Comentarios
- Energía solar. Eduardo Lorenzo, científico e inves...
2x BITCOIN: Wanna Double Your BTC to the Moon? A section of the Moon BITCOIN Liv... Leer - Correa (Gürtel), la tumba política de Rajoy
confusión esa absurda división maniqueista entre izquierdas y derechas, formacio... Leer - Las 'sanciones económicas' o la guerra de cuello b...
Hello. And Bye. Leer - ¿Por qué interesan las energías renovables?
Gracias a las renovables, todo el mundo podría tener energía a coste simbólico (... Leer - ¿Cómo se crea el dinero y quién se encarga de ello...
Como pueden jugar con la gente ahora somos esclavos del sistema financiero mundi... Leer
.
Conéctate
Quién está en línea
Tenemos 169 lectores conectadosYin y Yang: el equilibrio del movimiento |
Yin y Yang: el equilibrio del movimiento
5.0 out of
5
based on
2 votes.
![]() El yang significa la luminosidad del lado sur, y corresponde a la dimensión Cielo. Adquiere cuerpo en el ánimus, en las cualidades masculinas en el hombre y en la mujer: el trabajo, la competición, el uso de la fuerza, la objetivación del mundo, el análisis y la racionalidad discursiva y técnica. La sabiduría milenaria del Taoísmo enseña que estas dos fuerzas deben equilibrarse mutuamente para que el discurrir de las cosas sea al mismo tiempo dinámico y armónico. Puede ocurrir que una predomine sobre la otra, pero se debe buscar en todo tiempo el difícil equilibrio entre ellas. El yin y el yang nos remiten a una energía más originaria que contiene a ambas: el Qi [léase chi ]. El Qi es la energía cósmica que sustenta, penetra y mueve todo. La teología yoruba y nagô, tan presentes en Bahia (Brasil), enseña que esa energía es el Axé universal, con las mismas funciones del Qi. Los cristianos hablan del Spiritus Creator, o del Soplo cósmico, que llena y dinamiza toda la creación. Los modernos cosmólogos se refieren a la constante cosmológica que es la Energía de fondo que produjo aquel minúsculo puntito que se hinchó y después explotó —big bang— dando origen a nuestro Universo. Necesitamos una locura sabia que posibilite una nueva síntesis entre estos dos polos para reinventar un nuevo camino que nos asegure el futuro. Tras esta inconmensurable explosión, la Energía de fondo se desdobló en las cuatro fuerzas fundamentales que actúan siempre juntas y que subyacen tras todos los fenómenos —la energía gravitacional, la electromagnética, la nuclear débil y la nuclear fuerte—, para las cuales no existe, en realidad, ninguna teoría que las explique. Nuestra cultura occidental, hoy globalizada, quebró esta visión integradora y dinámica. Enfatizó tanto el yang que volvió anémico el yin. Por eso, permitió que lo racional pasase por encima de lo emocional, que la ciencia se enemistase con la espiritualidad, que el poder negase el carisma, que la competencia prevaleciera sobre la cooperación, y que la explotación de la naturaleza desatendiera el cuidado y el respeto que se le deben. Este desequilibrio originó el antropocentrismo, el patriarcalismo, la pobreza espiritual, la cultura materialista y depredadora, y la actual crisis ecológica planetaria. Solamente con la integración de la fuerza del yin, del ánima, de la logique du coeur (Pascal), del mundo de los valores, corrigiendo el exceso del yang, del ánimus, del espíritu de dominación, podremos proceder a las correcciones necesarias y a dar un nuevo rumbo a nuestro proyecto mundial. En la tradición del canon occidental expresamos el mismo fenómeno del yin y yang refiriéndonos a dos figuras mitológicas: Apolo y Dionisio. La dimensión Apolo está en el lugar del orden, de la razón, de la disciplina, en una palabra, de la ley del día bajo la cual se rige la sociedad organizada. La dimensión Dionisio representa la libertad frente a las leyes, la capacidad de saltarse las prohibiciones, la exaltación de la alegría de vivir y la inauguración de lo nuevo, en una palabra, la ley de la noche, que es el momento en que las censuras caen y todo se vuelve gris e indefinido. Actualmente vivimos una coyuntura muy particular, marcada por el exceso. Perdimos la coexistencia del yin con el yang, de Apolo con Dionisio. Si no encontramos un punto de equilibrio, todo puede suceder, hasta una calamidad antropológica. Necesitamos una locura sabia que posibilite una nueva síntesis entre estos dos polos para reinventar un nuevo camino que nos asegure el futuro. Δ Leonardo Boff. Teólogo de la Liberación. www.leonardoboff.com
|