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Nueva Ley para los
ciclistas.
CIRCULAR CON CABEZA
Texto: Elena F. Vispo / Fotos: Jose M. López
Ya está en la calle. La nueva
ley que regula la circulación en bicicleta entrará en vigor en poco tiempo. Impone,
entre otras cosas, la obligación de usar casco y la posibilidad de circular en paralelo.
"Insuficiente" dicen unos. "Satisfactoria", dicen otros. ¿En qué
quedamos?
Cada vez
más gente se apunta a darle a los pedales. Cerca de 800.000 ciclistas aficionados sacan
la bici a pasear los fines de semana. ¿Y a dónde van? Mientras deportes minoritarios
como el golf o el pádel cuentan con instalaciones en casi todo el país, el carril-bici
ha adquirido la categoría de mito urbano, y en los pocos lugares donde los hay se
comparten con patinadores y peatones que aprovechan para dar un paseo o hacer footing.
En cualquier caso, la opción principal sigue siendo la carretera.
Al aumentar los aficionados a la bici en las carreteras españolas, aumentan también los
accidentes mortales. Según Tráfico, cada cuatro días muere un ciclista, pero la cifra
se dispara en fechas concretas. Hasta el 13 de octubre los accidentes mortales, bici
mediante, sumaban 87.
Así las cosas, se ha aprobado una Ley que modifica la Ley de Tráfico,
con medidas que persiguen un doble objetivo: por un lado, potenciar el ciclismo como
alternativa al vehículo a motor; por el otro, mejorar la seguridad de los ciclistas que
se aventuran a salir a la carretera. Dos objetivos loables que han hecho que los
aficionados a la bicicleta pongan el grito en el cielo. En vez de controlar al conductor,
dicen, se penaliza al ciclista. "Las nuevas modificaciones son totalmente
insuficientes", se queja José Rodríguez García, director de la Asociación de
Ciclistas Profesionales (ACP). "Todas las medidas tienen que venir por parte del
ciclista, cuando la mayoría de las veces el peligro viene por la falta de respeto de
muchos conductores hacia el usuario de la bicicleta". "No es cierto que queramos
penalizar al ciclista", afirma el congresista por el PP Manuel Seco, "son una
serie de medidas para fomentar la práctica del ciclismo, pero en condiciones de
seguridad, por eso se exige llevar prendas reflectantes cuando las condiciones de
seguridad sean malas, y se les obliga a someterse a la prueba de alcoholemia y a utilizar
casco con carácter obligatorio sólo en carretera".
Precisamente la obligatoriedad del casco fue el tema caliente de esta Ley. Los ciclistas
dicen que es inútil: "un casco te protege si te caes a cuarenta por hora, pero
cuando un coche que va a cien por hora atropella a un ciclista, puede hacer más bien
poco", argumenta José Rodríguez. Manuel Seco, que fue uno de los ponentes de la ley
ante el Congreso, no está de acuerdo: "la mayoría de los ciclistas aficionados que
tienen por costumbre salir a carretera lo usan, y los demás comprenderán que es bueno
usarlo; que no es un elemento de incomodidad añadido, o no lo suficiente para dejar de
usar la bicicleta".
Eso
es lo que muchos se temen. Que el ciclismo, que está en pleno auge, pegue el bajón de
aficionados ante estas medidas. "La gente tiene cada vez más miedo de salir a montar
en bicicleta y lógicamente porque a un usuario se le obligue a llevar casco, creo que no
por eso se está incentivando el uso de la bici. Y porque a un usuario se le obligue a
ponerse prendas reflectantes tampoco creo que lo favorezca", afirma Rodríguez.
La Ley se publicó en el Boletín Oficial del Estado el pasado 26 de noviembre, después
de un rifirrafe entre Congreso y Senado por culpa de la diferencia de opinión acerca del
casco sí o casco no. Desde que la ley se publica, el Gobierno tiene tres meses para
adaptar el Reglamento General de Circulación. Es decir, que todavía falta saber qué se
hará con todas estas modificaciones, ya que muchas, entre ellas el famoso casco, quedan
pendientes de las condiciones del reglamento.
La decepción parece ser la tónica común entre los interesados. Para José Luis Laguía,
ex-ciclista profesional y actual director deportivo del Kelme, la nueva Ley es
definitivamente restrictiva. En un artículo para la publicación Solo Bici, se lamenta:
"Con lo fácil que hubiera sido intentar que los automovilistas respetasen el metro y
medio en los adelantamientos, lanzar una campaña basada en la tolerancia y respeto mutuo
que disuadiera a los justicieros, por no llamarlos de otro modo, que manos al
volante se echan a la cuneta, adecuar, limpiar los arcenes que en ocasiones se transforman
en trampa mortal (...)".
Aunque no todo es de color negro. Se dan ciertas prioridades a los
ciclistas, y se incluye una de las pocas medidas que cuenta con el beneplácito de los
ciclistas: la posibilidad de circular en paralelo, también pendiente de reglamentación.
"Mi experiencia me dice que circulando en paralelo los coches respetan más",
cuenta José Rodríguez. Esa parece ser la palabra mágica: respeto. Mientras no llega, el
que quiera salir en bici a la carretera tendrá que ponerse el casco por si acaso. Y
seguir teniendo cuidado, que no hay casco que evite las imprudencias.
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