QUERIDO AÑO NUEVO

Querido Año Nuevo que naces bajo el amparo y la protección de un nuevo siglo y de un nuevo milenio, suficientes razones para mirarte con respeto, con curiosidad y con un pelín de sospecha, por eso de los anuncios apocalípticos que la escasa inteligencia humana se ha empeñado en hacer que se cumplan al pie de la letra, a pesar de los detractores y de los positivistas que creen que no hay castigo divino ni burrez humana que nos detenga.
Pero en realidad no te escribo para halagarte ni para decirte que no te pases, sino más bien para pedirte alguna cosilla, porque yo no creo en los Reyes Magos ni en Papa Noel, más bien creo que eres tú quien escondes en las hojas de tu calendario todo aquello que luego nos vas dejando caer a cuentagotas, bien repartido y justamente distribuido.
Pues bien, en primer lugar quiero pedirte que descargues toda tu ira sobre esa pandilla de capullos descerebrados que se dedican a machacar a sus mujeres porque no tienen el valor de mirarse al espejo de sus miserables vidas y pagan sus miserias con quien tienen más a mano. Cobardes de mierda que confunden la hombría con la represión y que representan la degradación última del machismo más ruin y abyecto que ha existido. Dales duro.
Quiero también que eches una mano para hacer ver a los políticos de este país, y también a los demás, aunque no quiero excederme, que no son los dioses que se creen, que estamos saturados de su palabrería hueca de contenido y llena de protagonismo, que la sociedad, el mundo, la vida, ha cambiado, ha evolucionado, y ellos están desfasados, porque asumen un rol que no les pertenece, porque el poder, o las ansias del mismo, les convierte en esperpentos, en caricaturas grotescas de una irrealidad que ellos creen real pero que está muy alejada de lo que se vive en la calle, y mucho más de lo que la calle necesita. Hazles ver, por favor, que la auténtica unidad, que tanto cacarean, es otra cosa, y que para vivirla hay que desprenderse de todas las caretas, de todas las mentiras, de todas las hipocresías. No creo que lo consigas, pero inténtalo al menos.
Me gustaría, por otra parte, que enseñaras al hombre, al ser humano, a ser respetuoso con la naturaleza. Se que eso sólo se puede conseguir acojonándolo, pero, bueno, el se lo buscó ¿no? De cualquier forma es importante que lo hagas, para que algún día pueda resurgir el carácter sagrado de la madre Tierra, para que la relación con la naturaleza, con los Elementos, con todas las criaturas, sea de respeto y de comprensión de la vida y sus diferentes formas de manifestación. Esto sé que ocurrirá, más tarde o más temprano.
Hay otro asunto que era importante que atendieras, aunque sé que más bien le corresponde a tu superior, el Nuevo Siglo, pero tú puedes empezar a echar un cable. Me refiero a la historia esa de las religiones y del comecocos que tienen montado.
Verás, es que la cosa ya lleva mucho retraso, porque hace ahora dos mil años, cuando vivían tus ancestros, Jesús vino a decir a la Humanidad que El traía la única y futura religión universal, que en realidad no era una religión en sí, sino simplemente la práctica del Amor por todo bicho viviente.
Pero ¿qué ocurrió? pues que casi nadie se enteró, los que se enteraron no hicieron puñetero caso, y los que hicieron caso, eso sí, sin haberse enterado de que iba en realidad la cosa, pues se montaron una historia rara, que aún continúa, y que cualquier parecido con el mensaje de Jesús es pura coincidencia. Conclusión, que existe un pifostio mundial impresionante donde miles de millones de personas están atrapadas en las redes de unos listillos que, a base de amenazas, les tienen acojonados y privados de libertad.
Y aunque sé que la tarea es larga, podías empezar tú a desfacer entuertos para que algunos empezaran a ver que todo es tan sencillo como Amar, sin pedir, y que no hacen falta intermediarios entre cada uno de nosotros y Dios. Sé que puedes, eres joven. Animo.
Y no te voy a encargar nada más, porque corro el riesgo de que me mandes también a mí un "recado" así que bienvenido al teatro de la vida, tómatelo con calma y utiliza la sabiduría de tus antepasados, que conocen bien al personal.
Ah, no te olvides que abres un nuevo ciclo de tiempo donde todo lo anunciado va a suceder, así que sienta bien las bases y empieza a encarrilar las cosas.
Y no te preocupes mucho por el personal, el que no se entera es porque no quiere.
Suerte. /MC