TEMA DEL MES - APAGONES ANUNCIADOS
|
"Los responsables de las
diferentes compañías eléctricas de nuestro país alegan que no
hay capacidad de generación eléctrica suficiente para atender a
toda la demanda"
|
A
principios de año nos sorprendió la noticia de que California, el estado
más próspero de EEUU, sede de la revolución tecnológica y sexta
economía mundial, estaba viviendo una catástrofe eléctrica de dimensiones
extraordinarias. El miedo a un apagón continuo en el suministro que pudiese
provocar el cierre de las grandes industrias, obligó a imponer un estado de
alerta.
¿La causa? La oferta no pudo hacer frente a la demanda cada vez más
creciente. ¿La solución? La subida de más del 50% en las facturas a los
consumidores.
En España las eléctricas nos han advertido de que, cara al verano, zonas
turísticas como Levante, Galicia o Costa Brava van a sufrir apagones.
Insisten en que sólo se tratará de "microcortes", pero advierten
que podrían existir serios problemas de abastecimiento para el año 2003.
Hablamos sobre el origen de esta crisis con Mariano Gutiérrez, director del
Área de Industria y Energía de UCE (Unión de Consumidores de España).
- ¿Cuáles son las causas de esta posible crisis
energética?
- Los responsables de las diferentes compañías eléctricas de
nuestro país alegan que no hay capacidad de generación eléctrica
suficiente para atender a toda la demanda, y que por tanto se puede producir
un desabastecimiento, localizado en las zonas de mayor concentración de
personas durante el verano, especialmente la zona mediterránea. Fundamentan
sus declaraciones en que existen trabas por parte de las administraciones a
la hora de conceder autorizaciones para la construcción de nuevas centrales
eléctricas de generación. Si bien es cierto que los plazos son largos,
también es cierto que las empresas conocen perfectamente desde hace tiempo
cuál es la evolución tanto de la oferta como de la demanda. El tiempo
suficiente como para tomar las medidas necesarias para solucionar estas
limitaciones.
-La Comisión de la Energía (CNE) y la patronal del sector eléctrico
UNESA afirman que en ningún caso existirá un "crack" energético
como el de California. ¿Cuál es su opinión?
-Comparto la opinión de la CNE y de UNESA, las características del
sector eléctrico en España hacen que la situación de California no se
produzca en nuestro país. Se pueden tomar las medidas necesarias para la
creación de nuevas infraestructuras y el desarrollo y mejora de las
existentes, para lograr un margen de seguridad entre la oferta y la demanda
y que la primera cubra sin problemas a la segunda. El problema no es que no
haya capacidad de generación en nuestro país como para cubrir la demanda,
sino que no se pueda transportar la energía en condiciones adecuadas de
potencia y calidad suficientes desde donde se genera hacia donde se
necesita.
-Continuamente se insiste en el enorme despilfarro de energía y se
habla de medidas urgentes para ahorrar en el consumo. ¿Cómo me explica la
paradoja de que por un lado el consumidor se queje del precio del recibo de
la luz y por otro no cambie sus hábitos?
-Los cambios e innovaciones de la sociedad moderna hacen crecer
continuamente las necesidades energéticas de los ciudadanos. La tecnología
y el desarrollo hacen que dependamos cada día más de las energías en
general, y concretamente de la electricidad.
Cada vez es más fácil encontrar en los domicilios nuevos aparatos,
electrodomésticos que nos hacen la vida más cómoda, que necesitan
energía eléctrica, y que hasta hace poco no eran tan habituales:
ordenadores, microondas, aire acondicionado, cocinas vitrocerámicas. Por lo
tanto se compensan medidas de ahorro con nuevas necesidades, por lo que se
mantiene el consumo y se continúan pidiendo rebajas en la factura de la
luz.
-En marzo el Gobierno aprobó un Decreto por el que, a partir del año
2003, las interrupciones en el suministro eléctrico supondrán descuentos
de 5.000 pts. o un 10% de la facturación anual. ¿Esta medida parece que
afectará a los beneficios de las grandes compañías pero no se notará
mucho en el bolsillo de los ciudadanos?
-Es de agradecer una norma concreta destinada a sancionar a las
compañías eléctricas por las interrupciones en el suministro. Es
imprescindible que se proteja al consumidor de estos fallos.
Pero es muy posible que las cifras de compensación sean escasas o
insuficientes, comparadas con los daños que pueden producir. Las
compensaciones se calculan atendiendo al número de interrupciones y a la
duración de las mismas. Además hay que tener en cuenta no sólo la
continuidad del suministro de energía eléctrica, sino también la calidad
y si ésta no es adecuada también se debe reclamar e indemnizar. Dependerá
de las circunstancias de cada uno saber si las indemnizaciones son
suficientes o no; pero teniendo en cuenta los posibles perjuicios nos
parecen cifras realmente bajas.
-El mercado eléctrico en nuestro país está en manos de cuatro
grandes compañías: Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa e Hidrocantábrico.
¿La liberalización en el sector traerá beneficios para el consumidor o
pasará como con los carburantes, donde al final ha supuesto un aumento en
los precios?
-En principio y en teoría, el régimen de libre competencia es
beneficioso para el consumidor y para las empresas. Para el consumidor puede
suponer un descenso en los precios y/o un aumento de la calidad, ya que las
empresas tendrán que esforzarse por captar y mantener los clientes. A las
empresas, el hecho de competir les supone también beneficios: tienen que
optimizar costes, mejorar su funcionamiento, renovarse, mejorar y
desarrollar productos y actividades que les abran nuevos campos. El problema
es que esta competencia no se desarrolle en libertad y se vea enturbiada y
falseada por la realización, por parte de las empresas, de conductas
contrarias a la competencia, como el acuerdo de precios, imposición de
condiciones, etc. Esta situación se puede ver agravada por una actitud
pasiva o lenta por parte de la Administración a la hora de comprobar,
controlar o sancionar estas conductas.
Aunque el mercado español tiene cuatro grandes operadoras, por lo que nos
encontramos con que cada empresa está implantada en una zona geográfica
donde será difícil encontrar otra, limitando al usuario las opciones de
elegir compañía. Se supone que a partir del 2003, con la llegada de la
liberalización y la apertura de los mercados, este hecho perderá
importancia. Es necesaria la entrada de nuevos operadores en el mercado para
que traten de hacerse con un hueco e introduzcan dinamismo en el sector,
haciendo que entren en funcionamiento las ventajas de un mercado en
competencia efectiva. ∆
|