HUEVOS A LA ROMANA
Ingredientes (como pá 2 personas):
100 grs. de miga de pan • 4 huevos • leche (la necesaria) • sal y
pimienta • mantequilla • 30 grs. de queso rallado • perejil picado
Aquí
donde lo veis, esta receta es un desayuno, aunque alguno pensará... para
desayunar esto hay que estar loco. Pues sí, fue Pedro -el director del
manicomio- quien me la ha contado esta vez. Vengo de verle y me estaba
hablando de lo que pasó ayer con un loco que se ahogaba en la piscina,
cuando llegó otro loco y le salvó. Pedro le llamó hoy a su despacho:
-Admiramos su valentía al arriesgar su vida para sacar a su amigo de la
piscina, pero lamentamos decirle que se ahorcó esta mañana.
-No puede ser, ¡si yo mismo lo colgué para que se secara!
Es una receta muy fácil, así que comenzamos colocando la miga en el
fondo de un molde, mojándola con bastante leche y sazonándola con sal y
pimienta. Pero lo que son la monda son las conversaciones entre los
pacientes. Un día estaban dos hablando:
-¡Yo soy el enviado de Dios!
-No. ¡Yo soy el enviado de Dios!
Se acerca un tercer loco, y les pregunta:
-¿Qué pasa aquí?
-¡Yo soy el enviado de Dios!
-No. ¡Yo soy el enviado de Dios!
Entonces, el tercer loco dice:
-Un momentito, ¡yo no he enviado a nadie!
Otra vez un loco estaba escribiendo una carta, se acerca otro interno y
le dice:
-Oye, ¿qué haces?
-Pues estoy escribiendo una carta.
-¿Y qué dice?
-Pues no lo sé, todavía no la he recibido...
Se revuelve la miga con la leche hasta que quede una pasta muy suave, si
se le agregó más leche de lo necesario se le escurre del molde. Esta
pasta no debe tener más de tres centímetros de espesor para que podamos
cocinarla bien. O esos otros dos locos que se encuentran en el patio y
uno de ellos le enseña el puño cerrado al otro y le dice:
-¿a que no adivinas qué tengo en la mano ?
-Hmmm... ¿un elefante?
El del puño cerrado pone cara de fastidio y replica:
-Sí, bueno. ¿Pero de qué color?
Esta masa se unta con mantequilla para después abrir cuatro huecos y
colocar en cada uno de ellos un huevo.
Aunque cada poco intentaban fugas, hace unos días se escaparon dos.
Estaban andando por el campo cuando se encuentran una escopeta, y uno le
pregunta al otro:
-¿Para qué sirve ese artefacto?
-Ni idea.
El primero se pone a mirar por el cañón y el otro aprieta el gatillo. ¡Boooommm!
El que apretó el gatillo le dice al otro:
-¡No me mires con esa cara, que yo también me asusté!
La clara de los huevos se cubre con queso rallado y las yemas se
espolvorean con sal, pimienta y perejil picado. Por último se hornea y
queda un desayuno de esos de llevar en bandeja a la cama... Bueno me
despido con la última fuga del manicomio de Pedro. Estaban dos locos
planeándola, al anochecer uno le dice al otro que ya está todo listo y
que tiene el vehículo para escapar más rápido. El otro loco mira a su
derecha, ve una moto y le pregunta:
-¿Para qué queremos una moto sin ruedas?
Y el otro le responde:
-No seas tonto, es para no dejar huellas./ El Cuñao
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