Marina
le gusta ponerse en la piel de un extraterrestre que quiere conocer lo que
ocurre en nuestro planeta. Desde ahí observa a hombres, mujeres, niños,
ancianos, y se pregunta: ¿qué les pasa a esas personas tan raras? Ahora le toca
el turno al sexo. "La gente parece obsesionada por el sexo. Se busca, se
contempla, se instrumentaliza, se vende. Hay una gigantesca industria del deseo.
El orgasmo aparece como la gran metáfora. Un poeta habla de su experiencia
creadora y dice que es como un orgasmo. Un futbolista explica lo que siente al
meter un gol y dice que es como un orgasmo. Las feministas protestan contra la
glorificación del orgasmo, que consideran machista". ¡Dios mío, qué
rompecabezas!, diría el extraterrestre. Así que desde ahí, desde la minuciosa
tenacidad con la que un niño resuelve un puzzle, Marina nos conduce por "El
rompecabezas de la sexualidad" (Anagrama).-Al principio del libro
comenta que escribir sobre sexualidad va a ser una aventura arriesgada. ¿Quiso
usted curarse en salud?
-(Risas...) Ha sido realmente arriesgado. A la sexualidad desde siempre se
le ha considerado un tema terrible y peligroso del que era mejor no hablar.
Además algunas cuestiones que abordo en el libro podrían ser malinterpretadas
desde el punto de vista de la religión, que tanto ha influido en la moral sexual
de los ciudadanos, cosa que espero no ocurra porque me considero una persona
tremendamente respetuosa. Al final, lo que sí queda de manifiesto es que la
religión católica tiene que enfrentarse a todo el problema de la sexualidad
porque los conceptos que tenía hasta ahora se han quedado muy desfasados.
-Históricamente religión y Estado han coincidido y se han ayudado en la tarea
de control y represión de la sexualidad ¿Por qué?
-Porque quien controla la sexualidad tiene gran poder, ya que el sexo es una
gran fuerza que moviliza a personas y sociedades, y eso ha sido una constante en
todas las culturas por varias razones. En primer lugar porque estaba relacionada
con la procreación y ése era un tema a controlar. De ello dependía el bienestar
y la evolución de la especie. En segundo lugar porque formaba parte de uno de
los tres deseos más fuertes del hombre capaz de alterar las normas impuestas,
junto con la furia -impulso que podía conducir a la violencia- y la codicia -el
retener bienes perjudicaba al conjunto de la sociedad-. El tercero estaba
relacionado con las expectativas que generaban las relaciones sexuales, ya que
si no se cumplían alteraban y rompían la normalidad social -dramas, tristeza,
etc.-. En una palabra, era un material peligroso que no se podía escapar de las
manos y había que limitarlo de alguna manera. Así surgieron las normas.
-Hablando de normas y moral religiosa, se declara un profundo admirador de
Jesús de Nazaret y asegura que mucha de la moral religiosa que se le atribuye,
no encaja con su personalidad renovadora que nunca habló de prohibiciones ni de
preceptos.
-Para mí es la persona más fascinante de la historia. Creo que las grandes
personalidades que han cambiado el curso de la humanidad son los grandes
maestros religiosos: Buda, Confucio, Mahoma, etc. Jesús de Nazaret es quien más
me interesa y no fue un maestro de moral, ni amigo de dar normativas detalladas,
precisamente porque él era un revolucionario que iba en contra de los códigos
detallados que por aquel entonces tenía el judaísmo. Él funcionaba con conceptos
más amplios: Dios es perfecto; Ama al prójimo como a ti mismo... La moral sexual
surgió con el tiempo y se fue cargando de una serie de supersticiones, de ideas
científicas que había en aquellos momentos y ya están caducas, de intereses
políticos, económicos, etc., que nada tenían que ver con Jesús de Nazaret, que
en su época fue acusado más de hedonista que de asceta.
-Revisando esas normas hace un inciso en el libro para hablar del incesto y
deja en el aire una pregunta: ¿Por qué se ha puesto esta prohibición? "Si el
rechazo del incesto fuese una ley biológica, no sería necesaria una prohibición
expresa", apunta.
-Ése es un gran misterio en el que coinciden muchos antropólogos. Al
principio se justificaba desde un punto de vista biológico: impedir
malformaciones fruto de uniones consanguíneas. Hoy está demostrado que no tiene
por qué ser necesariamente así. Luego, a lo largo de la historia, aparecen
diferentes razones para explicar la prohibición del incesto, pero no parecen muy
convincentes, aunque como digo está presente en casi todas las culturas. Yo, con
todo tipo de cautelas, me inclino a pensar que han sido cuestiones sociales las
que han influido en esto. Al sexo se le ha considerado un gran creador de
vínculos y a los primeros pequeños grupos les interesaba relacionarse con otros,
para aumentar seguridad, poder, bienestar y eso sólo era posible a través de las
mujeres -un bien escaso a lo largo de la historia-, que eran las que creaban
vínculos. A pesar de ello, para mí la razón de esta norma sigue siendo un
misterio.
-Siguiendo con el tema de la mujer, dice que el erotismo es una creación
femenina y luego añade: "Aunque el asunto irrita a algunas feministas, parece
comprobado que la mujer necesita más tiempo para alcanzar el clímax sexual.
Sinceramente, creo que ha sido una ventaja para todos".
-Sí, tengo al respecto una teoría. Creo que la sexualidad amorosa, el
erotismo sexual -caricias, juegos, relación-, ha sido una gran creación de las
mujeres. Ellas han sabido relacionar sexo con amor. Han transferido su amor
maternal a las relaciones de pareja, esto ha convencido al hombre y además ha
demostrado que es un buen invento. Ahora parece que existe un nuevo movimiento
-más aparente que real- donde la mujer parece que quiere copiar los patrones
sexuales del hombre: sexo sin complicaciones, totalmente desvinculado. A mi
entender si este movimiento triunfase sería una regresión muy dura en las
relaciones humanas, porque esa gran y costosa aportación que ellas han realizado
podría desaparecer, y el sexo se convertiría en una pura trivialidad que
empobrecería las relaciones de unos con otros.
-No obstante, ésa es la imagen que nos están vendiendo.
-A mí esa imagen que dan los medios de comunicación de que hoy todo el mundo
está "salido", no me la creo. Considero que es una construcción inventada,
aunque lamentablemente está creando una especie de modelo a seguir. Como
investigación, de vez en cuando hago una revisión sistemática de todas las
revistas femeninas, desde las más conservadoras a las más progres. Y no puedo
por menos que preguntarme: ¿qué imagen se está queriendo imponer a las mujeres?.
¿Seguro que estas revistas están hechas por mujeres para las mujeres? ¿o se
trata de revistas hechas por machistas que están diciendo a las mujeres: ocúpate
de estar monísima las 24 horas del día, perfúmate, viste bien, ¡ah, sí! y ten la
casa a la última? Vamos, lo de siempre pero teñido de sofisticado. De vez en
cuando, alguna revista más atrevida te dice incluso que puedes tener dos
amantes, bajo el siguiente argumento: "mira, si ellos han tenido amantes durante
tanto tiempo, ¿por qué nosotras no?" ¡Pues sí que habéis ido a copiar un buen
modelo!
-También habla usted del hombre femenino...
-Sí, pero con ciertas reticencias porque es algo que el hombre aún no se
cree. Durante siglos se le ha preparado para una sola cosa: ser duro, combativo,
poco dado a las expresiones afectivas, autosuficiente y defensor de su familia.
Era el modelo de las tres "P": preñador, protector y provisor. En el momento en
que socialmente esto no tiene sentido, porque la mujer dice que no le interesa,
pues él se pregunta: ¿y quién demonios soy yo? Por un lado la mujer le comenta
que es muy tosco afectivamente y que no cuida la relación. Por otro lado, él no
acaba de tener claro que el hacerse más sensible, expresivo, emocional, sea lo
que de verdad le guste a la mujer. Mientras tanto, los roles masculinos siguen
inmutables, aunque no se atrevan a decirlo en público.
-Así, que a la vista de todo esto sugiere la necesidad de emprender una
"segunda revolución sexual". Explíqueme cómo.
-La primera revolución sexual nos liberó de una sobrecarga normativa que
impedía diferenciar lo sensato de lo insensato. Esto estuvo bien, pero a mi
juicio se equivocó, porque propuso un sexo desvinculado. El sexo se convirtió en
una actividad poco menos que lúdica, autosuficiente, sin complicaciones. Y eso a
la larga generó insatisfacción, especialmente en la mujer, que enseguida notó
que algo estaba fallando. Se había hablado al principio de una revolución sexual
de la mujer y acabó siendo otra forma de dominación porque esa liberación se
había realizado bajo roles totalmente masculinos. Desde entonces han empezado a
hablar de cómo ellas ven la sexualidad y yo creo que éste es el camino.
-Un camino abierto para ambas partes...
-Sí, la revolución sexual de la que hablo pasa por la valoración del ser
humano y exige una gran energía creadora puesta en marcha por ambas partes,
dejando a un lado todo lo conocido hasta el momento.
-Podríamos terminar, si le parece, con la última frase de su libro: "Y ahora,
sonría, cierre el libro y váyase a vivir..."
-¡Por supuesto! Oye, veo que llegaste hasta el final del libro.
¡Enhorabuena! ∆