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EL SOLDADITO DE PLOMO

TEXTO: MARTA IGLESIAS 

El triste soldadito de plomo había sido una vez un niño muy vivaz, hasta que el hambre y la soledad le llevaron al frente. No recuerda en cuál de los treinta y dos conflictos en los que participan niños combatió, pero sí que durante ese tiempo perdió su pierna en un campo de minas.

niños con armas
Foto:Corinne Dufka/Reuters




 

 

Muchos niños soldados han visto morir a sus padres, hermanos y vecinos de la manera más cruel.

 

 

Hoy en treinta guerras del mundo participan niños soldados, personas menores de dieciocho años, que portan armas y forman parte de un ejército o guerrilla

Capítulo 1
Hoy en treinta guerras del mundo participan niños soldados. La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989 por la Asamblea General de Naciones Unidas fija en quince años la edad mínima para ser reclutado y participar en los conflictos, aunque esta disposición está en fase de revisión. No podía ser de otro modo, no se puede seguir manteniendo la hipocresía de un mundo occidental que decreta que la edad mínima para trabajar son los dieciocho años y la edad mínima para combatir se reduce a los quince.

Capítulo 2
En las guerras de hoy muchos soldados-niños se alistan voluntariamente. Recorren las ciudades o las selvas con un fusil Kaláshnikov o M-16 al hombro, y la foto de familia en el bolsillo. Minoritariamente alentados por sus padres, casi todos ellos se ven empujados hacia el frente por otros motivos. Están solos, tienen hambre o buscan venganza.

Capítulo 3
Cuando los niños son reclutados, muchas veces son sometidos a un lavado de cerebro, como en Perú, y obligados a participar en la tortura y la ejecución de sus propios familiares. Los ejércitos que no tienen ya suficientes hombres en servicio suelen reclutar niños para sus filas. Los niños son obedientes y baratos, son más disciplinados, más fáciles de intimidar y menos propensos a desertar; son prescindibles y se les considera más sacrificables, por eso en Irak e Irán los enviaban a recorrer los campos de minas.

Capítulo 4
Una niña en un conflicto étnico es posible que sufra el trauma adicional del abuso sexual. En la reciente guerra de la ex-Yugoslavia, por ejemplo, la violación de adolescentes fue moneda común. En Ruanda las chicas que quedaron embarazadas llegaron a los extremos de abandonar a sus hijos o suicidarse, debido al rechazo en su propia familia.
Algunos niñas soldados son entregadas a sus compañeros a los que tienen que servir como esposas o formar parte de un prostíbulo para soldados, como ponen actualmente de manifiesto las esclavas sexuales de Japón.

Capítulo 5
Muchos soldaditos de plomo no son capaces jamás de curar las heridas psicológicas: diez millones sufren traumas, entre cuatro y cinco millones de niños han quedado impedidos, más de un millón está huérfano o separado de sus padres y doce millones no tienen ya hogar.
Hasta el momento, ningún tratado de paz ha recogido la existencia de niños soldados así que cabe preguntarse cómo se solucionará un problema que no figura en los acuerdos gubernamentales. ¿Qué futuro puede tener una sociedad que mata a sus niños?

soldadito3.JPG (18757 bytes)
Foto:Miguel Berrocal     

 

 

   

   
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Última revisión: abril 07, 2011. 
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