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Niños de Sierra Leona

Foto: José Luis Alvarez /Acción contra el hambre

EL HAMBRE COMO
ARMA DE GUERRA

En ocasiones todavía se piensa que el hambre es fruto de la superpoblación, de una mala gestión política, de la escasez de alimentos, de unas infraestructuras insuficientes o de un desastre ecológico. Hoy el hambre no es un hecho fortuito. Es un arma empleada conscientemente por algunos gobiernos para eliminar grupos molestos de población dentro de su propio país.

¿EL HAMBRE, UN ARMA DE GUERRA?
Texto: Mariló Hidalgo

Sí. Se trata de una fórmula muy eficaz y económica empleada por los señores de la guerra para eliminar a poblaciones molestas dentro de su propio territorio -minorías étnicas, disidentes, independentistas-. Esta fórmula ha tenido gran acogida en diferentes lugares del mundo debido a su rentabilidad. No exige gastos de armamento y en poco tiempo -y de manera silenciosa- se pueden exterminar miles de vidas. ¿Cómo? Quemando cosechas, impidiendo nuevas siembras, forzando desplazamientos de población con violencia y amenazas, etc. Al final se consigue el objetivo: miles de personas habrán muerto por falta de alimento. Principalmente, mujeres y niños.

¿QUIENES SON ESOS SEÑORES DE LA GUERRA?

Actúan de la misma forma porque todos buscan lo mismo: poder. Decidieron en un momento dado dejar a un lado los conflictos con los pueblos limítrofes, para declarar la guerra a su propia gente. Con ello consiguen muchos más beneficios ya que esta última opción trae aparejada la ayuda humanitaria: dinero, alimentos y la mejor tribuna para lanzar su mensaje al mundo, aprovechando los medios de comunicación desplazados hasta el lugar del conflicto.

¿QUE FORMULAS EMPLEAN?

Hay tres sistemas que vienen resultando infalibles. La fórmula clásica ha sido empleada con éxito en Sudán y Myanmar (Birmania). Hace unos años la Comunidad Europea envió a Sudán decenas de toneladas de mijo para forraje junto con 233.000 toneladas de alimentos como ayuda humanitaria para combatir la penuria causada por la guerra civil. Ese mismo año, en el país que estaba gobernado por un grupo islámico, se recogieron abundantes cosechas que permitió incluso exportar a Libia. Mientras, la minoría cristiana del Sur del país moría de hambre. Los nubios -minoría étnica sudanesa- también han sido expulsados de sus tierras, y conducidos a campos de "paz" o de concentración donde esperan la muerte. El caso de Birmania es muy parecido. El país recibe ayudas pero no las hacen llegar a sus minorías étnicas, que han tenido que abandonar sus territorios. La gente muere de hambre por los caminos.

La segunda fórmula utiliza la exhibición como reclamo, y aquí Sadam Hussein ha sido todo un pionero. Se trata de sacar partido al embargo impuesto por Naciones Unidas. Por un lado el dirigente irakí pide al mundo el levantamiento del embargo y por otro se niega a aplicar medidas que podrían atenuar la grave situación que vive su pueblo. Es más, Sadam ha quemado cosechas y creado un clima de terror entre la población civil, que huye del medio rural hacia ciudades que hoy son auténticas ratoneras porque no llegan los alimentos y la población allí está hacinada. Cuando tiene toda esta dramática escenografía organizada, convoca a la prensa de todo el mundo para que puedan dar fe de todo lo que allí ocurre.

La tercera fórmula la provocan los gobiernos incompetentes, aquellos que están cegados por su propia ideología. El informe de Acción contra el Hambre señala como ejemplos el caso del comunismo de Corea del Norte y el fundamentalismo islámico que en Afganistán ha dejado sin fuente de ingresos a miles de hogares por el mero hecho de que el cabeza de familia es una mujer.

¿Y LAS CATASTROFES CLIMATICAS?

Claro que provocan hambre entre la población, pero demasiadas veces han servido para justificar muchas barbaries producidas por la mano del hombre. En ese sentido "El Niño" se ha convertido en la coartada perfecta. Ha sido el culpable de los incendios que asolan Indonesia, ha roto el oleoducto de Ecuador, ha producido terremotos en Honduras, hasta ha llegado a afectar a las fresas de Huelva. Las Ong's que se conocen el terreno porque están allí trabajando, han denunciado el abusivo recurso de El Niño como factor explicativo de los trastornos del planeta.

¿NO HAY QUIEN PARE ESTO? ¿QUE OPINA EL RESTO DEL MUNDO?

"En las relaciones internacionales -señala José María Mendiluce- se sigue utilizando un doble lenguaje. Por un lado se habla de derechos humanos, pero por otro se sostiene a dictadores porque nos interesan por razones políticas o económicas. Se sigue cooperando con esos dictadores que se embolsan gran parte de los recursos dedicados a la cooperación y se les permiten que actúen dentro de su territorio como les venga en gana respaldándose en el principio de soberanía nacional. A nivel internacional no se prevén las crisis antes de que se produzcan: no es rentable prevenir, es mejor sacarse la foto posterior con el niño reventado o con un avión de ayuda humanitaria para los supervivientes del genocidio. Cuando la mediación no ha funcionado -continúa Mendiluce- entra en el juego la ayuda humanitaria, la gran trampa. Porque es utilizada en muchas ocasiones como sustituto de la política, cuando es precisamente ésta quien debería evitar las guerras y llevar a cabo una cooperación seria y honesta, que promoviese los derechos humanos".

Mozambique

Foto: c Mark Stephen. MSF

GUÍA DE HAMBRUNAS
Texto: Elena F. Vispo

"El arroz es un arma bélica". Estas palabras de Ahmad Tejan Kabbah, presidente de Sierra Leona, describen la ideología que se esconde detrás de las hambrunas. En Sierra Leona, por ejemplo, se despliega gran parte de la gama de posibles aplicaciones del hambre como herramienta de poder. Es uno más de los muchos casos actuales de hambrunas evitables: en Liberia la población eligió "democráticamente" a Charles Taylor, el principal causante del hambre, por miedo a que se reanude la guerra civil; en Somalia, donde la intervención americana constituyó un fracaso con cierta influencia en la actuación aliada en Kosovo, a los efectos de la guerra civil se añadió una sequía desastrosa; en Brasil ningún plan contra la sequía ha conseguido superar la oposición de los dirigentes, ya que los desastres naturales atraen ayuda humanitaria y convierten a los miles de personas sin hogar en mano de obra barata... La lista puede seguir y seguir: Ruanda, Níger, Corea del Norte, la ex-Birmania, etc. Las razones de las hambrunas pueden ser diversas, pero casi todas buscan afianzar o crear una situación de poder.

Si el hambre siempre es estremecedora, lo es aún más sabiendo que es evitable. El caso de Sudán apela a la conciencia mundial: es el país más grande de Africa y sufre la mayor guerra civil de la historia. Una guerra intermitente de más de cuarenta años, que no ha parado en los últimos quince. En ese tiempo han muerto un millón y medio de sudaneses y la cosa va a más: según UNICEF, aproximadamente el 60% de los niños en Sudán sufren de desnutrición. A pesar de que la tregua de junio del año pasado supuso un pequeño alivio, la guerra en Sudán es un ejemplo perfecto de cómo la población es manipulada por intereses políticos. El pueblo sudanés ha sido condenado al hambre por sus dirigentes, para que la ayuda humanitaria financie la guerra religiosa entre Norte y Sur.

Las ONGs y los medios de comunicación suelen tener un papel importante: las primeras, como fuente de ingresos; los segundos, como medio para atraer la ayuda humanitaria y como acceso a la difusión internacional. Es decir, propaganda.

En Irak la búsqueda de promoción se acelera hasta el extremo más dramático. El embargo ordenado por Estados Unidos disminuyó claramente el acceso de la población a los recursos, pero esta escasez ha sido deliberadamente agravada por el propio gobierno iraquí. Sadam Hussein tiene una fortuna personal que se cuenta entre las mayores del mundo, a la vez que es considerado como un mártir por la población civil, al oponerse al monopolio norteamericano. Este sentimiento contrasta con el hecho de que el gobierno iraquí empeora la situación hasta que roza los límites de lo inaceptable, y es entonces cuando se llama a los medios de comunicación. Los periodistas cumplen con su parte de transmitir la dramática situación al público y, de paso, la propaganda gubernamental se cuela en la noticias, apareciendo Estados Unidos como el responsable último. Ese es el reclamo para la ayuda humanitaria internacional, que luego se desvía para financiar los ejércitos y la maquinaria bélica. El hambre también tiene su marketing.

RELACIONES IMPOSIBLES
Texto: Marta Iglesias

En una hambruna entran en juego muchos factores que van más allá de la comida. Desde los gobiernos de los países afectados hasta los países del llamado Primer Mundo que los hacen dependientes, en medio se mueven una serie de personajes. Las ONGs cobran cada vez más protagonismo, y los periodistas se convierten en estrellas de una guerra que no es la suya. En esta historia cada uno tiene su parte oscura, y no todos se atreven a hablar. Los únicos que no dicen nada son los pueblos que se esconden detrás de las estadísticas. Novecientos millones de personas pasan hambre en el planeta y no hemos encontrado la declaración de ninguna.

Mujer de Armenia

 

Foto: Xurxo Lobato / Acción contra el hambre

¿LAS ONGS TIENEN UN LÍMITE?

Cuando una ONG llega a un país tiene que colaborar con las autoridades locales. Ellas le permitirán moverse, ofrecer la ayuda necesaria, y le protegerán ante posibles peligros. El problema viene cuando deben pagar el precio de esta protección. Muchas ONGs denuncian el desvío de las ayudas para los intereses gubernamentales, y no pocas se han retirado de zonas donde la ayuda era vital. Por su parte, los gobiernos de los países afectados parecen felices con la situación. La ayuda humanitaria resulta muy rentable y bastante fácil de manipular: al que no le guste, que se vaya.

En su libro Geopolítica del Hambre, Acción contra el Hambre se ha dedicado a analizar y denunciar los casos más relevantes de hambrunas por causas políticas, en muchos de los cuales se han visto implicados. Eva Valdés, Responsable de Comunicación: "Cuando Acción contra el Hambre se dispone a trabajar en un país, se inician una serie de conversaciones con las autoridades y son ellas quienes deciden darte la autorización o no. Por supuesto siempre te tienes que adaptar a la normativa en curso pero eso no implica que tengas que modificar tus objetivos, la decisión última de cómo y de qué manera se quiere trabajar la fija la organización. Aún así, siempre pueden surgir problemas como fue el caso del sur de Sudán, donde estábamos desarrollando un programa de asistencia nutricional y el nivel nutricional de los niños no mejoraba. Propusimos llevar a cabo una encuesta para detectar el fallo y nos encontramos con la negativa de las autoridades que temían que descubriésemos que parte de esa comida estaba siendo desviada hacia el ejército. El resultado fue nuestra expulsión del país. Las negociaciones fueron complicadas, pero meses después pudimos volver a entrar asegurándonos antes el control sobre el abastecimiento".

José María Mendiluce, eurodiputado, fue uno de los principales responsables de la modernización y optimización del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En su libro "Con rabia y esperanzas", habla de la actuación del ACNUR en la guerra de Bosnia. "¿Sabía yo que parte de la comida que se distribuía iba a parar a los soldados de todos los ejércitos? No; no lo sabía. Pero habría sido un imbécil si no lo supusiera. Pero mientras la OTAN se decidía a parar la guerra, preferí niños vivos y soldados alimentados, que niños muertos y soldados alimentados... por otros. Porque los soldados siempre comen. Como las armas siempre llegan".

¿QUÉ TIENEN QUE VER LOS PAÍSES MÁS RICOS?

Felipe Sahagún es periodista y analista político, y ofrece siempre una explicación global a los hechos: "Los países desarrollados tienen una responsabilidad fundamental en la mayor parte de estas hambrunas, por muchos factores. Muchas veces las ayudas de Occidente destruyen la infraestructura agrícola de los países que reciben esas ayudas, sin que se pretenda que sea así. A esos países se les envía ayuda agrícola masiva en respuesta a una hambruna, pero entonces los precios de la producción local caen al suelo y los agricultores no pueden seguir produciendo. Al año siguiente la producción cae a cero y al no recibir nuevas ayudas masivas se repite la hambruna. Si a esto añadimos las guerras civiles, las sequías, los desplazamientos masivos de refugiados como consecuencia de conflictos o de catástrofes naturales o humanas... A estos problemas cuyo origen puede encontrarse en buena medida en los países más ricos hay que superponer, añadir o sumar la responsabilidades de los propios dirigentes de estos países".

¿QUIÉN NOS LO CUENTA? EL "EFECTO CNN"

"Está pasando, lo estás viendo". La publicidad de la CNN se hace eco de esa necesidad de la urgencia. Lo que cuenta, cada vez más es la imagen y estar en el momento en que se produce. Las cadenas de noticias emiten las veinticuatro horas, ¿cuándo tenemos tiempo de pararnos a pensar?

José María Mendiluce cuenta en "Con rabia y esperanzas" como asistió en Nicaragua al reencuentro entre una madre repatriada y su hijo, cuando ambos daban por muerto al otro. Cuenta también como una reportera les hizo separarse y repetir la escena porque la cámara había perdido la toma. ¿Hasta donde llega la manipulación de la información? "Los medios tienden cada vez más a coproducir las crisis(...) Si hay cámara, hay noticia. Si hay noticia, hay que ser noticia; se te tiene que ver en la noticia".

Gervasio Sánchez. Reportero gráfico de guerra. Ha cubierto los conflictos más importantes de los últimos años. Contesta a la pregunta recién llegado de la frontera con Kosovo. "Está claro que en cualquier conflicto o crisis humanitaria hay un intento de transmitir información que muchas veces es simplemente propaganda. Eso lo hace desde un dictador como Sadam Husseim o Milosevic, hasta un amante de las libertades públicas como es el portavoz de Javier Solana en Bruselas. Estos días hay una rueda de prensa diaria en Bruselas donde se transmite lo que se quiere transmitir. Pasó en la Guerra del Golfo, que fue la mentira mediática más importante de la historia, donde los periodistas fuimos manipulados descaradamente. Un problema grave es que la mayoría de los periodistas no nos planteamos con mucho rigor nuestro trabajo. También es verdad que en estas ruedas de prensa hay preguntas durísimas, brutales, pero ellos dan una respuesta banal y no pasa nada."


FUENTES: Para elaborar este reportaje se ha contado con la colaboración e información de "Geopolítica del hambre". Informe 98-99 de Acción contra el Hambre. "Guía Eco-Eco" de Graciela Malgesini del CIP. "Con rabia y esperanza" de José Mª Mendiluce.

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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