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Foto: Fer
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JUNIO 2005
QUIROS
Asturias
La cercanía a la capital de Asturias y a los principales centros de
servicios y nudos de comunicación de la región no le resta un ápice de
belleza a un concejo con una geografía privilegiada. Por el contrario,
suma razones para conocer un municipio que ha sabido mantener paisaje y
tradición, sin renunciar a las ventajas del progreso.
Texto: Carolina Fernández
Belleza
Interior
E l desfiladero de
Valdemurio es la cota más baja que podemos encontrar en tierras
quirosanas. En este punto vienen a confluir la Sierra del Aramo por el
Este y la de Sobia por el oeste. Son dos barreras montañosas
fundamentales que vertebran el concejo formando un gran valle, en cuyas
laderas se desperdigan la mayoría de sus pueblos y aldeas. En estas dos
sierras se registran alturas importantes, que rayan los 1.800 metros de
altitud. Esta particular distribución orográfica favorece la creación de
un agradable entorno con temperaturas suaves y con las características
generales propias del clima atlántico. Aunque dadas las diferentes
altitudes que se registran en el concejo, en ocasiones las diferencias
se hacen notar, y oscilan entre las condiciones más suaves de los
valles, hasta el frío invernal de las cumbres, donde se registran
nevadas generosas que aumentan en primavera el caudal de los ríos.
A partir de la cota mínima que marca el desfiladero, la vista no deja de
elevarse, a veces ascendiendo pausadamente por las laderas, y en otras
ocasiones disparándose hacia la impresionante arquitectura caliza de
cumbres como El Fontán, de 2.417 metros, cota máxima del concejo,
situada en la parte sur, en el conocido Macizo de la Ubiña. Cabe nombrar
también El Siete con 2.356 m., El Crestón del Pasu Malu con 2.377 m., El
Prau con 2.357 m., El Fariñentu con 2.176 m., El Ranchón con 2.162 m.,
Los Picos del Güertu´l Diablu con 2.133 y 2.100 m. y Peña Rueda con
2.155 m. Según la altura se aprecian importantes manchas boscosas. Las
más altas, compuestas de abedules, acebos, tejos, hayas y robles. A
medida que descendemos un poco van apareciendo castaños, robles,
avellanos, además de tejos y robles de gran porte.
El agua forma parte del concejo. El río Lindes nace en el Puerto de
Agüeria, bordea Peña Rueda para dar lugar al Trubia, que luego se
incorpora al río Nalón. El Ricabo (Ricao) nace en las proximidades de
Agüeria y se suma al Lindes, en Santa Marina. El río Quirós, más
adelante conocido como Trubia, se abre camino entre montañas y atraviesa
el valle que cruza el concejo. El paisaje de río favorece la aparición
de alisedas en las márgenes, mientras que en las zonas rocosas de las
cotas más bajas aparecen manchas de encinas. Las importantes formaciones
boscosas que cubren Quirós, sirven de refugio a osos, lobos y el esquivo
urogallo, todas especies importantes de la fauna asturiana.
El paisaje es un valor en sí mismo, un tesoro a conservar para las
generaciones futuras. Por eso una buena parte del municipio está
considerado como Paisaje Protegido. Disfruta de esa distinción la Sierra
del Aramo, en la que destacan los Monumentos Naturales de El Roble y El
Tejo milenario de Bermiego, y la cabecera del Desfiladero de Las Xanas
en la parroquia de Pedroveya. También la zona de Ubiña está considerada
como Paisaje Protegido, aunque se está tramitando dados los importantes
valores medioambientales, junto con gran parte del concejo, su
declaración como Parque Natural.
En este entorno, de espléndidas condiciones naturales, se desarrolla la
vida cotidiana de los habitantes de Quirós. La capital, Bárzana, está
situada a orillas del río Trubia. Constituye el núcleo de población más
importante y es el centro de la actividad comercial, administrativa y de
servicios. Repartidos por el resto del concejo numerosos pueblos bien
conservados dan testimonio de la arquitectura tradicional, que usaba
como materiales de construcción la piedra, el barro y la madera.
Ejemplos los encontramos en los pueblos de Cienfuegos, Bermiego, Lindes,
Tene o Bueida. En otros podemos encontrar hórreos y paneras con tallas y
pinturas decorativas, como Bermiego, Casares y Aciera. También lavaderos
como los de Aciera, Tene o La Rebollada, entre muchos otros y capillas,
como la de San Pelayo, camino de Cortes, San Juan, en Llanuces, la de la
Santa Moza en Toriezo o Santa Rita en Pedroveya. Se conservan algunas
casonas solariegas que engrosan el patrimonio histórico cultural de la
zona: imprescindible mencionar la de Arrojo, en cuyo escudo se recoge
"Después de Dios, la Casa de Quirós". Los restos de conjuntos castreños
y megalíticos situados entre el Alto La Cobertoria y el Prau Llagüezos
mantienen vivo en la memoria el testimonio de un pasado más remoto, cuya
esencia todavía es posible encontrar en estas tierras. ∆
Foto cedida por
el Ayto. de Quirós |
Museo Etnográfico de Quirós y Comarca
El interés por conservar las tradiciones y costumbres
del pueblo quirosano ha dado lugar a la creación de un museo
etnográfico, que en la actualidad dispone de más de cinco mil piezas o
elementos.
U n paseo por el Museo
Etnográfico de Quirós nos permitirá retroceder en el tiempo, y recordar
usos y enseres de las sociedades campesinas, hoy día en desuso.
El Museo fue creado en 1998 al amparo del Ayuntamiento de Quirós y con
la colaboración de la Consejería de Educación y Cultura del Principado
de Asturias, en el centro de Bárzana, ocupando lo que en su día fue la
plaza de abastos del municipio. En un recorrido por sus dependencias hay
que destacar la fiel reproducción de una casa quirosana tradicional,
equipada con todos los objetos que la caracterizan. Así podremos
contemplar la cocina con el llar y su correspondiente escanu,
procedentes de una antigua casa de aldea. También la lacena, el fornu y
todos los útiles tradicionales que transportan al visitante a tiempos
pasados, aunque para muchos quirosanos no muy lejanos.
Otros espacios del museo reproducen un lavadero con fuente y bebedero,
un taller de madreñeru, y una escuela rural en la cual se han cuidado al
máximo todos los detalles. Una pequeña cuadra de montaña con su
correspondiente pachar (pajar), preselbera (pesebre), camera (empedrado
interior donde duerme el ganado) se hallan también recreados en el
museo.
En diferentes salas del recinto etnográfico -que cuenta con dos plantas-
se hallan también distribuidas las herramientas que empleaban los
habitantes de la comarca para sus quehaceres diarios.
Con este equipamiento muchos escolares asturianos están conociendo el
modo de vida de sus abuelos, las circunstancias de una época en la cual
las aldeas carecían de agua y luz, y la vida se desarrollaba en un
contacto íntimo con la naturaleza.
El éxito de esta dotación museística, que goza de gran popularidad y ha
incrementado enormemente sus fondos, ha hecho necesaria la habilitación
de un nuevo recinto en el Campu El Fornu (La Fábrica), aprovechando la
existencia de las antiguas instalaciones del siglo XIX de unos antiguos
hornos de fundición. Una vez que se hallen preparados, los visitantes
podrán conocer además de la etnografía de Quirós y su comarca, los
antiguos usos industriales y mineros de la época hoy ya desaparecidos. ∆
Turismo en
Quirós
Foto: Fer
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Un entorno de estas características por fuerza tenía que contar con
una amplia red de alojamiento de Turismo Rural para albergar a los
visitantes que se acercan atraídos por la belleza y las posibilidades
que ofrece el concejo.
Un mundo de posibilidades
Actualmente,
entre hoteles, casas de aldea, apartamentos y albergues se pueden
contabilizar más de 300 plazas, y las iniciativas no dejan de aumentar,
puesto que el turismo es en esta zona una actividad con futuro. Muchas
de las Casas de aldea que se ofertan son antiguas construcciones que hoy
han sido remodeladas y acondicionadas para ofrecer todos los servicios
imprescindibles para el bienestar del visitante, sin perder ni un ápice
de la estética propia de las casas de la zona, cuidando especialmente
los materiales, así como los detalles decorativos acordes con los usos y
costumbres tradicionales. Y todo manteniendo la funcionalidad. Así, lo
habitual es disponer de una cocina perfectamente equipada con todas las
comodidades, baños completos, televisión, calefacción, agua caliente,
chimenea. La exigencia de las Casas de Aldea garantiza la calidad del
servicio y asegura un entorno perfectamente conservado. Es habitual que
los alojamientos estén situados en zonas privilegiadas, con buenas
vistas y con la posibilidad de convertirlo en punto centro del que
pueden partir excursiones y otras actividades. Es posible encontrar este
tipo de alojamientos en numerosos núcleos del concejo, entre los cuales
se encuentran Aciera, Bárzana, Bermiego, Cortes, El Llano, Faedo, La
Rebollada, Llanuces, Ricabo, San Salvador, Tene, Vega de Arrojo, y
Villaorille, entre otros.
Las posibilidades son muy variadas. Quien busque realizar actividades
deportivas relacionadas con la montaña tiene en Quirós un paraíso del
montañismo, el esquí de montaña o travesía, el senderismo y la escalada.
La Sierra del Aramo, la Sierra de Sobia o Piedrafita y el Macizo de
Ubiña abren un grandísimo abanico de posibilidades. En Quirós se
encuentra por ejemplo la escuela de El Llano, con una de las áreas de
escalada deportiva más importantes de España: nada menos que 300 vías
equipadas para todas las dificultades, aprovechando los contrafuertes de
la Sierra de Caranga en el pueblo de El Llano y Perueño y del Pico
Mayor, por encima de Toriezo. Los aficionados al senderismo tienen donde
elegir, tanto por rutas señalizadas como por bosques, mientras que los
que deseen alcanzar cumbres pueden plantearse la ascensión a alguno de
los numerosos techos del concejo, varios de los cuales superan
ampliamente los 2.000 metros. También son recomendables las rutas de
esquí de montaña por el entorno de los Puertos de Agüeria, en concreto
por Peña Rueda, además del Huerto del Diablo, entre otras. Los
aficionados a la bicicleta tienen innumerables rutas por pistas y
caminos vecinales que van uniendo los pueblos quirosanos a media altura,
recorriendo las laderas del gran valle que es este concejo. Además,
están los 30 kilómetros de la Senda del Oso, a compartir con los
senderistas. Es una ruta apta para todas las edades, ya que aprovecha un
antiguo trazado de la vía del tren minero y no tiene apenas desnivel. La
espeleología tiene lugares para visitar en la Sierra del Aramo, la de
Sobia y el Macizo de la Ubiña. En este último se encuentran precisamente
las simas más profundas, en torno a los 600 metros. En torno al
Gamoniteiro y Los Veneros se puede ver a los aficionados al parapente,
mientras que los que prefieren remar en una canoa descienden hasta
Valdemurio, la cota más baja, donde existe un pantalán con
embarcaciones.
Merece la pena conocer el Puerto de Agüeria, el valle en el que nace el
río Lindes. Está situado en torno a los 1.500 metros de altitud y sobre
él se elevan las cumbres del Macizo de Ubiña a un lado y Peña Rueda al
otro. Los impresionantes bosques de tejos y acebos se extienden por todo
el valle una vez se sale del desfiladero que le da acceso formando un
conjunto de gran belleza. Es de gran tradición entre los montañeros,
hacer la travesía desde Lindes a Ricabo, pasando por el Puerto de
Agüeria, bordeando los imponentes farallones calizos que llegan a
alcanzar más de 1.000 metros de desnivel en el lugar conocido como Los
Garrafes; importantes manantiales que en la primavera inundan toda la
cabecera del valle de Ricabo, en el Monte de Pará, en las proximidades
de la pista que sube al Puerto de Ventana. ∆ |
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