-¿El Gobierno de Israel está aprovechando que el mundo mira hacia
Irak para hacer más presión a los palestinos?
-Israel viene mostrando sus verdaderas intenciones desde hace 50 años
y éstas consisten en ejecutar el proyecto del sionismo en el país. En ello
pretenden acabar con la resistencia de la Intifada y fundamentalmente con
el pueblo palestino a través de una política de transfer -el
traslado forzoso de población al exterior de los territorios ocupados-, y
así mismo ocupar definitivamente esos territorios para anexionárselos al
Estado de Israel. En eso están funcionando desde hace muchos años, y de
manera más intensificada desde el 11-S, a la sombra de lo que ha sido ese
discurso contra el terrorismo internacional que ha impulsado la
Administración Bush.
-Mientras miramos a Irak, ¿qué pasa hoy en día con el pueblo palestino?
-Hay una cosa de la que se habla muy poco pero que es muy definitiva
porque sienta un precedente, y es que se está creando un muro físico de
separación dentro de lo que son las áreas de Cisjordania. Lo que pretende
hacer Israel con él es separar a pueblos palestinos de los territorios
ocupados con vistas a crear una franja que denomina 'de seguridad'.
Paralelamente, hay que seguir recordando que Israel está forzando una
represión brutal militar, asesinando activistas de la Intifada y
demoliendo las viviendas de todos los que son sospechosos de activismo.
También está el cerco económico que se le está imponiendo a Palestina, ya
que los territorios ocupados están cerrados bajo control militar al paso
no sólo ya del movimiento libre de las personas, sino al paso de las
mercancías, incluida la ayuda humanitaria. La represión brutal que está
ejecutando Israel contra los palestinos ha significado que por primera vez
haya una catástrofe humanitaria dentro de los territorios ocupados. Esto
es escandaloso y efectivamente se está dejando a la sombra porque estamos
todos mirando a la agresión contra Irak. En cualquier caso merece la pena
destacar en este contexto de agresión múltiple que están sufriendo tanto
los palestinos como los iraquíes, que esto es un proyecto único, en
función de los intereses regionales de Israel y de los internacionales de
EEUU.
-¿Por qué la comunidad internacional mira hacia otro lado ante el
sufrimiento del pueblo palestino?
-Cuando uno habla de la comunidad internacional, deberíamos
especificar de quién hablamos. A efectos oficiales está representada en
Naciones Unidas, pero ha quedado demostrado con la crisis iraquí, que NU
está regentada por un Consejo de Seguridad del que forman parte cinco
miembros sometidos a la prepotencia norteamericana. Pero el apoyo a la
creación del estado de Israel está asociado al apoyo de un modelo de
desarrollo en la región árabe que avalan todos esos miembros del Consejo
de Seguridad, y que está basado en ese proyecto de control neocolonial. La
UE, que siempre aparece formalmente como la parte que respalda a nivel
internacional la cuestión palestina, ha primado y privilegiado en sus
relaciones económicas a Israel desde el año 95. Mientras que sus
declaraciones formales políticas dan a entender que hay un respaldo
implícito a la cuestión palestina, paralelamente se están ejecutando
políticas económicas reales que están incentivando a Israel.
-¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación, a la hora de
resaltar una noticia sobre otra?
-La responsabilidad es obvia y evidente, ya que los medios forman
opiniones entre la población general. Lo que es muy lamentable es que la
mayor parte de los medios ofrecen información bastante incorrecta, porque
tergiversa muchas veces la realidad de los hechos. Y sobre todo porque en
muchas ocasiones adoptan el discurso y mensaje que reproducen Israel o
EEUU. En el caso palestino, si NU ha reconocido históricamente que este
pueblo tiene derecho a resistir a la ocupación militar de Israel por todos
los medios, desde hace dos años la resistencia palestina y la Intifada han
pasado a ser calificados de actos terroristas porque Israel y EEUU
mantienen que la lucha palestina es una lucha de terrorismo. Y eso es una
desfiguración y tergiversación absoluta de la realidad. ∆