Al rojo vivo se ha puesto el verano con incendios en Cazorla, Huesca y la Costa del Sol. Las campañas publicitarias se ponen de nuevo en marcha, pero no tienen efecto: cada año aumentan los incendios y no se encuentran soluciones. Los políticos dicen que el clima tiene la culpa, pero los informes confirman que el 97% de los incendios en España se deben a causas humanas.

-Se gasta mucho dinero en extinguir incendios. ¿Se podrían erradicar las causas que los generan y no sólo actuar sobre los efectos?
-Estamos gastando unas 2.500 ptas por hectárea y año en apagar incendios, pero en el gasto para investigar las causas no se llega ni a 100 ptas por hectárea y año. Y entre las causas que se conocen a veces es cuestión de tomar medidas que no implican invertir dinero. Por ejemplo, en el caso de los agricultores y ganaderos, la mayoría son muy responsables con el medio ambiente, aunque hay un porcentaje que no. Pero tenemos la suerte de tener un "Código de buenas prácticas agrícolas" que la UE exige a todos los que se les subvenciona, que en nuestro país es la totalidad. En ese código se exige que se cumplan unas medidas mínimas, como no quemar rastrojos fuera de plazo. Así que al agricultor o ganadero que en sus tierras quemara ilegalmente se le podrían retirar las subvenciones. O sea, no sería simplemente un coste sino que a lo mejor sería una ganancia. No podemos tratar igual al agricultor y ganadero que cumple con la legislación, que hace bien las cosas, como al que lo hace mal, y en este país se da subvención al que lo hace bien y al que lo hace mal.

-¿Qué motivaciones socioeconómicas son la causa origen de los incendios provocados?
-La verdad es que muchas veces no las sabemos, porque no se han estudiado. Por los pocos casos que se han concretado, normalmente hay un porcentaje muy alto de causas agrícolas y ganaderas (más del 50%). Luego están las quemas en vertederos incontrolados, y por último hay otros temas menores como la limpieza de montes que se queman para que haya zonas de paso en cotos de caza, hay venganzas -de gente a la que se ha quitado del coto-, temas de madera para abaratar el precio... Hay un poquito de todo, pero la Administración no ha hecho un estudio serio y razonable de cuáles son las razones socioeconómicas.

-¿Se asumen las responsabilidades políticas en el tema de incendios forestales?
-Lo de Poncio Pilatos de lavarse las manos está a la orden del día, sino fíjate en que todos los años nos comentan 'no, es que es el clima mediterráneo; es la sequía del verano'. Como si no supieran nuestros políticos que tenemos peligro de incendio todos los años. Lo que hay que asumir es que tenemos que reducir el número de incendios forestales, reducir las causas. Y fracasan año a año porque el número de incendios va aumentando. Ante eso el que tuviera más vergüenza debería dimitir, pero como ninguno tiene suficiente vergüenza no dimite nadie.

-¿Qué importancia tiene una buena política forestal en el tema de los incendios?
-El problema está en que en nuestros bosques sólo se planifica la lucha contra incendios. Es triste, con la de cosas que podríamos invertir en los bosques para sacarle muchísimo rendimiento tanto en puestos de trabajo como en productos renovables. Pero no hay planificación ni inversión para una gestión sostenible de nuestros bosques. Hay una estrategia forestal que se sacó hace 2 ó 3 años, pero no hay una partida presupuestaria para desarrollarla. Entonces tenemos estrategia pero sin presupuesto, que es como no tener estrategia. Muchas de las actuaciones se basan entonces en la Ley de Montes, que es del año 57, es predemocrática y está obsoleta en muchos de sus capítulos. Llevan desde los socialistas hasta los del PP prometiendo que iban a hacer una nueva ley y no hay ni un maldito borrador.