000 viviendas cada año, acceder a una de ellas a un precio razonable es prácticamente imposible para la mayoría de los ciudadanos. Hace tan solo seis años, en 1999, el esfuerzo económico de las familias españolas era menos del 30% de la renta familiar para acceder a una vivienda de 90 metros, con un préstamo a 20 años. En 2005, las familias necesitan dedicar más del 50% de su renta al acceso de esa misma vivienda. ∆

 

Miguel Angel Revilla: "España es un país muy plural y es necesario que los distintos pueblos y regiones que lo conformamos tengamos puntos de encuentro, para abordar lo que nos une y lo que nos separa"
Foto: Gobierno de Cantabria

 COMUNIDADES AUTONOMAS
Por fin, hablamos

     Miguel Angel Revilla            
Presidente de Cantabria

-En su discurso de investidura, José Luís Rodríguez Zapatero prometió "recuperar el diálogo político con las Comunidades Autónomas".
A los dos años de legislatura ¿se puede afirmar que efectivamente se nota un cambio en las relaciones entre Comunidades y Gobierno Central?
-Sin ninguna duda. El Presidente está cumpliendo rigurosamente ese compromiso que asumió en su investidura y ha dado pasos de extraordinaria importancia en ese sentido, como la creación de la Conferencia de Presidentes o la recuperación del debate sobre el Estado de las Autonomías en el Senado, que se celebró el año pasado por vez primera desde 1997. En mi opinión, estos pasos son muy acertados y marcan una dirección por la que espero que el Gobierno de la Nación siga avanzando. España es un país muy plural y es necesario que los distintos pueblos y regiones que lo conformamos tengamos puntos de encuentro, para abordar lo que nos une y lo que nos separa. El diálogo es siempre la base fundamental e imprescindible para llegar a acuerdos.

"Me gustaría que fuera posible un gran acuerdo para llevar adelante la reforma constitucional necesaria y lograr que el Senado pase a ser el foro institucional de las autonomías"

-Con el cambio de gobierno, y ahora que ya es posible hacer una valoración ¿cómo ha cambiado el clima político en nuestro país?
-En mi opinión, es precisamente en el diálogo donde radica la gran diferencia. Hemos pasado de un Gobierno con mayoría absoluta, crecido por esa situación que no estaba dispuesto a escuchar nada ni a nadie que le llevara la contraria, a un Gobierno en minoría parlamentaria que depende precisamente del diálogo y de su capacidad para alcanzar acuerdos con otras formaciones políticas. Como consecuencia, ahora existe una mayor disposición al entendimiento entre los diferentes partidos, a la que sólo permanece ajeno el Partido Popular. Da la sensación de que el PP todavía no ha asimilado su derrota electoral y actúa como si le hubieran arrebatado algo de su propiedad, posicionándose contra todos los demás y generando una crispación bastante indeseable en la vida política. Esa actitud es también la tónica del Partido Popular en Cantabria, donde su política se limita al insulto contra el Gobierno y el no porque no a toda iniciativa de progreso para la Comunidad Autónoma.

-¿Podría decir que echa algo en falta de la relación con el anterior gobierno del Partido Popular?
-Lo cierto es que no. Creo que fue un Gobierno demasiado prepotente y encerrado en sí mismo, que cometió errores gravísimos, como el apoyo a la guerra de Irak en contra de la opinión mayoritaria de la ciudadanía española, por lo que las urnas le acabaron pasando factura. Como Presidente de Cantabria mantuve una relación cordial con el anterior Gobierno, pero no se puede comparar el clima de simpatía, entendimiento y apoyo que marca las relaciones con el actual.

-¿Qué le pediría al gobierno actual, de cara a avanzar y mejorar el diálogo con las Autonomías?
-Yo espero que el Presidente siga cumpliendo su compromiso de impulsar el diálogo político con las Comunidades Autónomas, lo cual pasa en mi opinión por la reforma del Senado, para que deje de ser una Cámara inútil y cumpla el papel que le corresponde como Cámara de representación territorial. Me gustaría que fuera posible un gran acuerdo, con el consenso de todas las formaciones políticas parlamentarias, para llevar adelante la reforma constitucional necesaria y lograr que el Senado pase a ser el foro institucional de las autonomías. ∆

Fue una de las promesas: renovar la vida pública. Y es que hacía falta cambiar el aire de una España cuya actualidad política, el día a día, se estaba enturbiando desde hacía muchos meses, y que en el último tramo del gobierno de Aznar se había tornado especialmente agria. Podríamos decir que la vida pública se hallaba instalada en el "no" permanente: No diálogo, no debate, no negociación. Ni siquiera contacto entre las partes. No solamente los interlocutores sociales no encontraban un hueco en las agendas de los ministerios -y no digamos del presidente-, sino que tampoco los representantes de las distintas Comunidades Autónomas, legítimos portavoces elegidos en las urnas, tenían fácil la comunicación con La Moncloa. De hecho, fue una de las etapas de menor contacto. Juan José Ibarretxe, por ejemplo, no había tenido contacto con Aznar en los últimos dos años antes de las elecciones. El debate político con las autonomías estaba literalmente congelado.
Zapatero promete: "me propongo recuperar el diálogo político con las Comunidades Autónomas, con todas las Comunidades Autónomas. Con este propósito me entrevistaré con todos los Presidentes Autonómicos antes del verano, una iniciativa que quiero mantener, al menos, una vez al año".
Además, se compromete a crear una Conferencia de Presidentes.
El día 28 de octubre de 2004 se celebra la primera de estas conferencias, que por primera vez en la historia sienta alrededor de la misma mesa a todos los presidentes autonómicos.
Después, lo que queda por delante es trabajar. ∆

 

 JUSTICIA

     Edmundo Rodríguez Achútegui          
Portavoz de Jueces para la Democracia

En el ecuador de la legislatura. Balance a la Justicia

La actual legislatura, que atraviesa su ecuador, ha sido provechosa en materia de justicia. Comenzó con serias dificultades, puesto que había trescientos jueces sin juzgado, pese a la sobrecarga de 400 órganos jurisdiccionales, estaba sin concretar la reforma de la oficina judicial, la administración de justicia seguía siendo objeto de escaso aprecio social y el CGPJ se había partido en dos.
En algunos aspectos, afortunadamente, se ha avanzado. Uno de los principales problemas heredados, por imprevisión, se ha solucionado al crearse, tan sólo en 2005, 250 plazas judiciales. Junto a las de 2004, más de 60, y las 96 previstas para el 2006, se ha logrado alcanzar el compromiso de 400 plazas judiciales incluso antes de que se termine la legislatura. Las promociones de jueces sin plaza se han terminado, facilitando en consecuencia una mejor atención al ciudadano en el servicio público judicial.

En materia de libertades se ha avanzado con el reconocimiento de la igualdad en el matrimonio de personas del mismo sexo.

También está en marcha la compleja reforma de la oficina judicial. Después de siglo y medio, por fin se acomete el cambio de modelo. Será difícil percibir los frutos en breve, pero lo esencial, el cambio de filosofía, que apuesta por pequeñas plantillas para auxilio personal del juez y amplios servicios comunes para la tramitación, está en marcha.
En ese esfuerzo de modernización será preciso, también, adecuar la administración de justicia a la realidad del estado autonómico. Después de veinticinco años de reparto competencial entre Comunidades Autónomas y administración central, la justicia era una excepción a la que, por fin, le ha llegado el turno. Ya son 9 las Comunidades Autónomas con competencia, y sería deseable que al terminar la legislatura las 17 fueran responsables de esta materia.
En materia de libertades se ha avanzado con el reconocimiento de la igualdad en el matrimonio de personas del mismo sexo. Quizá es hora, también, de desjudicializar el Registro Civil, evitando que se repitan circunstancias tan tristes como las que han determinado que algunos ciudadanos no puedan contraer matrimonio por los escrúpulos morales de algunos.
En el debe encontramos, sin duda, al Consejo General del Poder Judicial. Una institución que debiera estar por encima del enfrentamiento partidario, pero cuya mayoría, con el presidente al frente, ha apostado por su desprestigio sistemático, convirtiéndose en una correa de transmisión de evidentes intereses partidistas. ∆

 

     Antonio Guirado          
Presidente de Gays Positivos

Matrimonio homosexual. Un antes y un después en los derechos civiles

Estos dos años de legislatura del gobierno de Rodríguez Zapatero han significado el mayor avance en los derechos civiles desde la promulgación de la Constitución de 1978. Para gays y lesbianas ha supuesto el fin a la secular discriminación que nos impedía gozar de la plenitud del derecho de ciudadanía. No era un tema fácil de llevar a cabo, como se ha podido comprobar por la respuesta furibunda de los de siempre (aquellos que constantemente a lo largo de la Historia se han opuesto a cualquier avance social). Sin embargo Rodríguez Zapatero y su gobierno han hecho prevalecer sus convicciones democráticas y sus compromisos electorales, respaldados por la mayoría social y la mayoría parlamentaria. Debemos saludar la rectitud de los valores democráticos del Presidente Zapatero, así como también reconocer a tantos hombres y mujeres que durante años han trabajado duramente para llegar hasta aquí.

Este no ha sido sólo un avance de la comunidad homosexual. Hoy la Igualdad (así, con mayúscula) es más amplia y alcanza a más gente.

Pero éste no ha sido sólo un avance de la comunidad homosexual. Hoy la Igualdad (así, con mayúscula) es más amplia y alcanza a más gente, y por eso nuestro país es más democrático, más justo, es mejor. Todos los ciudadanos, con independencia de su orientación sexual, de su ideología, de sus creencias, podemos merecidamente sentirnos orgullosos de vivir en un país que ha subido un peldaño en la escalera de la justicia social. Confío en que esta tendencia continúe en tantos otros retos que nuestra sociedad tiene pendientes.∆

 

 ECOLOGIA
España en verde

La gestión medioambiental del gobierno de Aznar estuvo manchada de negro. Negro del chapapote del Prestige entre otras cosas. Al daño ecológico evidente, hubo que sumar el engaño en la manera en la que el gobierno gestionó la tragedia, el desinterés de los responsables y la falta de transparencia a la hora de informar. Las manifestaciones multitudinarias dejaron clara la postura de la calle: nunca más una tragedia evitable, y nunca más un gobierno que ignore el clamor de los ciudadanos.
Y llegó Cristina Narbona, con amplia experiencia en gestión medioambiental, para ponerse al frente de un Ministerio que hasta el momento había ido a la cola de las demás carteras. Se prometió, ante todo, diálogo con las organizaciones ecologistas, algo que hasta el momento no había existido. Y así, con la idea de que el Ministerio de Medio Ambiente dejara de ser "invisible", comenzó la legislatura.
Dos años después, desde Ecologistas en Acción su portavoz
Theo Oberhuber valora positivamente algunos avances propiciados por el Ministerio de Medio Ambiente, pero se suspende la política global del gobierno ya que no ha habido un cambio hacia políticas sostenibles, como se reclamaba.

-El Ministerio de Medio Ambiente ¿aprueba o suspende?
-En general, la valoración de este Ministerio es positiva, ya que ha sido el único ministerio de este gobierno que efectivamente tiene entre sus prioridades y como principal preocupación el Medio Ambiente. Se puede decir que ha favorecido algunas mejoras y que ha propiciado avances. Aunque haya transcurrido poco tiempo todavía, se han cumplido algunas de las reivindicaciones de los ecologistas. Se ha avanzado por ejemplo en el tema de la participación pública, especialmente con el funcionamiento del Consejo Asesor de Medio Ambiente. También se han paralizado algunos proyectos del anterior gobierno negativos para el Medio Ambiente, como por ejemplo el trasvase del Ebro. En general la gestión desde el Ministerio de Medio Ambiente, aunque insuficiente, ha sido positiva.
El problema es que no es el único que tiene competencias en este tema. Hay otros, como Fomento, Economía o Agricultura, que también tienen una gran responsabilidad en esta materia, y las políticas que llevan a cabo son bastante diferentes, ya que apuestan por políticas totalmente contrarias al desarrollo sostenible.

"En general, la gestión del Ministerio de Medio Ambiente, aunque insuficiente, ha sido positiva"

-¿Como por ejemplo?
-Son políticas similares a las del anterior gobierno. En el apartado de transportes, se ha puesto el marcha el PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras de Transportes), basado en la construcción de nuevas carreteras, nuevas líneas de trenes de alta velocidad, que va a suponer la imposibilidad de cumplir con el protocolo de Kyoto debido al aumento de las emisiones de CO
2. Es de nuevo apostar por un modelo insostenible basado en el transporte por carretera, en lugar de potenciar el tren convencional. También hay gran cantidad de proyectos de construcción de puertos industriales que causarán un gran impacto. Por otra parte, Agricultura sigue realizando una apuesta por la utilización de transgénicos, con el efecto que producen tanto en la salud de los consumidores, como en los agricultores.
Si hablamos del sector energético, nuestro país ha seguido en la misma línea de anteriores gobiernos, un sistema basado en la utilización de petróleo y derivados. Se sigue sin dar suficiente apoyo a las energías alternativas y sobre todo, se sigue sin tomar medidas drásticas para frenar el consumo. Por eso en nuestro país es imposible hablar de sostenibilidad. Aunque se diese un decidido apoyo al desarrollo de las energías renovables, no sería suficiente si no se pone coto a los altísimos consumos energéticos.

"Otros ministerios, como Fomento, Economía o Agricultura, apuestan por políticas totalmente contrarias al desarrollo sostenible"

-¿Reclamaríais por tanto mayor coordinación entre ministerios?
-
El gobierno es como un tren que avanza con dos máquinas. Una muy potente que avanza hacia la insostenibilidad, y otra mucho más débil, que intenta avanzar hacia la sostenibilidad pero que pese a su esfuerzo y su interés se ve arrastrada. Es necesario que todo el gobierno vaya en la misma dirección y que el Ministerio de Medio Ambiente tenga más peso, porque cuando hay intereses contrapuestos suelen ser los otros los que imponen sus planteamientos.

-Una de las promesas de este gobierno, no sólo en tema medioambiental, había sido potenciar el diálogo y la comunicación con las organizaciones sociales. ¿Ha sido así?
-Ese sí ha sido uno de los aspectos positivos. Es cierto que tanto en el Ministerio de Medio Ambiente como en el resto se han abierto posibilidades para tener encuentros con ministros o con otros altos cargos. Lo que ocurre es que la transparencia y el diálogo por sí mismos no son suficientes. Muchas de las medidas están siendo devoradas por el movimiento económico en el que estamos inmersos, y se pierden por el camino. ∆

 

 EDUCACION
Llega la LOE

Sin duda ha sido una de las apuestas del Gobierno para la primera mitad de su legislatura. Puede presumir de ser la ley educativa más consensuada de nuestra historia democrática, basada en el diálogo y sacada adelante gracias al esfuerzo de partidos políticos y organizaciones por acercar posiciones y llegar al mejor acuerdo posible. Todos han participado activamente en el proceso, a excepción del Partido Popular, que se mantuvo al margen optando por la política del "no" por principios. La opinión mayoritaria es que no es una ley perfecta para ninguna de las partes, pero aceptable para casi todos. La mejor de las posibles. Aunque para algunos sectores, sobre todo para los que abogan por una escuela pública laica, todavía hace demasiadas concesiones a la religión católica. "No es lo que nosotros pretendíamos, pero somos conscientes de que para que pudiéramos tener una ley lo más ampliamente consensuada ha tenido que haber renuncia por parte de todos. No se puede llegar a acuerdos manteniendo posturas radicales y sin flexibilidad para negociar", manifiesta Ginés Martínez, vicepresidente de la Confederación Española de Padres de Alumnos (CEAPA).
La LOE viene para sustituir la Ley de Calidad de la Ministra Pilar del Castillo, aquella que traía de vuelta la reválida, que convirtió las clases de religión en obligatorias y puntuables, y que seleccionaba a los alumnos distribuyéndolos en itinerarios. Apenas hubo negociación y se aprobó gracias a la mayoría del Partido Popular con el apoyo de Coalición Canaria.

La aprobación de la LOE se basó en la negociación. No es perfecta para ninguna de las partes, pero es aceptable para casi todos.

La materia de religión se convirtió en el centro de todas las polémicas. El Partido Popular, organizaciones conservadoras afines, como la CONCAPA y también representantes religiosos de la Conferencia Episcopal, organizaron manifestaciones multitudinarias en las que pedían que no se terminase con las clases de religión, algo que, según se aclaraba desde el gobierno, no iba a suceder en ningún caso. Simplemente se la consideraría como optativa y no puntuable. "El PP ha incluido el tema de la LOE como un punto más en su agenda de la crispación. Y la religión, por cierto, se va a seguir impartiendo igual que desde hace quince años", apunta César Luena, presidente de la Federación de Estudiantes Progresistas de España (FAEST).
Además de reformar la Ley de Calidad, el gobierno había prometido una mejora en las ayudas para la educación, comprometiéndose a "aprobar un crédito extraordinario para incrementar la dotación y el número de becas". Actualmente las cifras indican un aumento: las becas generales se han multiplicado por seis, y por siete las becas universitarias.
Otra promesa pendiente es la modificación de la Ley de Universidades, que va con un poco de retraso con respecto a las primeras previsiones. El gobierno pretende hacer una universidad más participativa, más ajustada a las necesidades de la sociedad y del mercado, con más capacidad de autogestión. Lo veremos a lo largo del 2006. ∆

 

 SANIDAD
Menos humos

Ha hecho otras muchas cosas, pero sin duda la Ministra Elena Salgado pasará a la historia por ser la que se atrevió a sacar a los fumadores a la calle. A partir del uno de enero del 2006, se prohíbe el tabaco en lugares públicos, oficinas, algunos bares y restaurantes, transportes, etc. Los fumadores se suben por las paredes y reclaman sus derechos, los no fumadores dan las gracias por respirar mejor, llueven los productos para dejar de fumar y las tabaqueras bajan precios para no perder mercado. En cuanto se retiran los ceniceros suben las ventas de caramelos. La ministra no piensa aflojar la mano y cuenta con que, al final, ganaremos en salud y ahorraremos en gastos sanitarios.
También hemos estrenado una Ley del Medicamento para controlar el gasto farmacéutico y reducir el uso abusivo de fármacos.

     Carmen Flores          
Defensora del Paciente

-Qué opina del rumbo elegido por el Gobierno en su política sanitaria? Los pasos dados ¿se ajustan a sus objetivos que planteó el gobierno en su día?
-¡No con rotundidad! La sanidad en todas las Comunidades ha seguido sufriendo un deterioro importante, tanto en la pública como en la privada. En cuanto a la Ley del Tabaco, la primera medida a tomar hubiera sido la exigencia de retirar toda la porquería que éste lleva, y después lo demás. Ahora mismo está beneficiando a las multinacionales farmacéuticas.

-¿Cuáles deben ser los principales objetivos de cara a los dos años que quedan de legislatura?
-Inversión, control del dinero que se da a las Comunidades, y sobre todo, eliminación de la lista de espera en la mayor medida posible y dotar a los servicios de urgencias de mayor personal y dotaciones, por ejemplo, ambulancias. Y en la privada más inspecciones, control de la facturación, de los profesionales que trabajan en ellas, control de las clínicas ilegales, etc. ∆

 

 COMUNICACION
Aires nuevos

     Fernando González Urbaneja          
Periodista

Fernando González Urbaneja, periodista
Foto: J.M.López

"En materia de medios de comunicación el PP no hizo nada, y lo poco que hizo fue equivocado"

Podemos decir que con el gobierno anterior colmamos el vaso. Y la última gota -recordamos- se llamó Urdaci, y sus informaciones al servicio del gobierno del Partido Popular. Llegamos a la conclusión de que era hora de renovar los medios públicos desde la raíz, partiendo desde la filosofía misma de su existencia. Todavía estaba demasiado presente el modelo de radiotelevisión pública creado durante el franquismo, como un instrumento más al servicio del régimen durante la dictadura, y más adelante, ya en democracia, sometido a los intereses partidistas del gobierno de turno. De modo que se hacía necesaria una transformación profunda que pusiese a los medios públicos en un lugar acorde con los tiempos. En su discurso de investidura Zapatero prometió dejar a los medios " libres del control del Gobierno al que tradicionalmente han estado sometidos". Le toca pues a este Gobierno la delicada tarea de regular a los medios sin entrometerse en su labor informativa, garantizando derechos y libertades, y a la vez lidiando con fenómenos de difícil clasificación, como la COPE. Los cambios propuestos, aún en tramitación, tienen nombre: la Ley de la Radio y la Televisión de Titularidad Estatal, basada en el informe del llamado Comité de Sabios, la Ley General Audiovisual, y la Ley de Creación del Consejo estatal de los Medios Audiovisuales.
La que sí se ha aprobado ya es la Ley de publicidad institucional, que prohíbe las campañas de "autoelogio".
El periodista Fernando González Urbaneja, fue uno de los expertos que formó parte del Comité de Sabios creado para informar al gobierno. Es, además Presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE). Según su opinión, avanzamos, pero poco, en la dirección señalada.

-¿Damos pasos o estamos en ‘stand by’?
-Digamos que avanzamos unos milímetros. Todos los compromisos están pendientes. En la Radiotelevisión pública prácticamente no ha pasado nada. Hay entre los compañeros que trabajan allí un cierto sentimiento, muy leve, de una menor presión oficial, pero como digo, con cuentahilos. Creo que sí ha habido un avance importante en la agencia EFE, que ha dado un salto de profesionalización importante, un salto que estaba en el código cromosomático de la propia agencia.
Luego, en todo lo referente al alejamiento de la influencia de la mano del gobierno de los medios audiovisuales, todavía estamos por desarrollar las leyes. Son unas leyes que van en el buen camino, pero todavía está todo por demostrar.

-Ya tenemos una Ley nueva, la de Publicidad Institucional
-Creo que es un buen paso, una buena iniciativa. Hay que ver todavía cómo se materializa y cómo se cumple, pero en principio es un punto positivo.

-¿Cómo valora el trabajo realizado por el Comité de Sabios?
-El gobierno cumplió su compromiso. El trabajo se hizo y el informe está hecho. El gobierno ha trasladado ese informe al Proyecto de Ley y el Proyecto de Ley está en el Parlamento. Hay que ver cómo se materializa, porque como se suele decir "bien empiezan las cosas si bien acaban".

"Tenemos leyes que van por el buen camino, pero todavía está todo por demostrar"

-¿Y qué decir del proyecto anunciado recientemente de crear un Consejo Audiovisual Estatal?
-Eso está en el compromiso político y electoral del PSOE y del PP. También está en las recomendaciones de la Comisión Europea que se creen Consejos Audiovisuales independientes. Pero el tema es, en primer lugar, que los organismos independientes tienen que acreditar que lo son. No son independientes porque lo diga una ley, sino porque en el ejercicio de su función lo demuestran. Segundo, y esto lo ha explicado Zapatero claramente, no es un consejo para entrometerse en los contenidos informativos. Si el próximo consejo acredita ser independiente, que le llevará tiempo, y además desde su creación no es un organismo fiscalizador ni sancionador de los contenidos, pues iremos en la buena dirección. Pero estamos todavía a los dos años de mandato y esto está en el telar, todavía por cumplirse.

-¿Cómo fue la gestión de gobiernos anteriores en este terreno?
-La gestión del Partido Popular en materia de medios de comunicación fue inédita, no hicieron nada y lo poco que hicieron fue equivocado.
Fue una política muy mala: muy mala en la gestión de la publicidad, muy mala en la gestión de todo el tema audiovisual, muy mala en la gestión de la televisión pública. Fue una lástima, la verdad, un desperdicio.
En la larguísima legislatura socialista anterior, fue positiva la privatización de los medios escritos pero hicieron un auténtico descalabro en todo lo que es la gestión de las licencias en los medios audiovisuales, que ha sido como una nube sobre la profesión. Ese es uno de los cánceres que aún padecemos. ∆

 

Diego López Garrido
Portavoz del PSOE en el Congreso

Diego López Garrido, portavoz del PSOE en el Congreso

"No hay otra forma de trabajar más que con el diálogo"

Es más generoso aún que el presidente a la hora de evaluar al Gobierno tras estos dos años de rodaje. Si Zapatero pone un 8,5, Garrido sube la nota al 9. Con este sobresaliente abordan la segunda parte de la legislatura, que seguirá avanzando en las cuestiones sociales.

También estarán en la agenda el Estado de las Autonomías y una fuerte apuesta: el proceso de Paz en el País Vasco, entre otros temas. Diego López Garrido, diputado en las cuatro últimas legislaturas y por tanto un asiduo en los pasillos del Congreso, es actualmente portavoz adjunto del PSOE.

-Hagamos un breve repaso, situándonos antes de las elecciones del 14 de marzo. ¿Cómo valoraría la última etapa del gobierno de Aznar?
-Yo creo que la opinión pública ya estaba incómoda ante una forma de gobierno como la que mostró el PP en su última etapa. Era un gobierno prepotente, encerrado en La Moncloa sin hablar con nadie. El ambiente interno del país era de no interlocución social, se le declaraban hostilidades a todo el mundo. José María Aznar ni siquiera recibía a los presidentes autonómicos. Además se enemistó con la mitad de los gobiernos europeos. En política exterior teníamos unas dificultades enormes de comunicación con nuestros socios más relevantes, sobre todo en la UE, lo cual es importante desde todos los puntos de vista, incluidos los fondos estructurales y los fondos europeos. Eso sí, nos llevábamos muy bien con los Estados Unidos y nos metimos en la guerra de Irak.

-Y el vaso se colmó tras el 11-M.
-Sí, por la forma en la que el gobierno gestionó el atentado. Eso fue la culminación del hartazgo de la gente. Como consecuencia de eso el Partido Popular perdió las elecciones. Hay que tener en cuenta que desde el punto de vista económico no íbamos mal, por lo tanto no fue un voto por la situación económica, sino por la situación política.

"No veo al PP por la labor de acometer la reforma del Senado y la Constitución, y si el PP no quiere esa reforma no se hará"

-Una de las primeras promesas de Zapatero fue renovar el clima político: diálogo y más diálogo.
-En esta legislatura yo creo que la gente ya ha visto un estilo distinto de gobernar. El diálogo se ha establecido en todos los frentes, con todos los presidentes autonómicos sea cual sea su procedencia política; con la aceptación del debate de iniciativas de reformas estatutarias, con apertura a muchísimos colectivos sociales. Ningún presidente ha ido tantas veces al Parlamento, y hay sesiones de control incluso en el Senado. También ha habido una mejora notable de las relaciones en la UE, desde una posición de liderazgo que nos hemos ganado a pulso, especialmente después del referéndum sobre la Constitución europea. Yo creo que ha habido un cambio sustancial y que la opinión pública lo ha apreciado.

-Las relaciones con el Partido Popular no han dejado de ser tensas en ningún momento. El Gobierno recibe sus embestidas, tengan o no tengan argumentos. Evidentemente forma parte de una estrategia política.
-El PP se ha enquistado. Se ha quedado tal y como lo dejamos el 14 de marzo, sin digerir la derrota, en el mismo sitio que estaba en la legislatura pasada. Sigue en la línea que le marcó Aznar, creyendo que no se puede salir de ahí. Eso le va a llevar a estrellarse electoralmente, no tengo la menor duda, porque o cambia o se va a perder todos los acontecimientos que sucedan en este país: las reformas autonómicas, la política europea, todos los temas relacionados con el esperado proceso de paz en Euskadi. Todo le pasará por encima sin enterarse. Y me parece que con tiempo, con perspectiva -todavía quedan dos años de legislatura- la gente lo verá. De todas formas el año que viene tenemos las elecciones autonómicas y municipales, pero sobre todo se verá en las generales. Yo creo que el PP no ha jugado ningún papel relevante en esta legislatura, la ha desperdiciado.

"El PP se ha enquistado. Sigue en la línea que le marcó Aznar, creyendo que no se puede salir de ahí"

-¿Veremos antes de la próxima cita electoral el día en que el PP diga "sí" a alguna cosa?
-Yo creo que no. Pienso que el PP llegó a la conclusión de que por la vía de ofrecer alternativas constructivas no iba a conseguir nada, y ha optado por intentar desestabilizar a este gobierno ¿Cómo? Pues en los asuntos más potentes, más de Estado. Ahí donde tendría que haber una mayor colaboración ofrece lo contrario. Son los temas que tienen que ver con los estados de las autonomías, y los que tienen que ver con terrorismo. En esos dos campos es donde más fuertemente está haciendo oposición el PP, lo que no dice mucho a favor de su madurez como partido político que quiere ser alternativa de gobierno.

-En algún momento se quiso confundir el "talante" que pregona Zapatero con una forma blanda de hacer política. ¿Se ha demostrado ya lo contrario?
-La democracia contemporánea es una distribución del poder, no una concentración del poder. No hay otra forma de trabajar más que con el diálogo, y es tan importante el gobierno como la oposición. Todas las fuerzas políticas y sociales tienen que tener su papel, ésa es la forma de gobernar. No tiene nada que ver eso con debilidad, todo lo contrario. Eso es lo que confunde el PP.
El Gobierno ha sido muy firme en sus decisiones, desde cuando retiró las tropas de Irak hasta cuando apostó decididamente por la Constitución europea, haciendo un referéndum que supuso un riesgo importante. Y también estableciendo políticas sociales, políticas de apertura a otros grupos parlamentarios progresistas, aceptando el debate de las reformas estatutarias.
El Gobierno ha sido y está siendo muy firme en materia antiterrorista. Han sido detenidas más de doscientas personas pertenecientes a comandos de ETA. Se ha juzgado, se ha encarcelado, y se ha dejado muy claro que la referencia única es la resolución del Congreso de los Diputados, con apoyo de siete grupos parlamentarios, que se hizo con motivo del Estado de la Nación del año pasado, en la que se señalaba claramente que no existe precio político al terrorismo.

-¿Cuáles serán los puntos fuertes del programa, a cumplir en lo que queda de legislatura?
-El presidente ha dado una lista de 28 proyectos de ley que se refieren sobre todo a los aspectos sociales, en los que destacan fundamentalmente la Ley de Dependencia y la Ley de Igualdad; también continuaremos en la línea de integración de la inmigración. Se atenderá la renovación de las fuerzas y los cuerpos de seguridad. Habrá una modernización de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en cuanto a su régimen disciplinario y también en cuanto a sus derechos. En temas de política internacional vamos a profundizar muchísimo en la cooperación internacional, en la línea estratégica de la Alianza de Civilizaciones.
También se seguirá adelante con dos puntos que no son los únicos, aunque el PP se ha dedicado a eso nada más. Se trata del ambicioso proyecto de modernización del Estado de las Autonomías, y la esperanza de paz definitiva en el País Vasco, que se sustenta en la firmeza del gobierno y en el mensaje a los terroristas de que cuando dejen las armas podremos hablar.

"La esperanza de paz definitiva en el País Vasco se sustenta en la firmeza del gobierno y en el mensaje a los terroristas de que cuando dejen las armas podremos hablar"

-Parece que se plantean grandes esperanzas en que este proceso avance en los próximos meses.
-El presidente del gobierno ha planteado que él piensa que ese momento puede estar relativamente cerca, pero tampoco ha dado expectativas especialmente optimistas. Ha dicho que puede ser un proceso difícil, complicado, con incidentes en el camino. El mensaje está lanzado por parte del Estado democrático. Por lo tanto depende ya de ETA y el mundo de Batasuna, que está ilegalizado y que sabe que o condena la violencia y ETA abandona las armas o seguirá en la ilegalidad.

-¿Será posible abordar en esta legislatura el tema de la financiación de la Iglesia?
-En esta legislatura no va a haber cambios sustanciales en ese terreno, pero es un objetivo irrenunciable que nos compete preparar para la siguiente, porque no cabe duda de que ya en el Concordato está recogido que el objetivo es que la Iglesia se autofinancie.

-¿Y qué pasará con proyectos como las esperadas y necesarias reformas de la Constitución y del Senado?
-Eso depende del Partido Popular. Tal y como está ahora mismo el PP no da la impresión de que quiera aceptar una reforma en temas tan trascendentales como esos. La reforma del Senado, por ejemplo, sería un paso importantísimo, ya que el grado de desarrollo de las comunidades exige una modernización para que realmente se convierta en una cámara de representación territorial. Personalmente esa postura me parece una irresponsabilidad política bastante importante.∆

 

 FUSION OPINA

Si hubiera que poner una nota a los dos años de gobierno de Zapatero, lo primero que habría que tomar como referencia es el comportamiento de la oposición. Y la oposición, ante la imposibilidad de acusar a ZP de no cumplir sus promesas electorales, utiliza el tremendismo para asustar y para descalificar, pero un tremendismo que sólo se alimenta de supuestos, aunque algunos son muy peligrosos.
Así, es un supuesto tremendista que España se está rompiendo en trozos. Es otro supuesto tremendista que el gobierno hace concesiones a ETA. Y es otro supuesto tremendista el que Zapatero sea rehén de los nacionalismos.
Nada de ello se sostiene por sí solo. Nada puede ser probado.
Por lo demás, muchas cosas han cambiado en estos dos años. Cosas que afectan a la dignidad de esta sociedad, de sectores que eran olvidados y marginados, de españoles que también tienen derecho a ser tenidos en cuenta.
Además, para hacer un balance y sacar conclusiones, no se puede olvidar lo que fueron los cuatro últimos años del gobierno Aznar.
Del despotismo se pasó al diálogo. Del "aquí mando yo" se pasó al consenso. Del desprecio se pasó a la mano tendida.
Y el hecho de que parte de la oposición no coja esa mano sólo hace reforzar la actitud del gobierno y resaltar sus intenciones, es decir, el compartir un espacio por igual con todas las fuerzas políticas, algo que no es del agrado de un partido, el PP, que preferiría un trato de favor y no mezclarse con determinados "elementos".
Esa es la cruz de la herencia de Aznar y lo que deja, una vez más, en evidencia, su idea de lo que debe ser una España de clases y diferencias.
Es evidente que ZP no gusta a todos, pero su lenguaje y sus gestos son para todos, mal que pese a los clasistas.
El resto sería entrar en detalles, y ahí hay de todo, cosas buenas y malas, aciertos y errores. Pero lo que nadie puede negar es que ha habido muchos cambios, aunque algunos no gusten a todos, pero... ¿Es eso posible? ¿Se debe gobernar atendiendo el gusto de los ciudadanos o sus derechos fundamentales? ¿Se debe gobernar contando con el pueblo o, como sucedió ante la guerra de Irak, pasando del pueblo?
A diferencia de antes, ahora los españoles sabemos que nadie nos puede meter en una guerra sin autorización del Parlamento.
También sabemos que no estamos a las órdenes de Bush. Y también que no hay españoles de primera y españoles de tercera.
Que nuestros mayores ya tienen una ley para no morirse de asco.
Que los homosexuales recuperaron su dignidad. Que por primera vez en la democracia, todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, dialogan, se ponen de acuerdo o discrepan en igualdad y respeto mutuo.
Y quedan dos años de legislatura donde muchas otras cosas pueden y van a cambiar, a moverse, porque lo que se mueve está vivo, pero lo que permanece inmóvil debajo de la bota sólo puede aspirar a morirse.
Son momentos históricos, momentos para vivir, sentir y colaborar con buena y sana intención. Lo contrario es hacerle daño a España y cerrar las puertas al futuro, un futuro que sólo es válido cuando está en movimiento. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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