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POBRES
ESPAÑOLES No hay que irse muy lejos para verle la cara a la pobreza. Basta visitar cualquier ciudad de España. Ocho millones y medio de personas viven en nuestro país por debajo del umbral de la pobreza. Ocho millones y medio de personas pagan la factura del Estado de Bienestar. No somos pobres. España no es un país pobre. Hay que reconocer que los españoles gozamos de una superioridad envidiable si comparamos nuestro nivel de vida con el de la grandísima mayoría de los países del mundo. En el ranking de países donde mejor se vive, un listado que elabora la ONU basándose en diversos parámetros para medir el desarrollo humano, España ocupa un privilegiado puesto número once. Nuestro país le gana la carrera a algunos paraísos reconocidos del Estado de Bienestar, como Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Austria o la mismísima Suiza, que ha de conformarse con el puesto dieciséis. Por si no estuviésemos suficientemente convencidos, desde el ejecutivo se lanzan estribillos pegadizos para que la población los repita y los haga parte de su vida cotidiana. Es uno de los muchos recursos del mercado. Técnicas de publicidad. "España va bien" es la coletilla de esta legislatura, la frase-estrella que se hizo famosa por boca de nuestro presidente José María Aznar. Así de liso y llano, ese "bien", ni mejor, ni peor, es un intento de transmitir a los españoles tranquilidad y confianza en una política que nos va a conducir a los laureles de Europa, cueste lo que cueste. "España va bien es una frase publicitaria que los asesores de imagen del presidente Aznar le fabricaron para repetirla como un sonsonete -afirma José Manuel Agüera, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de León-. Responde a un comportamiento favorable de las variables macroeconómicas en el último año y medio, que no es tanto tiempo porque ya empieza a haber problemas. Y como estamos en una sociedad que genera exclusión y pobreza, esa bondad del comportamiento de las variables macroeconómicas no llega nunca a una fracción de la sociedad, que queda excluída". El profesor Agüera aclara que ese "España va bien" se apoya en cifras agregadas que se refieren al crecimiento del producto interior bruto, al comportamiento de la inflacción, a las cuentas del Estado... pero no hablan de cómo se distribuye el pastel: "No representan ningún tipo de análisis del reparto de ese crecimiento, ni de cómo afecta al conjunto social". Para Gabriel Colomer, portavoz de la Asociación Parados sin Fronteras, el que diga que España va bien sólo puede hablar por boca de la Patronal. "Las grandes industrias nunca han tenido tantos beneficios. Para ellos la economía funciona la mar de bien, porque como hay tanta gente parada pueden seleccionarla, pueden rebajar salarios y pueden despedirla con facilidad". Desde luego que hay sectores que no acusan las crisis que se viven en
la calle. La banca, por ejemplo, sigue registrando beneficios, que durante los seis
primeros meses de 1998 sin ir más lejos fueron estimados en 325.000 millones de pesetas.
A la vez, se registra un progresivo aumento en la década de los 90 de los casos de
pobreza extrema.
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