TIRAMISSU
Ingredientes:
1/4 litro de nata para montar • 250
gramos de queso mascarpone (o tipo Philadelphia)
• Bizcochos de soletilla • 1 vaso de café fuerte • Licor de amaretto al
gusto o ron • 1/4 de vaso de azúcar
• Cacao en polvo sin azúcar
¡Cuánto
tiempo sin hacer un postre! Pues sí, aquí lo tenemos de la mano de Mª
Rita, mi cuñada funcionaria y atea. Sí, ¿no sabéis por qué los
funcionarios son ateos? Porque no se creen que después haya una vida
mejor.
Comenzaremos montando la nata con un poco de azúcar hasta que esté
firme.
Pues mi cuñada ha tenido una niña, que le ha salido muy espabilada. Le
pregunta Pepe (otro conocido mío que trabaja en navidad de Papá Noel
para el ayuntamiento):
-¿Qué regalo te gustaría estas navidades?
-¿Qué? ¿No recibiste mi e-mail?- contesta indignada.
Pero la historia de Pepe es para otro momento. Cada vez tiene un trabajo
diferente:
-¡Hombre, Pepe! ¡Cuánto tiempo! ¿A qué te dedicas ahora?
-A vender muebles.
-¡Qué bien! ¿Y qué tal te va?
-Bueno... ya he vendido los míos.
Luego añadimos el queso y un chorrito de licor, y removemos bien para
terminar echando el resto del azúcar. Lo mezclamos todo bien.
Por cierto, hablando de Pepe, me acabo de encontrar en la calle con su
hijo hablando con unos amigos:
-¡A mi padre le han hecho director de IBM!
-¿IBM? -le preguntan.
-Sí, ibeme por esto, ibeme por lo otro...
Forramos la base de un molde con bizcochos, mojándolos ligeramente en
café con una cucharada de cacao. Por encima extendemos una capa de la
crema anterior, ponemos otra capa de bizcochos, y así las capas que
quieras acabando con la de crema.
El hijo de Pepe (sí, el pluriempleado) es un chaval muy majo. Aunque
jovencito, te habla de temas transcendentales de la vida:
-¿Sabes? El cumplir años a veces me hace pensar en la muerte, tío.
-¿Has pensado en cómo te gustaría morir? -le pregunté.
-Sí, tranquilamente, durmiendo, como mi abuelo... y no gritando
histéricamente como los que llevaba en su autobús.
Por último, espolvorea cacao por encima y mete el tiramissú en el
frigorífico unas seis horas como poco. Se puede hacer con o sin el
licor, eso a gusto del consumidor. Hala, para que no digáis que no
tenéis un postre para las navidades. Hasta el año que viene, en el que
os contaré algo sobre un amigo de mi hijo llamado Alex. El otro día le
pregunté a su padre:
-Por cierto, Juan ¿Y tu hijo el pequeño?
-¿El músico? ¿El que tocaba la trompeta?
-Sí el mismo. ¿Cómo le va?
-Pues está en Bruselas. Gracias a la Comunidad estudia allí con todos
los gastos pagados.
-¡Qué suerte! ¿Por quién dices que corren los gastos?, ¿Por cuenta de la
Comunidad Europea o la Comunidad Autónoma?
-¡Fue la Comunidad de Propietarios, que estaba hasta las narices de la
trompetita...!/ El Cuñao
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