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DICIEMBRE 2006

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CHINA: EL GIGANTE SE ESTIRA

CHINA: EL GIGANTE SE ESTIRA

La situación actual del planeta no permite sostener una economía emergente de semejante potencia, hambrienta de energía, dispuesta a devorar más recursos de los que el planeta puede asumir.

Y sus brazos llegan cada vez más lejos. Hace pocas semanas se celebró en Pekín una cumbre sin precedentes. El presidente chino Hu Jintao convocó a los jefes de gobierno de 41 países africanos y representantes de otros tantos. Fue la culminación de una gran operación diplomática que llevaba tiempo fraguándose. Y es que a China, que ya es la cuarta economía mundial, le urge estirarse. Su crecimiento galopa a tal velocidad que necesita asegurarse en lo posible el suministro de materias primas para no comprometer su desarrollo, así como recursos energéticos, especialmente petróleo. Por eso ha puesto la vista en Africa, un continente en el que China ya ha comenzado a invertir hace tiempo, y cuyas expectativas crecen como la espuma.
El presidente chino hizo en la citada cumbre su declaración de intenciones: "China será siempre un buen amigo, un buen socio, y un buen hermano para Africa". Habría que saber en qué orden. Posiblemente haya que poner "socio" en primer lugar. Pero para que Africa resulte un socio ventajoso, es necesario que se ponga poco a poco a la altura de las circunstancias: Africa tiene que arrancar. Posiblemente China se haya dado cuenta de que hay fórmulas más rentables que la explotación salvaje de recursos ajenos, que lleva practicando occidente desde hace muchas décadas. Con la vista puesta a largo plazo, es preferible contar con un socio en crecimiento, en vez de un continente sumergido en un eterno "quiero y no puedo".
De modo que mientras el resto del mundo "desarrollado" se pierde en otras batallas, se muestra tacaño con las ayudas al desarrollo y juega al tira y afloja con una deuda externa absurda, que ya está pagada con creces, los chinos toman la delantera y ofrecen dinero contante y sonante para ayudar a la recuperación. Además, teniendo en cuenta que China no considera en su agenda el tema de los Derechos Humanos, ni dentro ni fuera de su propio territorio, no tiene problema en establecer relaciones con gobiernos de dudosa catadura. El negocio es el negocio. No nos engañemos, también es ésa la política de occidente, sólo que China no se considera en la obligación de ofrecer una imagen políticamente correcta de cara a una inexistente opinión pública. De modo que es una ayuda interesada, sí, pero ¿no es interesada también la falsa caridad de occidente?
En cualquier caso, desde 2000, China ha quintuplicado el comercio con el continente africano, y espera multiplicarlo por dos para 2012.
No es un paso aislado. Hay que verlo como un peldaño más en una carrera muy bien planificada. Hace un par de años, en 2004, el presidente Hu Jintano realizó un viaje por algunos países clave de América Latina, Brasil, Argentina, Chile y Cuba. La intención era clara: asegurarse recursos energéticos y materias primas, pero también establecer lazos con una amplia zona que tradicionalmente ha sido considerada el patio trasero de los Estados Unidos, pero que ahora crece a buen ritmo, se inclina hacia la izquierda, y planta cara a su vecino rico del norte. Buenos socios para los chinos.
De todas formas, China comete el mismo error que otros antes que ella, y es lanzarse de cabeza a su propio desarrollo sin tener en cuenta otras variables mucho más globales, y que antes o después, le pondrán freno. Y es que la situación actual del planeta no permite sostener una economía emergente de semejante potencia, hambrienta de energía, dispuesta a devorar más recursos de los que el planeta puede asumir. El calentamiento global, ya ha quedado suficientemente claro, es una realidad sobre la mesa, y la potencia amarilla no es conocida precisamente por el respeto al medio ambiente, de modo que plantearse una carrera como la que pretende es poco menos que un suicidio.
China se suma a una larguísima lista de despropósitos medioambientales, que según ya se está anunciando no tienen retorno. ¿Es posible que no lo vean en su ciega carrera hacia el puesto de primera potencia mundial? En cualquier caso la alegría, según todos los pronósticos, les va a durar poco.
/ C.F.

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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