Oremos para pedir lluvia

A Dios rogando...

Esa fue la petición del arzobispo de Barcelona, una ciudad de la que ya sabemos que, dada su pésima gestión, tuvo, tiene y tendrá problemas de abastecimiento de agua. Pero donde no llega la política llega la Iglesia, si es que no es lo mismo. Así que, ni cortos ni perezosos, los prelados proponen la oración como ayuda para dar un empujoncito a Dios y a ver si caen cuatro gotas. Y no ha ido mal este final de abril. La milagrería siempre dispuesta a acudir en auxilio de las pobres gentes cuando hay problemas. ¿Y si se hubiesen arreglado las fugas, regulado el consumo, invertido en sistemas de riego? A lo mejor ahora teníamos otras opciones, además de la velita a la Virgen.
Para que luego se rían de los chamanes, los brujos y las meigas. §