Revista Fusión

 Subscripción RSS

FUSION también eres tú,  por eso nos interesan tus opiniones,  tus reflexiones y tu colaboración  para construir un  mundo mejor

Recibe nuestras noticias en tu correo

 


 

vinternac.jpg (7028 bytes)
LA GUERRA COMO EXCUSA

LA GUERRA COMO EXCUSA

La mayoría del pueblo americano cree que la guerra con Irak es imprescindible, sin pensar que están siendo engañados, manipulados y utilizados como instrumentos para que el clan Bush y algunos más se hagan con un poder que desborda la imaginación más calenturienta.


Cada día suenan más fuertes los tambores de guerra. Bush y su equipo se desviven para convencer al pueblo americano y al congreso de la importancia de invadir Irak para defender al país. Eso dicen.
Respecto al exterior, la búsqueda de aliados es ya algo obsesivo, hasta tal punto que llegaron a prometerles, a los que se unan en el ataque a Irak, repartirse el botín, o sea, el petróleo.
Suena a película de bandoleros que planean el asalto a un banco en algún poblado del far west. Y lo tremendo es que sí, que es algo así.
Pero lo más curioso de todo es la prisa que tiene Bush por acelerar el proceso y atacar cuanto antes.
Si analizamos esa prisa puede obedecer a dos razones. Una, que efectivamente Irak esté preparando para ya un ataque biológico o químico a los EE.UU, cosa que nadie se cree y cuyas pruebas nadie vio. Otra, que todo obedezca a la necesidad de tapar con fuego los crecientes y numerosos escándalos de corrupción que sacuden el entorno de Bush y que amenazan con destronarle. Por ejemplo, el Secretario General del Ejército, Thomas White, número dos del secretario de Defensa, está implicado hasta el cuello en el turbio asunto de la compañía Enron, que junto a otras se la considera responsable de la crisis energética que sufrió California el año pasado, crisis provocada para manipular el mercado en propio beneficio. Al final, y antes de que Enron perdiera todo su valor, White vendió sus acciones por 12 millones de dólares.
En una situación normal, White ya hubiera dimitido o habría sido expulsado de su cargo, pero claro, la nación está en guerra y todos son necesarios.
Otro que escapa hacia adelante, el vicepresidente Dick Cheney, recibió un "regalo" de 8,5 millones de dólares de la empresa que dirigía cuando aceptó el cargo propuesto por Bush. Este "regalo" es la generosa contribución de su ex empresa por los chanchullos que Cheney llevó a cabo cuando era un alto ejecutivo, chanchullos que beneficiaron a la empresa y que perjudicaron a montones de trabajadores que se quedaron en la calle sin tan siquiera una pensión.
Ambos mandatarios están siendo investigados, pero claro, ¿quién le mete mano al vicepresidente y al secretario general del ejército cuando va a comenzar una guerra de incalculables resultados?
Y a todo esto hay que añadir las sospechas que recaen sobre el propio Bush, implicado en alguno de los escándalos que últimamente sacudieron al país.
Por otro lado está el 11-S. La historia del 11-S trae cola.
Hace poco, cuando se celebró su aniversario, fue sencillamente asquerosa la utilización de las víctimas y sus familiares, de los hechos ocurridos, para manipular una vez más las mentes de todo el mundo y vendernos algo que todavía no está claro quienes estaban detrás.
Resulta sorprendente y patético, además de muy extraño, oír hablar constantemente del avión que se estrelló contra el Pentágono cuando ya todo el mundo sabe que no fue un avión.
¿Por qué siguen mintiendo y por qué nuestros medios de comunicación, nuestros periodistas, colaboran con esa mentira?
Bush, lógicamente, aprovechó el momento emotivo para lanzar al aire una vez más sus alegatos patrióticos, sus estudiados mensajes que justifican, para él, que EE.UU puede hacer lo que le venga en gana en cualquier parte del mundo.
Así, la mayoría del pueblo americano cree que la guerra con Irak es imprescindible, sin pensar que están siendo engañados, manipulados y utilizados como instrumentos para que el clan Bush y algunos más se hagan con un poder que desborda la imaginación más calenturienta.
Si Bush y los suyos amenazan a la ONU y la "obligan" a darse prisa, si pasan de las opiniones o críticas de sus aliados, si no muestran pruebas fehacientes de las intenciones de Irak, si quieren guerra y sólo guerra sabiendo el peligro que esto supone con la actual situación mundial, entonces es evidente que a Bush no le preocupa el terrorismo, ni el peligro supuesto que este supone para el mundo.
A Bush le preocupa su cargo, su hegemonía mundial, el petróleo iraquí y, sobre todo, cumplir los planes de su padre, quien desde la sombra le asesora, aconseja y decide sus más allegados.
La guerra es tan solo una excusa. El problema es que hay quien se lo cree todo, como le sucede a nuestro presidente Aznar y a su gobierno.
Como siempre ocurrió, el tiempo será el gran juez../ MC

   

   
INDICE:   Editorial Nacional, Internacional, Entrevistas, Reportajes, Actualidad
SERVICIOS:   Suscríbete, Suscripción RSS
ESCRÍBENOS:   Publicidad, Contacta con nosotros
CONOCE FUSION:   Qué es FUSION, Han pasado por FUSION, Quince años de andadura

 
Revista Fusión.
I  Aviso Legal  I  Política de privacidad 
Última revisión: abril 07, 2011. 
FA