Lo último en esta sección
- Sobre las conversaciones del Ministro del Interior con el Director de la oficina antifraude.
- Actos en conmemoración del quinto aniversario del 15M
- Protección legal de los denunciantes de Luxleaks
- Ante el asesinato de Berta Cáceres
- Ante la prisión provisional y posterior libertad de los titiriteros.
- Contra las 'devoluciones en caliente'
Comentarios
- Energía solar. Eduardo Lorenzo, científico e inves...
2x BITCOIN: Wanna Double Your BTC to the Moon? A section of the Moon BITCOIN Liv... Leer - Correa (Gürtel), la tumba política de Rajoy
confusión esa absurda división maniqueista entre izquierdas y derechas, formacio... Leer - Las 'sanciones económicas' o la guerra de cuello b...
Hello. And Bye. Leer - ¿Por qué interesan las energías renovables?
Gracias a las renovables, todo el mundo podría tener energía a coste simbólico (... Leer - ¿Cómo se crea el dinero y quién se encarga de ello...
Como pueden jugar con la gente ahora somos esclavos del sistema financiero mundi... Leer
.
Conéctate
Quién está en línea
Tenemos 380 lectores conectadosRasgarse las vestiduras |
Rasgarse las vestiduras
5.0 out of
5
based on
7 votes.
En 2002 asistimos a uno de los mayores escándalos de EEUU: los abusos sexuales a menores cometidos por miembros de la Iglesia católica. Luego se conocieron más casos en Canadá, Irlanda, Holanda y recientemente, Alemania. El pasado 19 de marzo Benedicto XVI lanzaba una pastoral pidiendo perdón por los abusos sexuales del clero: “Habéis traicionado la confianza depositada y debéis responder ante Dios y ante los tribunales”, exclamaba escandalizado. ¿Realmente está el Papa escandalizado? ¿No tenía conocimiento de lo que estaba pasando? ¿Qué pretende con esta Pastoral? El actual Papa, antes cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, conocido también como el gran inquisidor de la Iglesia católica, recibía -por aquel entonces, año 2001- puntualmente en su oficina los denominados “delicta graviora”, es decir delitos graves cometidos en el seno de la Iglesia que la Institución debía de “limpiar”. Algunos de estos delitos eran de carácter doctrinal pero la mayoría eran de tipo moral (abusos a menores, solicitud de favores sexuales a cambio de perdón, relaciones con animales, etc). Pero aquel cardenal, hoy es el Papa Benedicto XVI y goza de inmunidad como Jefe del Estado Vaticano. Circunstancia que hizo valer en su momento la Embajada de la Santa Sede en Washington para que la que la justicia yankee desestimara la causa.Precisamente, todo lo contrario de lo que la Iglesia predicaba. Pues bien, aunque las denuncias eran numerosas apenas tuvieron eco ya que se resolvían casi siempre en el seno de la propia diócesis (pactos de silencio e indemnizaciones a golpe de talonario). Por su parte el sacerdote o religioso implicado, era trasladado -en el mejor de los casos, ya que en otras ocasiones permanecía en su lugar-, a otra parroquia o a las misiones en Latinoamérica, pero nunca era apartado ni expulsado. Los casos se conocían en el Vaticano, -eran vox populi- y había orden de ocultarlos. Desde 1962, la Institución se había preocupado de dar órdenes precisas -en un documento secreto- a los obispos sobre cómo trabajar con estos casos. Una serie de normas concretas que unos años más tarde Ratzinger, responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe, reforzaría con otro documento: “De Delictis Gravioribus”. Todo este material permanecería en secreto en los archivos de la Santa Sede hasta que empiezan a salir a la luz las miles de denuncias por pedofilia cometidas por sacerdotes en EEUU. Es a partir de ahí, cuando un abogado estadounidense lo descubre y lo da a conocer a la opinión pública. El Vaticano se defiende alegando que no se trataba de un documento vinculante, pero la justicia norteamericana sigue investigando y en enero de 2005 acusa a los responsables de la Iglesia católica de Texas y al entonces cardenal Ratzinger, de obstrucción a la justicia. Pero aquel cardenal, hoy es el Papa Benedicto XVI y goza de inmunidad como Jefe del Estado Vaticano. Circunstancia que hizo valer en su momento la Embajada de la Santa Sede en Washington para que la que la justicia yankee desestimara la causa. Dicho todo esto, no entiendo por qué el Papa se rasga las vestiduras y se escandaliza. Él, además de conocer todo esto, lo ocultaba. Sabe perfectamente la dimensión del escándalo y conoce también las causas. Esto ya no lo arreglan ni con dinero ni con un cambio de destino del “pecador”, porque estamos hablando de graves delitos cometidos contra niños. Tampoco se soluciona con arrepentimientos ni con Pastorales. Las víctimas han roto el silencio y piden justicia. No deja de ser curioso que precisamente lo que siempre han perseguido y reprimido desde los púlpitos, -el sexo-, sea al final lo que haya terminado de resquebrajar sus cimientos. La estructura de la Iglesia católica se encuentra cada vez más debilitada, con graves problemas de credibilidad y caminando hacia su propio apocalipsis. Δ
|
Comentarios
A mi tampoco me ha gustado como el Papa ha respondido a todo esto, pues no ha dado prueba de humildad, sin embargo yo quiero seguir esperando que las cosas cambiarán en el futuro,al fin y al cabo hay mucha gente buena en el seno de la Iglesia que vela por la salud de nuestras almas, que es lo más importante para nosotros los creyentes
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.