Como doctora en Ciencias Económicas, Viceconsejera en la Junta de
Andalucía o como Directora General de la Vivienda -lugar del que fue rescatada por
Borrell-, Cristina Narbona siempre ha empleado grandes dosis de trabajo, entrega y
devoción que le han servido para dejar tras de sí una estela de rigor y buen hacer que a
la larga siempre se le ha reconocido.
Desde Medio Ambiente ganó por la mano a los francotiradores que creyeron tener a una
mujer como blanco perfecto para sus críticas. A estas agresiones, ella respondió con
hechos, aunque también reconoce que le quedaron muchas cosas por hacer.
Cautiva con su mirada que sin querer nos transporta a la época de los Faraones. ¿Quién
se encuentra al otro lado?...
-¿Qué atractivo tuvo para una mujer como usted el haber
optado por el cuerpo a cuerpo en política, asumiendo la responsabilidad de una
Secretaría, y qué atractivo tiene su labor actual?
-Llevo en política desde 1982; empecé siendo Viceconsejera en la Junta de
Andalucía y desde entonces me ha tocado "pelear" en varios puestos de
responsabilidad pública. Sin duda, el puesto más duro -y al mismo tiempo, el más
gratificante- fue la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, por ser la política
ambiental todavía muy incipiente y sin embargo absolutamente prioritaria cara al futuro.
Por eso, lo que más valoro de mi actual tarea parlamentaria es que puedo seguir
profundizando en estos temas sin la tensión permanente de tener que resolver cuestiones
puntuales.
-Hay problemas medioambientales en la actualidad que son
achacados a la mala gestión de la legislatura anterior. ¿Qué temas dejó pendientes a
su paso por Medio Ambiente?
-Sin duda se dejó mucho por hacer. Lo que más lamento es que algunas
iniciativas que ya habían sido adoptadas, con gran esfuerzo previo de concertación con
las Comunidades Autónomas y con el Consejo Asesor de Medio Ambiente -como fueron los
Planes Nacionales sobre Residuos Peligrosos y sobre Suelos contaminados, aprobados por el
Gobierno en 1995- han sido paralizados por el actual Gobierno; como también lamento que
las leyes que se han aprobado en esta legislatura -de Envases y Residuos- sean mucho menos
ambiciosas que los borradores que quedaron elaborados por nuestro equipo.
-Como portavoz en materia medioambiental en la oposición,
¿qué puntos calientes ve usted que están siendo ignorados por el actual Gobierno?
-Lo peor es la ausencia de compromiso político real. Se han limitado a
"crear" el Ministerio -ahora es, en realidad, de Medio Ambiente...- y a repetir
una y otra vez que todas las competencias de gestión son de las Comunidades Autónomas.
La falta de una política ambiental "nacional" se está notando en nuestras
relaciones con la Unión Europea -estamos perdiendo ayudas del Fondo de Cohesión-, en la
ausencia de criterios ambientales en las leyes que aprueba el Gobierno -véase la ley del
Suelo-, o en la ruptura del diálogo entre Ministerio y las organizaciones ecologistas...
pero lo más sintomático es la incapacidad del Ministerio de Medio Ambiente de diseñar e
impulsar los Planes Nacionales, imprescindibles para garantizar que en todo el territorio
español se cumplan las exigencias europeas en materia ambiental.
-Usted siempre se caracterizó por llevar a cabo su labor
desde la más absoluta discreción. ¿Qué más debería haberse conocido de Cristina
Narbona?
-Creo que la labor que he venido realizando se conoce suficientemente, sobre todo entre
los colectivos más directamente relacionados con la política de vivienda y con la
política ambiental. Mis buenas relaciones con los medios de comunicación -a los que
tengo que agradecer el buen tratamiento que me han dispensado con carácter general- y mis
muchísimos viajes por buena parte de España me han permitido trasladar a mucha gente las
actuaciones en las que he participado. No echo en falta un mayor reconocimiento sobre mí,
en absoluto.
-Con la mano en el corazón... ¿cree que el PSOE ha
cambiado?
-Está cambiando; pero el cambio tiene que ser mucho más profundo, y eso
llevará su tiempo.
-¿Cree usted que la renovación debe afectar a las ideas o
también a las personas?
-A las ideas y a las personas; aunque hay muchos compañeros que llevan
tiempo asumiendo responsabilidades y que sin embargo están abiertos a la autocrítica y a
nuevos planteamientos.
-¿Qué opinión le merece la nueva sabia de jóvenes
-llamados "Generación B" (de Borrell)- que quieren insuflar ese aire renovador
en las filas del PSOE?
-Muy buena opinión. Están afiliándose personas muy preparadas, que aportan
nuevas ilusiones y nuevas capacidades de respuesta. Además se están expandiendo las
llamadas "organizaciones sectoriales", que integran a personas no afiliadas al
PSOE que quieren trabajar con nosotros en temas concretos. Por supuesto, animo a quien
tenga interés a que se incorpore a la organización sectorial de medio ambiente, en pleno
desarrollo.