DICIEMBRE 2004

"LA MAYORIA DE LOS ESPAÑOLES..."

Esta frase, que suena así como a definitiva y contundente, se ha convertido desde las últimas elecciones en una especie de soniquete en boca de los desairados populares, sobre todo Rajoy y Acebes, que la usan casi siempre, añadiendo detrás cualquier sentencia que contenga una clara descalificación hacia Zapatero y los suyos y, a la vez, una apropiación indebida de un lugar que no les corresponde, porque cada vez que la usan se supone que esa mayoría les abarca también a ellos, cuando es evidente que las urnas dijeron otra cosa.
También es evidente que el uso de dicha frase implica la no aceptación, todavía, del resultado de las elecciones, lo que raya ya en lo patético, algo que debería ser sometido a estudio y análisis psiquiátrico, porque se ha convertido en un mal crónico.
Y un día sí y otro también, oímos a los susodichos decir que "la mayoría de los españoles quieren que la asignatura de religión sea obligatoria..." "La mayoría de los españoles opina que el gobierno de Zapatero está potenciando una campaña anti americana que no nos interesa...". "La mayoría de los españoles cree que existe una clara agresión hacia la Iglesia y los católicos en general por parte del gobierno...", etc. etc.
O sea, cada vez que realizan un ataque al gobierno lo hacen apoyándose en que, supuestamente, la mayoría de los españoles piensan como ellos.
Y eso, señores del PP, es absolutamente falso. O dicho de otra forma que les resultará más familiar, están Uds. mintiendo, engañando, deformando la realidad.
En primer lugar, el concepto "mayoría" sólo puede ser utilizado cuando ha sido constatado a través de las urnas. Podíamos incluso decir que a través de encuestas fiables, que no sé si existen, o a través de referendums. Pero en ningún caso puede ser un concepto utilizado a la ligera, porque por una parte les coloca a Uds., en una posición engañosa, y en segundo lugar es algo absolutamente abstracto.
Creo no equivocarme si afirmo que dicha forma de hablar les proviene de sus últimos años en el poder, cuando se llegaron a creer que su partido y su gobierno representaba la auténtica España y a los auténticos españoles, los de los valores eternos, la herencia de Franco, vamos.
Pero ya era falso entonces y lo es mucho más ahora cuando precisamente una "mayoría" les echó del poder por, entre otras cosas, mentir como bellacos, y también por olvidarse de que el poder emana del pueblo y es éste, salvo en las dictaduras, añoradas por alguno de los suyos, el que al final dicta la razón e impone la justicia.
Pero Uds. aún no han asimilado la derrota y ahora se alían con lo más extremo de la Iglesia para lanzar acusaciones falsas que ni tan siquiera han sido contemplados por el actual gobierno, como la de legalizar la eutanasia. Aunque seguro que no les importaría aliarse con el mismísimo diablo si con ello recuperaran el poder perdido.
Pero yo, como ciudadano español, con los mismos derechos que Uds., les exijo que dejen ya de hablar de la "mayoría" cada vez que abren la boca, porque me siento ofendido, y no tienen Uds. derecho a utilizar ese término, sencillamente porque la mayoría votó en contra de Uds., lo que en una democracia significa que la mayoría no les quiere, que la mayoría pide otra cosa, que la mayoría quiere renovación, cambios, aires nuevos.
En este país, señores del PP, se han abierto las ventanas y han entrado y siguen entrando aires nuevos, frescos, renovadores.
Si Uds. se han constipado será porque los ha pillado sin abrigo, pero eso no implica que nos mojen a los demás con sus estornudos.
La mayoría de los españoles ha alcanzado la madurez política y no necesita que nadie hable por ellos, sí exige, en cambio, y a diferencia de los tiempos en los que Uds. mandaron, que les dejen expresarse, porque sabemos y queremos hacerlo.
Respeten la opinión pública, respeten al Parlamento, respeten al actual gobierno y respeten la pluralidad de este país que es España y que no es su particular cortijo.
Y si hasta la fecha no están respetando nada de todo ello, es sencillamente porque su sentido de la auténtica democracia es una deformación de la realidad acuñada por su "diosecillo", Aznar, y apoyada ahora por lo más extremo de sus adeptos.
Y es evidente que es así porque la lección magistral que les impartió el pueblo español el 14-M no han sabido interpretarla. Y eso fue pura y dura aplicación de la democracia. / MC