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MARZO 2006
Páramos y Valles
Palentinos
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Un paseo por las nubes
Imaginemos un viaje por tierras de
horizontes lejanos, de suaves relieves, de valles, vegas y ríos de aguas
cristalinas. En un amplio y eterno cielo las nubes se mueven caprichosas
por este espacio de aspecto sereno y calmado. Ellas nos llevarán por
caminos y carreteras, por campos arados y pueblos de gran encanto rural.
Cruzaremos varios municipios para saber de sus costumbres, gastronomía,
cultura y patrimonio. Y en esta variedad de paisajes conoceremos las
zonas de Valdavia-Saldaña, y el valle del Boedo junto al de la Ojeda.
Como un gran puzzle de biodiversidad, los Páramos y Valles Palentinos se
abrirán ante nuestros ojos. Descubriremos la belleza de cada lugar y los
servicios turísticos que nos permitirán vivir esta aventura viajera con
la mayor comodidad.
Textos: Eli Cañadó |
Foto: Oscar Barbas
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Saldaña
Con
pasos firmes
Año tras año este municipio apuesta por su
futuro y plantea proyectos imprescindibles para su crecimiento y
desarrollo. La dotación de servicios que posee y su situación
convierten a Saldaña en un punto focal, que atrae por su gran oferta
comercial, cultural y turística.
N os adentramos
en la extensa zona de los Páramos y Valles Palentinos para llegar
hasta Saldaña, cabecera comarcal. El hecho de estar un tanto alejada
de la capital ha propiciado una intensa actividad comercial y el
crecimiento de su oferta hostelera. Saldaña tiene razones de sobra
para ser visitada en cualquier época del año, sea invierno o verano.
Para conocerla mejor contamos con la ayuda que nos ofrece el Centro
Integrado de Turismo en el edificio de La Casona. Este antiguo
inmueble del siglo XVI ha sido restaurado para albergar una oficina
de información y atención a los visitantes. Cuenta a su vez con una
sala de exposiciones temporales y un taller de artesanía. Uno de los
aspectos más turísticos es la gran tradición mercantil que tuvo
desde siempre la villa, que configuró su casco histórico con la
existencia de plazas porticadas y soportales. La Plaza Vieja de
Saldaña es una muestra de ello, y el origen de algunas vigas y
troncos que soportan los edificios pertenecen a los siglos X-XI. Ya
en la Baja Edad Media se daban cita en Saldaña las ferias ganaderas
y el Mercado Comarcal, que aún se sigue celebrando después de
quinientos años desde su implantación todos los martes. Sin embargo
la llegada masiva de expositores y visitantes coincide con el
conjunto de certámenes y eventos comerciales que se celebran en la
villa cada año. Cinco de estos encuentros han sido calificados como
Ferias Oficiales de Castilla y León, lo que implica para Saldaña una
gran promoción como centro comercial. ∆ |
Foto: Nan |
Buenavista de Valdavia
Revitaliza los sentidos
Al este de
Saldaña se encuentra la zona de La Valdavia, llana y generosa,
hospitalaria y siempre dispuesta a las visitas. La mayoría de los
pueblos y municipios toman el nombre del río que surca este valle,
entre pinos y robledales, siendo Buenavista de Valdavia el principal
núcleo rural.
En Buenavista de Valdavia siempre somos bien recibidos y la gente no
tiene problema en contarnos las posibilidades que tenemos de conocer
bien La Valdavia. Seguro que alguien nos indicará el camino hasta el
mirador de La Torre Vieja. Hasta aquí llega el aroma de la
vegetación y la flora que siembra las camperas y los claros de los
bosques. El hombre ha sabido aprovechar su floración con la
recolección artesana de la miel en La Valdavia, producto muy
valorado por su pureza y sabor. Ahora bien, la principal fuente de
ingresos de los habitantes del lugar procede de la actividad
agrícola y ganadera. Las grandes extensiones de cereales rodean este
municipio, encabezado por Buenavista de Valdavia. En este centro
urbano se concentran servicios variados, destinados a cubrir las
necesidades de la población. A menos de un kilómetro de Buenavista
se encuentra Barriosuso donde existe un antiguo templo dedicado a
San Juan Bautista. Desde este pequeño pueblo se accede al Valle de
Cabarrosa por una ruta que cruza bosques y praderas, en las que se
pueden ver colmenares con más de doscientos años de antigüedad.
Siguiendo el curso del río llegamos a Polvorosa de Valdavia donde
destaca la iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI. En otro
pueblo, Renedo de Valdavia, el río Avión se une al curso del
Valdavia, lo que explica la existencia de viejos molinos del "oilo"
que servían para el prensado del lino y su preparao. Por fin
visitamos Arenillas de San Pelayo, donde nos detendremos ante el
Monasterio de San Pelayo cuya portada impresiona como ejemplo del
mejor románico. ∆ |
Foto: Nan |
Sotobañado y Priorato
Agradable
por naturaleza
Al norte la
montaña palentina. Al sur la extensa tierra de "mar de campos". Y en
medio de todo ello, la imagen serena de estos valles envuelve la
vida rural de Sotobañado y Priorato. Este es sin duda uno de los más
bellos parajes que surca el río Boedo, entre verdes vegas y enormes
campos de cereales. E n esta estampa natural hay otras pinceladas de color: la ribera del Boedo, las olmedas, los dos pueblos que se asientan y dan vida al
municipio. El primero que visitamos es Sotobañado y Priorato, con su
Plaza Mayor porticada. Pasear bajo estos soportales es recordar el
pasado próspero que tuvo la villa, cuando se celebraban los mercados
dominicales y destacaba por su comercio e industria. Ya que estamos
de paso nos acercamos a la iglesia de la Virgen de la Asunción, para
ver su portada y una pila bautismal de estilo románico. A las
afueras del pueblo está la ermita Virgen de los Milagros, donde cada
primavera se celebra una fiesta de ámbito local y comarcal. Nos
queda conocer Sotillo de Boedo, otra localidad que se encuentra en
este municipio. Allí está la iglesia de San Nicolás, con una portada
románica y una pila bautismal del siglo XII con motivos geométricos
y vegetales. ∆ |
Foto: Nan |
Loma de
Ucieza
Una
estancia relajante
En la zona sur
de la Valdavia un paisaje de lomas determina este relieve natural,
previo a la Tierra de Campos. Su perfil ondulado es un espacio
abierto donde se asientan varios municipios, entre ellos Loma de
Ucieza. En Bahillo, su población más destacada, sabremos de las
ofertas de ocio que nos aguardan.
En
medio de tanta calma se perfilan los pueblos que forman este
municipio: Bahillo, Gozón de Ucieza, Itero Seco y Villota del Duque.
En todos ellos hay sorpresas por descubrir y razones para
visitarlos. En Bahillo el edificio del Ayuntamiento alberga una
biblioteca municipal y un salón de usos múltiples recientemente
habilitado. Dado que no conocemos el lugar nos dejamos aconsejar por
las guías turísticas, que indican en Bahillo la importancia de la
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Dentro del templo se
pueden ver los artesonados mudéjares, el retablo mayor y una pila
bautismal del siglo XVI. En una ruta por el Arte Medieval en Vega
Valdavia, el siguiente paso sería llegar hasta Itero Seco, donde
está la pequeña ermita de San Miguel. Si preferimos pasear a
nuestras anchas, las caminatas más relajantes son las que haremos
por las márgenes del río Ucieza. La presencia de agua es importante
en este municipio y de hecho es uno de sus recursos más reclamados,
pues tiene fama de buena calidad. ∆ |
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