MARZO 2004
CARLOS RUIZ
- Presidente Attac-Madrid -
Attac es un movimiento internacional que nace hace cinco años en
Francia, y que está formado por personas libres de lo más variopinto con
un objetivo común: luchar por devolver el poder a la ciudadanía,
depositaria legítima de toda democracia, y colaborar en el control
democrático de sus representantes. En España Attac sólo tiene tres años
de vida, pero desde su creación su crecimiento e influencia han sido
imparables. Carlos Ruiz, presidente de Attac-Madrid, nos habla de los
nuevos retos de este movimiento planetario.
Texto: Mariló Hidalgo / Foto: ATTAC-Madrid
Devolver
el poder a los ciudadanos
Desde su creación Attac se ha
extendido por los cuatro continentes y hoy está presente en más de
cincuenta países desde donde se articulan, a través de comités,
protestas de todos los colectivos que se han visto afectados
negativamente por la globalización neoliberal y propuestas para crear
ese otro mundo posible. No se trata de un partido político, no tiene
sedes, ni jefes, ni jerarquías... Es simplemente Attac, unas siglas bajo
las que se reúnen miles de personas en todo el planeta.
-Attac nunca ha participado en ninguna formación política y
siempre ha rechazado etiquetas. ¿Qué estrategia pensáis desarrollar para
que vuestras propuestas puedan llegar a "cambiar el mundo"?
-Se ha tenido un cuidado exquisito para que el movimiento no fuese
capitalizado por los partidos políticos o sindicatos, y te puedo
asegurar que sí ha habido intentos sobre todo en Francia que es donde
surge Attac y donde tiene más seguidores. En cuanto a lo de transformar
el mundo, está claro que en el mundo occidental en que vivimos existen
una serie de instituciones que están ahí y que nos representan. Es a
través de ellas desde donde se podría impulsar un cambio, elaborar unas
leyes y vigilar por su cumplimiento. Pero además, nosotros pensamos que
el ciudadano no puede limitarse a depositar su voto una vez cada cuatro
años y luego permanecer en la trastienda, sino todo lo contrario. Es él
quien debe exigir a los partidos políticos que en sus programas incluyan
alternativas a un mundo que cada vez está en una situación más
desastrosa. Luego depositar su voto, y posteriormente seguir moviéndose
para que estos objetivos se cumplan. Esta sería la idea. Ahora bien,
hablamos de un proceso lento ya que se trata de cambiar un sistema,
luchar contra un poder mediático y financiero enorme, y eso no se hace
de la noche a la mañana.
-Tres años después de la creación de Attac-España,
habláis de la necesidad de definir y consolidar vuestro propio proyecto
político. ¿En qué situación se encuentra?
-Desde que se elaboró el manifiesto constituyente de Attac España en
2001, han ocurrido cosas muy graves en el mundo, fundamentalmente en el
sentido de represión de derechos y libertades, así como el deterioro de
la democracia a raíz de los atentados del 11-S. Nuestro discurso
político tiene que recoger estos cambios, ya que asistimos a una merma
considerable de lo que se llama democracia formal y eso debe de ser
recogido en nuestro programa. Hay que redefinir la democracia
representativa que en estos momentos está por los suelos, sometida a
todo tipo de límites y de recortes. Hay que recomponerla para que sea
efectiva, para que los ciudadanos puedan realmente participar. Nada que
nos afecte puede hacerse sin nuestra participación, sería la idea. Se
trata de reconquistar juntos los espacios perdidos, exigir una
separación de poderes real, libertad de expresión, de información, un
parlamento que funcione y legisle de verdad, unos tribunales
independientes. Todo esto hay que reclamarlo. Los ciudadanos deben de
recuperar un espacio democrático que hasta ahora no han ocupado o se les
ha usurpado.
"Una guerra no es sólo lanzar misiles y matar personas, es
dictar leyes que esclavizan a la población y roban lo que
les pertenece" |
-¿Realmente el ciudadano conoce el poder que tiene en
sus manos para luchar contra el sistema?
-No se lo cree, pero además lo que se le transmite por todos los
medios es que no lo tiene. Que es suficiente con que deposite su voto
cada cuatro años y que los expertos serán los que se encarguen de todo
porque son los únicos preparados para hacerlo. El resto del tiempo el
ciudadano -según este discurso- debería permanecer inactivo, cuando las
decisiones que se toman a nivel político cada vez interfieren más en su
vida cotidiana.
-Las manifestaciones multitudinarias contra la guerra
que tuvieron lugar el pasado año marcaron un antes y un después en el
movimiento ciudadano.
-Sí, por supuesto. Pero hay que ir más lejos para poder ver que
estas guerras no son un hecho aislado, ni son debidas a una decisión
militar, sino que los militares son un puro instrumento en manos del
capital financiero. Estas guerras tienen un objetivo muy claro: el
capitalismo necesita -sobre todo el capitalismo financiero- estar
continuamente en un estado de guerra para así seguir expandiéndose y
sobre todo para acallar las quejas de los oprimidos. La guerra que hemos
visto forma parte de un estado absolutamente privativo de libertades. Un
estado que mantiene una guerra contra los individuos porque les somete a
privaciones, empleo precario, hambre, enfermedades, destrucción del
medio ambiente, en una palabra, mantiene una guerra contra la sociedad.
Está claro que en casos extremos esa guerra se lleva a cabo por métodos
militares, matando a gente con tanques y aviones, pero que
cotidianamente se está matando a ciudadanos dejándolos morir de hambre,
enfermedades o a causa del paro o de las exclusiones. La guerra es un
eslabón más, un instrumento más en manos de este sistema tan perverso.
- Un ejemplo.
-Cuánta gente sabe que en Irak se ha proclamado por el gobierno de
allí -un gobierno absolutamente no democrático e impuesto por las
fuerzas de ocupación-, un decreto ley que permite privatizar todas las
empresas nacionales y los servicios públicos existentes en Irak, sin
límite de participación de capital extranjero y sin ninguna exigencia
para que puedan repatriarse los beneficios obtenidos. Bueno, pues esta
ley ha salido y ¿cuántos medios de comunicación lo han recogido...? A
largo plazo esto es mucho más importante que los cuarenta o cincuenta
mil irakíes que hayan matado, porque esto va a durar para siempre y va a
afectar la vida de millones de personas durante muchísimos años. Una
guerra no es sólo lanzar misiles y matar personas, es dictar leyes que
esclavicen a la población y roben lo que les pertenece.
-El descontento se percibe entre la población, pero ¿por
qué no se refleja también en las urnas?
-Hay mucha gente que ya no cree en la democracia participativa y
entonces cuando llega el momento, no vota. Sí sale a la calle a mostrar
su descontento por lo que ocurre, pero luego cuando llega la hora de
elegir piensa: ¡son todos iguales, no van a hacer nada, así que me quedo
en mi casa...! Por otro lado hay gente que aún saliendo a protestar
luego, cuando llega la hora de la verdad, piensa: ¿Y si me quitan lo
poco que tengo? Todo ello genera un clima de insolidaridad,
individualismo y la gente acaba agarrándose a lo poco que tiene.
-Desde febrero estáis llevando a cabo una campaña de
"No, a la Constitución Europea". ¿Bajo qué argumentos?
-Nosotros entendemos que la Unión Europea es una potencia económica
de primer orden comparable sólo a EEUU, pero políticamente no funciona.
El actual proyecto de Constitución ha sido elaborado por un grupo de
notables, sin contar para nada con los ciudadanos. Al pueblo lo único
que le queda -si es que se les brinda esa opción- es acatar o rechazar
el proyecto. Insisto, si al final existe un referéndum, que si gana el
PP es posible que no exista ni eso. Entonces, en cuanto a la forma el
proyecto ya no es correcto.
-¿Y en cuanto al fondo?
-Attac Francia ha hecho un estudio en profundidad del tratado
constitucional y ha planteado una serie de exigencias mínimas para que
pueda ser admisible. Se concretan en cuatro ejes: Primero, en el
apartado de los principios y objetivos de la UE figura en el texto el
libre mercado y la competencia. Esto es muy grave que se
recoja en el capítulo de los valores. Valores son la solidaridad,
igualdad entre géneros, acceso a los servicios públicos como medio de
cohesión social, el laicismo. En segundo lugar hablan de las bases
fundamentales de la organización económica y no hablan del pleno empleo
y del control democrático de los organismos económicos, que para ellos
está de más. En tercer lugar cuando se habla de la política de defensa,
se dice que la UE tiene que forzosamente involucrarse en gastos
militares para construir una fuerza de intervención europea, y además
incluyen dentro de la Constitución la participación en la OTAN. Nosotros
queremos eliminar ambas cosas. No hay obligatoriedad ninguna de entrar
en gastos militares para crear una fuerza europea. Entendemos que el
orden auténtico se defiende de otra manera que no es con las armas y
desde luego, lo que no queremos es que exista una referencia a la OTAN,
que es un organismo extraño e impuesto desde fuera. Por último cuando se
habla de las instituciones de la UE no deberían de ser cerradas, sino
abiertas a la participación ciudadana, ser democráticas, con capacidades
legislativas y efectivas. No como ahora, donde el Parlamento Europeo
está ninguneado porque no tiene capacidad legislativa ninguna.
"Debemos reconquistar juntos los espacios democráticos
perdidos"
-Es curioso que en vez de hablar de este tema se insista
en el reparto de poder.
-Sí, todo el discurso se centra en el reparto de poder y eso es lo
que recoge la mayoría de los medios de comunicación. En cambio nosotros
queremos difundir entre la opinión pública en esta campaña que empezó en
febrero, cuál es la situación de la Constitución, cuáles son los temas
que afectan directamente a los ciudadanos y cuáles son nuestras
propuestas para su modificación.
-Recientemente comentaba Bernard Cassen -presidente de
honor de Attac-Francia-, que la labor de la Asociación iba muy dirigida
a educar y divulgar ideas para hacer entender a los ciudadanos cómo
funciona el sistema y ver que existen otras alternativas posibles.
-Es un momento de acción ciudadana pero empezando por la difusión y
la información. Luego viene la reflexión y la acción. No tiene sentido
el movimiento porque sí. Tienes que saber lo que pretendes, cuál es la
situación actual, cuáles son las deficiencias y qué alternativas existen
para luchar por ellas. Para poder hacer esto hay que estar continuamente
formando e informando.
-Como presidente de Attac-Madrid ¿cuál sería tu sueño en
el horizonte?
-Que la gente despierte y se diera cuenta de que quejándose hacia
dentro, sintiéndose cada vez más desanimado no consigue nada. Nuestro
sueño sería que la gente participara más y se involucrara en todo cuanto
pase en su entorno. ∆ |