OCTUBRE
2004
REALIDAD CHECHENA
"En Chechenia hay violaciones masivas de
derechos humanos, existe constancia de muertes de muchas gentes sin
que nuestros medios de comunicación se interesen por la cuestión."
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Suponiendo que los secuestradores de la escuela de Beslán (Osetia del
Norte) fuesen chechenos -el único mediador que entró en la escuela aseguró
que las personas que retenían a los rehenes no lo eran-, debemos hacer un
repaso del conflicto que viven en sus tierras a fin de conocer el origen de
sus injustificadas acciones terroristas. Pocos son los medios que mencionan
que las guerras independentistas chechenas vienen del tiempo de los zares y
que Stalin deportó 850.000 de ellos a Siberia. Las tropas rusas han
asesinado 42.000 niños chechenos en una guerra que se ha cobrado 100.000
muertos y 300.000 refugiados. Y en todo ello el petróleo del Cáucaso y el
control de los oleoductos juega un papel fundamental. Carlos Taibo, Profesor
de Ciencias Políticas de la UAM y Director del Programa de Estudios Rusos,
es nuestro interlocutor.
-Llama la atención el diferente tratamiento dado por el Kremlin a los
últimos acontecimientos ocurridos en Rusia que han provocado tantas
víctimas: el derribo de los dos aviones y el asalto a la escuela en Osetia
del Norte. ¿Qué hay detrás de cada uno de estos hechos? ¿Por qué las
mentiras, las desinformaciones y los vetos?
-Las autoridades rusas nos tienen acostumbrados a ofrecernos
informaciones interesadas de los hechos. Aún así, me parece que en las
últimas semanas ha habido cierto cambio en la estrategia mediática del
Kremlin, que probablemente se debe a que empieza a preocuparse de que la
población se desmarque de las visiones oficiales de los hechos. Quiero
recordar por ejemplo que, frente a lo que era su costumbre, las autoridades
rusas tardaron mucho en reconocer que lo de los aviones era un atentado. De
la misma manera que han procurado esquivar la versión de los chechenos
cuando se trató de dar cuenta del asalto al colegio en Osetia del Norte. Y
esto, en mi interpretación, no es que obedezca a ningún propósito de dar
cuenta de la realidad, sino simplemente a edulcorarla de la manera más
inteligente, de modo que la población no comience a desmarcarse -como
probablemente debería- de las informaciones que llegan del Kremlin.
-"Nuestros medios de comunicación siguen siendo agentes de una delicada
distorsión informativa porque sólo hablan de Chechenia cuando se registra
alguna acción de terror de la resistencia local", has comentado. ¿Cuál es la
información que nunca llega al gran público sobre Chechenia? ¿Qué es lo que
interesa ocultar?
-En Chechenia hay desde 1999 una política de tierra quemada que
despliega el ejército ruso. Y no sólo eso. Hay violaciones masivas de
derechos humanos, existe constancia de muertes de muchas gentes sin que
nuestros medios de comunicación se interesen por la cuestión. Todo ello se
desarrolla en un escenario marcado por la impunidad más absoluta, por la
ausencia de observadores internacionales. Pero debo subrayar que si el
problema de nuestros medios es que sólo episódicamente se interesan por
estas cosas, el problema de los medios rusos es aún mayor. La ocultación de
lo que está sucediendo en Chechenia en virtud de un acatamiento dócil de las
instrucciones del Kremlim o en virtud de la censura de este último, es una
explicación certera de por qué la población respalda sin dudarlo las
estrategias de Putin. Simplemente está ignorando cuál es el contenido de
fondo de las medidas que Putin está desplegando en Chechenia.
-¿Qué hace que una joven chechena de veinte años decida inmolarse?
-Pues una situación extrema en su país. Una cancelación completa de
cualquier horizonte vital razonablemente llevadero. Es la misma situación
que viven muchas jóvenes en la Cisjordania o en Gaza. Cuando no hay otra
cosa que llevarse encima que un horizonte cerrado pues se buscan soluciones
como éstas. A menudo se dice que esto es el producto del fanatismo
religioso. Aunque fuera así, tendríamos que repetir la pregunta: ¿por qué el
fanatismo religioso encuentra un caldo de cultivo tan adecuado en
determinados países y en determinados momentos? Porque en Chechenia hay
100.000 muertos y esto quiere decir que en todas las familias hay problemas
gravísimos vinculados con la política de las autoridades rusas, o en su caso
también con las acciones de la guerrilla.
-Putin dice que pelea en Chechenia para implantar allí un régimen
democrático. Curiosamente Bush persigue el mismo objetivo en Iraq. ¿Quién
defiende a ambas poblaciones de estos "salvadores de pacotilla"? ¿Por qué
Putin sigue recibiendo el apoyo de la Comunidad Internacional a pesar de sus
"sangrientos métodos"?
-Empiezo por lo segundo: porque Putin es el dirigente de una gran
potencia. Pese a todo, con Rusia es preferible mantener buenas relaciones y
flujos comerciales abiertos. Así que ante esa apuesta, la defensa de los
derechos humanos pasa a un segundo plano que no es interesante para nuestros
países. ¿Quién defiende a estas gentes? Pues hablando en propiedad, nadie.
Una de las claves del momento es que tienen que defenderse a sí mismas y
esto probablemente les arroje en brazos de grupos desbocados como los que
nos ocupan desgraciadamente estos días. Yo quiero recordar que la Chechenia
independiente hoy por hoy no ha sido reconocida por ningún Estado. Pero ya
no sólo se trata de eso, NU acepta de buen grado que se trata de un asunto
interno de Rusia. Esto ha hecho que mirara permanentemente hacia otro lado y
que en Chechenia -a diferencia de cualquier otro escenario de conflicto del
planeta- no haya habido en el lapso de paz que medió entre 1996 y 1999
ningún programa internacional de reconstrucción. Creo que estas gentes están
decididamente solas, incluso entre nosotros. Por muy buenas intenciones que
denuncie la opinión pública, son minoría los que han decidido plantar cara
al discurso dominante.
-¿Qué provecho sacará en esta ocasión Putin de todo lo acontecido?
-En el pasado lo que ha obtenido es una mayor promoción de su poder.
Putin no es explicable como dirigente político sin el conflicto de
Chechenia, sin su tratamiento por vía de la fuerza de los hechos de terror.
Dudo sin embargo que en este caso le vaya a resultar tan sencillo ante la
opinión pública defender esta tesis, pero creo que no hay ninguna
posibilidad de que el escenario checheno cambie si no lo hace la opinión
pública rusa. Y yo entiendo que incipientemente ese cambio se está empezando
a verificar. Debo volver a subrayar que en Rusia los medios de comunicación
independientes hoy prácticamente brillan por su ausencia, con lo cual la
tarea para el ruso de a pie es bastante más difícil todavía. ∆ |