Afirma
que llegó a la política por casualidad, que la vida lo fue llevando hasta asumir ese
papel. No es amigo de protocolos y aspira darle a la política su esencia de
cotidianeidad. Su espíritu crítico y comprometido le han llevado a defender el mensaje
de la izquierda para luchar por una sociedad más justa e igualitaria, y no la sociedad
mercantilista, consumista que quieren imponernos."El futuro de la izquierda
-subraya Anguita- pasa por donde siempre pasó, que es el de hacer suya la causa de los
oprimidos y de los explotados, no para defenderlos desde casa, sino para unirse a ellos en
la obra de su liberación. Este es el mensaje permanente de la izquierda, que no se puede
cambiar. Se podrán modernizar los métodos, las maneras de hablar, pero ese mensaje no,
eso no se puede cambiar nunca".
-Cuando llega a casa y se quita el traje de político ¿cómo es Julio
Anguita?
-No me quito ningún traje, porque no me lo he puesto. Soy igual aquí que en mi casa.
Aquí ejerzo una función, y lo único que pudiera llamarse 'traje' es cierta puesta en
escena, pero nada más. Cuando hago una rueda de prensa cuido mis palabras, noto que el
riego sanguíneo aumenta y hay una atención extraordinaria. Es lo que hace un actor.
Cuando intervengo y hablo, intento que cada palabra tenga su significado y capte la
atención de la gente. Eso no es un traje: es una manera de trabajar.
-Esa puesta en escena ¿no crea una especie de aureola en lo político?
-Yo soy antiprotocolo y procuro vivir como hablo, porque quiero darle a la política su
esencia de cotidianeidad, de normalidad. Yo creo en lo que estoy defendiendo. No quiero
colocar a la política en una especie de olimpo en donde están unos seres distintos a los
demás. Y no es pose; lo hago.
-A lo largo de su vida ¿qué personajes han sido una referencia?
-He admirado, pero no he tenido ningún personaje como faro luminoso. En todo caso he
tenido fuertes influencias de personas que son perfectamente desconocidas, como amigos,
compañeros con los que yo trabajé escribiendo, estudiando, dando conferencias. Ningún
personaje.
-¿Cuáles son sus lecturas preferidas?
-Yo tengo que leer muchas cosas que no son preferidas, como los informes. Recientemente he
estado leyendo un libro de Juan Navarro, Palacio de Injusticia, y también una biografía
que ha hecho una marxista italiana, Marina Rosi, sobre San Juan de la Cruz. Suelo leer
muchas veces a los clásicos, como Garcilaso de la Vega o Fray Luis de León. A veces me
hundo de nuevo en ese tipo de poesía por sus calidades, por sus grandes hallazgos en
cuanto a metáforas e imágenes, porque el lenguaje es una cosa muy importante, más
importante de lo que la gente cree. El lenguaje crea realidad, ya lo dicen los poetas. Y
yo digo más, el lenguaje es un arma para dominar, y para ser dominado. El lenguaje es un
instrumento para manipular las conciencias.
-¿Le gusta soñar?
-Soñar es una condición sine qua non para que el mundo sea humano. El sentido auténtico
del sueño, o de la ensoñación, no es ni más ni menos que la visión de lo que uno
quisiera.
-¿Cuál sería su sueño?
-Que no hiciera falta la existencia de políticos, que el mundo se rigiese por la perfecta
acracia, que es el ideal anarquista. Es el ideal perfecto.
-¿Qué opina sobre cómo lo representan las marionetas de el guiñol de
Canal +?
-Voy a decir algo que no lo vas a creer: no lo he visto. Pero además te digo que no lo
pienso ver. ¿Por qué? Porque francamente no merece atención. Por lo que me han dicho se
trata de presentar a un personaje un poco quijotesco, más bien sabidillo...
-¿Qué valora en un político?
-La sinceridad, que surge de tener un proyecto propio y estar convencido de las propias
ideas. Y a partir de ahí, hablar como se piensa y vivir como se habla.
-Hay quien piensa que si no fuese por Anguita la izquierda de este país
estaría unida ya. ¿Qué opina al respecto?
-Yo creo que la izquierda de este país está unida en IU. Lo que tú planteas es el PSOE.
Eso es otra cosa. Al respecto, a los que dicen eso les invito a que vayan a las
hemerotecas y que recuerden cuando le pedimos a Felipe González que si quería formar
gobierno con nosotros y se fue con Jordi Pujol. ¿Eso fue culpa de Anguita? O cuando el 18
de julio pasado quedamos con Almunia en vernos en septiembre y ni siquiera nos ha
contestado. ¿Es eso culpa de Anguita? Todo eso no aguanta ni medio minuto de datos que
demos cualquiera de nosotros.
-¿No cree que la clase política está siendo desvalorizada por la gente de
la calle?
-A veces la opinión pública es injusta. ¿Qué opinarían si yo dijera que los médicos
son todos unos sinvergüenzas, o que los albañiles se dedican a robar? Me ahorcarían
¿Por qué tienen entonces que hablar de los políticos? La gente muchas veces utiliza a
los políticos como una excusa, y cuando hay un político que no roba le llaman
gilipollas, lo cual dice muy mal de la gente. Hay personas que dicen que no roban, pero
que si estuviese en su lugar sería tal ladrón. Esos, son auténticos ladrones también,
lo que pasa es que no han tenido la ocasión; por tanto la generalización me parece una
injusticia. Cuando vean que los políticos roban o hacen cosas, que lo digan, pero para la
gente es más cómodo generalizar.
-En ocasiones se le acusa de defender la pureza ideológica a costa de la
convergencia con otras fuerzas políticas de izquierda.
-Esa es la tontería más grande que he escuchado yo desde el Renacimiento. ¿Por qué no
lo dicen con datos? Que cojan los documentos. Nosotros hemos dado libertad a nuestros
compañeros y compañeras de las diferentes comunidades para que pacten con fuerzas
políticas, programas y que sean sometidos a referéndum y esto lo hemos planteado delante
de los medios de comunicación. Por tanto, quien dice eso, una de dos, o no tiene ni puta
idea de IU, o simplemente es un manipulador y un granuja. En esto soy taxativo.
Desde hace muchísimo tiempo esta fuerza política de condición federal viene manteniendo
la unidad de la izquierda y en concreto la unidad de acción de la izquierda ligada a
programas, es decir, a contenidos concretos, llámese la empresa pública, la ganadería,
la leche, el paro... Eso es el programa. En el año 95, en las últimas elecciones dijimos
a nuestros compañeros y compañeras de cualquier comunidad autónoma y sobre todo
municipios, que podían pactar con quien quisieran, siempre y cuando cumplieran dos
condiciones: un programa, y que los compañeros y compañeras lo votasen en referéndum.
-¿Por qué en la izquierda hay más divisiones que en la derecha?
-Desde siempre las fuerzas políticas, sindicales y organizaciones de izquierda, suelen
utilizar más la razón que las razones.
Cuando hay más discusión, hay más riesgo de pluralidad, y eso a veces se confunde con
división. Sin embargo los colectivos humanos de derechas, al grito de "la cartera se
pierde", son como una piña, eso ha ocurrido siempre. La izquierda suele pensar más
las cosas, reflexiona más. ¿Por qué? Porque es la apuesta por algo nuevo que produce
análisis permanente. Recurriendo a dos ejemplos de la filosofía griega, la derecha es
Parménides, el defensor de que las cosas son como son y que no admiten cambios, es el
gusto por la rotundidad. En contraposición está Heráclito, que dice que nunca nos
bañamos en el mismo río, las cosas cambian, no son siempre las mismas. Naturalmente las
cosas que cambian constantemente es más difícil centrarlas en un molde cerrado. Esa es
la diferencia entre derecha e izquierda.
-¿Cree que se está degradando el Estado de Derecho y por tanto la
democracia?
-La democracia cada vez más es una cáscara sin contenido dentro, una pura ficción, como
consecuencia de que las decisiones políticas están siendo suplantadas por decisiones
económicas, y está sucediendo además delante de nuestras propias narices. Algunos
ejemplos: usted y yo vamos a votar al Parlamento Europeo y por tanto se entiende que éste
tiene toda la decisión, entonces ¿cómo es posible que el Parlamento Europeo tome una
resolución sobre el olivar, y un señor que está nombrado a dedo tome otra? En cuanto a
los contenidos de Maastricht, se los han pasado por el "arco del triunfo". Ni se
ha cumplido el tiempo de estancia en la banda, ni se han cumplido los criterios de la
deuda. Están montando una construcción burocrática y centralista de la moneda única.
La OCDE y la Organización Mundial del Comercio están negociando para aprobar una cosa
que se llama el Acuerdo Multinacional de Inversiones, por el cual las empresas privadas
pueden saltar por encima de lo que acuerden los gobiernos. ¡El ataque más monstruoso! Es
el golpe de Estado contra el Estado. Es la violación de todos los principios
democráticos.
Cuando el presidente del Bundesbank dice que los políticos tendrán que someterse a las
decisiones del mercado, yo pregunto entonces, ¿por qué hay elecciones? Si los mercados
son los que tienen que dirigir la política ¿para qué hacemos el paripé de unas
elecciones?
Estamos en un momento de vaciamiento de contenido democrático, y vamos a la dictadura del
dinero. Estamos ante un golpe de Estado incruento, a cámara lenta y protagonizado por el
capital financiero.
-... pero esas afirmaciones tienen unas implicaciones gravísimas y unas
consecuencias alarmantes.
-Sí, porque en todo ello están implicados aquellos que se dan cuenta, los que saben y
sentencian: poderes públicos, altos dirigentes de medios de comunicación, inteligencias
de la Universidad, formadores de opinión que con su silencio son cómplices... Estamos
ante una auténtica suversión del orden democrático. Al servicio de ese golpe de Estado
se ponen los legislativos, sálvese el que pueda, los ejecutivos, sálvese el que pueda, y
el judicial, sálvese el que pueda. Esto sí, todo el día estamos hablando de fulanito o
de menganito, que si la comparecencia del Sr. Alvarez Cascos, de quién va a ganar las
primarias, de si metió un gol bien o mal... Todo eso es una cuestión menor ante lo que
yo estoy planteando, porque ante nosotros tenemos el golpe de Estado del capital
financiero. Antes la clase dominante ejercía el gobierno a través de las fuerzas
políticas afines. Ahora han dicho: fuera las fuerzas políticas, me pongo yo. Lo hacen ya
directamente. ¿Qué es lo que se está construyendo? Hay ya voces que desde la
socialdemocracia alemana, por ejemplo, están diciendo: "Oiga usted, la moneda única
no va a construir empleo". Además el Fondo Monetario Internacional le ha dicho ya a
España que tiene que haber reforma del mercado laboral, que tiene que haber contención
salarial, etc., es decir, en España la moneda única va a durar veinticuatro horas. Pero
como somos el país de las glorias nacionales y Trafalgar... La moneda única es un ataque
a los intereses de los trabajadores y va a significar el ajuste permanente, y mientras
dure la euforia de esa eurodeidad, seguiremos manteniendo la idea de que estamos en el
mejor de los mundos.
-Usted siempre se ha declarado de ideas republicanas. ¿Cree que la
Constitución española o el Estado de Derecho Democrático actual ha quedado desfasado y
que hay que evolucionar hacia ellas?
-Que empiecen por cumplirlo. Con que cumplan el título primero y el título séptimo de
la Constitución, yo dejaría al Rey tranquilo durante siete años. ?