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HAY OTRAS DICTADURAS
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Nunca va a salpicar el
"escándalo" a las más altas esferas, sencillamente porque son
intocables.
Es la prueba evidente de la inmadurez y fragilidad de esta
"democracia" que tenemos, las leyes no son iguales para todos. |
La gente sale a la calle y se manifiesta
contra ETA, y con ello expresa su repulsa al intento de imponer por la
fuerza, a base de asesinatos, una intención política, si es que es eso. Y
está bien.
Sin embargo la gente no sale a la calle para expresar su repulsa contra la
evidencia, no el intento, de la dictadura que vivimos impuesta por los
Bancos con el consentimiento del Gobierno, de cualquier gobierno, y que
tanto daño hace al bolsillo de los españoles y que tanto delincuente genera
de traje y corbata.
El mundo de la banca ha sido siempre una especie de "reino" de dioses
intocables, lejos de lo mundano, por encima del bien y del mal, ajenos a los
caprichos del destino y a los movimientos sociales, a las mareas que
remueven las sociedades y sus gentes.
Los banqueros, casta selecta fuera del alcance del vulgo, se mueven en otros
parámetros, en otras coordenadas, casi fuera de los mapas, allí donde nada
se sabe ni nada penetra.
Y aunque el ciudadano común sospeche, siempre lo hizo, que no eran gente de
fiar, mantiene una especie de reserva mental hacia ellos y un estudiado
respeto, producto del evidente hecho de que son, los banqueros, los que
están detrás de los créditos, las hipotecas, los anticipos, y todas esas
cosillas que tienen que ver con el dinero y por consiguiente con la imagen y
todo lo que en torno a ello gira.
Es como un juego hipócrita perfectamente consentido y tolerado. Los partidos
políticos están en sus manos, todos deben a la banca. Las empresas están en
sus manos, todos funcionan con créditos. Y los ciudadanos están cogidos por
los cataplines, o por las hipotecas, que viene a ser lo mismo.
Siendo así... ¿Quién se enfrenta al gran dictador? ¿Quién le planta cara a
la más poderosa de las mafias? Nadie, nadie puede.
Entonces, sucede que un día salta un "escándalo", por ejemplo, lo del BBVA.
Hay un juez, Garzón, que parece ser quiere ir a por todos. Pero... ¿Cuántos
son todos? ¿Sabremos algún día toda la verdad? ¿Conoceremos todos los
entresijos, todos los involucrados, todo el movimiento de ese dinero? Por su
puesto que no. Es más, nunca se va a investigar todo a fondo, el PP ya
anunció que se opondría. Nunca va a salpicar el "escándalo" a las más altas
esferas, sencillamente porque son intocables.
Es la prueba evidente de la inmadurez y fragilidad de esta "democracia" que
tenemos, las leyes no son iguales para todos, hay diferentes niveles de
juego y diferentes clases de jugadores.
Y el pueblo calla y consiente. Sabe lo que hay, sabe lo que se cuece, pero
calla, calla y otorga. Al fin y al cabo ¿qué sabe el pueblo de la vida, de
la existencia, de los Botín, Ybarra, y sus más allegados?
Ya existían cuando Franco, existieron con UCD, PSOE, y ahora navegan sin
problemas con el PP. Y si tienen algún problema es sólo consecuencia de sus
propios excesos, no de su "obligación" de rendir cuentas ante los poderes
públicos.
Porque la democracia nunca se ha atrevido con la médula de la dictadura, con
el poder más escurridizo, más inquietante y más difícil de encauzar dentro
de una legislación emanada del pueblo.
La Banca siempre fue punto y aparte. Así lo exigieron ellos porque así
podían y pueden hacerlo, simplemente porque todo les pertenece.
Y esa imposición solapada, evidente, acatada, es la mayor y peor dictadura
que existe, porque tiene que ver con la supervivencia del ciudadano, con sus
anhelos y sus sueños, con su esfuerzo, su trabajo y su dignidad.
Pero nadie se atreve con los "dioses" de la Banca. Garzón quiere
intentarlo... ¿Hasta dónde? ¿Vamos a saber, por fin, los españoles todo lo
que se cuece detrás del telón? ¿Vamos a asistir al milagro de ver que la
justicia trata a estos "dioses" igual que trata a Gil y Gil, por ejemplo?
Me temo que nos quedaremos con las ganas, que todo se quedará en unas
cuantas dimisiones y que seguiremos hablando de democracia, pero ocultando
la dictadura que la deja vivir mientras no haga mucho ruido.
Además, tenemos que aguantar que se sientan como nuestros protectores y
benefactores.
¡Qué asco! / MC |
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