Según los economistas, si seguimos con nuestro actual sistema de
pensiones, en 2050 se agotará el dinero dedicado a tal fin. Los bancos y el
gobierno del PP proponen sus propias medidas. ¿Se trata de soluciones
puntuales que buscan dinero y votos rápidos, o son realmente efectivas? El
periodista Xavier Caño responde con datos en la mano.
-Por lo que pronostican los economistas se impone un cambio en el
sistema de pensiones si queremos que continúen más allá del 2050. ¿Podemos
tratarlos de alarmistas o es un dato real?
-Tal como está montado, efectivamente tienen razón. Y es que está
montado sobre principios económicos neoliberales, que imperan de una forma
totalmente hegemónica en el mundo desde hace más de quince años, y que han
demostrado ser un desastre absoluto: han incrementado la desigualdad, la
pobreza, la increíble y terrorífica acumulación de capital para unos
pocos... Efectivamente basándose en esos principios, sobre el 2050 apaga y
vámonos. Pero cuando economistas, universitarios y profesionales están
proponiendo nuevas ideas, como que cualquier ser humano -sea rico o pobre-
tiene derecho a una renta social básica por el hecho de haber nacido, ¿qué
sentido tiene intentar seguir manteniendo un mundo que va a su
autodestrucción sobre el principio del crecimiento económico, entendido en
el sentido neoliberal? Lo que ocurre es que los gobiernos del Primer Mundo,
los gobiernos de los países emergentes y los gobiernos de los países pobres
pasan por el aro del Consenso de Washington, aplican a pie juntillas los
principios neoliberales y no preguntan nada. Apenas algunos se atreven a
ponerlo en cuestión con muchísima prudencia, como Lula, o sin ninguna
prudencia, como Chaves. No se ponen de cráneo contra el sistema o el BM,
pero formulan en voz alta interrogantes muy serios. Con el tema de las
pensiones lo que están promoviendo es: vamos a adelantar la pobreza, la
desigualdad y el que todo vaya como una mierda, en lugar de esperar a que en
el 2050 haya una explosión.
-El PP intenta aprobar que el cálculo sea sobre lo cotizado en toda la
vida laboral y no sobre los últimos años. ¿Qué consecuencia traería esto
sobre las pensiones?
-Es un truquito muy sencillito que si a mí me lo aplican me hacen polvo
la pensión. Yo empecé a trabajar de ayudante de delineante en un lejanísimo
año 1961 y me pagaban calderilla, porque era un aprendiz. Los siguientes
años cuando estudiaba para periodista, me admitían para trabajar pero me
pagaban justo la mitad de lo que cobré luego. Y los últimos años fueron los
que más alto cobré. Imagínate cómo bajarían las pensiones si en lugar de
calcularla sobre los últimos quince años se calcula hallando la media sobre
el total trabajado, porque todo el mundo cuando empieza a trabajar gana
menos.
-¿Cuál consideras la solución más beneficiosa, socialmente hablando?
-La renta básica es un modo de empezar a edificar un mundo un poco menos
indecente, introducirla sería un conato de justicia elemental. Hay muchas
más cosas que hacer, pero eso no estaría mal. En lo que se refiere a las
pensiones lo que no se puede hacer es convertir en una inversión un derecho
social que nos hemos ganado con sangre, sudor, lágrimas y muerte del
movimiento sindical, del movimiento obrero, de la izquierda, de los grupos
solidarios. Y eso es lo que está pretendiendo esta gente.
-¿Hacia dónde crees que se encamina el tema de las pensiones en España?
-En España es donde hay menos volumen de patrimonio presuntamente
invertido en pensiones privadas, y evidentemente apuran. Pero quien tiene la
llave para eso es el gobierno, lo que pasa es que el gobierno conservador
del PP no se atreve a meterle mano a las pensiones porque es el caballo de
batalla que utiliza para conseguir el voto de los mayores. Así que se
presenta como el gran adalid de las pensiones, porque ahí tiene un gran
mercado de millones de votos que no quiere perder. Y con la misma acusa al
PSOE, que en su día tuvo que hacer ajustes porque cometió graves errores
económicos y por el grado de corrupción que vivió. No sé cuánto durará esto,
pero indudablemente de momento no se va a mover. Yo tengo un cierto temor y
es que si gana Zapatero, lo segundo que va a hacer es reformar las pensiones
en nombre de la modernidad. Y sinceramente no me gustaría nada.
-Una de las soluciones que suenan con más fuerza es la contratación de
planes privados de pensiones. ¿Esta solución está promovida por los bancos
españoles, que ven que en España se les escapan los beneficios que obtienen
en el resto de la UE?
-Uno de los pozos de acumulación de capital más brutal que hay en el
mundo son los fondos de pensiones privadas. Con esos fondos las grandes
corporaciones financieras hacen y deshacen en los mercados financieros. Los
fondos de pensiones se han utilizado para agredir a Brasil en el 97, a
Méjico en el 95, han provocado bajas de moneda, quiebras económicas y demás.
Es un supernegociazo para los bancos, que pretenden que además de lo que
hemos cotizado en la vida contratemos planes privados con ellos. ¿Qué
ocurre? Que todos los planes privados de pensiones acaban yendo a parar a la
bolsa, que lleva tres años de pena porque reventó la burbuja financiera que
se estuvo gestando en los EEUU en los 90. El índice Dow Jones de las
acciones europeas desde principios de 2000 ha perdido dos billones de
dólares, y fruto de esto millones de trabajadores asalariados europeos han
visto cómo sus planes de pensiones se convertían en humo. Prácticamente les
ha desaparecido la pensión. En España se han perdido un 4,13 y no es de los
que más. Y todo sigue igual, porque no hay nadie que ni en la intimidad se
atreva a decirte que la bolsa se va a enmendar. Así que veremos qué va a
pasar con las pensiones en un tiempo.
-Y contra eso, ¿qué hacer?
-Contra eso hay que hacer lo que estamos haciendo muchos desde hace
años, que es resistir, aguantar, denunciar, criticar, manifestarse, formar
organizaciones... La humanidad es una lucha a fondo entre los que son leales
con los seres humanos, los que tienen la capacidad de meterse en la piel del
otro y sentir y sufrir como el otro y por tanto actuar en consecuencia, y
los que creen que el resto de seres humanos y el resto de la vida, está a tu
servicio y tú estás ahí para aprovecharte. Y tienes que elegir entre uno de
los dos bandos, luego hay mil matices, pero de entrada eliges. Así de
sencillo. Y ese enfrentamiento milenario hoy se traduce de otra forma. ¿Y
qué hay que hacer? Continuar peleando. ∆