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JOVENES
ENGANCHADOS
A LA MOVILMANIA
Algunos les llaman
Generación WAP(*) . Han crecido de la mano de la tecnología, son
menores de 18 años y en sólo año y medio se han convertido en una
importante fuente de ingresos para las empresas de telefonía móvil.
(*) WAP: Es un protocolo para poder acceder a ciertos contenidos de
Internet a través de un teléfono móvil. Es una fórmula de reciente
comercialización pero que cuenta con más de 100.000 terminales. Se prevé
que para final de año existan más de dos millones de usuarios. Una de las
claves para el despegue de esta nueva opción ha sido el público joven,
asiduo al mundo de los ordenadores y de Internet. Sus siglas corresponden a
Wireless Aplication Protocol.
Texto:
Mariló Hidalgo
Al
principio el móvil se asoció a la imagen del yuppie. Era un artículo de
lujo, costaba alrededor de 500.000 pts. y pesaba lo suyo.
Hoy existen en el mercado pequeños móviles de alegres colores que no
llegan a cien gramos, llenos de prestaciones y a precios muy asequibles. Y
en torno a ellos empieza a ser familiar la imagen de un chaval de 14 años
manejando con gran maestría las teclas del pequeño teléfono para enviar
un mensaje a sus amigos.
Jóvenes entre 12 y 18 años se han convertido en los nuevos exponentes de
la movilmanía. Las empresas de telefonía móvil han encontrado un gran
filón.
En estos momentos nuestro país tiene un parque de móviles superior a los
terminales fijos. Las principales operadoras de telefonía en nuestro país
-Telefónica, Airtel y Amena- vieron que relacionar el móvil con los
ejecutivos no era rentable, así que una vez conseguido ese mercado buscaron
otras fuentes de alimentación. Para ello había que crear la necesidad del
móvil. Llegar hasta el público más joven no fue difícil. Esta
generación ha estado en contacto con la tecnología casi desde la cuna:
vídeos, walkman, Internet, videojuegos, reproductores de CD. Su nivel de
consumo en estos campos es superior al de un consumidor medio. Están
acostumbrados a tenerlo todo y son capaces de invertir el total de sus
ingresos para mantenerse a la última. En apenas un año y medio el
teléfono móvil llegó masivamente a los menores de 18 años,
convirtiéndose en el regalo de moda. Paralelamente se les vendió también
a los padres: "Proporciona tranquilidad". "Tenemos en todo
momento localizados a nuestros hijos".
Al principio, y como estrategia de marketing, se regalaron miles de
móviles. El objetivo era perder el miedo a un elemento que siempre había
pertenecido a un grupo de élite, e incorporarlo a la vida cotidiana.
Una vez conseguido esto, se crearon móviles con más prestaciones, diseños
más originales, menos volumen, menos peso, tecnología digital GSM que
permite añadir a la comunicación de voz mensajes escritos, contestador,
agenda, identificación de la llamada, contestador o servicios de
información. El primero en apuntarse a estas innovaciones fue otra vez el
público joven.
Para reafirmar su personalidad y
distinguirse del resto, los jóvenes han creado su propia jerga para sintetizar
los mensajes.
El mercado del móvil sigue en ascenso. Desde julio de 1999 hasta julio del
2000, en Europa se registró un crecimiento de más del 68%, unos 84.000
millones de dólares. Se espera que para el año 2010 -según un informe
realizado por las consultoras Arthur Andersen y JP Morgan- el mercado de
móviles maneje alrededor de 156.000 millones de dólares.
Con estas previsiones la demanda está asegurada, así que se ponen en
marcha nuevas fórmulas para fomentar el consumo y asegurar la fidelidad de
los clientes que ya existen. Empieza así una lluvia de campañas de
publicidad que ofrecen puntos canjeables, regalos directos, suscripciones
gratuitas a revistas, premios por enganchar a un amigo al móvil, CD
gratuitos con la música del momento, mochilas, libros, entradas para ver
los estrenos cinematográficos del momento, nuevos terminales para renovar
el antiguo, etc.
En los seis primeros meses de este año, el número de nuevos usuarios en
España se situó en 1,18 millones, y el crecimiento en el segundo trimestre
fue superior al primero. Telefónica Móviles estima que su cuota de mercado
en España se sitúa en torno al 55,8% de los 26,6 millones de clientes que
existen en el país (Expansión, 3-7-01). La operadora del grupo Telefónica
en cinco años ha multiplicado por catorce el número de sus clientes, desde
el millón de usuarios que registró en enero de 1996.
Posteriormente, y para aislar el fantasma del elevado costo de la factura de
teléfono, se crearon diferentes tipos de contrato, la posibilidad de
limitar los destinatarios de las llamadas y la estrella: la tarjeta pre-pago.
Luego surgió una fórmula más barata para que los chavales hablasen con
sus amigos sin cortarse un pelo. Se trata de mensajes breves de texto -de 10
a 25 pts. por mensaje-. Esta nueva forma de comunicación denominada SMS
(Short Messages Service) que obliga a sintetizar al máximo la información
-160 caracteres por mensaje-, ha pasado a ser, de la noche a la mañana, el
principal elemento de comunicación entre jóvenes y el gran triunfador
entre los productos de telefonía móvil. Con él no sólo puedes hablar
sino ligar, participar en concursos, jugar. Pronto los SMS se han convertido
en un elemento diferenciador de esta nueva generación de jóvenes con
móvil. Nuevas expresiones, símbolos, giros, códigos que son empleados a
toda velocidad y que incluso empiezan a estar recogidos en unos curiosos
diccionarios -editados en versión on line y papel- que pretenden unificar
un poco los términos de uso más frecuente.
Las primeras sorprendidas fueron las propias empresas de telefonía que
comprobaron cómo las SMS, en manos de estos jóvenes se convertían en la
gallina de los huevos de oro. Un negocio que en estos momentos mueve miles
de millones en todo el mundo. En la actualidad se calcula que sólo en los
tres primeros meses del año se han enviado 16.000 millones de SMS en todo
el mundo. Sin duda estos mensajes cortos han conseguido multiplicar los
ingresos de la telefonía móvil.
Pilar Latorre, directora de negocios sectoriales de Telefónica Móviles,
explica que la operadora obtuvo el 9% de sus ingresos durante el primer
trimestre de este año vía SMS (Ciberp@is, 31-5-01). Los mensajes de texto
hoy por hoy constituyen entre el 8% y 10% de los ingresos de las compañías
de telefonía móvil en España. Y es que aquello que empezó como una forma
barata de comunicarse, hoy se ha convertido en una puerta abierta al
entretenimiento, juegos, subastas, ofertas, servicios, concursos, etc.
Miles de jóvenes invierten hasta el
80% de sus asignaciones en su teléfono móvil.
Según un estudio realizado por la asociación GSM (Ciberp@is, 31-5-01) se
calcula que en el 2001 se envíen más de 200.000 millones de SMS en el
mundo. Y se espera que, en dos años, el mercado global alcance los 6.500
millones de dólares (1,2 billones de pesetas) y se supere el billón de
mensajes. Amparados por el éxito de los SMS varias compañías como Nokia,
Ericsson, Motorola, Siemens, han llegado a un acuerdo para repartirse el
pastel y crear varios productos en esta línea, que hagan prosperar el
mercado. Las compañías de telecomunicaciones se frotan las manos ante los
14 billones de pesetas que esperan les reporten los entretenimientos a
través de móvil para el año 2005. En primera línea está la venta de
iconos y melodías, luego la estrategia continúa hasta enganchar a estos
usuarios a los juegos, para seguir con el comercio electrónico a través
del móvil y otra serie de productos denominados de nueva generación que ya
se están preparando. El informe realizado por las consultoras Arthur
Andersen y JP Morgan añade que "en el momento en que aumente la
competencia y la penetración del móvil alcance el 85% del mercado, los
ingresos de voz disminuirán ante la gran variedad de servicios que
ofrecerá la telefonía de tercera generación".
Foto: Maló
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Objetivo: Heavy Users
Así es como se denomina en términos de marketing, a los jóvenes entre
14 y 18 años: "usuarios intensivos". Para el Director Nacional de
OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), José María Mújica, esta
denominación ya supone un reclamo para atraer a estos jóvenes. "Es un
término atractivo -explica-, y dentro de nada veremos cómo aparecen los
móviles de los heavy users y observaremos todo un marketing en torno
a esta denominación. Las campañas de publicidad van dirigidas
fundamentalmente a la gente joven. Es un mercado muy interesante porque van
a realizar un acto de consumo aunque el potencial económico que tienen no
es muy grande. La mayoría de las veces, sin ser luego los responsables
económicos de muchos de ellos. Por esta razón creemos que habría que
dedicar especial atención a todas estas campañas que incitan a los
jóvenes al consumo, porque un joven consumidor impulsivo será un adulto
consumidor impulsivo. Y aquí existe un vacío legal".
Nos encontramos ante una generación de adolescentes que se sienten más
independientes que nunca, están inmersos en una sociedad consumista y son
tremendamente selectivos. Definen su territorio, se dejan seducir por pocas
cosas pero lo que les atrae, les engancha de verdad. Por ello se han
convertido en el consumidor ideal de productos tecnológicos, un campo que
les es tremendamente cercano. "Los mayores nos extrañamos hoy -explica
el sociólogo Alberto Moncada- de que sean los niños, incluso los niños
pequeños, los que nos enseñen a manejar relojes, vídeos, televisores. Su
superioridad no se basa en su educación formal, sino en la práctica
manipulación de tantos juguetes, videojuegos, etc. con los que se
familiarizan casi desde que nacen".
Desde
julio de 1999 hasta julio del 2000, en Europa se registró un crecimiento de
más del 68%, unos 84.000
millones de dólares.
El hecho de que hayan crecido al lado de una pantalla de televisión, video
u ordenador, ha hecho que aparezca otro término de marketing para
calificarlos: screenagers (jóvenes pegados a la pantalla). Y es que
han sido ellos los primeros en darse cuenta de la cantidad de cosas que
podían hacerse con un móvil. Las grandes compañías no han tardado en
responder con un amplio escaparate de productos en los que estos jóvenes
invierten sus ingresos.
"Esto es lo que debes hacer para tener la melodía que más te gusta en
tu móvil -recoge una publicidad-: Llama al 906...; selecciona tu operadora;
selecciona tu marca de móvil; introduce el código de la melodía;
introduce tu número de teléfono y cuelga". Con esta sencilla
operación podrás disfrutar de la canción de tu grupo favorito cada vez
que suene el móvil. El tema de la película "Misión Imposible",
"Me pongo colorada" de Papá Levante, "Dile que la
quiero" de David Civera y "Yo quiero bailar" de Sonia y
Selena son las canciones más solicitadas. El precio de esta llamada oscila
entre las 700 y 800 pts. Este mismo proceso sirve para seleccionar logotipos
-imágenes digitales seleccionadas según los gustos de cada uno-. Entre los
más pedidos están el logotipo del programa "Gran Hermano", el
escudo del Real Madrid o del Barça o los Simpson. A la vista de la
aceptación de este comercio, las primeras estimaciones apuntan a que en
sólo un año, la venta de logos y tonos pueda suponer para las compañías
del sector, el ingreso de unos 65.000 millones de pesetas (Tiempo 25-6-01).
Pero si hablamos de los costes de las llamadas, la OCU alerta sobre la
opacidad de muchas de estas publicidades que incitan al consumo. No hay
programa de televisión o radio, emisión de partido de fútbol, concurso
que se precie, periódico o revista que no incluya juegos, votaciones,
preguntas y miles de premios, para todo aquel que quiera participar a
través de su teléfono móvil y sus mensajes cortos. "Debería
aparecer el coste real de la llamada, no 'desde', -explica José María
Múgica-. Luego están los mecanismos que emplean para incrementar el
número de llamadas o envíos SMS: preguntas que suponen una ofensa a la
inteligencia. Son tan simples, tan absurdas, tan sin sentido, que uno no
sabe detrás de qué van. Al final, nos encontramos ante una situación de
indefensión ya que el avance tecnológico ha ido por delante de la
normativa de protección al consumidor. No tardaremos en empezar a recibir
las primeras reclamaciones y problemas con los mensajes cortos que están
tan de moda".
Penetrar en este "maravilloso mundo de tecnología punta" -según
reza la publicidad-, te permite "ser mucho más libre",
"hacer amigos nuevos", "hablar, jugar y ganar",
"hacer realidad tus sueños", "el mundo no se pondrá a tus
pies pero tendrás diversión asegurada", tener entre tus manos
"la puerta de entrada al futuro", poder "ir más allá de la
perfección", desafiar a toda una galaxia gracias a "la fuerza de
tu teléfono X", tener "Internet en la palma de tu mano" o
que la heroína Lara Croft de Tomb Raider aparezca en tu móvil y te invite
a vivir con ella una apasionante aventura. Todo ello aderezado con tarifas excepcionales
que permiten disfrutar de un montón de ventajas añadidas, ofertas y
regalos a los que es difícil negarse. Por esta razón, miles de jóvenes
invierten mes a mes sus asignaciones -hasta el 80% de sus pagas- y ahorros.
"A través de esta fórmula -argumenta la psicóloga Raquel Fernández
Benéitez- los adolescentes se sienten más pendientes unos de otros.
Experimentan la sensación de que 'los demás están ahí y no se han
olvidado de mí'. 'Me mandan un mensajito cada media hora para decirme
cuatro chorraditas pero en realidad me están demostrando que estoy ahí
para ellos'. 'Soy una persona importante'. A estas edades, la pandilla es
casi lo más importante, por lo que permanecer comunicado es vital. No creo
que lo hagan sólo por la moda. Creo que es un servicio que tienen a su
disposición que les cubre esa necesidad".
En
apenas año y medio el teléfono móvil llegó masivamente a los menores de
18 años y se convirtió en el regalo de moda.
Para muchos padres el aumento en el consumo del móvil es un mal menor si se
tienen en cuenta otros peligros que acechan a los jóvenes de hoy, aún
mayores. "Es mejor que se gasten el dinero en eso, que no en drogas o
alcohol", reflexiona Paula G., madre de un chico de 15 años. No
obstante, "los padres -considera Raquel Fernández- deberían saber lo
que utilizan sus hijos, cómo lo utilizan y si ese uso se realiza de una
forma adecuada. Las cosas no son buenas ni malas, depende del uso que se
haga de ellas y el objetivo de la publicidad es meternos por los ojos todos
los productos. Los chavales a esa edad no tienen la suficiente capacidad de
discernir, de ahí que sean los padres los encargados de educarles".
Desde el punto de vista del consumo, además "deberían informarse
-considera José Mª Múgica- y explicar a sus hijos el alcance de los
mensajes. Qué pasa cada vez que marcan un número y dan a una tecla".
Foto: Maló
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Lenguaje SMS
En un intento de reafirmar sus personalidades y distinguirse del resto de
los mortales, los jóvenes usuarios de SMS han creado su propia jerga para
sus sintéticos mensajes.
Ediciones B recientemente ha publicado un pequeño diccionario donde
recoge las principales abreviaturas, emoticones -gestos y emociones
representados con caracteres-, y normas. El libro se titula: "Qrs
ablar? :-). pqño lbro d msj txt". O lo que es igual: ¿Quieres
hablar? (emoticón de sonrisa). Pequeño libro de mensajes de texto. La
norma que parecen seguir en esta forma de comunicación es: se admite todo
mientras se entienda lo que dices. Se suprimen signos de puntuación,
vocales, se mezclan idiomas. Todo vale para sacar partido a esos 160
caracteres del SMS.
El problema es que estas expresiones ya no son exclusivas de los mensajes de
texto sino que han llegado al ámbito educativo. Exámenes, apuntes y
trabajos escolares, empiezan a reflejar este tipo de escritura aconsonantada
para alarma de educadores y lingüistas. "Aunque las abreviaturas
siempre han sido empleadas en los apuntes, este uso del lenguaje contribuye
a un empobrecimiento de las ideas que luego dan lugar a las expresiones.
Intento que diferencien lo que podría ser un juego de lo que es la
comunicación", argumenta el profesor de Secundaria Luis de Nicolás.
Las
principales empresas de telefonía vieron que relacionar el móvil con los
ejecutivos no era rentable, así que buscaron nuevas fuentes de
alimentación. Enseguida llegaron al público joven.
También se ha puesto de moda "enviar un mensaje secreto a quien tú
quieras. Y nadie sabrá que has sido tú" (publicidad de una conocida
empresa de telefonía). Un juego divertido mezcla de misterio e ingenio que
en más de una ocasión ha terminado en una denuncia ante una Comisaría de
Policía, al ser empleado por algunos chicos como medio idóneo para
proferir amenazas, insultos y mensajes macabros a terceras personas.
Pero aún hay más. Los ligues virtuales también tienen aquí su hueco.
Caso real: Chica gusta a chico. Ambos tienen móvil. Chico manda mensajitos
a chica y le dice -sintéticamente, por supuesto-, que está loco por sus
huesos. Chica se emociona. Pero... cuando ambos se reúnen con su pandilla
no intercambian ni una sola mirada, ni una palabra. Nada de nada. Como si
fuesen dos extraños. "La persona que tiene déficit en habilidades
sociales -explica la psicóloga Raquel Fernández- a veces lo que hace es
buscar una vía fácil para comunicar aquello que no es capaz de hacer en
una situación normal". El problema surge cuando la comunicación se
reduce a mensajes en un móvil. "Ese tipo de personas que no son
capaces de conversar, exteriorizar sus sentimientos cara a cara, tendrían
que pasar por una consulta psicológica para recibir un entrenamiento en
habilidades sociales. Emplear el móvil es una alternativa o un parche, no
una solución".
Está claro por tanto, que las nuevas tecnologías, la moda, el consumismo
obligan al consumidor a estar cada vez más informado y ser más inteligente
a la hora de definir sus necesidades. Y esto es algo en lo que también se
debería de educar a los más jóvenes. ∆
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