|
|
Esta es una receta de mi
tía la monja. Me la dio el último día que fui a visitarla, cuando por cierto escuché a
dos curas hablando: -Padre Damián, y con todos estos últimos cambios en la Iglesia,
¿usted cree que llegaremos a ver a los curas casados? Primero sacamos el hueso a las piernas, sin partirlas. Quitando un poco
más de carne de las piernas y picándola junto con la trufa y la lengua. Pero lo mejor
fue el viaje en tren para ver a mi tía, se sentaron detrás de mí dos amigos que se iban
contado la vida.... Poner dos cucharadas de aceite en una sartén y rehogar la carne.
Sazonar con un poco de sal y añadir la harina. Revolver y agregar la leche y seguir
removiendo hasta que esté espeso, añadir el huevo y seguir removiendo para que se quede
bien mezclado. Rellenar con esta masa las piernas, sazonar y reservar. En una cazuela
de barro grande, colocamos las patatas y las zanahorias peladas y partidas en dos, con un
poco de aceite y al fuego; añadir la carne, que se dora un poquito por ambos lados. Rociar con el brandy, el caldo y el vino blanco. Cocer a fuego lento al
horno. Cuando la carne esté casi tierna añadir la nata y terminar de cocinar. Espero que
os salga bien y os guste. Os cuento el último cotilleo de los del tren, que después se
pusieron a hacer un repaso de las familias... "Mi primo se fue a hacer una
vasectomía. Cuando se despertó, el médico le dijo: |
|
|