Gaspar Llamazares fue diputado en su querida Asturias,
y su cara representa la nueva imagen de la formación política que lidera y
coordina. Profesionalmente es Doctor en Medicina especializado en Salud
Pública. Amable y conciliador, nos da su visión sobre diferentes
cuestiones de la vida política de nuestro país.
"La guerra de Irak fue ilegal,
ilegítima e injusta"
"En España se ha producido un
claro recorte de las libertades y una reducción de lo que podemos entender
como Estado democrático"
"El PP quiere ocupar el espacio
que va desde el centro hasta la extrema derecha y cada vez se escora más
hacia este último lado"
"Para las elecciones generales
del año próximo estamos seguros de que superaremos los porcentajes que
logramos en el 2000"
"Nos preocupa profundamente que
el Parlamento no haya sido consultado cuando se decidió participar en la
guerra"
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Texto: Lupercio González El ascenso
experimentado por IU en las últimas elecciones muestra que algo está empezando a
cambiar dentro de la izquierda de este país, que con un nuevo talante y aire
renovado afronta los retos que presenta el futuro.
-El pacto PSOE-IU parece que no ha caído bien a las fuerzas conservadoras
de nuestro país. ¿Cree que están nerviosas ante el futuro que pueda venir?
-No ha habido ningún pacto PSOE-IU a nivel general ni antes ni después
de los comicios del 25-M. Lo que ha habido son acuerdos postelectorales a nivel
municipal y autonómico que se han negociado de manera individual en cada uno de
los lugares con la independencia que da la estructura federal de las
organizaciones de Izquierda Unida en el Estado español. Lo que dejó claro IU
desde un principio, mucho antes de que arrancara la campaña electoral, fue que
no íbamos a permitir gobiernos de derechas en aquellos sitios donde una mayoría
progresista de fuerzas plurales de la izquierda lo pudiera evitar. El PSOE
entendió esta postura perfectamente. En cuanto al posible nerviosismo del PP por
este tema, creo que la respuesta la dan las continuas alusiones del señor Aznar
sobre lo que él califica como entente social-comunista, dicho por él con todo el
tono despectivo del que es capaz, ayudando con ello a encrespar aún más los
ánimos políticos.
-En las recientes elecciones municipales IU experimentó en general un ascenso
de votos. ¿Cuál es su valoración de los resultados y a vista de ello cómo va a
plantear IU las próximas elecciones generales y cuáles son sus expectativas?
-Nosotros hicimos una valoración positiva del resultado electoral del
25-M. Sabemos que podía haber sido mejor, claro, pero lo que quedó patente fue
un evidente cambio de tendencia. Frente al descenso o estancamiento vividos en
consultas anteriores, Izquierda Unida evidenció su capacidad de reacción y se
sentaron las bases para un relanzamiento a corto plazo. Los próximos comicios en
Madrid y en Cataluña, en esta última donde nos presentamos en coalición con IC-V,
serán una muestra palpable de ello. Para las elecciones generales del año
próximo estamos seguros que superaremos los porcentajes que logramos en el 2000
y ello se traducirá en un mayor número de diputados. Esas son las expectativas
con las que trabajamos y los datos que poseemos nos dicen que vamos por el buen
camino.
-El desastre del Prestige auguraba un descenso importante de votos del PP en
Galicia, sin embargo los resultados no fueron los esperados. ¿Qué cree que pasó
realmente?
-Se conjugaron muchos factores, pero entre los más importantes pueden
estar que al PP volvió a funcionarle su maquinaria de propaganda a nivel de
medios de comunicación públicos y privados afines, que mostraron una supuesta
realidad que en absoluto era la verdadera, como se pudo comprobar este verano en
un buen número de las playas de la costa norte española, no sólo de Galicia.
Además, la derecha sigue teniendo una fuerza "clientelar" de pago de favores y
de control sobre muchos estamentos de la sociedad gallega tras sus muchos años
de gobierno en esa Comunidad que no pueden pasar desapercibidos y que funcionan
muy bien en situaciones así.
-Decretazo, Universidad, Prestige, guerra de Irak... han sido acontecimientos
que han propiciado grandes movilizaciones en contra de la política del PP. ¿El
resurgimiento de IU está en la recuperación del papel de la movilización social?
-Izquierda Unida lleva trabajando desde hace unos cuantos años para
entroncar con todos los movimientos sociales y representativos de la sociedad
civil que, en muchas ocasiones, sólo tienen a esta formación para trasladar al
Parlamento, tanto a nivel nacional como autonómico, sus reivindicaciones. Este
trabajo con los movimientos antiglobalización, con los grupos ecologistas, con
los colectivos que demandan mejoras en algunos campos muy concretos lo hacemos
porque ahí está el futuro de la verdadera representatividad de los ciudadanos.
Además, lo hacemos respetando mucho la independencia de actuación de todos ellos
y el rechazo que en algunos casos le da todo lo que huela a política pura y
dura. Cada vez más se dan cuenta de que en IU se puede confiar.
-La derecha parece empecinada en volver a estigmatizar a la izquierda, en
particular a IU con términos como: rojo, comunista... ¿Qué intenciones cree que
se ocultan tras ello?
-Aznar y sus ministros o Esperanza Aguirre y otro número significativo
de dirigentes populares creen que recurrir a una terminología de extrema derecha
como ésa le puede suponer réditos en votos en las alas más conservadoras de
simpatizantes de su partido y tal vez tengan razón. Pero creo que se equivocan
profundamente si piensan que esos términos van a hacer mella en las personas con
formación intelectual y profesional de este país, que saben distinguir
perfectamente cuando se les miente o cuando se les trata de presentar fantasmas
que sólo están en la mente de los gobernantes de la derecha.
-¿Piensa que hay una excesiva crispación de la vida política española?
-La crispación sólo viene de un lado. Todas las críticas políticas que
hacemos desde IU están argumentadas y explicadas, y no caemos en insultos
fáciles al adversario político. Cuando las cosas se le pusieron mal al PP en las
movilizaciones contra la guerra, recurrieron a mentiras argumentando que hubo
centenares de ataques a sus sedes por parte de compañeros de IU o del PSOE que
el tiempo ha demostrado que fueron sólo propaganda, salvo en aquellos casos
puntuales en los que personas incontroladas sí realizaron acciones ilegales que
condenamos desde el instante después en que se produjeron. Pasó algo muy
parecido con el colectivo Nunca Mais con el Prestige, a los que echaron incluso
a la Fiscalía encima y levantaron sospechas sobre ellos. Ambos creo que son
ejemplos muy claros de quienes son los que crispan la vida política de este
país.
-El Gobierno del PP nos ha embarcado en una guerra ilegal contra Irak y para
ello no ha contado con nadie e incluso han enviado tropas a la zona de
conflicto, con lo que parece hasta anti-Constitucional. ¿La población española
qué debe hacer para parar estas actitudes prepotentes y totalitarias?
-La guerra de Irak fue ilegal, ilegítima e injusta. Las razones que nos
dieron para justificar el apoyo del Gobierno español a la misma -entre ellas la
presencia de armas de destrucción masiva o la amenaza directa que suponía Sadam
para muchos países, entre ellos España- fueron falsas. No sólo lo decimos
nosotros, ahí hay informes del servicio de espionaje español que lo corroboran.
Los ciudadanos deben seguir movilizándose para desenmascarar estas mentiras y
demostrar al Gobierno y al PP que no son tan estúpidos como ellos piensan. No es
momento para inconformismos ni para mirar para otro lado. Lo próximo que puede
pasar es que les vuelvan a mentir con algo que les afecta mucho más
directamente, como el recorte de las pensiones, las falsedades sobre el descenso
de los impuestos, el acercamiento a una sociedad de pleno empleo cuando 8
millones de españoles siguen muy próximos al umbral de la pobreza, o el descenso
de las medidas de protección y ayuda a las familias.
-La guerra de Irak ha sido una masacre en toda regla. ¿En un futuro no puede
ser juzgado Aznar por la Corte Penal Internacional como cómplice y responsable
de colaborar en estos crímenes de guerra?
-Nos preocupa más dar respuestas concretas y hacer actuaciones que
pueden tener una eficacia mayor en la práctica que otras con una concreción
mucho más difícil, aunque respetamos profundamente a quienes han llevado a cabo
iniciativas de ese tipo. En ese sentido, nos preocupa profundamente que el
Parlamento no haya sido consultado cuando se decidió participar en la guerra,
cuando la Constitución marca claramente que debe ser así, y nos preocupa también
sobremanera que se pueda enviar a un importante contingente de soldados
españoles a Irak, que se están jugando la vida a diario en una zona
absolutamente peligrosa y no hortofrutícola como alegó el señor Trillo, sin que
los representantes democráticamente elegidos por los ciudadanos pudieran hacer
nada por evitarlo porque Aznar ninguneó una vez más al Congreso. Sobre todas
esas cosas estamos actuando y lo seguiremos haciendo.
-¿La construcción europea no se ha debilitado con la división encabezada por
Aznar frente al conflicto de Irak?
-Se ha debilitado la construcción europea y se ha debilitado, por mucho
que lo niegue Aznar, la lucha contra el terrorismo. Cuando Aznar tacha de
mentirosos y de pacatos a los gobiernos francés y alemán, igual que hace con los
partidos de la oposición, entre ellos nosotros, y lanza la sospecha sobre ellos
de que no quieren luchar tanto como él contra el terrorismo, quizá está
olvidando que buena parte del éxito de la lucha contra ETA se debe a las
detenciones en Francia y a la extradición de etarras. No se puede jugar con
estas cosas.
-¿Con la cantidad de problemas que hay en nuestra sociedad, le parece lógico
la magnitud informativa que se le está dando a la sucesión de Aznar? ¿O es
estrategia de continuidad?
-La sucesión de Aznar entró de lleno en el juego propagandístico del PP
y hay que reconocer que le salió muy bien. Pero ha faltado tiempo para que nos
hayamos dado cuenta de que el señor Rajoy no es más que un clon de Aznar. Todo
lo que se dice de su talante distinto y de su actitud más dialogante no son más
que maniobras de distracción para que los ciudadanos miren para otro lado
mientras se repiten las mismas políticas conservadoras, en las que son sólo unos
pocos los que salen realmente beneficiados.
-Hoy día, la unidad de la izquierda, ¿no cree que más que una utopía es una
necesidad?
-El PP quiere ocupar el espacio que va desde el centro hasta la extrema
derecha y cada vez se escora más hacia este último lado. No ha habido más que
verlo desde que tiene mayoría absoluta. La izquierda, desde su pluralidad y sus
distintas sensibilidades, está obligada a dar una respuesta eficaz a este tipo
de políticas conservadoras. En eso hemos puesto todo nuestro empeño desde IU y
el tiempo nos dará la razón, como ya lo ha hecho en muchos lugares en las
elecciones autonómicas y municipales, donde el conjunto de las fuerzas de
izquierdas nacionales y locales superaron en más de dos millones de votos a la
derecha.
-¿Cree que Asturias puede ser un referente a nivel nacional para la
unificación de la izquierda?
-La experiencia que se está viviendo en Asturias va a ser muy positiva,
sin duda, para demostrar lo que un Gobierno progresista puede hacer por los
ciudadanos. En los próximos cuatro años los asturianos van a poder comprobar
cómo se pueden dar respuestas concretas y efectivas a las demandas de vivienda,
de educación pública, de servicios sanitarios, de protección social, de
soluciones al reto de la inmigración desde la izquierda. En eso nos estamos
empeñando todos y la experiencia va a acallar muchas bocas y muchas mentiras del
PP al respecto.
-Se han hecho comentarios sobre la claridad y contundencia con la que se
expresa en los debates que ha habido sobre temas importantes, Prestige, guerra
de Irak... y siempre es de agradecer que alguien llame a las cosas por su
nombre. ¿Va a ser en esta clave su línea política?
-Son pocas las oportunidades que tenemos todos los dirigentes de IU,
empezando por mí, de que los medios de comunicación trasladen a la sociedad
nuestros puntos de vista. Las pocas que tenemos tratamos de aprovecharlas,
aunque yo no hablaría de contundencia por nuestra parte, sino de razones y
explicaciones nítidas sobre lo que pensamos. Creo que nadie me podrá acusar
nunca de insultar a nadie ni de hacer descalificaciones gratuitas, como tenemos
que sufrir nosotros. Lo demás, entra en el juego de la política.
-¿No cree que están resurgiendo de nuevo los fascismos, pero con otro
lenguaje y otras caras?
-Aznar y muchos dirigentes de su partido, no todos afortunadamente, han
asumido a la perfección los postulados neoconservadores lanzados por la
Administración Bush desde EEUU. La derecha tras la Segunda Guerra Mundial asumió
un lenguaje y unas actitudes respetuosas con la libertad y la democracia que
algunos de sus herederos parecen ahora haber olvidado definitivamente. En España
se ha producido un claro recorte de las libertades y una reducción de lo que
podemos entender como Estado democrático. Que esto no vaya más allá depende en
buena medida de lo que podamos hacer las formaciones de la oposición para
evitarlo y de cómo se lo traslademos a los ciudadanos. ∆ |