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MARZO 2006

Autenticidad

Iñaki Gabilondo
-Periodista-

Iñaki Gabilondo, periodista

Más de cuarenta años de radio frente a los oyentes sólo se mantienen con honestidad y veracidad. Y ahora cada noche se enfrenta a la cámara del informativo nocturno de Cuatro para trasladar su manera de analizar el mundo. Un periodista comprometido con su trabajo, que a la vez es su hobby y su descanso, su modo de conocer más el mundo y de conectar con los diversos personajes que configuran la realidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"El PP tiene una legítima ambición de conquistar el poder. Pero su obsesión es tal, que interpreta la actualidad en clave de perfidia"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Lo que le reprocho a la oposición y a algunos medios de comunicación es el dramatismo alarmista que manejan, no la dureza ni su crítica"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Se están diciendo cosas que pueden llevar a alguien como el Teniente General Mena, al convencimiento de que todo está amenazado"

Texto: Marta Iglesias
Fotos: Sogecable


Hay muchos calificativos para describir a este gran comunicador, pero auténtico es el que engloba todos. Quizás podríamos considerar aventurero a este hombre que a los 63 años dejó un trabajo consolidado y empezó un nuevo reto, pero para él es un regalo en el camino. Podríamos decir que sus noticiarios rezuman profundidad en los temas que trata, pero nos diría que es su propia y madura visión de un mundo demasiado complejo para sintetizarlo en dos minutos. Curioso, sereno o valiente son otros adjetivos que se cuelan en la conversación, pero nos quedamos con auténtico. Un ser humano que dejará huella en el libro de la vida.

-¿Qué te ha supuesto el reto de pasar a la televisión, ahora que tu telediario ya tiene un tiempo de experiencia?
-Es más que el paso de la radio a la televisión, porque yo concluí mi carrera radiofónica, me despedí y en vez de irme al IMSERSO me vine a colaborar en el nacimiento de una televisión. Entonces está siendo muy interesante, muy divertido, muy rico para mí, un gran aprendizaje y una experiencia muy bonita desde el punto de vista humano. Es un regalo para una persona de mi edad el que se le ofrezca la oportunidad de vivir una experiencia inaugural. Es cierto que me dicen, 'pero ¿cómo arriesgas el éxito y empiezas desde cero?' Pero si yo no arriesgo nada. Mi éxito está ahí, ya concluí mi vida radiofónica, fui un líder, tuve muchos premios... eso no me lo van a quitar. Para mí el presente es un regalo y me lo tomo así, como una oportunidad de aprender, algo que me apasiona.

-¿Qué ingrediente diferente aportan tus noticias? ¿Cuál es tu sentido de la información?
-A estas alturas yo ya no me puedo falsificar, puedo intentar aprender la mecánica de la actividad televisiva, pero mi mirada sobre la actualidad y la realidad no la puedo modificar. Mi telediario siempre tendrá una mayor densidad o una mayor profundidad, aunque ésta la considero mucha palabra. Estas noticias son el resultado de mi manera de ver las cosas, con lo cual pueden resultar un poco más personales.

-Frente a los sucesos que eligen los demás informativos para desarrollar, ¿qué temas considera prioritarios Iñaki Gabilondo para analizar y hacerle llegar a los espectadores otra visión de la realidad?
-Los criterios de selección de las noticias se pueden hacer por muchas razones. Los canales que en este momento están librando una feroz batalla por la audiencia deciden sus noticias con una mirada puesta en conseguir más espectadores. Como nosotros estamos en una fase inicial y no participamos en esa batalla, no tenemos necesidad de observar ese aspecto. Por esa razón yo me sirvo de una mirada distinta con la que observo los elementos que a mi juicio tienen más importancia pública. Por ejemplo, los temas de energía. Que Rusia y Ucrania empiecen a pelear, para muchos es una noticia internacional, pero para mí además recuerda que España tiene una gran dependencia energética. Entonces yo le presto atención a este asunto porque me puedo permitir el lujo de mirar con mayor perspectiva. Me paro en temas de internacional que parecen ajenos a nosotros pero que creo que marcan de una manera profunda nuestra realidad. Y luego en la vida política y en la vida pública, no presto atención al asunto en sí mismo, sino a lo que tanto me desanima: que todo se convierte en una guerra PSOE-PP, PP-PSOE. Eso es lo que me permito señalar cada día.

-¿Consideras que en muchas ocasiones las noticias son demasiado superficiales y no despiertan en el ciudadano su sentido crítico y su mente analítica?
-Es que evidentemente ahora mismo los medios de comunicación están condenados a la superficialidad, sobre todo la radio y la televisión. Hay una cosa que aprendí hace unos cuantos años. Cuando era más joven tenía la impresión que parece tener mucha gente en la sociedad: que los medios de comunicación son los encargados de transmitir el conocimiento de la realidad. Y eso no es así, la información no es todavía el conocimiento. Si quieres tener conocimiento de la realidad vas a tener que hacer cosas mucho más complicadas que limitarte a ver un telediario u oír un programa de radio. Tendrás que dedicarte a reflexionar un poco, leer libros, asistir a conferencias, pensar. Ahora el espectador pide a los medios que cinco minutos de radio o diez de televisión le permitan pasar al conocimiento de las cosas, y como no lo logra entonces dice 'es que ustedes me hacen una entrega muy superficial'. Mire usted, es que si nosotros le hiciésemos la entrega no superficial que reclama, no tendría tiempo ni nos lo dedicaría a nosotros.

Política, un ambiente crispado
-¿Cuánto tiene que ver la guerra de medios a la que asistimos con el ambiente político que tiene lugar?
-Hay por un lado una pelea de audiencias, que es una pelea profesional, y luego una guerra. En esta última la política tiene todo que ver, absolutamente todo, porque en este momento parece que los medios y los partidos políticos son eslabones de la misma cadena. No es así exactamente, pero los medios de comunicación y los partidos parecen empeñados en que la gente se lo crea. Es decir, entre la Ser y el PSOE hay una afinidad ideológica, entre la COPE y el PP hay una afinidad ideológica. Pero es mentira que la SER dice lo que le manda el PSOE y es mentira que la COPE hace lo que le dice el PP. Hay afinidad ideológica pero no una dependencia organizativa, y sin embargo los ciudadanos de España actúan como si fuera así porque los medios y los políticos lo dicen. Hay afinidad, hay proximidad, pero los medios siguen teniendo su independencia. Esa es la verdad, y a todos los medios les convendría que a los ciudadanos eso les quedara claro. Y sin embargo todos han participado en un juego que ha terminado por hacer un daño formidable. Ese asunto tan embarullado de la guerra ha terminado destruyendo la credibilidad de los medios, destruyendo la imagen de independencia de los medios y haciéndoles mucho daño.

-¿Qué valoración hace del estado actual de la política española? ¿Qué intención se esconde tras la crispación constante que mantiene la derecha?
-Valoro fatal la política española. Todo partido tiene que aspirar a ganar, a conquistar el poder, eso es natural y es su objetivo. Pero cuando la conquista del poder se convierte prácticamente en la obsesión de todo, de manera que cada cosa que pasa en la actualidad importa en la medida en que me permite avanzar un metro, termina por provocar una especie de ceguera respecto a la realidad que persiguen los ciudadanos. En este momento el PP, que está en la oposición, tiene una legítima ambición de conquistar el poder, pero su obsesión es tal que cada peripecia de la actualidad la interpreta en una clave de perfidia. Como si cada cosa que hace el gobierno fuera el resultado de una pérfida operación tendente, por ejemplo, a destruir España, que es lo que ellos dicen. Eso me parece peligroso porque forma parte de las grandes exageraciones, y eso le sobra a España. Deberían hacer un pequeño pacto: el PSOE no va a decir nunca más que el PP es una organización que pretende devolvernos al franquismo; el PP va a dejar de decir la gilipollez de que el PSOE tiene por intención destruir España y demás. Cuando esté el PP en el poder le pediré al PSOE que no haga oposición tremendista, aunque yo sinceramente -y en esto todo el mundo conoce mis posiciones- he de decir que el PP hace siempre una oposición mucho más estrepitosa que el PSOE.

-¿Qué condiciones se están dando en nuestro país para que surjan las declaraciones del ahora ex-Jefe del Ejército de Tierra, José Mena?
-Lo de Mena me parece el resultado de una atmósfera que a mi juicio no se corresponde con la realidad, sino con una exageración atronadora que se está produciendo desde la oposición en torno a algunos de los temas de actualidad como el Estatuto. Dado que España se está partiendo, dado que España se está vendiendo, dado que Cataluña ha declarado la independencia, dado que Moscú domina en Cataluña... pues es natural que se produzca esa tensión. A mí lo que me parece raro es que no se haya producido más nerviosismo, porque si es cierto que están pasando todas las cosas que dice el PP y algunos medios, pues eso es natural. Los que no creemos en ello estamos realmente preocupados, no porque salga un general diciendo eso, sino porque se están diciendo cosas que pueden llevar a alguien al convencimiento de que todo está amenazado. Yo creo que el proceso que está llevando el Estatuto es lo más escrupulosamente constitucional que se ha hecho en la vida, se están siguiendo los pasos precisos. Si los errores que a mi juicio tiene la propuesta estatutaria -que creo que tiene muchos errores- hubieran sido criticados de una manera más templada, es imposible que eso hubiera producido lo de Mena.

-¿Considera que tiene alguna relación el auge de la ultraderecha y las acciones de grupos neonazis, con el discurso patriótico que se mantiene desde el PP?
-Hay que tener siempre mucho cuidado con las víboras dormidas. El mundo está lleno de historias y de procesos hacia atrás. Hemos creído muchas veces que el fanatismo había desaparecido y hemos visto que no. Crees que el nazismo ha desaparecido y un día de repente ves que eso anda coleando por ahí. Creemos que las libertades que se consiguen ya nunca se pierden, y eso es mentira; la libertad hay que defenderla cada minuto que pasa y cada día de tu vida porque o se fortalece o se debilita. Y en esa misma línea de cosas, esos huevillos de la serpiente que andan por ahí flotando, pues naturalmente que estas cosas los incuban, les dan calorcito, les hacen crecer... y no me parece que nos falten algunas señales. Así que hay que estar muy despierto con las cosas que pueden convertirse en una amenaza, por eso todas las alertas sociales son insuficientes y por eso debería ser más prudente la oposición. El PP y Rajoy tendrían que tener cuidado con estas cosas, porque se les pueden ir de las manos. Yo no hablo de que no haya dureza en la crítica, sino del tipo de crítica que anuncia dramas y catástrofes, porque de repente despierta demonios, acojona a la gente... Eso es lo que yo le reprocho de verdad a la oposición y a algunos medios que se manejan así: el dramatismo alarmista que manejan, no la dureza ni su crítica.
Yo, que tengo una edad, sé que se puede vivir sin libertad y que ésta pueden quitártela un día. Yo era director de informativos de TVE el 23-F, vi llegar a los tanques a televisión, y si aquel asunto prospera esto se va al carajo. De manera que he visto perfectamente cómo se pasa de estar como estamos a estar como estábamos. La gente joven tiene la impresión de que esta atmósfera en la que vive ya está garantizada para siempre, y va a estarlo si la pelea, la defiende, la consolida y la consagra. Por eso cada derecho que se consigue es un derecho que refuerza la democracia. Por ejemplo, el matrimonio homosexual. Yo entiendo que produzca estupor -a mí mismo me lo produce porque soy una persona educada en una concepción de las cosas donde eso me llama la atención-, pero yo lo apoyo porque todos los derechos que se conquistan y que se extienden fortalecen la solidez de los derechos de todos.

Consciencia del día a día
Iñaki Gabilondo es una persona poliédrica, con tantas caras que es imposible hablar de todas a la vez. Así que le proponemos hacer un repaso a los valores que rigen su vida y que conforman la persona que conecta con el público.

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro

"Creemos que las libertades
que se consiguen ya nunca se pierden, y eso es mentira.
La libertad hay que defenderla cada minuto de tu vida"

-En ocasiones te he oído comentar que para ti los días son irrepetibles. ¿Qué ingredientes les pones para hacerlos únicos?
-Primero la conciencia de que lo son. No hay ningún ingrediente, sólo una manera de vivir así. Cuando hacía Hoy por hoy, todos los días les decía a mis compañeros: 'chicos, a la terraza, que está amaneciendo'. Es el único amanecer que hay hoy, el amanecer de mañana es otro. Es vivir con consciencia el día, vivir con consciencia de que las horas que tienes no volverán y que hoy es el último miércoles 11 de enero de 2006 que hay. No volverá. Entonces no hay receta, es tener esa conciencia y esa consciencia.

-En una entrevista dijiste "Vivir es apostar, es un juego". ¿En qué arriesgas, qué pones sobre el tablero de juego para que se vea incrementado?
-Vivir es apostar quiere decir vivir es decidir, vivir es elegir, vivir es optar. Siempre estamos optando, permanentemente. Si vamos por aquí o por allá, si seguimos esta historia o la olvidamos, si forzamos este asunto, si aceptamos este trabajo, si decimos sí o no a esta oportunidad. Vivir es optar. Y lo que yo aporto sencillamente es una actitud valerosa ante la vida, que ésta es difícil y siempre lo ha sido. Hay que ser valiente, mirar la vida con valor, resueltamente y esperando las sorpresas de cada día. Y a diario las encuentro. Me fijo en cada persona que viene, y a todas les digo algo. Noto si se ha cambiado el pelo, si se ha puesto una ropa nueva, lo noto todo en cada compañero y cada compañera porque vivo esa consciencia del día nuevo cada vez. Y luego, serenidad en el éxito y en el fracaso, si te pones enfermo pues no exagerar ni dramatizar, que no pasa nada. Si tienes una racha estupenda pues disfrutarla, no creerte que eres más de lo que eres ni menos de lo que eres; no venirte abajo ante cualquier cosa, ni venirte arriba ante cualquier cosa. Siempre he dicho que el éxito y el fracaso son dos grandes impostores, y que hay que vivir con una cierta serenidad. Yo vivo con serenidad y con bastante buen humor.

-¿Con qué sacias esa "curiosidad universal" que es una de tus características más sobresalientes, según has declarado?
-Tratando siempre de descubrir algo más. A todos los compañeros y a mi mujer les he dicho que el día que me retire definitivamente de este trabajo -que no será dentro de demasiado-, me voy a ir a estudiar a la Universidad. No sé lo que estudiaré, me da igual. Porque esa curiosidad a la que tú te refieres por el momento la sacio en mi trabajo, leyendo y yendo a sitios, pero luego la llenaré estudiando. Yo estaré siempre estudiando, seguro.

-Los espectadores valoran de ti la autenticidad y la naturalidad, ¿cómo las mantienes vivas?
-La autenticidad está en saber quién eres de verdad, algo que a mí me parece muy importante. Yo sé quién soy, hijo de mis padres, hermano de mis hermanos, y conozco que la notoriedad te la da una circunstancia pero que la puedes perder. Con lo cual no debes dejarte deslumbrar por esos otros elementos. No ser un impostor, ¿a quién vas a conseguir engañar? Yo he estado veinte años haciendo un programa de radio durante seis horas diarias, con lo cual sé que no se puede pretender engañar a nadie, porque la gente te cala. Por otra parte también tengo una cierta herencia muy marcada por mi familia. En casa siempre nos ha parecido uno de los mayores pecados el tener mucho cuento, el ser un fantasma. Desde mi infancia tengo metido en la cabeza como una de las mayores vergüenzas el que un tío se dé de lo que no es, o que aparente lo que no es. ∆

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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