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AGOSTO 2003
ANGELES
L o primero que existe es la
Energía, porque el pensamiento del Creador, del Uno, es Energía, Su Energía.
Pero la Energía contiene en sí la Idea del Uno, el proyecto y también a las
vidas que lo van a desarrollar. Y estas vidas son los ángeles.
Desde el principio existe el ángel como "peón" del Creador, como
"colaborador" inmutable de la idea del Uno, pero, a la vez, como instrumento
sobre el que se va a realizar la mayor transformación cósmica imaginada,
porque, en el proceso evolutivo, el ángel se va a convertir en un hombre y
luego en un Dios.
Desde la contemplación mental del proceso, existe el ángel, pero el hombre
aún es parte del proyecto, no existe como idea acabada, está en proceso de
ser.
Cuando el hombre sea, el ángel habrá evolucionado mentalmente, y también
ganado individualidad, pero sin perder la conexión con su origen, con la
Mente del Uno. Ello le permitirá seguir evolucionando para convertirse en la
nueva criatura soñada por el Creador, el ángel con mente, libre y creador.
Así pues, el hombre actual es tan sólo una criatura en proceso de
transformación, en camino hacia la verdadera concepción de hombre. Conserva
la pureza del ángel y también las limitaciones mentales de éste. Busca el
origen de la vida porque sabe que ahí está la respuesta a la razón de su
existencia, pero lo hace de forma arrogante, creyéndose superior al resto de
la creación, y así sólo construye con su limitada mente aquello que luego se
le vuelve en contra.
El hombre actual posee en su interior, en su código genético, las claves de
la creación, pero no posee humildad, la ha perdido en el proceso. Tampoco
posee la visión mental que emana de la unidad y el respeto a todo lo creado,
porque en su ignorancia se cree un "dios", cuando en realidad es la criatura
más imperfecta y más "delicada" de la creación, porque está sin hacer, sin
terminar. Es evidente que se "estropea" con mucha facilidad, que se "rompe"
fácil.
La clave del ángel está en la unidad a la Idea original, en la obediencia al
proyecto y a su Creador.
El ángel-hombre ha perdido el sentido superior de la obediencia y también la
visión de que todo está unido formando la gran red. De ahí derivan todos sus
males, sus enfermedades, sus problemas.
Pero todo es parte del proceso de conversión y consecuencia de poseer una
incipiente mente que le hace creerse superior, aunque en realidad aún no es
nada. Ya no es ángel, tal y como fue en un principio, pero tampoco es la
nueva criatura diseñada por la Mente del Uno.
Busca con obsesión el poder porque está grabado a fuego en sus genes, pero
se equivoca en la dirección de búsqueda, porque no es fuera donde se
encuentra, sino dentro de sí mismo, en lo más profundo de su naturaleza.
También se equivoca al no ver el camino, su camino, escrito en la mujer, en
lo femenino, porque ahí se conserva pura la esencia del ángel primigenio,
que no se tiene que perder, sino revestirse de poder, del poder de la Mente
Creadora.
No existen pues hombres y ángeles. Existen ángeles en muy diversos estados y
niveles evolutivos y existe un proyecto, llamado hombre, que es dotar de
consciencia, de mente y de individualidad al ángel. Pero es un proyecto en
proceso de ser, con todos sus problemas y sus consecuencias derivadas.
Y si sobre todo ello planea la sombra del mal, es simplemente por la
ambición desmedida de poder que existe en determinados grupos, que
consideraron que apoderándose de todo conseguirían el poder soñado, cuando
en realidad se alejan más y más de él y se convierten en esclavos de su
propia ambición.
Así pues, el ángel no es una criatura extraña, misteriosa, ambigua, es más
bien la base sobre la que se construye el hombre, lo que todo hombre en
proyecto lleva dentro.
En realidad, el ángel es lo único que en realidad existe. ∆ |
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