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FEBRERO 2006
LOS 7 SENDEROS
E l hombre es Hijo de
las Estrellas. Su morada es la Tierra, pero su origen es el Cosmos. En la
Tierra vive su limitada existencia, y su sueño más profundo es regresar a su
origen, al lugar donde su verdadera naturaleza se manifiesta, al lugar donde
es auténtico, total, poderoso, consciente del Uno y de su Idea, de su Sueño.
El hombre vive prisionero en un mundo imperfecto para poder así desarrollar
aquellas cualidades que le convertirán en un Dios, y en el regreso a su
origen ser capaz de colaborar en el nacimiento y desarrollo de una nueva
creación.
Desde siempre el hombre ha sido ayudado, custodiado y dirigido en su
evolución y aprendizaje. Sin la ayuda de sus hermanos y guardianes cósmicos
sería imposible sobrevivir y evolucionar en un mundo como éste.
Ahora, cuando un ciclo de tiempo se ha cumplido ya, el camino de regreso ha
sido abierto definitivamente.
Desde lo más profundo, desde el lugar donde nace la luz y el tiempo aún no
existe, un mandato, un sonido, ha recorrido el Espacio y ha roto los sellos
que guardaban las puertas de la liberación.
Así, las puertas han sido abiertas y los 7 senderos han sido trazados, 7
caminos que el hombre debe recorrer para poder liberarse de su prisión, de
su condición, y entrar en el Espacio, que es su auténtica morada, que espera
por él, porque en él es reconocido como Hijo del Creador, del Uno.
Los 7 senderos son a su vez energías que encierran o contienen cualidades
que el hombre debe ir incorporando en sí mismo, una a una, cualidades que
pertenecen al Uno, aspectos de una Naturaleza Superior, poderes que forman
parte de la esencia primera.
Así, allí donde el cielo y la tierra se tocan, en las 7 cumbres donde moran
los Elementos, donde los soñadores anhelan subir y los mortales miran con
temor, se encuentran las 7 puertas que comunican la tierra con los cielos,
lo limitado con lo infinito, donde el tiempo se diluye en el Espacio, donde
las cadenas se rompen y la libertad deja de ser un sueño para convertirse en
una realidad.
En cada una de las 7 cumbres quedó depositada la Energía que contiene las
claves de la liberación. Las 7 unidas forman la clave. Las 7 forman el Uno.
Las 7 son del Uno.
Pero cada una está guardada y custodiada por una poderosa Entidad. Sólo
aquellos que busquen, que necesiten, al Uno, sólo aquellos que incorporen y
activen las cualidades de cada sendero, sólo aquellos que sean "puros como
niños", serán reconocidos y aceptados por las Guardianas de las puertas, y
éstas les entregarán la llave que les permitirá pasar a una nueva dimensión,
dejando atrás una existencia marcada por el dolor, el aprendizaje, la
experimentación y la permanente sensación de que había "algo más", de que la
vida no podía ser sólo esa lucha por la supervivencia, esa competición sin
sentido, esa supeditación a los que manejaban los hilos del poder.
El hombre es ya libre para llegar a donde desee. El Espacio que se abre ante
él es ilimitado. Sólo tiene que recorrer los 7 senderos e impregnarse de sus
Energías, buscar a través de ellos las cumbres donde residen las Guardianas,
un viaje que es al mismo tiempo hacia dentro y hacia afuera, porque en el
interior de cada uno reside el Fuego que hay que activar, la Energía que
permitirá franquear las puertas hacia la liberación.
Este es el tiempo soñado. El círculo se ha cerrado para que un nuevo tiempo
surja, un tiempo que en realidad es un Espacio que encierra, que contiene,
todos los sueños, anhelos y esperanzas de la criatura hombre.
Pero también contiene lo que la Mente del Uno soñó para el hombre, algo que
ni la imaginación más poderosa puede captar, una existencia libre de cadenas
y limitaciones, una existencia para conocer y comprender lo que es en verdad
la vida.
Los 7 senderos conducen a las 7 cumbres, y en ellas una luz permanente
brilla esperando por los caminantes que siguiendo su voz interior, que
siguiendo la llamada, golpeen con decisión las puertas porque ya sepan que
su lugar, que su mundo, que su Reino, está al otro lado.
Así estaba escrito desde el inicio del tiempo y así ha sido cumplido. ∆ |
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